factor de riesgo para la enfermedad”.
“…la mera presencia del Demodex Folliculorum en piel no afectada, no parece generar ninguna alteración cualquiera sea su densidad, aun cuando dependiere de la grasitud para su desarrollo, lo que sustenta la idea de que el parasito no desempeñaría otro papel que el de un simple comensal”.
“…la diferencia entre densidades demodécticas se vincula al tipo de cutis”.
Por lo que se determinó que hay evidencia suficiente para afirmar que “el Demodex Folliculorum es un comensal dependiente de la secreción sebácea, cuya densidad cutánea no constituye un factor de riesgo en la etiología de la rosácea.”(37).
Inmunidad.
La mayoría de expertos creen que la causa infecciosa es improbable y que la enfermedad es primordialmente inflamatoria.
Se acepta que las sustancias pro-inflamatorias y las enzimas degradativas liberadas por células inflamatorias en la piel facial, participan en la angiogénesis y la destrucción dérmica asociadas con la rosácea.
Investigaciones recientes demuestran una up-regulation de las citoquinas locales en pacientes con rosácea y estos mediadores pueden desempeñar papeles claves en la fisiopatología de esta enfermedad.
Un medio ambiente diverso desafía a la piel a que mantenga una temperatura, humedad, y equilibrio electrolítico acorde mientras la función inmunológica funciona normal.
La rosácea es una enfermedad común de la piel con una respuesta inflamatoria que presenta manifestaciones únicas hacia estímulos medioambientales normales.
Yamasaki y col. refieren que existe una proteasa, una enzima del estrato córneo y un péptido antimicrobiano, la catelicidina, cuya acciones son la de promover la inflamación de la piel en la rosácea. (8, 31, 45).
Tisma VS y col. evidenciaron que la inflamación está asociada a la producción de especies reactivas al oxígeno (ERO) y enzimas proteolíticas liberadas por parte de células inflamatorias, como los neutrófilos, que ante la presencia de metales de transición, como el cobre y el hierro, generan radicales de oxhidrilo que dañan el tejido conectivo, soporte importante de los vasos sanguíneos. (25, 29, 31, 39).
Es por esto que el metronidazol, (agente antimicrobiano y antiinflamatorio), medicación estándar en la rosácea papulopustulosa, es utilizado en el tratamiento. Las propiedades antiinflamatorias del mismo, mostrarían una actividad antioxidante, interfiriendo con la generación y liberación por parte de los neutrófilos de especies reactivas de oxígeno (ERO), evitando así, la injuria en el sitio de inflamación. (39)
Estos mecanismos son importantes para explicar también el beneficio del ácido azelaico (AzA), usado como una formulación en gel al 15 %, como droga efectiva en el tratamiento actual.
Camera y col. mostraron que el AzA inhibe la producción de especie reactiva de oxígeno liberadas por los queratinocitos así como también la up-regulation inducida por UVB de citoquinas pro-inflamatorio IL-1, IL-6 y TNF-alfa.
La catelicidina antes mencionada, es un péptido antimicrobiano limitado a un gen único, CAMP que se encuentra elevado en la piel de pacientes con rosácea. Este péptido estaría implicado en la respuesta inflamatoria de dicha enfermedad y explicaría por qué presentan respuesta exagerada a diversos estímulos
Esta expresión anormal del péptido antimicrobiano (catelicidina) es secretada como una pro-proteína, llamada proteína catiónica antimicrobiana (CAP18 o 18-kDa), biológicamente inactiva., cuyo procesamiento proteolítico da como resultado la liberación del péptido antimicrobiano activo más conocido como hCAP18/LL-37 (péptidos 37 aminoácido), el primer péptido maduro aislado de este producto genético.
Esta etapa es esencial para la función de la catelicidina y terminaría cumpliendo un doble papel en la inmunidad, ya que por un lado puede actuar eliminando microorganismos, y por el otro, desencadenando diferentes respuestas en el tejido del huésped como una molécula pro-inflamatoria.
En la piel, LL-37 es elaborado por neutrófilos, mastocitos y queratinocitos activados por un proceso inflamatorio, en respuesta a la injuria o infección.
La catelicidina además, contribuye a las propiedades antimicrobianas elementales del sudor y la saliva, esto se asocia también a la capacidad del huésped de montar una defensa efectiva contra una infección; representando el sistema inmune innato. (31)
Función de la catelicidina:
- Eliminación de microorganismos.
- Reparación de heridas.
- Liberación de citoquinas.
- Promoción de quimiotaxis de neutrófilos.
- Estimulación de angiogénesis.
- Facilita la expresión de componentes extracelulares de la matriz
Catelicidina y rosácea:
Debido a que algunos de estos efectos relacionados con la función de las catelicidinas son semejantes a los cambios clínicos que se observan en la rosácea, Yamasaki y col. en 2007, consideraron que la expresión anormal de este péptido, podría ser un factor en su fisiopatogenia.
Para demostrar este postulado se realizaron biopsias de piel, obtenidas del pliegue nasogeniano, y se compararon con piel de una zona similar de individuos sanos. En todos los casos de rosácea por medio de una tinción inmuno-histoquímica, la catelicidina estaba aumentada en forma difusa, mientras que en piel facial normal tenía expresión mínima. (8,31)
Las formas proteolíticas producidas de este péptido, encontradas en la rosácea, son distintas de las observadas en individuos sanos y son el resultado de una anormalidad en su elaboración asociada a un aumento de la actividad de la enzima tríptica del estrato córneo (SCTE) o Kalicreína 5 en la epidermis.
La catelicidina posibilita la inflamación, mediada por dicha enzima.