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Innovaciones en terapias para patología traumática crítica: Avances y perspectivas

Innovaciones en terapias para patología traumática crítica: Avances y perspectivas

Autor principal: Emanuel Cortez Marín

Vol. XX; nº 05; 146

Innovations in therapies for critical trauma pathology: Advances and perspectives

Fecha de recepción: 06/02/2025

Fecha de aceptación: 27/02/2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 05 Primera quincena de Marzo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 05; 146

Autores:

Dr. Emanuel Cortez Marín

Médico general, investigador Independiente. San José, Costa Rica.

Orcid: https://orcid.org/0009-0009-9545-5289

Código Medico MED15986

Dr. Verónica Isabel Sandoval Espinoza

Médico general, investigadora Independiente. San José, Costa Rica.

Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7891-314X

Código Medico MED16985

Dr. Kenneth Ramírez Salas

Médico general, investigador Independiente. San José, Costa Rica.

Orcid: https://orcid.org/0009-0003-2892-6905

Código Medico MED17117

Dr. Adipp Sallón Arroyo

Médico general, investigador Independiente. San José, Costa Rica.

Orcid: https://orcid.org/0009-0002-1385-6900

Código Medico MED9704

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

Resumen:

El manejo de la patología traumática crítica ha evolucionado considerablemente con los avances en terapias innovadoras y la integración de tecnologías emergentes. La colaboración multidisciplinaria se ha establecido como un pilar fundamental para un tratamiento integral y efectivo, abarcando desde la atención inicial hasta la rehabilitación post-trauma. Este enfoque permite una intervención temprana y un seguimiento exhaustivo que mejora la estabilización y recuperación de los pacientes. La combinación de equipos médicos especializados en áreas como cirugía, anestesia, y rehabilitación ha demostrado optimizar los resultados y disminuir las complicaciones a largo plazo.

Las tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, la cirugía robótica y las técnicas de imagen, han transformado significativamente la forma en que se diagnostican y tratan las lesiones traumáticas. Los modelos predictivos desarrollados para predecir lesiones cerebrales traumáticas y la implementación de sistemas automáticos para la detección de fracturas han mejorado la precisión y rapidez en la toma de decisiones médicas. Por ejemplo, el uso de la realidad aumentada en cirugía ha permitido mejorar la precisión en procedimientos complejos, mientras que la realidad virtual ha sido una herramienta útil en la formación de profesionales de la salud.

En cuanto a la rehabilitación, los programas que integran la rehabilitación cognitiva y física, junto con enfoques centrados en el manejo del dolor, han demostrado ser efectivos en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Estas terapias han ayudado a disminuir los efectos a largo plazo del trauma, promoviendo una recuperación más rápida y un mejor retorno a la vida cotidiana. En conjunto, estas innovaciones en tratamiento, diagnóstico y rehabilitación han logrado un avance significativo en el manejo de la patología traumática crítica, optimizando tanto los resultados clínicos como la calidad de vida de los pacientes.

Palabras clave: Patología traumática crítica, terapias innovadoras, multidisciplinaria, cirugía robótica, inteligencia artificial, rehabilitación.

Abstract:

The management of critical trauma pathology has evolved considerably with advances in innovative therapies and the integration of emerging technologies. Multidisciplinary collaboration has been established as a fundamental pillar for comprehensive and effective treatment, spanning from initial care to post-trauma rehabilitation. This approach allows for early intervention and comprehensive follow-up that improves patient stabilization and recovery. The combination of specialized medical teams in areas such as surgery, anesthesia, and rehabilitation has been shown to optimize outcomes and decrease long-term complications.

Advanced technologies, such as artificial intelligence, robotic surgery, and imaging techniques, have significantly transformed the way traumatic injuries are diagnosed and treated. Predictive models developed to predict traumatic brain injuries and the implementation of automatic systems for fracture detection have improved the accuracy and speed of medical decision-making. For example, the use of augmented reality in surgery has allowed for improved precision in complex procedures, while virtual reality has been a useful tool in the training of health professionals.

