El acto de la lactancia, además, ayuda en la maduración de los músculos masticatorios para que puedan realizar la función masticatoria. La posición de mamar presenta la cabeza extendida, la lengua alargada y pegada al suelo de la boca, los maxilares separados y los labios alrededor del pezón. Durante la deglución la contracción rítmica de la lengua y los músculos de la cara ayudan a la estabilización del maxilar inferior (13). La forma de la mandíbula, la dirección de los músculos implicados junto a la ausencia de dientes facilita movimientos de protrusión y retrusión mandibular, que ayudan a que la musculatura adquiera tono para poder realizar la masticación cuando erupcionen los dientes.
La mandíbula del bebe se encuentra retraída respecto al maxilar superior. Los movimientos de succión del pezón configuran la forma de la cavidad oral, de forma que la mandíbula se adelanta para una correcta oclusión. Esto es conocido como avance fisiológico de la oclusión. Este avance evita retrognatismos mandibulares y mejora la relación de ambos maxilares. Algunos autores plantean que el lactante por seno materno ejercita más que el que lo hace mediante biberón, ya que la succión del pezón requiere un mayor esfuerzo del niño, haciendo trabajar a todas las estructuras óseas, musculares y articulares. (14,15). Diversos músculos están implicados en la succión. Destaca la ejercitación que se realiza de los músculos mentonianos, digástricos y el orbicular de los labios influyendo en el crecimiento fisiológico de la mandíbula. De modo que el aumento de los movimientos mandibulares que se dan en la lactancia, junto a la mayor funcionalidad muscular adquirida previene el retrognatismo mandíbula y consigue una relación más óptima entre ambos maxilares (16).
Otros autores establecen que con la lactancia materna se ejercitan los músculos masticadores y faciales disminuyendo en un 50% la presencia de indicadores de maloclusión dentaria, tales como mordida abierta, mordida cruzada posterior, resalte, apiñamiento, etc. Las maloclusiones afectan a la función dentofacial y a la estética del niño
Se ha observado que los niños que toman biberón hasta edades avanzadas, son frecuentemente respiradores orales y presenta vestíbulo-versión de los dientes superiores, mordidas abiertas anteriores y sequedad de la mucosa oral como consecuencia de las anteriores.
En cambio la lactancia materna facilita y refuerza la respiración nasal fisiológica, ya que se coordina la respiración con la succión y deglución rítmica sin soltar el pezón de la madre. La respiración nasal es necesaria para un correcto desarrollo de las estructuras cráneo-faciales, ya que el aire al pasar por las fosas nasales estimula el desarrollo de éstas, lo cual guarda estrecha relación con el desarrollo del hueso maxilar superior. (17)
Según los estudios consultados, los niños alimentados por lactancia materna desarrollan de forma óptima las estructuras craneales y faciales, al establecerse las funciones de masticación, deglución y reflejos orales de forma correcta. En cambio se ve alterado con el uso del biberón y del chupete, desarrollando consecuentemente maloclusiones.
La alimentación con biberón es un factor de riesgo para el desarrollo de maloclusiones, dado que modifica la posición normal de la lengua y de la mandíbula, alterando la el patrón funcional. (18)
Lactancia y caries dental:
Durante el amamantamiento el pezón se posiciona al final de la boca, no habiendo contacto con los dientes, lo que sí sucede con la alimentación mediante biberón. Cuando el niño duerme con el pezón en la boca, no sigue saliendo leche.
La lactosa de la leche materna se metaboliza mediante la enzima lactasa, de forma que no hay glucosa en la boca. De modo que si existe riesgo de caries será debido a la alimentación complementaria, no a la lactancia materna. Además la lactosa es el azúcar menos cariogénico existe. Además la leche materna contiene enzima e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de bacterias cariogénicas.
Se ha demostrado que la leche materna hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte y no causa una disminución significativa en el pH. Los estudios establecen que la leche materna previene la caries (19,20)
CONCLUSIONES:
- La promoción de la lactancia materna genera salud y bienestar en los niños.
- La lactancia materna además de presentar numerosos beneficios para la madre, el hijo y la familia, favorece el desarrollo óptimo de la cara y el cráneo.
- Se aconseja un mínimo de 6 meses de lactancia materna para un óptimo desarrollo de los huesos maxilares.
- Se observa una menor frecuencia de respiradores bucales en niños alimentado mediante lactancia materna.
- La lactancia materna desarrolla de manera adecuada las funciones normales de deglución, masticación, respiración, y fonación.
- El amamantamiento contribuye en el crecimiento y desarrollo del aparato masticatorio, evita la adquisición de hábitos bucales deformantes, mejora la oclusión en etapas posteriores del desarrollo infantil, previene anomalías dento-maxilofaciales y contribuye a la prevención de la caries dental.
- Es importante instituciones públicas y privadas de atención materno-infantil, faciliten programas educativos a las gestantes sobre la importancia de la lactancia materna
TABLAS
Tabla nº 1. Mejoras relacionadas con la lactancia materna incorporadas en los convenios colectivos
- Se permite acumular en un mes de permiso retribuido el periodo de lactancia.
Se reduce la jornada laboral en una hora al inicio o al final hasta los 10- 12 meses de edad.