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Fuentes de la alegría. Factores que reducen el coste psicológico y deterioro emocional en los ancianos derivados por la pandemia

Fuentes de la alegría. Factores que reducen el coste psicológico y deterioro emocional en los ancianos derivados por la pandemia

Autora principal: Leticia Civiriain San Miguel

Vol. XVIII; nº 15; 852

Sources of joy. Factors that reduce the psychological cost and emotional deterioration in the elderly derived from the pandemic

Fecha de recepción: 18/07/2023

Fecha de aceptación: 11/08/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 15 Primera quincena de Agosto de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 15; 852

Autoras:

Leticia Civiriain San Miguel. Trabajadora Social. Zaragoza. España.

Sonia Usón Lucea. Enfermera. Hospital Miguel Servet. Zaragoza. España.

María Isabel Manga González, Enfermera, Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.

RESUMEN

Tras la aparición y detección de la Covid-19, se organizaron y decretaron medidas de protección como el confinamiento domiciliario para detener el contagio masivo de las personas.

Este hecho, basado en criterios preventivos, conllevó como consecuencia cierto aislamiento y soledad. Mantenido posteriormente por la obligación de distancia social y limitación de contacto social.

Esta situación generó muchos factores estresantes y aunque se produjo mayoritariamente una respuesta adaptativa, conllevó un mayor índice de estrés, angustia y depresión. Las investigaciones sobre la gestión de estas situaciones son escasas en relación con las personas mayores, principalmente se han estudiado en niños o padres.

De los diferentes estudios realizados, se ha observado que estrategias y herramientas han disminuido y mejorado el bienestar emocional de las personas más mayores, y se puede señalar que el uso de las emociones positivas, en concreto de la alegría, ha beneficiado durante el confinamiento al grupo etario de más edad.

PALABRAS CLAVE: Alegría, Pandemia, Factores de reducción, Deterioro emocional.

ABSTRACT

After the appearance and detection of Covid-19, protection measures such as home confinement were organized and decreed to stop the massive contagion of people.

This fact, based on preventive criteria, led to a certain isolation and loneliness as a consequence. Subsequently maintained by the obligation of social distance and limitation of social contact.

This situation generated many stressful factors and although an adaptive response was mainly produced, it led to a higher rate of stress, anguish and depression. Research on the management of these situations is scarce in relation to the elderly, it has mainly been studied in children or parents.

From the different studies carried out, it has been observed that strategies and tools have decreased and improved the emotional well-being of older people, and it can be pointed out that the use of positive emotions, specifically joy, has benefited the elderly during confinement. older age group.

KEYWORDS: Joy, Pandemic, Reduction factors, Emotional deterioration

INTRODUCCIÓN

Las emociones se deben de entender desde un contexto sociocultural y como una construcción social. Para ello, es necesario tener en cuenta aspectos sociales, políticos, geográficos y económicos.[1]

El aislamiento social ha modificado los estados emocionales de las personas, tras el confinamiento. Entre los ancianos se han vivido sentimientos de inseguridad, desilusión o preocupación.[2] Cuidar la parte mental es de extrema importancia [3]

El confinamiento domiciliario decretado conllevó la separación y el aislamiento forzoso de la propia red social, incluso de la familia más cercana. Esto junto con otros condicionantes produjo un elevado nivel de incertidumbre, no solo por la perdida de control sino por la vulnerabilidad frente a un virus desconocido.

La mayoría de las personas tuvieron una respuesta adaptativa a una situación nunca vivida., pero con ciertos costes.

Estos costes, relacionados con el deterioro emocional, así como con la propia alteración emocional ha tenido mayor impacto dependiendo de los cambios que ha sufrido la vida, con relación a las dinámicas y rutinas diarias.

Durante el confinamiento, han surgido factores que afectan al bienestar como son la pérdida de hábitos diarios y el estrés psicosocial. [4]. Este último motivado en algunos casos por el exceso de información que ha surgido a través de los medios de comunicación que ha desbordado el umbral de incertidumbre que tienen las personas.