In terms of rehabilitation, programs that integrate cognitive and physical rehabilitation, along with pain management-focused approaches, have proven effective in improving patients’ quality of life. These therapies have helped to decrease the long-term effects of trauma, promoting faster recovery and a better return to daily life. Together, these innovations in treatment, diagnosis, and rehabilitation have achieved significant progress in the management of critical trauma pathology, optimizing both clinical outcomes and patients’ quality of life.

Keywords: Critical traumatic pathology, innovative therapies, multidisciplinary, robotic surgery, artificial intelligence, rehabilitation.

Introducción:

La patología traumática crítica se refiere al estudio y manejo de lesiones severas que resultan en significativas alteraciones fisiológicas, a menudo requiriendo intervención médica inmediata y especializada. Este campo es crucial para entender los cambios patológicos que ocurren en el cuerpo después de eventos traumáticos, como lesiones cerebrales traumáticas o quemaduras graves, y para desarrollar estrategias terapéuticas efectivas que mitiguen estos efectos. La importancia de las innovaciones terapéuticas en el tratamiento del trauma radica en su potencial para mejorar los resultados de los pacientes al abordar la naturaleza compleja y multifacética de las lesiones críticas (1; 2)

La patología traumática crítica implica el estudio de lesiones severas que conducen a respuestas inflamatorias sistémicas y disfunciones multiorgánicas, como se observa en condiciones como las lesiones cerebrales traumáticas y las quemaduras graves (1). Incluye la identificación de cambios morfológicos y moleculares en los tejidos y órganos después del trauma, lo cual es esencial para un diagnóstico preciso y una planificación efectiva del tratamiento (2).

 

Las innovaciones terapéuticas son vitales en el tratamiento del trauma, ya que ofrecen nuevas formas de manejar y mitigar los efectos de las lesiones críticas, mejorando potencialmente las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes (3). Las innovaciones en patología, como el desarrollo de protocolos estandarizados para reportar valores críticos en patología quirúrgica, pueden mejorar la comunicación oportuna y efectiva de hallazgos críticos, facilitando así intervenciones médicas rápidas (4). Comprender los cambios histopatológicos en enfermedades críticas, como la disfunción tiroidea en pacientes críticamente enfermos, puede conducir a terapias dirigidas que aborden específicamente las alteraciones metabólicas y fisiológicas (1).

El objetivo de este artículo es analizar las innovaciones terapéuticas en el tratamiento de la patología traumática crítica, enfocándose en su impacto en la mejora de los resultados clínicos. Se explorarán las principales condiciones traumáticas críticas, como las lesiones cerebrales traumáticas y las quemaduras graves, y cómo los avances en terapias farmacológicas, nutricionales y de rehabilitación contribuyen a optimizar la recuperación y la calidad de vida de los pacientes.

Metodología:

Este documento ofrece un análisis bibliográfico descriptivo fundamentado en una selección de 33 investigaciones que cumplen con los criterios de inclusión establecidos. Los estudios elegidos, publicados entre 2020 y 2025, están escritos en inglés o español. La recopilación de estos trabajos se realizó mediante diversas plataformas digitales, incluyendo Elsevier, PubMed y Google Scholar, e incorpora artículos de revistas académicas, metaanálisis y revisiones sistemáticas. Para la búsqueda, se utilizaron términos clave específicos como: Patología traumática crítica, terapias innovadoras, multidisciplinaria, cirugía robótica, inteligencia artificial, rehabilitación.

Evolución de las terapias tradicionales:

La atención de quemaduras ha experimentado una evolución significativa durante los últimos 200 años, con importantes avances en la evaluación de las heridas, la reanimación con líquidos y el control de infecciones, lo que ha contribuido a mejorar los resultados de los pacientes. Estos desarrollos han sido fundamentales para hacer frente a las complicaciones graves asociadas con las quemaduras, permitiendo tratamientos más efectivos y una mejor recuperación de los pacientes afectados (5). Por otro lado, en la gestión del trauma, han surgido estrategias como el cuidado total temprano y la ortopedia de control de daños, que han permitido mejorar las tasas de supervivencia y reducir la discapacidad, cambiando las perspectivas de tratamiento en situaciones críticas (6).

