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Fracturas y caídas en las personas mayores

  • Consecuencias físicas:

Aunque no todas las caídas producen lesiones físicas, pueden ocasionar heridas superficiales, contusiones, fracturas, traumatismos craneoencefálicos, abdominales y torácicos.

Aproximadamente, el 50% de las caídas genera algún tipo de lesión menor en partes blandas, que provoca dolor y limitación funcional para la realización de las actividades de la vida diaria. Entre el 5-10% de los ancianos que sufren una caída padecen una lesión grave como una fractura, traumatismo craneoencefálico o un desgarro grave, aumentando la fragilidad de la persona mayor.

La Organización Mundial de la Salud sostiene que quienes padecen discapacidad a causa de las caídas, y en particular los ancianos, corren más riesgo de necesitar atención a largo plazo e ingreso en alguna institución. Se estima que el 90% de las fracturas de cadera, pelvis y muñeca en los ancianos se asocia a las caídas. La incidencia de fracturas aumenta con la edad, siendo más elevada en las mujeres. Las fracturas en las extremidades superiores son más frecuentes hasta los 75 años, al colocar la mano al caer, y a partir de esa edad, son más habituales en las extremidades inferiores por la pérdida del reflejo de apoyo.

Entre un 30 y un 45% de los individuos con fractura de cadera no recupera el nivel funcional anterior a la caída en lo que respecta a la deambulación y a la realización de las actividades de la vida diaria, lo que supone un mayor riesgo de sufrir una segunda caída o fractura.

  • Consecuencias psicológicas:

Una de las consecuencias psicológicas de las que habla la bibliografía y que afecta directamente al anciano es el síndrome postcaída, caracterizado por el miedo a volver a caer. Aparece como una respuesta protectora tras la caída, que limita al anciano en la realización de las actividades de la vida diaria, y que se convierte a largo plazo en un efecto adverso en el plano social, físico y cognitivo de la persona.

Las complicaciones más frecuentes de este síndrome son la reducción de la actividad física, pérdida de autonomía, riesgo de institucionalización, depresión, ansiedad grave y empeoramiento en su calidad de vida.

La restricción de la actividad física puede ser beneficiosa a corto plazo, sin embargo, a largo plazo disminuirá la situación funcional del anciano, la función cognitiva e incrementará el riesgo de sufrir futuras caídas

  • Consecuencias económicas:

Las consecuencias económicas ocasionadas por las caídas es otro aspecto desarrollado en los diversos artículos revisados. Según la OMS, cada año se producen 37,3 millones de caídas que generan unos costes directos e indirectos en el sistema sanitario.

Los costes directos de una caída se atribuyen a los ingresos hospitalarios, visitas a urgencias, visitas a los servicios de atención primaria y prescripción de medicamentos, mientras que los costes indirectos están relacionados con la dependencia del anciano ocasionada por las lesiones consecuentes de la caída. Esto deriva en un aumento de la necesidad de cuidadores familiares o externos, y del consumo de los recursos sociosanitarios. Se estima que un 40% de los ingresos en residencias geriátricas se deben a las caídas de los ancianos.

  • Consecuencias sociales:

Las lesiones producidas por las caídas, suelen implicar pérdida de independencia, confianza y privación social en el adulto mayor. Además, el internamiento del anciano en una institución durante un largo periodo de tiempo, le aleja de su entorno y le puede provocar sentimientos de fragilidad, vulnerabilidad e inseguridad. 3, 5

Actuaciones de Enfermería

Uno de los objetivos principales de la geriatría es conseguir un envejecimiento saludable para obtener el máximo nivel de autonomía e independencia, y reducir los periodos de morbilidad. 1,2 El personal de Enfermería debe contar con las habilidades técnicas y sociales que le permitan evaluar las condiciones de un paciente a su ingreso y clasificar el riesgo de caída. Estas medidas incluyen la coordinación efectiva con el resto del personal involucrado en la atención del paciente y especialmente, la comunicación y la educación al paciente si su condición física-emocional lo permite, así como, a los familiares o visitantes, quienes muchas veces están directamente al cuidado de los pacientes en los hospitales. 3, 7,8

Las caídas en el adulto mayor es uno de los grandes síndromes geriátricos que disminuyen notablemente su salud, y en consecuencia, su calidad de vida. En este sentido, resulta imprescindible aplicar estrategias de prevención, las que clasificaremos como: (Ver tabla nº 1)

Por lo tanto la participación de la enfermera es fundamental en la promoción de la salud del adulto mayor enfocado en la prevención de las caídas. La enfermera al comunicarse e interactuar con las personas de edad avanzada y su familia en los diferentes ámbitos laborales (hospitales, asilos, centros de día) puede valorar e identificar los riesgos en esta población e influir en la promoción de estilos de vida saludables. En este sentido las intervenciones de Enfermería deben estar enfocadas primeramente a la valoración de los factores extrínsecos e intrínsecos.