Además, se han analizado dos situaciones que, durante el confinamiento, han afectado psicológica y directamente, principalmente a niños, pero que se pueden extrapolar a la población más adulta. Por un lado, situaciones específicas causadas por el contexto de la pandemia, y por otro lado, situaciones inespecíficas, es decir, que no está claro el desencadenante sino que es el conjunto de todo ello. [5]

Las restricciones en las relaciones sociales han aumentado problemas de soledad y aislamiento en las personas mayores, lo que ha conllevado consecuencias en la salud. [6]

En relación con las personas mayores es reconocido, científicamente, que surge cierto declive cognitivo con la edad, lo que afecta a los aspectos cognitivos de la empatía, pero, por los estudios realizados, no afectan a los aspectos emocionales. [7]

Por tanto, la capacidad emocional de las personas mayores es vivida plenamente en la situación de pandemia existente. Esto también ayuda a desmitificar los estereotipos que existen dentro del concepto de vejez y ancianidad.

Los ancianos se han considerado un grupo de alto riesgo ante el contagio. Lo que ha aumentado la vulnerabilidad psicológica derivada de la fragilidad inmunitaria que presentan [8]

El proceso de envejecimiento, dentro de este contexto social, está ganando relevancia por el crecimiento de la tasa de población envejecida. Y esto, conlleva cambios en ámbitos sociales, económicos, políticos y geográficos.

Los estereotipos de la 3º y 4º edad, se suele relacionar el concepto de vejez con la enfermedad y el deterioro físico. Los mitos relacionados con el adulto mayor dentro de nuestra sociedad, suelen ser personas sin preocupaciones, tranquilas, con cierta dificultad para la comprensión. [2] Y evidentemente, durante el confinamiento y la pandemia, han sido plenamente consciente de las medidas sanitarias recomendadas, así como del cumplimiento de estas.

Por eso, es necesario crear estrategias que se dirijan a revertir y disminuir esta situación, creando conciencia sobre las necesidades y las herramientas que tienen para desarrollar y potenciar sus capacidades frente a los efectos psicológicos de la pandemia [8]

La alegría forma parte de lo que se conoce como emociones positivas.

Las emociones positivas facilitan la evolución y desarrollo de los recursos y capacidades personales y en las personas mayores les ayudan a superar situaciones complicadas al aligerar la repercusión en ellas. Incrementan los patrones para actuar y optimizan las capacidades a nivel físico, psicológico y social. [9]

La alegría surge en las personas cuando la situación vivida se considera favorable o positiva para alcanzar una meta, según la perspectiva cognitiva. Esto desemboca en dos situaciones, por un lado, relacionado con acontecimiento positivos, y por otro lado, que atenúen, disminuyan o eliminen acontecimientos negativos. Esta última situación sería la que ocurre en el confinamiento.

La calidad de vida de las personas mejora a través de las emociones positivas, a través de dos opciones; por un lado, como detonante de bienestar y por otro lado, facilita el crecimiento psicológico.

Además, una de las ventajas es que generan influencia en la resolución de problemas y las habilidades sociales. Esto en muchos casos favorece un desarrollo cognitivo abierto y flexible.

Los efectos de las emociones positivas, concretamente, la alegría en el campo de la salud es evidente, pues previene y reduce los efectos fisiológicos que las emociones negativas ocasionan en una situación tan compleja como la pandemia.

El desarrollo de emociones positivas está relacionado con la disminución del estrés, de la ansiedad y de la tristeza que es posible registrar en el sistema nervioso vegetativo y en el cardiocirculatorio. [9]

Se puede decir que la alegría tiene como función principal tranquilizar en esta situación de confinamiento, puesto que es un sentimiento positivo que conecta con el placer de las pequeñas cosas.

Está claro que los factores biológicos, en el caso de esta pandemia, son fundamentales. Así como, los factores psicológicos y sociales han generado consecuencias de una magnitud aún no calculada por el gran impacto que ha producido y sigue provocando en las personas más mayores. [10]

Tras el confinamiento se han podido apreciar dos formas de reacciones, en las personas mayores, las que han desarrollado durante el confinamiento actitudes más positivas y las que han presentado estrés, agobio y otros desordenes. [11] Aunque el estrés postraumático, en los estudios más recientes, se ha medido principalmente, en niños y padres.

