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Impacto de la dieta mediterránea en España y Aragón

Impacto de la dieta mediterránea en España y Aragón

Autora principal: Paola Álamo Urgelles

Vol. XVIII; nº 16; 884

Impact of the mediterranean diet in Spain and Aragón

Fecha de recepción: 09/07/2023

Fecha de aceptación: 18/08/2023

Incluido en Revista Electrónica dePortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 16 Segunda quincena de Agosto de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 16; 884

AUTORES:

Paola Álamo Urgelles. Enfermera, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; Zaragoza, España.

Ana Belén Feyto Pérez. Enfermera. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; Zaragoza, España.

Estibaliz Minerva Cativiela Rodríguez. Enfermera. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; Zaragoza. España.

RESUMEN

La Enfermedad Cardiovascular es uno de los grandes problemas sanitarios de la sociedad, puesto que es la principal causa de mortalidad en el mundo. De ahí la importancia de observar que hechos la desencadena y, sobre todo, como prevenir su aparición.

Numerosos estudios han demostrado que la Dieta Mediterránea tiene un efecto cardioprotector. Ciertos alimentos incluidos en ella, como el aceite de oliva, frutos secos, legumbres, cereales, pescado, vegetales, hortalizas, frutas o el vino tinto, contribuyen a disminuir el riesgo cardiovascular, gracias a que están compuestos por elementos con potentes efectos antioxidantes, vitaminas, minerales, así como fibra y polifenoles.

En esta revisión bibliográfica se pretende valorar la importancia de promover la Dieta Mediterránea para controlar y prevenir la aparición de la enfermedad cardiovascular. Es crucial la labor del profesional de enfermería, puesto que pueden abordar este problema mediante la participación en programas de salud que estén encaminados a modificar los hábitos alimenticios, y concienciar a la población de la importancia de mantener un estilo de vida mediterráneo que conduzca a disminuir los factores de riesgo cardiovascular.

Palabras clave: dieta mediterránea, enfermedad cardiovascular, factor de riesgo, salud cardiovascular

ABSTRACT

Cardiovascular disease is one of the greatest health problems of society, since it is the main cause of mortality in the world. Hence the importance of studying what triggers it and, above all, how to prevent its appearance.

Numerous studies have shown that the Mediterranean Diet has a cardioprotective effect thanks to certain foods included in it, such as olive oil, nuts, legumes, cereals, fish, vegetables, fruits or red wine that contain components with powerful antioxidant effects, vitamins, minerals, as well as fiber and polyphenols.

This bibliographic review aims to assess the importance of promoting the Mediterranean Diet to control and prevent the onset of cardiovascular disease. The work of the nursing professional is crucial, since they can address this problem by participating in health programs that are aimed at modifying eating habits, and making the population aware of the importance of maintaining a Mediterranean lifestyle that leads to decrease cardiovascular risk factors.

Keywords: Mediterranean diet, cardiovascular disease, risk factor, cardiovascular health.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses. La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

La dieta mediterránea (DM) es una valiosa herencia cultural con origen en la cuenca del Mediterráneo. En esta zona nació el Neolítico y las grandes civilizaciones egipcia, griega, latina e islámica, las cuales dispersaron sus conocimientos a todo el mundo, manifestado “lo mediterráneo” como un modo de vivir. 1

Los países mediterráneos, especialmente España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Malta, comparten una serie de factores geográficos y climáticos que han favorecido la aparición de una gran biodiversidad de flora y fauna, y, por tanto, la obtención de alimentos variados que han ido incorporando a su dieta. 1, 2

En ellos, la agricultura fue la principal actividad económica, especialmente con los cultivos de olivo, trigo y vid, a los que se unían las verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos. Su alimentación también incluía algo de carne, leche y queso, así como pescado fresco en las zonas costeras y las salazones en el interior. 1

