salud que presentan al momento de ocurrir el sangrado, como se muestra en este estudio, sino que existe una alta incidencia de otras enfermedades, con reportes que coinciden con este trabajo. 11
En relación a los antecedentes patológicos personales o comorbilidades, se observó un predominio de pacientes con gastropatías (ulcera gastroduodenal y gastritis) (n=13, el 9,29%), seguido de pacientes con hepatopatías (esteatosis hepática) (n=12, que corresponde al 8,57%), neoplasia (carcinoma de estómago) 3,57%, otras enfermedades (anemia, hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica (IRC) o insuficiencia cardiaca (ICC)) el 55,71%., Ver tabla 2: Distribución según comorbilidad (al final del artículo), se conoce que la presencia de 4 o más enfermedades aumentan la mortalidad en más de un 70%.
Son múltiples y variados los factores de riesgo que se asocian con la aparición de la hemorragia digestiva alta; en relación a estos, los que se encontraron con mayor frecuencia, son la ingestión de AINES, presentándose en este estudio (n=63, el 45%), pudiendo ser esto un factor que los predispone para su aparición, en relación al tabaco (n=15, el 10,72%), luego del alcohol (n=10, el 7,14) y el 37,14% de los estudiados no tenían ningún factor de riesgo que los predispusiera a la aparición de esta afección. En cuanto a los factores de riesgo en relación con el sexo, podemos apreciar que en el sexo masculino hay 57 pacientes con antecedentes de alguno de los factores de riesgo estudiados, mientras en el femenino hubo 31 pacientes con alguno de ellos. Ver tabla 3: Distribución según factores de riesgo (al final del artículo),
En estrecha relación con los antecedentes de enfermedades previas están los factores de riesgo, que unidos aumentan el riesgo de hemorragia digestiva alta (HDA), en este estudio, la ingestión de AINES es el que más se asoció con la presencia de esta en ambos sexos, pudiendo ser esto un factor que los predispone para su aparición presentándose en (n=63, el 45%), en relación al tabaco y al consumo de alcohol, mientras que el 37,14% de los estudiados no tenían ningún factor de riesgo que los predispusiera a la aparición de esta.
Al igual que otros autores, creemos que la doble asociación entre el elevado número de pacientes que presentan enfermedades crónicas asociadas (cardiovasculares, reumatológicas etc.) está dado ya que los mismos tienen un consumo elevado de AINES y ASA como antiagregante plaquetario y cómo se conocen los AINES cuando se consumen exageradamente o asociados tienden a elevar las cifras de tensión arterial, lo que en pacientes seniles eleva el riesgo de sangrado digestivo por gastro erosión, lo que unido al consumo de anticoagulantes aumenta el riesgo y la gravedad de estas lesiones sin embargo, el consumo de AINE ocupa un lugar destacado en otros estudios por su alta incidencia 12,16-19
La asociación entre hemorragia digestiva alta (HDA) y consumo de los AINES es estudiada en el Perú desde hace algunos años. En el 2006, Salvatierra y colaboradores 18 hallan que el 54,1% de pacientes con hemorragia digestiva consumen antiinflamatorios.
Nosotros creemos que esto está influenciado por el predominio del mayor número de pacientes en edad senil, así como los factores de riesgo asociados como son el consumo de AINES y otros hábitos tóxicos como el café y el alcohol, lo cual aumentan el riesgo considerable de enfermedad inflamatoria gastrointestinal. 13,14,19-22
La forma de presentación de la hemorragia va a depender básicamente de dos factores: el débito de la hemorragia y la localización en el tracto digestivo de la lesión sangrante, varía entonces la incidencia de cada forma de presentación de acuerdo con estos factores y los distintos grupos etiológicos.
La hemorragia digestiva alta (HDA) tiene diversas formas clínicas de presentación, siendo la melena la que con más frecuencia encontramos en este estudio, con (n=108, el 77,14%). Solo 13 pacientes, 9,29% se presentó en forma de hematemesis y el resto 19 con ambas manifestaciones. Ver tabla 4: Distribución según forma de presentación de la hemorragia digestiva alta (HDA) (al final del artículo),
En cuanto a las formas de presentación clínica, el mayor índice lo constituyó la aparición en forma de melena, con 77,14%. Después le siguió los pacientes que se manifestaron clínicamente tanto con hematemesis como con melena 13,57% y por último la hematemesis con 9,29%.
Melagar C 23 en su estudio planteó que la forma más frecuente de presentación fue la melena, lo cual coincide con nuestros resultados y con otras bibliografías nacionales y extranjeras revisadas. 24-28
No obstante lo planteado anteriormente existen estudios donde los resultados alcanzados no coinciden con el presente trabajo como los de Portilla Merino, 15 que plantea que en relación a las formas de presentación clínica, el mayor índice lo constituye la hematemesis (88.9%), seguido por la melena, al igual que Rivera D 21 que encontró la hematemesis como forma de presentación más a menudo con el 56,6% de los casos.
En relación a la estabilidad hemodinámica con que se presentaron los pacientes con hemorragia digestiva alta, tenemos que un grupo de pacientes presentaron shock hipovolémico (n=20, el 14,29%), lo que entorpece y dificulta su evolución satisfactoria, además encontramos en este grupo de pacientes inestables algunos que ingresaron con una urgencia hipertensiva como causa desencadenante de la hemorragia (n=11, 7,85%), encontrándose dentro de este grupo de pacientes inestables todos los fallecidos que tuvimos, y además todos asociados a alguna comorbilidad anterior. Ver tabla 5: Distribución según estabilidad hemodinámica (al final del artículo),
La hemorragia digestiva alta con shock hipovolémico, se manifestó en el 14,29% de los pacientes. Se ha considerado la manifestación de la hemorragia digestiva alta (HDA) de acuerdo a la gravedad de la hemorragia y al compromiso hemodinámico, ya que cuando aparecen manifestaciones de shock hipovolémico, se asocian a mal pronóstico. 15
Los pacientes que se presentaron con signos de inestabilidad hemodinámica, requirieron estabilización previa, mediante la administración de líquidos intravenosos (LIV), entre los que