RESULTADOS
A continuación se describen los datos generales de las personas entrevistadas como: nombre, edad, estado civil, religión, ocupación y religión de las cuidadoras participantes.
Luisa, vive en la comunidad de Ocoxotla perteneciente a la comunidad de Mariano Escobedo, Veracruz, es casada, con 74 años de edad, ocupación labores del hogar, religión católica.
Bernarda, radica en la comunidad de Las Camelias, perteneciente a la comunidad de Mariano Escobedo, Veracruz, es casada, de 53 años de edad, ocupación labores del hogar y religión católica.
Gema, vive en la comunidad rural de San Cristóbal de Huiloapan, Veracruz, es casada de 38 años de edad, se dedica al comercio y labores del hogar, religión católica.
Como se observa, las tres cuidadoras se dedican a las labores del hogar, adicionalmente una de ellas también trabaja como comerciante, todas son católicas, con edades diferentes, una cuidadora es adulto mayor, todas son casadas.
Diagnóstico del usuario, parentesco con el cuidador y tiempo de su enfermedad.
Luisa, es esposa del enfermo al que cuida, quien es parapléjico, debido a un accidente automovilístico que tuvo, el tiempo que ha desempeñado el rol de cuidadora son diez años.
Bernarda, esposa del enfermo al que tiene a su cuidado, quien padece artritis reumatoide, lleva trece años de ser la cuidadora primaria del usuario.
Gema, madre de una niña con Neurofibromatosis, quien lleva ocho meses que le diagnosticaron la enfermedad, mismo tiempo que ha desempeñado de ser su cuidadora principal.
Las cuidadoras han estado al pendiente de sus familiares en una duración que va de ocho meses hasta trece años con diagnósticos diferentes, tales como paraplejia, artritis reumatoide y neurofibromatosis.
Impacto emocional
Cuidadora 1. Mujer de 74 años de edad, ocupación labores del hogar, quien cuida a su esposo enfermo desde hace diez años, debido a que padece artritis reumatoide, fue decisión de la señora el ser la cuidadora, debido a que no cuenta con apoyo de otra persona que viva con ella, sus hijos están en Estados Unidos, de vez en cuando le mandan apoyo económico pero no siempre es así.
Piensa todo el tiempo en su enfermo, especialmente en la noche tiene temor que se ponga mal y nadie pueda auxiliarla para llevarlo al médico, siente tristeza y miedo cuando ve que se agrava.
“Trato de tener paciencia con él, me duele verlo postrado, cuando puedo acudo a misa para trata de despejar mi mente, hablo con el sacerdote y el me transmite paz, eso me ayuda a olvidar un momento mi situación, necesito ayuda económica, para la alimentación, medicamentos”
Cuidadora 2. Mujer de 53 años, desempeña labores del hogar, su esposo es parapléjico desde hace 13 años, debido a un accidente automovilístico que tuvo. Dedica 24 horas al cuidado de su enfermo, tiene tres hijas que en ocasiones la ayudan, pues ellas trabajan y estudian, Cuando el enfermo está estable ella se siente feliz, cuando se pone mal, no sabe qué hacer para que se sienta mejor, siente aflicción cuando su esposo esta triste quien lo demuestra al no querer comer.
Para distraerse y tener un buen estado de ánimo hace sus quehaceres, además de que atiende a sus animales domésticos (cerdos y pollos), acude a misa para distraerse un poco, se siente reanimada cuando va a misa. “al acercarme a Dios me reanimo, porque Él me ayuda, me va bien, siento fortaleza”
Refiere que necesita a alguien que la ayude a solucionar sus problemas, ella piensa que debe echarle ganas para que todo funcione bien, emocionalmente sus hijas no le dan apoyo, porque siempre están ocupadas. Llega a sentir soledad, le gustaría tener un apoyo emocional que le diga que todo va a estar mejor.
Cuidadora 3. Mujer de 38 años de edad, casada, comerciante, con ocho meses de ser cuidadora de su hija con Neurofibromatosis le diagnosticaron por medio de una tomografía contrastada. Fue decisión de ella ser la cuidadora, porque es su hija, no comparte la responsabilidad del cuidado con nadie más, porque su familia vive en Huatusco, Ver., es decir lejos de donde ella actualmente radica.
