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Lesiones de la cavidad oral por causa mecánica. A propósito de tres casos clínicos

(principalmente labio inferior). Aunque a se presenta también en el borde de la lengua. Histológicamente se caracteriza por desgarros del epitelio y leucoedema.

Es importante su diagnóstico diferencial con otras lesiones blancas.

Un dato importante para el diagnóstico diferencial es que estas lesiones se encuentran siempre limitadas a zonas al alcance de los dientes.

La modificación o eliminación del hábito determina la desaparición de las lesiones, requiriendo a veces asistencia psicológica.

Úlcera traumática:

Es la lesión ulcerada más frecuente de la cavidad oral. Puede deberse a diversas causas:

  • Mordeduras accidentales.
  • Por objetos introducidos en la boca (por ejemplo: lápices, bolígrafos)
  • De origen yatrogénico durante el tratamiento odontológico.
  • Traumatismos repetitivos (las más frecuentes): cepillado dental, roce con el borde de un diente cariado o fracturado, presencia de restos radiculares, etc.

Su localización más frecuente es la lengua, el labio inferior, la mucosa yugal, los surcos vestibulares, encía y paladar.

Suelen ser lesiones únicas. Su tamaño y forma es variable, según el agente causal que las origina. Tienen una zona central necrótica de color blanco-amarillento y con bordes eritematosos, algo elevados. Son dolorosas al roce y, a veces, también de forma espontánea.

Normalmente, las úlceras traumáticas dejan de doler tras tres o cuatro días de eliminar el agente causal y curan antes de 10 días. Pero la lesión puede persistir durante algunas semanas si se sobreinfecta o debido a irritantes locales que actúen ésta de forma continuada. También puede prolongarse su evolución en el caso de pacientes inmunodeprimidos por su edad o enfermedades sistémicas.

Las úlceras traumáticas que no desaparecen a los 15 días de suprimir la causa requieren la extirpación completa y cierre primario. De este modo conseguiremos la resolución de la lesión y se descarta un carcinoma epidermoide tras el estudio anatomopatológico.

Lesiones hiperplásicas. Estas lesiones se caracterizan por crecimiento de tejido. Encontramos diferentes formas clínicas.

            Hiperplasia papilar del paladar. Esta lesión es exclusiva de pacientes con prótesis removibles. Se produce como consecuencia de la irritación mecánica continuada que produce la prótesis en el paladar y frecuentemente se sobreinfecta por Cándida albicans. El tratamiento consiste en medidas higiénicas, tales como quitar la prótesis para dormir, lavarla y desinfectarla), tratamiento con antifúngicos y adaptación de la prótesis. El tratamiento definitivo requiere la exéresis quirúrgica y la confección de una prótesis nueva.

            Épulis fisurado. Consiste en una hiperplasia inflamatoria relacionada con la irritación mecánica crónica producida por los bordes de prótesis removibles mal ajustadas. La lesión consiste en mamelones largados, vegetantes, de consistencia, elásticas y con frecuencia se encuentra dividida por el reborde protésico. Generalmente es asintomática, a no ser que se acompañe de úlceras. Con el tiempo la lesión se hace más fibrosa. Su tratamiento consiste en la resección quirúrgica de la lesión y la elaboración de una nueva prótesis para evitar recidivas

            Fibroma traumático. Es una proliferación hiperplásica focal de tejido conectivo fibroso, reactiva a un factor irritativo crónico de tipo mecánico. Se localiza principalmente en la mucosa bucal, bordes y punta de la lengua. Son lesiones nodulares bien delimitadas, pediculadas y recubiertas por mucosa normal o ligeramente queratinizada. El tratamiento es la extirpación quirúrgica y estudio anatomopatológico de la lesión. Cuando se deben a un hábito parafuncional, el paciente puede requerir apoyo psicológico para abandonar ese hábito.

Lesiones blancas hiperqueratósicas. Son producidas por traumatismos mecánicos que actúan durante periodos largos de tiempo. Aparecen en áreas traumatizadas por el roce de dientes y prótesis. Sus localizaciones más frecuentes son el borde lateral de la lengua, la mucosa bucal y las crestas edéntulas. Su diagnóstico se confirma cuando desaparecen al eliminar el factor de riesgo. Si esto no ocurre deben considerase clínicamente como leucoplasia y por tanto, se debe realizar su biopsia para estudio histopatológico.

Lesiones físicas y precáncer oral:

Diversos agentes físicos se consideran implicados en la patogénesis del precáncer y cáncer oral. El tabaco y las radiaciones ionizantes son consideradas como carcinógenos completos. La exposición prolongada o repetitiva a traumatismos mecanismos crónicos y diversas sustancias químicas, actúa como agentes no carcinógenos irritantes en la etapa de promoción. Estas lesiones si se prolongan en el tiempo pueden evolucionar a formas precancerosas e incluso malignizar.

CASOS CLÍNICOS

CASO CLÍNICO 1.

Anamnesis y exploración clínica.

Paciente varón de 55 años de edad que acude a la consulta de