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Función endotelial y factores de riesgo cardiovascular en estudiantes de sexto año “A” del programa de Medicina

Mediada por Flujo (VMF) como porcentaje de cambio del diámetro de la arteria braquial entre la situación basal y el aumento máximo del diámetro posterior a la isquemia transitoria. (1,2,3)

En una investigación en Finlandia, se estudió la correlación entre la presencia de disfunción endotelial y el grosor miointimal de la arteria carótida, así como la relación de éstas con factores de riesgo cardiovascular. Dicho estudio se realizó con ultrasonografía y la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) en 2109 adultos jóvenes sanos entre 24 y 39 años. Encontraron que a mayor número de factores de riesgo, mayor grosor miointimal y peor respuesta a la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF), concluyendo que tienen valor predictor y una relación claramente inversa, con una p de 0.001. Esas observaciones sugieren que la disfunción endotelial es un evento precoz en la ateroesclerosis y que el estado de la función endotelial puede modificar la asociación entre los factores de riesgo y la ateroesclerosis. (10)

En una revisión detallada de la literatura se evidencia que hay amplias variaciones en la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) media cuando se comparan diferentes estudios en poblaciones similares. Actualmente, la falta de consenso científico respecto a un protocolo estandarizado para medir la VMF impide realizar comparaciones exactas de los datos de diferentes centros. Hoy en día, existe un método para normalizar la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) mediante la aplicación de fórmulas que evitan los errores de lectura. La utilidad de esta normalización es objeto de controversia y aún no es posible recomendar un método para introducir una corrección de lectura de la VMF. (11)

Se han publicado curvas de potencia para facilitar el diseño de test de grupos cruzados y de grupos paralelos y existe también un normograma para los valores de Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) que puede usarse como referencia para vasos sanguíneos de diversos tamaños. (1,10) Así, se deben normalizar los valores de VMF (nVMF), para facilitar su interpretación. Valores de nVMF menores a 1 indican una respuesta anormal (disfunción endotelial) y valores de nVMF menores a 0,4 implican un severo compromiso de la respuesta vasodilatadora. (11,12)

Por otra parte, Kuvin y cols. (2001), publicaron un estudio de gran trascendencia, en el que evaluaron la relación entre la presencia de disfunción endotelial evaluada por Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) y arteriopatía coronaria evaluada con cámara gamma, en 94 pacientes, 43 hombres y 51 mujeres. Determinaron que aquellos pacientes que presentaron enfermedad coronaria diagnosticada por cámara gamma con Tomografía Computarizada por emisión de fotones simples, mostraron menor dilatación de la arteria braquial en respuesta a la VMF, que aquellos con cámara gamma normal, que evidenciaron una vasodilatación en respuesta al estudio de Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) mayor, con una p<0.0004. (13)

La VMF fue altamente predictiva de la presencia de enfermedad arterial coronaria, el punto de corte utilizado fue de 10% como respuesta normal. Sólo 2 de los 23 pacientes con enfermedad coronaria presentaron respuestas mayores a 10% (Sensibilidad de 91%) y el resto claramente menores de 10%; en tanto que sólo 2 de 40 pacientes con valores mayores de 10% mostraron una cámara gamma positiva (valor predictivo negativo del 95%). Igualmente los pacientes que presentaron Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) normal pudieron realizar mayor tiempo de esfuerzo, con una p significativa (0.01). Concluyeron que la VMF tiene alta sensibilidad y valor predictivo negativo para enfermedad coronaria y por lo tanto tiene potencial uso como screening en subgrupos de pacientes de bajo riesgo. (13)

Por su parte, Brevetti y cols. (2003), estudiaron prospectivamente el impacto de la evaluación no invasiva de la función endotelial mediante la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF), sobre el riesgo cardiovascular, en pacientes con arteriopatía periférica, con la intención de saber si dicho estudio agrega información de valor al ya conocido y tan valioso índice tobillo-brazo. Estudiaron 131 pacientes de ambos sexos, monitorizados 23±10 meses, de los cuales 18 desarrollaron un evento coronario mayor, 12 un evento cerebrovascular y 9 un evento arterial periférico. La respuesta a la VMF en pacientes con eventos evidenció una mediana menor que en aquellos libres de eventos, en el seguimiento (5.8% vs 7.6%, p<0.05). Concluyeron que una vasodilatación baja en respuesta a la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) es un predictor independiente de eventos cardiovasculares en pacientes con arteriopatía periférica y agrega valor pronóstico al índice tobillo-brazo, que sigue siendo el predictor más importante de enfermedad arterial periférica. (14)

De igual modo, Dalli y cols. (2002), realizaron un estudio en España, que valoraba la importancia de la posición del brazalete oclusor, para analizar de forma adecuada la VMF en varones sanos, con factores de riesgo e Infarto Agudo del Miocardio (IAM). Se incluyeron 160 varones, de los cuales 40 estaban sanos, 80 tenían factores de riesgo y los otros 40 con IAM. Se incluyeron sólo varones para reducir la variabilidad, ya que el deterioro de la función endotelial se retrasa aproximadamente 10 años en las mujeres. Se evaluó la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) tras la oclusión en el brazo y antebrazo para inducir la hiperemia. (15)

Se demostró que sólo la VMF tras oclusión proximal marca la diferencia tanto en varones con presencia de factores de riesgo y aquellos sanos, como en pacientes varones con Infarto Agudo del Miocardio (IAM) y los que sólo poseen factores de riesgo, relacionándose mejor con la función endotelial, teóricamente. Este hecho es significativo para establecer el valor pronóstico de la técnica y para los estudios de intervención terapéutica. Las personas con capacidad de vasodilatación disminuida requieren un estímulo mayor para la vasodilatación, provocado por el hiperflujo e isquemia en la zona de medida. (15)

Asimismo, se considera el estudio de arterias periféricas, específicamente la braquial, por su relación con la función endotelial coronaria y con la gravedad de las lesiones. La alteración de la Vasodilatación Mediada por Flujo (VMF) se ha descrito en innumerables casos, incluyendo niños de 6 años con hipercolesterolemia familiar, tabaquismo pasivo, jóvenes sanos con historia familiar de cardiopatía isquémica precoz, entre otros. (15)

Otro estudio de gran transcendencia, el estudio CARMELA (Cardiovascular Risk factors Multiple Evaluation in Latin America) evaluó a 11.550 sujetos de ambos sexos, entre 25 y 64 años, seleccionados probabilísticamente de la población general, en siete grandes ciudades de América Latina, (Barquisimeto en Venezuela, Bogotá en Colombia, Buenos Aires en Argentina, Lima en Perú, México DF en México, Quito en Ecuador y Santiago de Chile en Chile) en los que se evaluó