METODOLOGÍA

Para realizar esta revisión, se ha realizado un estudio de los artículos que explican y analizan cómo la emoción de la Alegría influye en el estado de ánimo y en los procesos psicológicos cómo mecanismo de protección en los ancianos durante la pandemia de la Covid-19.

La metodología utilizada para esta revisión sistemática ha sido a través de una búsqueda de palabras clave en diferentes bases de datos. Estás son Pubmed, Dialnet y Cuiden Plus. El periodo de búsqueda, evidentemente se ha centrado en los últimos dos años, periodo en el que ha trascurrido la pandemia, hasta la actualidad (desde febrero de 2020 hasta febrero de 2022).

La búsqueda ha seguido unos criterios de inclusión. Respondiendo a las preguntas PICO: la población objeto de estudio son los ancianos de más de 60 años, la intervención ha sido reflexionar sobre cómo han utilizado la emoción de la alegría, como herramienta frente a la pandemia, así como, la comparación es a razón del nivel de alegría y el uso de esta, a través de las diferentes formas en la que la han utilizado y los resultados que se han obtenido.

Los criterios de exclusión fueron aquellos que se relacionan con otro tipo de sujetos o con ancianos con padecimiento o enfermedades limitantes.

Además, se han utilizado criterios de temporalidad, originalidad y en idioma español e inglés.

Las palabras claves con las que se realizaron las búsquedas fueron; alegría, emoción, ancianos, pandemia, COVID-19

RESULTADOS

Las personas de más de 60 años presentan mayor fragilidad y vulnerabilidad, además en muchos casos existen condicionantes de salud subyacentes como enfermedades o dolencias que en contacto con la Covid-19 incrementa la probabilidad de empeoramiento.

La vivencia de este confinamiento como condición estructural conlleva una vivencia emocional de soledad en muchos casos, lo que derivó en mayores niveles de ansiedad y depresión, así como alteraciones en los niveles de estrés.

Una de las repercusiones más perjudiciales a nivel social del confinamiento fue la ruptura de las actividades de la vida diaria, lo que muchos autores consideran fuente principal de autonomía. [12]

La medida sanitaria de distanciamiento social, posteriormente recomendada, no consiguió disminuir los factores estresantes ni el sentimiento soledad, entre la población más mayor. [13]

Para reducir los niveles de estrés resulta interesante explorar los recursos o comportamientos que tienen los ancianos para afrontar esta situación de la forma más útil.

Los recursos de afrontamiento basados en las emociones, tener una red social de apoyo amplia y variada, así como potenciar la alegría y el confort ante las dificultades se relacionan y se asocian con un mayor bienestar psicológico.

El apoyo social cumple un papel vital, puesto que ayuda a proveer sentido a la vida y propicia el desarrollo de actividades que se asocian positivamente con la calidad de vida. [14]

Las fuentes de alegría que ayudan a revertir el sentimiento de soledad generados por la pandemia que se han obtenido son; la familia o los amigos, los contactos sociales digitales, participación en pasatiempos, tener cónyuge o pareja, la fe y la tranquilidad. [13]

En relación con el apartado de la fe, se debe aclarar que en la vejez se tiene un alto sentido de la espiritualidad, considerándola importante para la vida; por eso el acompañamiento emocional resulta fundamental [14]

Las personas mayores de 60 años destacaban especialmente la compañía de las mascotas como elemento de alegría, mientras que las personas mayores de 70 años enfatizaban la compañía de su cónyuge o pareja. Además, es necesario destacar que este último grupo de edad presentó mayores índices de necesidad y práctica de comunicación digital como segunda fuente de alegría (correos electrónicos, mensajes de textos, uso de redes sociales, etc). [13]

Con relación al género, las mujeres tenían tasas más altas con relación a las mascotas y la comunicación digital; mientras que los hombres tenían tasas más altas con relación a la existencia de cónyuge y tranquilidad. [13]

CONCLUSIONES

Las medidas de protección decretadas ante la Covid-19, han repercutido en los estados emocionales de la población más mayor. El aislamiento social ha derivado en el decremento de la salud mental, especialmente en los ancianos, que muestran trastornos leves de ansiedad, depresión y estrés. El estudio e investigación de las fuentes de alegría que han tenido durante la pandemia son factores claves de protección para la salud mental, que mitigan en cierta forma, los altos niveles de estrés, depresión y ansiedad que ha generado el confinamiento de la Covid-19.