Sin embargo, las terapias tradicionales en el manejo del trauma crítico presentan limitaciones importantes. Un desafío crucial radica en el manejo de la coagulopatía inducida por trauma, un factor determinante en los malos resultados de los pacientes, que afecta entre el 24% y el 34% de los pacientes traumatizados. Además, el cuidado de los pacientes geriátricos en situaciones de trauma se presenta como especialmente desafiante debido a los cambios anatómicos y fisiológicos asociados con el envejecimiento, lo que puede llevar a una subclasificación de los pacientes y aumentar la morbilidad y la mortalidad (7).

La integración de nuevas terapias ha tenido un impacto positivo en los resultados de los pacientes, como lo demuestra el cambio de paradigma en el tratamiento de la leucemia mieloide aguda, que ha permitido un tratamiento menos intensivo y más eficaz, mejorando los resultados para los pacientes afectados (8). En el ámbito del trauma, los avances en el manejo individualizado y orientado a objetivos han permitido una identificación más temprana y un tratamiento más adecuado de las alteraciones de la coagulación, lo que ha mejorado la recuperación de los pacientes traumatizados (7).

Terapias avanzadas basadas en tecnología:

Terapia de ultrasonido focalizado:

La terapia con ultrasonido funciona mediante la emisión de ondas sonoras de alta frecuencia que penetran en el cuerpo y se reflejan en las estructuras internas, creando imágenes en tiempo real de los órganos y tejidos. Este proceso permite la visualización de estructuras internas de manera no invasiva y rápida, lo que lo convierte en una herramienta fundamental en la medicina de emergencia (9).

Una de las aplicaciones más específicas del ultrasonido es la técnica de evaluación extendida enfocada con ecografía para el trauma, conocida como E-FAST. Esta técnica permite el diagnóstico rápido de lesiones toracoabdominales, como hemoperitoneo y neumotórax, directamente al lado de la cama del paciente, lo que resulta crucial para la toma de decisiones inmediatas en situaciones de trauma grave (10). La E-FAST es especialmente útil en el diagnóstico de fluidos libres y lesiones en los órganos en casos de trauma abdominal penetrante, proporcionando información crítica para la gestión de los pacientes. Además, su aplicación en el entorno prehospitalario, donde los paramédicos pueden usarla para evaluar a los pacientes antes de llegar al hospital, tiene el potencial de mejorar la utilización de recursos y los resultados de los pacientes (11; 12).

Las ventajas del ultrasonido son evidentes en su capacidad para proporcionar resultados rápidos y no invasivos, lo que lo hace ideal para situaciones de emergencia. La alta especificidad de la técnica E-FAST permite confirmar diagnósticos peligrosos, como hemorragias internas o lesiones graves, lo que ayuda a guiar las decisiones terapéuticas de manera efectiva (10). Además, la capacitación de los paramédicos para realizar e interpretar esta técnica ha ampliado su uso más allá de los entornos hospitalarios (12).

Sin embargo, la técnica E-FAST presenta algunas limitaciones. Su sensibilidad moderada significa que no debe utilizarse de forma aislada para descartar lesiones, ya que en algunos casos se requiere de imágenes adicionales para confirmar el diagnóstico (10). Además, la precisión diagnóstica de la E-FAST puede variar, especialmente cuando se trata de detectar ciertos tipos de lesiones, lo que puede afectar su fiabilidad en determinadas situaciones (11).

Tecnologías de realidad aumentada (RA)  y realidad virtual (RV):

Las tecnologías de realidad aumentada y realidad virtual están revolucionando la formación médica al proporcionar entornos sintéticos de entrenamiento que pueden mejorar significativamente la preparación médica. Estas tecnologías han demostrado ser herramientas valiosas para mejorar las habilidades tanto de cirujanos como de proveedores no quirúrgicos, abordando la escasez de personal en el cuidado del trauma. A través de la creación de simulaciones realistas, la RA y la RV permiten a los profesionales de la salud entrenar y practicar procedimientos de manera segura, sin poner en riesgo a los pacientes, lo que mejora la capacidad de respuesta ante situaciones críticas (13).