Ha llegado a sentir síntomas como estrés, dolor de cabeza, emociones como: desesperación, confusión, tristeza se ha llegado a sentir cansada, recibe apoyo psicológico al igual que su hija. Aparte de ser cuidadora cumple con el rol de comerciante, refiere que todos los días se levanta a las 5:30am y se acuesta a la 12:00 o 1:00 am para que así le dé tiempo de cumplir con su rol de madre, esposa, cuidadora y comerciante.
Atiende a su esposo, tiene otro hijo de cinco años que acude al jardín de niños, cuando lleva a quimioterapia a su niña, siente tristeza por dejar a su hijo, ya que menciona que él también la necesita. Dice que no siente culpa, da gracias a Dios porque la enferma camina, pide de comer, va al baño, agradece que la niña habla, piensa disfrutar de su hija el tiempo que le queda, siente miedo cuando su hija tiene alguna recaída, considera que el apoyo que ha recibido por parte de la psicóloga ha sido bueno. Así mismo dice que del personal de Enfermería no ha recibido alguna ayuda, se enfocan a brindarle cuidado a la enferma pero no a ella.
CONCLUSIÓN
Las tres personas entrevistadas dicen sentir tristeza y miedo, emociones que afectan su inteligencia emocional, se observa que el estar de manera permanente atendiendo a su enfermo, obliga a desatender otros aspectos, la poca posibilidad de contar con espacios para el ocio o el manejo creativo del tiempo, forman parte de su situación cotidiana, especialmente se acostumbran a los momentos de crisis.
Lo anterior lleva a pensar que es importante atender al cuidador primario, no solo al enfermo, esto se logrará mediante la empatía que tenga la enfermera con el familiar, como recomendación, Grau desde la Enfermería oncológica, propone la posibilidad de generar grupos funcionales de apoyo entre estas cuidadoras, lo cual podría repercutir en el mejoramiento de sus condiciones, así fortalecerían sus redes y podrían sentirse más acompañadas en su proceso.
Por otro lado, Sitges Maciá & Bonete López (2014) en su estudio titulado: “Desarrollo de un programa psico-educativo en inteligencia emocional para cuidadores principales de enfermos de Alzheimer” con los componentes de *Entrenamiento en relajación, *Control de la ira, *Resolución de conflictos y *Afrontamiento del comportamiento irracional, con dosis de seis sesiones de una hora y media, durante dos meses, obtienen resultados positivos como disminución de la ansiedad. Por lo cual se podría implementar en los cuidadores.
Cabral Gallo, Delgadillo Hernández, Flores Herrera & Sánchez Zubieta (2014), en el estudio de “Manejo de la ansiedad en el paciente pediátrico oncológico y su cuidador durante la hospitalización a través de musicoterapia”, la música que ocuparon fueron melodías de tipo: folclórica, instrumental y medieval. En donde se observó evidente disminución en el nivel de ansiedad, tensión y miedo al escuchar la música.
Dado lo anterior se considera importante retomar estas intervenciones en los cuidadores primarios, debido al resultado positivo que han tenido, lo que comprueba la importancia que tiene el apoyo en los cuidadores, además de la eficacia de grupos de ayuda.
BIBLIOGRAFÍA
- Carrasco E. (2013). Necesidades básicas de los cuidadores primarios de niños con cáncer (tesis de pregrado). Universidad de las Américas, Puebla.
- Cabral C., Delgadillo O., Flores M. & Sánchez (2014). Manejo de la ansiedad en el paciente pediátrico oncológico y su cuidador durante la hospitalización a través de musicoterapia. Psicooncologia, 11 (2-3), 243-258. doi: 10.5209/rev_PSIC.2014.v11.n2-3.47386
- Fernández, B. & Extremera, P. (2006), la inteligencia emocional y la educación de las emociones desde el modelo de Mayer y Salovey. Interuniversitaria, 19, 93.
- Moreira, R. & Turrini, R. (2011). Paciente oncológico terminal: sobrecarga del cuidador. Enfermería Global, 22, 13.
- Nicolaz, J., Vega, D., Castañeda, A., Olguín, E., (2012). Emociones del cuidador primario ante su enfermo con diagnóstico de cáncer. Vol. 1, revista número 1.
- Sitges E. & Bonete B. (2014). Desarrollo de un programa psico-educativo en inteligencia emocional para cuidadores principales de enfermos de Alzheimer. European Journal of Investigation in Health, 4 (3), 257 – 266. Doi: 10.1989/ejihpe.v4i3.73