Si bien es cierto, la disminución de la actividad puede reducir el riesgo y número de caídas a corto plazo al reducir la exposición, pero en un periodo más prolongado y con la falta de presencia de factores como auto confianza y la pérdida de condiciones físicas, sólo puede aumentar el riesgo. Otra medida preventiva es la rehabilitación, equilibrio y marcha mediante ejercicios y propiocepción, enseñanza de la marcha o uso de bastón apropiado. 9

Conclusión

Las caídas en el anciano pueden empeorar su calidad de vida, ocasionando problemas físicos, psicológicos, sociales o económicos. Con el aumento de la esperanza de vida han aumentado el número de caídas y, por efecto, el número de fracturas en las personas mayores. Son multitud los factores de riesgo relacionados con las caídas y, a su vez, son muchos también los factores modificables para evitar estas caídas. Por todo ello son necesarias las estrategias de prevención en personas de riesgo, en general, personas mayores con alguna patología.

En personas con historia de caídas recurrentes que sufren una fractura de cadera secundaria a una nueva caída presentan peor estado mental y mayor número de patologías asociadas, especialmente neurológicas y vértigo.

El reconocimiento de las caídas como un problema geriátrico más es muy importante para realizar una buena intervención preventiva. Los servicios de atención primaria son quienes realizan la asistencia del enfermo anciano de manera más directa, por lo que tendrán mayores posibilidades de detectar el riesgo de caída. Es necesario por ello formar a los profesionales sanitarios para que sean capaces de prevenir las caídas, y por consecuencia, fracturas en las

Cada vez hay más número de artículos que están en relación sobre las intervenciones de prevención en las caídas, aunque no está bien clarificado el papel de cada profesional en el ámbito de la prevención de éstas.

TABLA 1

Clasificación de estrategias de prevención:

Anexos

Anexos – Fracturas y caídas en las personas mayores

Anexos – Fracturas y caídas en las personas mayores

Bibliografía

  1. Sarobe I, Arejula J, et. Al. Caídas y fracturas en el anciano: una aproximación a la discapacidad intelectual con necesidades de apoyo generalizado. Siglo cero. 2003; 34(2): 26-35.
  2. Gómez Conesa A. et. Al. Risk factors for falls in the elderly: systematic review. Rev. Salud Pública. 2008;42(5):946-56. Disponible en: http://www.scielo.br/pdf/rsp/v42n5/6793.pdf
  3. González Ramírez A, Calvo Aguirre JJ, et. Al. Falls in nursing homes and institutions: update by the Osteoporosis, Falls and Fractures Working Group of the Spanish Society of Geriatrics and Gerontology (GCOF-SEGG). Rev Esp Geriatr Gerontol. 2013 Jan-Feb; 48 (1): 30-8.
  4. Rodríguez-Molinero A, Narvaiza L. et. Al. Falls in the Spanish elderly population: Incidence, consequences and risk factors. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2015 Nov-Dic; 50 (6): 274-80.
  5. Campo Real A, et. Al. Actuación de Enfermería en la prevención de caídas en las personas mayores. Dialnet . 2015
  6. Queralt M. Pérdida de equilibrio y caída de personas mayores. Mapfre. Disponible en: http://www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/causas-perdidas-equilibrio-ancianos.shtml
  7. Tena-Tamayo C, et. Al. Recomendaciones Específicas para enfermeras relacionadas con la prevención de la caída de pacientes durante la hospitalización. Dialnet. 2006. 11(5). Disponible en: file:///C:/Users/Lorena/Downloads/Dialnet-RecomentacionesEspecificasParaEnfermeriaRelacionad-4049882.pdf
  8. Torres Egea P, Sánchez Castillo PD. Eficacia de las intervenciones caídas en pacientes geriátricos. Nursing. 2007. 25(2). Disponible en: http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/43522/1/561610.pdf
  9. Hernández Herrera D, Ferrer Villegas J. Prevención de caías en el adulto mayor.Intervenciones de Enfermería. Rev Enferm Inst Mex Seguro Soc. 2007; 15 (1): 47-50. Disponible en: http://www.medigraphic.com/pdfs/enfermeriaimss/eim-2007/eim071h.pdf