En el ámbito del trauma craneofacial, los modelos de realidad aumentada han mostrado una mejora en la precisión diagnóstica y en la comprensión espacial, especialmente para clínicos menos experimentados. Estos modelos ayudan a reducir la carga cognitiva y permiten la manipulación intuitiva de objetos en tres dimensiones, facilitando una mejor interpretación de las lesiones y optimizando la toma de decisiones (14). En cirugía ortopédica, el uso de la realidad aumentada ha demostrado mejoras en la precisión quirúrgica, la reproducibilidad de los procedimientos y la reducción de los tiempos operatorios. Estos avances no solo contribuyen a mejorar la seguridad del paciente, sino también a disminuir la carga de trabajo del clínico (15).

Por otro lado, las simulaciones en realidad virtual, como el simulador de trauma en realidad virtual (Trauma VR Simulator, TVRSim), han sido eficaces en la enseñanza de los principios del Soporte Vital Avanzado en Trauma (ATLS, por sus siglas en inglés). Estas simulaciones no solo facilitan la adquisición de habilidades, sino que también permiten diferenciar la competencia de los profesionales según su experiencia (16). Aunque las simulaciones de realidad virtual también han demostrado mejorar la confianza subjetiva en la atención de emergencias, los estudios han encontrado que la efectividad objetiva en términos de puntuaciones de prueba no muestra una mejora significativa (17).

Inteligencia artificial y aprendizaje automático:

Los modelos predictivos basados en inteligencia artificial están transformando el manejo del trauma cerebral y abdominal, mostrando un enorme potencial para optimizar los resultados de los pacientes mediante la intervención temprana. Por ejemplo, los modelos de inteligencia artificial como la regresión de procesos gaussianos y XGBoost se han desarrollado para predecir las lesiones por presión intracraneal en pacientes con trauma craneoencefálico. Estos modelos han demostrado una alta sensibilidad y especificidad, con valores de área bajo la curva de receptor (AUROC) superiores al 98%. Esto sugiere que tienen un gran potencial para facilitar intervenciones tempranas y mejorar los resultados de los pacientes al permitir una evaluación más precisa y oportuna del daño cerebral (18).

En el caso del trauma abdominal, se ha desarrollado un marco avanzado de inteligencia artificial que combina la segmentación tridimensional con modelos de redes neuronales convolucionales bidimensionales y redes neuronales recurrentes. Este modelo procesa las tomografías computarizadas en tiempo real, lo que le permite superar significativamente los métodos diagnósticos tradicionales. De esta manera, se establece un nuevo estándar para la detección automática del trauma abdominal, mejorando la precisión y rapidez en la toma de decisiones clínicas (19).

En la atención prehospitalaria, la inteligencia artificial también ha mostrado su utilidad en la predicción de lesiones traumáticas graves. Modelos basados en características prehospitalarias han sido explorados para ayudar en la triage, predecir la necesidad de cuidados críticos y mejorar las predicciones de supervivencia. Estos avances permiten a los despachadores, clínicos de servicios médicos de emergencia y equipos de trauma tomar decisiones más informadas, optimizando la asignación de recursos y mejorando las posibilidades de supervivencia de los pacientes (20).

En cuanto a la detección automática de lesiones en el trauma craneoencefálico, las técnicas de inteligencia artificial, en particular las redes neuronales profundas, se han aplicado para automatizar la detección y cuantificación del desplazamiento de la línea media en casos de trauma cerebral. Estos enfoques han mostrado niveles variables de precisión, sensibilidad y especificidad, lo que indica la necesidad de más investigaciones y estandarización en el uso de estas tecnologías para garantizar una mayor fiabilidad y consistencia en los diagnósticos (21).

