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La dama de las adelfas

en entrevistas posteriores descubrimos comenzó a aumentar su producción los dos meses previos, coincidiendo con el paso a cuidados paliativos de su pareja. Marcha a una cuadra cercana y poco transitada para dificultar su hallazgo e ingiere grandes cantidades de alcohol. No deja nota y es un pastor vecino quien la halla semiinconsciente y la lleva a su domicilio.

A la exploración psicopatológica la encontramos: consciente, orientada en tiempo, espacio y persona, auto y alopsíquicamente. Normoproséxica. Sin fallos groseros mnésicos. Discurso fluido, coherente a contexto, con frecuentes alusiones al pasado y a pérdidas emocionales. Tono bajo y latencia de respuesta prolongada. No verbalizaba alteraciones en forma o contenido del pensamiento. No verbalizaba alteraciones sensoperceptivas ni inferimos alteraciones en ningún canal del sensorio. Ánimo triste, apática, anhedonia, escasa resonancia afectiva, llegando a apatía y abulia. Hallo cierto grado de alexitimia. Ansiedad contenida. Insomnio de conciliación y mantenimiento. Hipofagia. Rasgos de personalidad cluster B. Desideración de muerte e ideación autolítica. Juicio de la realidad conservado.

Diagnosticamos de Trastorno Depresivo Mayor, Duelo, Trastorno de Personalidad no especificado.

Procedemos al ingreso hospitalario en nuestra planta por el riesgo autolítico y la gravedad clínica. La evolución durante el ingreso es buena, llegando a criticar la ideación autolítica y mejorando la esfera afectiva, con muy buena respuesta farmacológica con antidepresivos duales. Realizamos intervenciones psicoterapéuticas, de corte familiar y sistémico para mejorar entorno y relaciones sociales de la paciente, mostrándose la familia adecuada y colaboradora y de corte cognitivo conductual a nivel individual.

Intoxicación por NERIUM OLEANDER

En zonas rurales es frecuente encontrar adelfas en el campo o en márgenes de carreteras, incluso en medianas de autovías podemos observarlas. Debido a su alta toxicidad, está prohibida su venta en nuestro país, aunque es fácil encontrarla en viveros y plantaciones. Lo más habitual es hallar intoxicaciones de caballos, vacas, perros, etc que la ingieren en los campos, con habitualmente, letales consecuencias. Hace años, era utilizada en mezcla con miel y formando un «ungüento» como plaguicida tópico para la sarna.

Arbusto de clima mediterráneo, muy resistente a la sequía, consta de distintos principios activos, entre los que destacaremos: heterósidos cardiotónicos (0,05-0,01%) entre cuyas geninas encontramos digitoxigenina, glucósidos cardíacos como el neriosido o heterósidos cianogenéticos.

La intoxicación por adelfas es similar a la intoxicación digitálica, entre las cuatro y doce horas posteriores a la ingesta se inicia el cuadro clínico que consta de náuseas, vómitos, hematoquecia, ataxia, midriasis, inquietud psicomotriz seguida de depresión del sistema nervioso con pérdida del nivel de conciencia, disnea, convulsiones tetaniformes, arritmias incluso parada cardíaca.

Aunque existen distintas líneas de investigación en relación a la adelfa, por su posible efecto antiinflamatorio, cardiotónico y antitumoral, la evidencia científica tan sólo puede avalar su toxicidad y la gravedad de su intoxicación.

El duelo, es un proceso psicológico, pero también cognitivo, fisiológico y social, de adaptación ante la ruptura de un vínculo emocional. Existen diversos factores que nos pueden orientar hacia las características del duelo: grado de unión o relación con el fallecido, grado de dependencia, características del fallecimiento, agonía, consecuencias para el que sobrevive al fallecido. La elaboración normal del duelo, requiere cuatro tareas fundamentales, como son: aceptar la realidad de la périda, experimentar la pérdida, sentir el dolor y adaptarse a las modificaciones del medio que la pérdida haya podido acarrear.

En el caso de nuestra paciente, tras entrevistarnos con ella y su familia, hallamos rasgos de personalidad dependiente, un importante retraimiento social, dificultad marcada para el establecimiento de vínculos normales relacionales y de asumir las frustraciones y los cambios vitales importantes. Realizamos intervenciones de corte cognitivo-conductual y familiar y sistémico para mejorar sintomatología y autonomía de la paciente.

Conclusiones:

La importancia del conocimiento de los posibles efectos tóxicos de la flora habitual de una región radica en prevenir posibles complicaciones derivadas de esta. Los principios activos de los fármacos que hoy día empleamos tienen su base en la vegetación que nos rodea.

La prevención y los abordajes precoces, tanto desde la familia, como de los profesionales sanitarios que, a diario, vemos a familiares, parejas, amigos de nuestros pacientes, es fundamental. Hemos de servir de termostato y de señal primaria de alarma, ante cualquier signo o síntoma que nos haga sospechar algo tan grave como una depresión o un intento de autolisis. En este caso, sobre una personalidad de base actuaron numerosos estresores importantes. La familia ya sospechó el riesgo y retiró la medicación a su alcance, sin embargo, el veneno se encontraba en casa, en concreto en el jardín. Como bien dijo Paracelso, «Todo es veneno, nada es sin veneno. Sólo la dosis hace el veneno».

Bibliografía:

1 Intoxicación por adelfas. Floria, A. B. M. Hernández, S. G. Galindo, P. L. Meléndez, M. J. J. Sorolla, S. B. Sanz, C. M. Prehospital and disaster medicine. 2007, VOL 22; NUMB 2, pages s167.

2 Toxicología animal originada por plantas. M.I. San Andrés, Emilio Ballesteros Moreno, Rafael Jurado Coto.

3 Vallejo Ruiloba, J. Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. Elsevier. 2011. 7ª edición.