Ver anexo

BIBLIOGRAFIA

[1]       E. Carrillo Hernández and E. K. Vázquez-Garnica, “Emociones de ancianos beneficiarios de programas sociales en metrópoli de Guadalajara,” Cad. Pesqui., vol. 44, no. 152, pp. 334–353, 2014, doi: 10.1590/198053142874.

[2]       R. M. Abarca, “Arteterapia para la expresión de emociones en perosnas adultas del hogr de ancianos San Pedro,” Nuevos Sist. Comun. e Inf., vol. 2, no. 2, pp. 2013–2015, 2021.

[3]       A. P. S. Castro, G. B. Will, M. R. Castro, C. F. Ximenes, and M. S. Cordeiro, “Viviendo en comunidad, envejeciendo de forma saludable,” Enfermería Glob., vol. 19, no. 57, pp. 302–316, 2020, [Online]. Available: https://revistas.um.es/eglobal/article/view/357821.

[4]       I. D. E. Investigación et al., “PSICOLÓGICAS DE LA COVID-19 Y EL.”

[5]       J. P. Espada, M. Orgilés, J. A. Piqueras, and A. Morales, “Las Buenas Prácticas en la Atención Psicológica Infanto-juvenil ante el COVID-19,” Clínica y Salud, vol. 31, no. 2, pp. 109–113, Jun. 2020, doi: 10.5093/clysa2020a14.

[6]       S. Callís-fernández and V. Cruz-sánchez, “Affective emotional states in lone senior citizens in social isolation during the COVID-19 pandemic,” Rev. Electrónica Dr. Zoilo E. Mar. Vidaurreta, vol. 46, no. 1, 2021.

[7]       H. Ortega García, R. Cacho, J. J. López Goñi, and J. Tirapu Ustárroz, “Empatía y juicios morales en población anciana,” Rev. Neurol., vol. 59, no. 03, p. 97, 2014, doi: 10.33588/rn.5903.2014239.

[8]       J. Espin Falcón, A. Cardona Almeida, L. Miret Navarro, and M. González Quintana, “La COVID-19 y su impacto en la salud de las personas adultas mayores,” Arch. del Hosp. Univ. “General Calixto García,” vol. VIII, no. 2, pp. 133–147, 2020, [Online]. Available: http://www.revcalixto.sld.cu/index.php/ahcg/article/view/568.

[9]       M. . . Barragán, “GENERALIDADES Y BENEFICIOS Psychology of the positive emotions : generalities and benefits Ahmad Ramsés Barragán Estrada,” Enseñanza E Investig. En Psicol., vol. 19, no. 1, pp. 103–118, 2014, [Online]. Available: https://www.redalyc.org/pdf/292/29232614006.pdf.

[10]     A. Urzúa, P. Vera-Villarroel, A. Caqueo-Urízar, and R. Polanco-Carrasco, “La Psicología en la prevención y manejo del COVID-19. Aportes desde la evidencia inicial,” Ter. psicológica, vol. 38, no. 1, pp. 103–118, 2020, doi: 10.4067/s0718-48082020000100103.

[11]     R. Medina and L. Valverde, “Cuarentena, impacos psicologicos en la poblacion,” p. 13, 2021.

[12]     I. Titular et al., “ARTÍCULO ORIGINAL Estados emocionales de adultos mayores en aislamiento social durante la COVID-19,” no. 2, pp. 1–10, 2021.

[13]     B. R. Whitehead and E. Torossian, “Older Adults’ Experience of the COVID-19 Pandemic: A Mixed-Methods Analysis of Stresses and Joys,” Gerontologist, vol. 61, no. 1, pp. 36–47, 2021, doi: 10.1093/geront/gnaa126.

[14]     L. Alonso Triana, M. Ugalde Pérez, J. F. Placeres Hernández, C. Mesa Simpson, Y. Velazco Fajardo, and Y. Jiménez Landín, “Acompañamiento emocional en adultos mayores ante la covid-19: una necesidad impostergable TT  – Emotional support in elder people toward COVID-19: an urgent need,” Rev. medica electron, vol. 43, no. 2, pp. 3159–3166, 2021, [Online]. Available: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242021000203159.