debido a que no todos presentan las mismas características para considerarlas al momento de definirlas. Ahora bien, reflexionando con lo anterior, el maltrato al adulto Mayor, es un conjunto de comportamientos repetidos intencionalmente o no, dirigidos contra las personas de 60 años edad y más, causándole daño, físico, psicológico y económico pudiendo constituir un problema de salud pública.
En ese mismo orden, el maltrato en el adulto mayor “se da en tres ámbitos muy bien definidos: el domestico, a través de la misma familia; el institucional, el referido a la interacción cotidiana con las personas o como usuarios de servicio (residencias u hospitales) y finalmente en el ámbito social, en la relación persona- sociedad civil”. (6) Teniendo en cuenta lo anterior, el ritmo de vida actual, propicia una convivencia, compleja y violenta para interrelacionarse con la sociedad; y las familias no están exentas de ella, las personas ancianas muchas veces desprotegidas son víctimas de abusos, cuando el encargado de velar por el cuidado de este grupo etáreo, presenta situaciones que no puede controlar producto de la desesperación humana sin que esta sea justificable.
Por consiguiente, cuidar a los adultos mayores es una compromiso delicado y extenuante que requiere mucha dedicación, paciencia y esfuerzo de parte del cuidador, es por ello que el “maltrato es un tema que interesa desde el punto de vista del conocimiento de una realidad, la de la vejez, que debe ser comprendida en su totalidad. (7)
Como consecuencia de no comprender esa realidad sociológica de la vejez el adulto mayor termina abandonado, separado de la familia y enviado a otros lugares: como las guarderías, ancianatos, o sencillamente se dejan solos en un momento trascendental de la vida, donde se necesita apoyo, afecto y solidaridad por parte de la familia, el estado y la sociedad en general; de manera tal que, esta terna institucional debe asumir la protección del adulto mayor a través de proyectos sociales viables, con características de inclusión que generen confianza y seguridad para la socialización de estos grupos y la sociedad en general.
Ahora bien, en el contexto social la convivencia se afecta con el advenimiento de los conflictos personales, sociales o emocionales característicos en los diferentes escenarios, en consecuencia se observa agresiones de tipo verbal, físico, psicológico y social hacia el adulto mayor.
Desde el punto de vista Físico. Se producen lesiones por traumatismos, desnutrición, deshidratación, fracturas por caídas, úlceras de decúbito por negligencia, abandono o falta de cuidados, heridas por ataduras, abrasiones, quemaduras, intoxicaciones, etc. En lo psicológico. Se aprecia: Tristeza, sufrimiento, trastornos emocionales, ansiedad, depresión, ideación suicida, inhibición, somatizaciones y seudodemencias.
En el orden social: Aislamiento físico, psicológico o social. Se estima que los malos tratos tienen una importante repercusión en la utilización de servicios sanitarios, ya que generan un aumento de la frecuentación y de las hospitalizaciones. (8)
Al hacer referencia sobre el origen del maltrato se puede decir, que fue abordado desde la perspectiva de la violencia y humillaciones que sufría la mujer y el niño, cuando en la década de 1970 las feministas analizaron el alcance de la violencia doméstica (considerada como un fenómeno exclusivamente masculino) y se crearon centros de acogida y de ayuda para las mujeres maltratadas y para sus hijos. (9)
Estas organizaciones feministas que promovían la igualdad de derechos entre géneros, y gracias a esas luchas, evolucionó considerablemente la causa ampliando los derechos hacia otros sujetos del núcleo familiar; como son: los niños, adolescentes y los ancianos. Sin embargo, fue en “Gran Bretaña en los años setenta, cuando se publicaron por primera vez artículos médicos donde se describían abusos infligidos a ancianos, maltratados por sus familiares.
Años más tarde, el maltrato a las personas mayores comenzó a ser considerado de forma más amplia, como un problema con entidad suficiente a finales de los años 80. (10) El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud 2003, emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sitúa la prevalencia de violencia familiar en los adultos mayores en un rango de 4-6%. (11) Al considerar la población actual, es significativa la cifra por que se ubica en un contexto heterogéneo de culturas y creencias particulares en cada región apoyado con el crecimiento acelerado de la población mundial.
En América latina la prevalencia de la violencia o maltrato no se disponen de datos conocidos en su totalidad debido al alto índice de casos no denunciados, al no existir fuentes que proporcionen datos exactos sobre la incidencia de violencia o maltrato en este grupo poblacional.
Venezuela no escapa a esta realidad sociocultural, en un estudio descriptivo y transversal de 240 adultos mayores pertenecientes al sector las Tunitas de la Parroquia Sucre, municipio Libertador Caracas en la casuística prevaleció el maltrato en la más de la mitad de los ancianos incrementándose con la edad, menor escolaridad y en familias disfuncionales, donde el tipo de violencia fue el abuso psicológico por parte de hijos y conyugues. (12)
Otro estudio descriptivo para conocer el comportamiento de la violencia en el adulto mayor en 200 pacientes de 60 años de ambos sexos atendidos en un consultorio del sector sabaneta del municipio Simón Planas del estado Lara, concluyeron; el 61,2% de los adultos mayores refieren haber recibido algún tipo de violencia, el 60,1% son femeninos, en las edades comprendidas entre 66 a 70 años (24,9%), El 44,5% son violencia psicológica de tipo mixto y la física 86,9% de los cuales fueron los empujones. Los hijos son los agentes agresores de mayor frecuencia (46,4%). El 41,8% de los adultos sufren de violencia o maltrato de forma cotidiana. (13)
Un aporte importante fue reportado en Petare municipio Sucre estado Miranda, donde se realizo un estudio cuyo objetivo fue determinar maltrato en el adulto mayor de esa comunidad a un total de 272 ancianos, encontrándose evidencias en 192 ancianos mayores de 60 años obteniéndose como resultado que el 70,58% fueron maltratados prevaleciendo el sexo masculino con un 56,77% ; y el grupo etario ubicado en 60 a 69 años con un 67,18%; el tipo de maltrato que prevaleció fue el financiero con un 44,27% de ancianos que viven en familias extensas. (14)
Asimismo en Ciudad Bolívar en un estudio descriptivo, predictivo de campo, in situ, no experimental, aplicando entrevista enfocada casa por casa a la población anciana de la Urbanización Agosto Méndez, cuyo objetivo fue determinar la prevalencia del maltrato y las características socioeconómicas del grupo familiar. De una de 72 años mayores de 60 años, en una muestra aleatoria de de 15 ancianos, los investigadores obtuvieron los siguientes resultados: la edad