Por último, la inteligencia artificial también se ha aplicado en la detección de fracturas, como en el caso de las fracturas del radio distal. Se ha desarrollado un modelo de red neuronal convolucional para asistir en la detección de estas fracturas, mejorando la precisión diagnóstica cuando se utiliza como una segunda opinión. Este modelo aumentó la sensibilidad del diagnóstico del 80% al 87% y la especificidad del 91% al 95%, lo que resultó en una reducción significativa de la tasa de error general (22).

Intervenciones quirúrgicas innovadoras:

La cirugía robótica, con sistemas avanzados como el sistema da Vinci, ha demostrado un gran potencial para mejorar los resultados quirúrgicos, especialmente en casos de trauma que involucran estructuras anatómicas complejas. Estos sistemas permiten una precisión posicional alta, lo que es crucial en la realización de procedimientos quirúrgicos delicados y de alta complejidad. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, la adopción de la cirugía robótica en el ámbito del trauma enfrenta desafíos significativos. Entre ellos se encuentran la falta de retroalimentación háptica, lo que limita la sensación táctil que los cirujanos experimentan al realizar procedimientos, y la curva de aprendizaje pronunciada que los médicos deben superar para adquirir experiencia en el manejo de estos sistemas (23).

Por otro lado, los avances en cirugía mínimamente invasiva, como las técnicas laparoscópicas y toracoscópicas, han revolucionado la cirugía de trauma al reducir las complicaciones postoperatorias y acortar el tiempo de estancia hospitalaria. Estas técnicas permiten realizar intervenciones quirúrgicas a través de incisiones pequeñas, lo que minimiza el daño tisular y favorece una recuperación más rápida. En particular, la toracoscopia asistida por video ha demostrado ser eficaz en el manejo del trauma torácico, mejorando los resultados respiratorios y reduciendo la necesidad de permanencia en la unidad de cuidados intensivos (24).

Finalmente, el uso de tecnologías de imágenes guiadas para el tratamiento quirúrgico ha mejorado significativamente la precisión en la planificación preoperatoria, especialmente en casos de fracturas complejas de la pelvis. Tecnologías como la tomografía computarizada, la resonancia magnética y las reconstrucciones tridimensionales proporcionan una visión detallada de los patrones de fractura y el daño a los tejidos blandos, lo que facilita una planificación quirúrgica más precisa y reduce las complicaciones intraoperatorias (25).

Nuevos enfoques en terapia farmacológica:

Los agentes hemostáticos avanzados han mostrado un gran potencial en la gestión de la coagulación en pacientes traumatizados, especialmente aquellos que corren el riesgo de recibir transfusiones masivas. Agentes como los concentrados de complejo protrombínico de cuatro factores están siendo utilizados para este propósito, actuando para reponer los factores de coagulación y estabilizar la formación de fibrina, lo que es crucial en situaciones de hemorragias graves (26). La administración temprana de estos agentes ha mostrado resultados prometedores, ya que contribuye a controlar el sangrado masivo, lo que se traduce en una reducción de las tasas de mortalidad en entornos traumáticos (27).

Por otro lado, las terapias antiinflamatorias y antioxidantes están emergiendo como enfoques importantes para el tratamiento del trauma. Estas estrategias farmacológicas novedosas se centran en la disfunción endotelial mediada por el esfuerzo cortante, la cual contribuye al estrés oxidativo y la inflamación en los pacientes traumatizados. Se están desarrollando antioxidantes y sistemas de liberación de fármacos sensibles al esfuerzo cortante para mitigar estos efectos. Los estudios clínicos han resaltado el potencial de estas terapias para reducir la inflamación y mejorar los resultados en pacientes con trauma, aunque aún se requiere de más investigación para confirmar su eficacia (28).

Asimismo, las terapias génicas y celulares están siendo exploradas por su capacidad para la regeneración de tejidos y el manejo de lesiones críticas. Estas terapias tienen como objetivo mejorar los procesos naturales de curación del cuerpo y acelerar los tiempos de recuperación. A pesar de su gran promesa, la implementación clínica de estas terapias enfrenta desafíos significativos, como obstáculos regulatorios y la necesidad de investigaciones adicionales para establecer su seguridad y eficacia (29).