En España, durante la época musulmana, se fueron introduciendo alimentos nuevos como los cítricos, el arroz, la caña de azúcar, los nísperos, las alcachofas, etc. En las modificaciones de esta dieta también influyó el descubrimiento de América con la llegada de alimentos tan populares en la actualidad como la patata, la judía, el tomate, el pimiento, el maíz, el cacahuete, la piña, las especias, etc. Y así, poco a poco, y con la llegada de nuevas tradiciones se fue formando la que actualmente se conoce como la actual Dieta Mediterránea. 1,2

No es fácil conocer con precisión los cambios que se han ido produciendo en la dieta de los países mediterráneos, puesto que no se disponen de datos suficientes para definir el modelo de dieta mediterránea.2 Los primeros datos de los que se disponen de España datan de 1950. En esos momentos había diferencias en la dieta que consumían los trabajadores y las personas más acomodadas, puesto que las segundas ingerían con mayor frecuencia productos cárnicos. Sin embargo, ambos grupos tenían una dieta basada en cereales, fundamentalmente pan, legumbres, arroz, frutas y verduras. Además, la principal grasa utilizada procedía del aceite de oliva. 3

En 2006, el Observatorio de la Dieta Mediterránea, puso de manifiesto los cambios que estaba sufriendo el patrón de alimentación y el modelo de vida mediterráneo, como consecuencia de la industrialización de Europa. La vida sedentaria junto con el aumento del consumo de carnes rojas y derivados cárnicos, de azúcares refinados y sal, estaban influyendo en la población, especialmente entre los más jóvenes, de que se alejasen de la dieta mediterránea tradicional. Además, también se observa que el aceite de oliva virgen estaba siendo sustituido por otros aceites vegetales de calidad inferior. Estos hechos se constatan en diversos estudios, en los que se ha demostrado que tanto niños como jóvenes han disminuido su apego a los patrones originales.2, 3, 4

Actualmente, se ha hecho un gran esfuerzo por retornar esta dieta, difundiendo sus valores y beneficios, y aunque se trata de un concepto un poco abstracto, todo el mundo es conocedor de dicha dieta. Fruto de ese esfuerzo, y el resultado de la iniciativa llevada a cabo por los gobiernos de España, Italia, Grecia y Marruecos, bajo la coordinación de la Fundación Dieta Mediterránea, ha sido reconocida por parte de la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.1

Recientemente se ha publicado una nueva pirámide con el patrón de esta dieta, la cual aporta elementos para la selección de alimentos, tanto cualitativa como cuantitativamente, indicando las porciones relativas y la frecuencia de consumo de los principales grupos de alimentos. Por otra parte, los elementos sociales y culturales característicos del estilo de vida mediterráneo son incorporados en el diseño gráfico de esta dieta. Por lo tanto, no se trata sólo de dar prioridad a algunos grupos de alimentos, sino también de prestar atención a la manera de seleccionarlos, cocinarlos y de ingerirlos. Asimismo, destaca la realización de actividad física, un descanso adecuado y una convivencia sana. 5, 6, 7

El primer estudio que analizó la relación entre dieta y enfermedad cardiovascular fue publicado en 1970 por Ancel Keys y se denominó “Estudio de los siete países”, ya que para llevarlo a cabo se seleccionaron hombres de 7 países diferentes. En él se reflejó la relación entre el consumo de grasas saturadas, el colesterol y la enfermedad coronaria y se le adjudicaron a dicha dieta las virtudes que actualmente se le caracteriza.7, 8

La Enfermedad cardiovascular es uno de los grandes problemas sanitarios a los que se enfrenta la sociedad, puesto que, según la Organización Mundial de la Salud, es la principal causa de mortalidad en el mundo, ya que no sólo afecta a países desarrollados, sino también a aquellos en vías de desarrollo. Ello hace que sea imprescindible estudiar que la desencadena y cómo prevenir su aparición. 8

En la mayoría de estas enfermedades existe un proceso patológico que les relaciona, que es la aterosclerosis. Este proceso se caracteriza por la acumulación de grasa y células en la pared arterial formando estrías de grasas que posteriormente se trasformarán en placas de ateroma. Estas placas provocan un estrechamiento y un mal funcionamiento de los vasos, dificultando la llegada de sangre a los tejidos y produciendo isquemia. Además, la formación de dichas placas también puede tener como consecuencia un debilitamiento progresivo de la pared del vaso, provocando finalmente su rotura y hemorragia.9,10

