Los adolescentes cubanos tienen un comportamiento sexual muy relacionado con los patrones culturales de las sociedades latinoamericanas, donde se inician precozmente (5). Desde los años setenta del siglo pasado, la actividad sexual prematrimonial desprotegida y sin preparación ha ido en incremento, en particular, entre los jóvenes de 15-19. No hay diferencia de raza, estado socioeconómico, residencia o religión que tenga que ver con el inicio de las relaciones sexuales (5,6).
El Programa Cubano de Educación Sexual dirigido por el Centro Nacional de Educación Sexual, ha realizado un importante trabajo, a través de las Comisiones Provinciales y Municipales de Educación Sexual integradas por profesionales de diferentes sectores, fundamentalmente de los Ministerios de Educación y Salud Pública, la Federación de Mujeres Cubanas y las organizaciones juveniles, para vertebrar programas con enfoque integral orientados hacia el adolescente, su familia y contexto en que se desenvuelven (7).
Son frecuentes las investigaciones que identifican conocimientos, aptitudes y elementos que influyen negativamente en la salud sexual y reproductiva (SSR) de adolescentes, pero pocas se adentran en la visión que ellos tienen acerca de la influencia del medio familiar en la misma, como es el caso del estudio que se presenta. Para su realización, se seleccionaron alumnos del IPVCE Lenin, cuyas características permiten suponer predominio de comportamientos favorables a la salud sexual y reproductiva (SSR) porque ingresan en él por buen rendimiento académico, disciplina e integralidad, la mayoría proviene de familias donde son bien atendidos, con una buena comunicación entre ellos: estas condiciones resultan propicias para canalizar el proyecto de hacerse profesionales e incrementar su formación. La identificación de conocimientos y prácticas que respecto a la sexualidad tienen estos estudiantes en una etapa de sus vidas en la que se mantienen en un régimen interno durante tres años, permitió valorar el enfoque de género y la participación del medio familiar, en especial de los padres, en sus consideraciones sobre aspectos específicos de la salud sexual y reproductiva (SSR).
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo transversal para identificar las consideraciones de los estudiantes seleccionados del IPVCE Lenin sobre la participación de su familia en su sexualidad, en el curso 2012-2013. Mediante muestreo no probabilístico intencional, se escogió una cantidad similar de estudiantes por grado (décimo, undécimo y duodécimo) y se consideró para la selección a todo el estudiante que entregó el consentimiento informado propio y de sus padres, además de la aprobación de la dirección del instituto. La muestra obtenida se distribuyó en: 82 estudiantes de décimo (32.7%), 79 de undécimo (31.5%) y 90 de duodécimo (35.9%) para un total de 251. Se aplicó una encuesta diseñada para estos fines, que recogió variables socio-demográficas, de salud sexual y reproductiva (SSR) -relaciones sexuales (RS), métodos anticonceptivos (MAC), embarazo, aborto e infecciones de transmisión sexual (ITS) – y del medio familiar de los estudiantes, así como las consideraciones que éstos tenían sobre la participación de sus familias en su educación sexual. La información proveniente de las encuestas fue procesada con SPSS sobre Windows para obtener las frecuencias absolutas y los porcentajes.
RESULTADOS
En la muestra de 251 estudiantes, predominó el sexo femenino (65.7%) y las edades de 15 a 16 años, distribuidos proporcionalmente según grado escolar, todos residentes en la capital. Predominaron las familias biparentales (57.4%) siendo la razón principal de la no convivencia con ambos padres el divorcio (81%).El 90% de los padres tiene un nivel escolar elevado en ambos sexos: más del 50% universitarios. Según los adolescentes, el 93.6% de los padres conocían de sus actividades en el tiempo libre, de forma similar en ambos sexos; no así con sus amistades -77.6% varones y 90.9% hembras- donde existió una diferencia de más de un 13%.También fue diferente por sexos la respuesta de cómo reaccionarían sus padres en caso de que ellos incurrieran en conductas negativas. Las hembras reflejaron mayor afectación, más del 18% refirió castigo y un 62.4%, consejos; relativo a este último elemento, los varones sobrepasaron el 87%.
Referente a las valoraciones sobre la influencia de su familia en la adquisición de conocimientos y la promoción de prácticas sexuales saludables, los adolescentes perciben un aporte mayor de las madres. Más del 60% de las hembras refirieron la participación de las madres en todos los temas, destacándose el embarazo (79.1%) y los MAC (75.5%); coincidieron también los varones (66.7% y 61.4% respectivamente). Relativo a las relaciones sexuales, el aporte fue menor (40.4%), lo que se interpretó como consecuencia de las diferencias de género. Ambos sexos refirieron menor aporte de los padres. Para el 70% de las hembras, la comunicación con ellos era insuficiente; de los varones se esperaban cifras más elevadas (43.9%) por la coincidencia de género y no rebasaron las asociadas a las madres.
Los adolescentes calificaron de buena la comunicación con ambos padres, sin embargo, refirieron conductas prohibitivas de éstos en más de la mitad de los casos, principalmente de las madres para ambos sexos, aunque más con las hembras (58% hembras y 41.1% varones). Por otro lado, los padres resultaron menos prohibitivos con sus hijas, a pesar de no ser muy comunicativos con ellas (prohíben en los varones 43.7% y en las hembras 30.2%). El 35.2% de los varones recibieron consejos de los padres, a diferencia de las adolescentes femeninas que más de la mitad fueron aconsejadas por ellos (52.7%), lo que refleja contradicciones en sus respuestas.
En cuanto al conocimiento de ambos padres sobre las prácticas sexuales de sus hijos, más del 78% de los adolescentes en ambos sexos respondió que sus padres conocían de su vida sexual. Algo más de la mitad en ambos sexos encontraron comprensión (varones 68.6% y hembras 64.8%); el resto, que constituye una proporción importante, refirió incomprensión. En cuanto a la aprobación del modelo sexual de sus padres para su vida, casi la mitad de las féminas (47.9%) aceptaron el modelo materno; en el caso de los varones, ambos modelos tuvieron igual aceptación (27.9%).
DISCUSIÓN
Como parte de la caracterización socio-demográfica, la investigación revela predominio de hijos de padres divorciados. Estudios de carácter mundial señalan el divorcio como un fenómeno en incremento; Cuba en el 2008 reportó que de cada 100 matrimonios se divorcian 698. El nivel escolar elevado de los padres favorece que estos adolescentes tengan una enseñanza adecuada en los distintos aspectos de sus vidas; investigaciones realizadas al efecto subrayan que la alta escolaridad