Protocolos y manejo integral del paciente traumático:

El manejo efectivo de los pacientes traumatizados requiere una colaboración estrecha entre diversos equipos médicos para garantizar una atención integral. Este enfoque multidisciplinario abarca desde la evaluación inicial y la resucitación, hasta el monitoreo continuo para identificar lesiones que amenazan la vida y estabilizar al paciente (30). La importancia de este trabajo en equipo se ha evidenciado en estudios que muestran que los caminos educativos basados en equipos multidisciplinarios mejoran la resiliencia psicológica, la adherencia al tratamiento y la calidad de vida de los pacientes, lo que subraya el valor de la colaboración en el cuidado del paciente (31).

Dentro de los modelos de manejo integral, se destacan los programas de rehabilitación exhaustiva, como el CPReh, que han demostrado ser efectivos en la reducción de los síntomas crónicos en pacientes post-traumáticos. Los protocolos que permiten una rehabilitación extendida, adaptada a la disposición y capacidad del paciente, han mostrado resultados superiores en comparación con enfoques más limitados (32). Asimismo, los protocolos de recuperación mejorada después de la cirugía, que incorporan manejo multimodal del dolor, han mejorado la experiencia del paciente al minimizar las respuestas al estrés quirúrgico y facilitar una recuperación más rápida (33).

En el ámbito de la rehabilitación post-trauma, las innovaciones como el entrenamiento cognitivo combinado con programas de habilidades para la vida han mostrado ser efectivas en el manejo del síndrome frontal crónico en pacientes post-traumáticos (32). Los enfoques multidisciplinarios en rehabilitación también han demostrado ser beneficiosos para mejorar la resiliencia psicológica y la calidad de vida, como se ha observado en estudios realizados con pacientes de cáncer (31).

El manejo del dolor es un aspecto crucial en la atención del trauma, y las nuevas técnicas se centran en regímenes multimodales que abordan el dolor nociceptivo, inflamatorio y neuropático. Estas estrategias se adaptan según el tipo y la gravedad del trauma, con el objetivo de proporcionar un alivio efectivo y personalizado (3324). Además, el reconocimiento del dolor como una señal vital subraya la necesidad de implementar estrategias eficaces de manejo del dolor, que no solo previenen el dolor crónico, sino que también facilitan la reintegración social de los pacientes (30).

Conclusiones:

 

A lo largo de los avances en los tratamientos y tecnologías, como los modelos de realidad aumentada y virtual, así como las nuevas terapias farmacológicas, ha quedado claro que la colaboración entre diferentes disciplinas médicas es esencial para mejorar los resultados en los pacientes traumatizados. La integración de diversas especialidades, desde la atención inicial hasta la rehabilitación, permite un manejo más integral y efectivo de las lesiones traumáticas, lo que optimiza tanto la recuperación física como psicológica del paciente.

Tecnologías como la inteligencia artificial, la cirugía robótica y las técnicas de imagen avanzada están revolucionando el cuidado del trauma. La capacidad de predecir complicaciones, como el daño cerebral traumático, y la utilización de sistemas automatizados para mejorar la precisión en la detección de fracturas y otras lesiones, permite intervenciones más rápidas y precisas. Estas innovaciones no solo mejoran los tiempos de respuesta, sino que también incrementan la seguridad y efectividad de los procedimientos quirúrgicos.

Los protocolos de rehabilitación, que incorporan enfoques cognitivos y físicos, junto con una atención centrada en el manejo del dolor, son esenciales para minimizar los efectos a largo plazo del trauma. Estos enfoques, apoyados por estrategias multidisciplinarias, no solo ayudan en la rehabilitación física, sino que también fortalecen la resiliencia psicológica de los pacientes, mejorando significativamente su calidad de vida y su capacidad para reintegrarse a la sociedad.

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