A pesar de que en las últimas cuatro décadas la mortalidad cardiovascular en los países desarrollados ha descendido, sigue siendo la principal causa de muerte en estos países, además de ser una de las causas más importantes de discapacidad y muerte prematura. A nivel mundial supone un 42% de las muertes en varones y un 52% en mujeres.9, 10

En el caso de España, anualmente se producen más de 125.000 muertes y más de 5 millones de estancias hospitalarias.11 En 2014 se mantuvo como la primera causa de muerte representando el 30,3% de las defunciones, seguida de los tumores (27,5%) y de las enfermedades del sistema respiratorio (11,7%). Por sexo, las enfermedades del sistema circulatorio fueron la primera causa de mortalidad femenina (270,2 muertes por cada 100.000 habitantes) y la segunda entre los hombres (234,6%). Por edad, la ECV es una de las principales causas de muerte en personas mayores de 40 años. 11, 12

En Aragón, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), la tasa de mortalidad por ECV en Aragón es de 32,4% (4.297 muertes), 0,2 puntos por encima de la media española (32,2%). Por sexos, las aragonesas mueren más por causa cardiovascular que los aragoneses (35,33% frente a 28,03%, respectivamente). Este porcentaje sitúa a las mujeres de Aragón en la sexta posición del mapa español en cuanto a muertes por enfermedad del sistema circulatorio.

Dentro del grupo de enfermedades circulatorias, las enfermedades isquémicas del corazón (infarto, angina de pecho…) y las cerebrovasculares ocupan el primer y segundo lugar en número de defunciones. No obstante, en ambos casos, se produjo un descenso de muertes respecto al año anterior (del 2,5% y 1,0% respectivamente). Por sexo, las enfermedades isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte en los hombres y las enfermedades cerebrovasculares en las mujeres.12

Según previsiones de la OMS, la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares seguirán siendo la principal causa de muerte en el año 2030. Se trata pues, de una auténtica epidemia que podría prevenirse con un retorno a un estilo de vida y una alimentación más saludable.13

Los hábitos alimentarios tienen un papel crucial en el mantenimiento de la salud, tanto a nivel individual como poblacional. Actualmente, la DM se considera el modelo de alimentación más saludable, debido a su posible efecto cardioprotector. 14, 15, 16

El efecto beneficioso de esta dieta sobre la prevención de la ECV, se demuestra en los resultados de dos amplios estudios europeos, el estudio EPIC de Grecia y el estudio HALE en población anciana (que incluye el estudio de los Siete Países, FINE y SENECA), así como en los resultados observados en dos estudios realizados en los Estados Unidos, el NIH-AARP Diet and Health study y el Nurses Health study. Todos ellos sugieren que una elevada adherencia a la DM tradicional se asocia tanto a una menor mortalidad global, como a una menor mortalidad por enfermedad cardiovascular, por tanto, contribuye a aumentar la esperanza de vida y a lograr una mayor calidad de vida. 20, 21, 22

El “Estudio de los siete países” fue el primero en examinar la relación entre la dieta, el estilo de vida, los factores de riesgo y las tasas de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular comenzando en el año 1958. En él se agruparon 12.763 hombres, con edades comprendidas entre los 40-59 años y sin antecedentes de ECV, de 7 países distintos: Finlandia, Italia, Holanda, Grecia, Yugoslavia, Estados Unidos y Japón.

Las personas seleccionadas se dividieron en 16 grupos. A los participantes se les realizaron estudios estandarizados de los estilos de vida y factores de riesgo cardiovascular, al comienzo (datos basales) y después de 5 y 10 años de seguimiento. Además, los investigadores recogieron los datos de mortalidad durante 25 años. Fue llevado a cabo por la Fundación Reina Guillermina de los Países Bajos y dirigido por el Profesor Ancel Keys de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnessota. 23

Otro gran estudio realizado recientemente y cuyos resultados han logrado un gran impacto a nivel mundial, ha sido el estudio PREDIMED (Prevención con dieta mediterránea), llevado a cabo en España desde el año 2003 al 2009. El objetivo del mismo era analizar los efectos de la DM en la prevención primaria de la ECV. Se incluyeron 7447 personas con alto riesgo cardiovascular que se distribuyeron en tres grupos de intervención de suplementada con aceite de oliva virgen extra, suplementada con frutos secos y dieta control (baja en todo tipo de grasas). 5,21, 22, 24

Ambos estudios, junto con otros, se analizarán con más detalle en los resultados, puesto que nos permiten comprobar y demostrar la relación entre calidad y esperanza de vida, y el consumo de alimentos como el aceite de oliva (ácido oleico), las legumbres, los cereales, el pescado, los vegetales, las hortalizas, las frutas y el vino tinto, todos ellos incluidos en la DM, y que contienen varios componentes con potentes efectos antioxidantes (flavonoides, flavononas, proantocianidinas, antocianidinas, isoflavonas), vitaminas (A, C y E), así como fibra y polifenoles. 5,18

JUSTIFICACIÓN

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el mundo y según la OMS seguirá siendo así en los próximos años hasta el 2030. De ahí la importancia de estudiar a que es debida y de que manera se puede reducir el número de muertes.

En la actualidad, ya se conocen los principales factores de riesgo que la desencadenan, por tanto, el siguiente paso es desarrollar actividades que estén encaminadas a actuar sobre dichos factores, concretamente sobre los factores de riesgo modificables, que son los únicos sobre los que se puede trabajar.

La dieta mediterránea ha sufrido muchas modificaciones desde sus orígenes hasta nuestros tiempos. El estudio de la misma ha permitido publicar la nueva pirámide alimentaria y demostrar sus beneficios para la salud, comprobándose que esta dieta contribuye una de las principales armas de las que se dispone para luchar contra la ECV. Sin embargo, en la actualidad, el proceso de globalización también ha afectado a la alimentación, cada vez más influenciada por la comida rápida denominada como “comida basura”. Al mismo tiempo que los avances tecnológicos han favorecido un incremento en la prevalencia y la incidencia de enfermedades crónicas. Por ello, para conseguir reducir la mortalidad, es fundamental corregir los hábitos alimenticios y el estilo de vida, y concienciar a la población de la importancia de estas modificaciones.

Desde enfermería se puede abordar este problema mediante la elaboración de programas de salud que estén encaminados a modificar el estilo de vida, incentivando a los pacientes a seguir un patrón de dieta más saludable, al mismo tiempo que se debe concienciar a la población de la importancia que tiene prevenir estas patologías y actuar sobre sus factores de riesgo.

OBJETIVOS

En la presente revisión bibliográfica se pretende analizar la influencia de la DM en una de las enfermedades que mayor morbi-mortalidad causan en España, la enfermedad cardiovascular. Con ello se intentará valorar la importancia de promover el uso de esta dieta para prevenir dicha enfermedad. Los objetivos específicos son:

  1. Establecer una relación entre la dieta mediterránea y la enfermedad cardiovascular.
  2. Analizar cómo influye la incorporación de ciertos alimentos sobre esta enfermedad.
  3. Investigar el papel de la enfermería en la prevención de la enfermedad cardiovascular a través de su labor en programas de salud dirigidos a modificar hábitos alimentarios, incentivando una de las dietas más saludables, la mediterránea.

MATERIAL Y MÉTODOS

Es una revisión bibliográfica para la cual se ha realizado una búsqueda relacionada con la dieta mediterránea y la enfermedad cardiovascular.

Las palabras claves utilizadas han sido: Dieta Mediterránea, enfermedad cardiovascular, factor de riesgo y salud cardiovascular.

Las bases de datos donde se ha consultado: Scielo, Dialnet, Pubmed, Cuiden y Enfispo. Las referencias encontradas utilizando las palabras clave mencionadas anteriormente han sido:

  • Scielo: 165 resultados, utilizados 6.
  • Dialnet: 198 resultados, utilizados 3.
  • Pubmed: 238 resultados, utilizados 10.
  • Cuiden: 146 resultados, utilizados 2.
  • Enfispo: 57 resultados, utilizados 1.

Criterios de inclusión:

  • Artículos en lengua española e inglesa.
  • Estudios realizados con personas humanas.
  • Artículos científicos y fiables.
  • Fuente: elaboración propia.

Criterios de exclusión:

  • Lengua diferente a la española e inglesa.
  • Estudios realizados con animales.
  • Artículos no científicos y poco fiables.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Existen numerosas evidencias científicas de que la gran mayoría de las enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares, son en gran medida prevenibles con medidas higiénicas y dietéticas. No obstante, tanto en el ámbito de la atención primaria como en la especializada, los tratamientos “preventivos” más utilizados son los fármacos hipolipemiantes, antihipertensivos y otros, en lugar de dar prioridad a la educación para modificar los estilos de vida poco saludables. 22, 24, 25

Son numerosos los estudios que han comprobado que la DM es la opción nutricional con mayor probabilidad de tener un efecto protector del sistema cardiovascular. Así mismo, cabe señalar que la base científica que adjudico estas virtudes a la DM fue el “Estudio de los Siete Países” el cual se inicio en 1958 en Yugoslavia, Grecia, Italia, Holanda, Finlandia, Japón y Estados Unidos. Lo que promovió el inicio de este proyecto fue las bajas tasas de mortalidad observadas en las poblaciones mediterráneas y algunas islas del archipiélago de Japón, en comparación con las de Estados Unidos y los países del centro y norte de Europa. 23

El estudio evidenció desigualdades en el patrón de alimentación entre los países mediterráneos y Estados Unidos. La principal diferencia era la composición de las grasas, siendo en Estados Unidos principalmente grasas saturadas, mientras que en los países mediterráneos la principal fuente de grasa provenía de ADMI (ácidos grasos monoinsaturados) principalmente del aceite de oliva, además el consumo de alimentos de origen vegetal era mayor. 8, 23, 24

Después de 25 años de observación, los resultados obtenidos mostraron un menor índice de mortalidad en las poblaciones del área mediterránea, estableciéndose así una clara relación entre la dieta y la ECV, o lo que es lo mismo, permitía confirmar que la ECV se podía prevenir simplemente alterando la composición de la grasa de la dieta habitual. 25, 26

Del mismo modo, el estudio más reciente realizado para analizar los efectos de la DM en la prevención primaria de la ECV, es el PREDIMED (PREvención con Dieta MEDiterránea). Los resultados mostraron efectos beneficiosos sobre la presión arterial, el perfil lipídico, marcadores de oxidación e inflamación y aterosclerosis carotídea, además de una reducción del 30% de riesgo de sufrir infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte cardiovascular en los grupos con Dieta Mediterránea en comparación con el grupo de dieta control. Este estudio permitió confirmar que dicha dieta es una herramienta imprescindible en la prevención de ECV. 5, 25

CONCLUSION

Una vez realizada esta revisión bibliográfica, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

  • La enfermedad cardiovascular es uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI, constituyendo la principal causa de morbi-mortalidad.
  • Actuando sobre los factores de riesgo modificables, fundamentalmente sobre la alimentación, se puede disminuir la aparición o las complicaciones derivadas de la enfermedad cardiovascular.
  • La Dieta Mediterránea parece ser la mejor opción dietética para la salud cardiovascular.
  • En la sociedad actual la educación para la salud toma un papel primordial, donde el profesional de enfermería, tiene una labor crucial tanto para educar como para prevenir y controlar a la enfermedad cardiovascular mediante el fomento de la Dieta Mediterránea.
  • El estudio PREDIMED ha demostrado, por primera vez, que la Dieta Mediterránea tradicional incrementa la longevidad y ejerce un potente efecto protector frente a la aparición y el desarrollo de la enfermedad cardiovascular.

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