4. CLASIFICACIÓN DEL FUEGO
Son muchos los factores que se pueden tomar como referencia para clasificar los fuegos, ver tabla I. En España el criterio vigente es el recogido por la norma UNE-EN 2: 1994/A1:2005 que clasifica los fuegos según la naturaleza del combustible en (4):
Fuegos de Clase A: son fuegos de materiales sólidos, generalmente de naturaleza orgánica – madera, carbón, papel, plástico, fibras, productos textiles… , que en su combustión el oxígeno se difunde al interior, lo que va a provocar un gran porcentaje de cenizas, elevadas temperaturas y la formación de brasas, recibiendo el nombre de fuegos profundos.
Fuegos de Clase B: son fuegos de materias líquidas combustibles –gasolina, alcohol, pinturas, disolventes, gasóleo, queroseno…– o de sólidos que se licuan – cera, alquitrán, betún, parafina…–. Se caracterizan porque a diferencia de los anteriores solamente arden los gases o vapores desprendidos de la superficie que está en contacto con el oxígeno del aire, y dentro del límite inferior y superior de inflamabilidad del combustible. No producen brasas ya que no son materiales carbonizables.
Fuegos de Clase C: son fuegos de materias que en condiciones normales de temperatura y presión forman los gases combustibles – inflamables–: propano, butano, gas natural, acetileno… Al igual que los de Clase B no arden a cualquier concentración sino que tiene que existir un rango de inflamabilidad, que en este caso va a depender su peligrosidad.
Fuegos de Clase D: son los generados por metales combustibles como el magnesio, titanio, potasio, sodio, aluminio en polvo, circonio, uranio,…
Fuegos de Clase F (introducidos en noviembre de 2005): son fuegos derivados de la utilización de aceites y/o grasas vegetales o animales en los aparatos o utensilios para cocinar.
Hasta el 1992 se consideraba una quinta clase de fuego, anterior a la clase F, la Clase E, que incluía los fuegos en presencia de corriente eléctrica. Oficialmente tal categoría ha desaparecido de la normativa vigente porque según los expertos la electricidad no arde aunque sí puede ser la causa de un incendio.
5. MÉTODOS DE EXTINCIÓN (3, 5)
Como se ha explicado anteriormente, para controlar un fuego los mecanismos de extinción deben basarse en eliminar o mitigar uno o varios de los componentes del Tetraedro del Fuego. Según el componente que se pretenda eliminar o reducir, el método de extinción será distinto. En consecuencia, se emplean cinco técnicas de extinción fundamentalmente:
- Eliminación: consiste en eliminar el combustible, bien de forma directa, retirando el material no incendiado y cercano al fuego, o de forma indirecta mediante cortinas de agua que lo aíslen…
- Enfriamiento: consiste en mitigar el calor para reducir la temperatura del combustible, con lo que se consigue evitar que se desprendan gases que puedan ser inflamables. Por ejemplo (p.ej.) el agua reacciona endotérmicamente absorbiendo calor.
- Inhibición: trata de provocar la ruptura de la reacción en cadena mediante la neutralización de los radicales libres formados en la combustión. Para ello, se emplean sustancias extintoras que producen, por efecto térmico, radicales activos que se combinan con los radicales libres igualmente activos, y la detienen. Son ejemplo de esta técnica los extintores de halón, y, en menor medida, los de polvo.
- Sofocación: consiste en desplazar o eliminar el comburente, así una concentración por debajo del 14% en volumen de oxígeno hace que sea inefectiva la combustión. Este mecanismo de extinción se consigue cerrando puertas y ventanas, utilizando una manta ignífuga o tapando una papelera que este ardiendo.
- Dilución: el combustible se mezcla con otras sustancias, reduciéndose su punto de inflamabilidad para disminuir la concentración del mismo y no mantener la combustión.
En definitiva, los mecanismos de extinción según se actúe sobre cada elemento del fuego son:
– Combustible: eliminación y/o dilución
– Comburente: sofocación
– Energía de activación: enfriamiento
– Reacción en cadena: inhibición
- 6. EXTINTORES DE INCENDIO PORTÁTILES
6.1 DEFINICIÓN
Un extintor es” un aparato que contiene un agente o sustancia extintora que puede ser proyectada y dirigida sobre un fuego por la acción de una presión interna” (6).
De forma más concreta se podría definir un extintor como “un aparato autónomo, diseñado como un cilindro, que puede ser desplazado por una sola persona y que usando un mecanismo de impulsión bajo presión de un gas o presión mecánica, lanza un agente extintor hacia la base del fuego, para lograr extinguirlo” (7).
6.2 ESTRUCTURA (8)
Las partes básicas de un extintor de incendio portátil son, ver figuras 3 y 4:
– Cuerpo o recipiente metálico: contiene el agente extintor
– Agente extintor : “sustancias o productos químicos que se utilizan para provocar la extinción del fuego gracias a las propiedades especiales que incorpora” (9)
– Elemento presurizador: es el gas impulsor, suele ser nitrógeno ó dióxido de carbono (CO2) aunque a veces se puede emplear aire comprimido
– Mecanismo de disparo
6.3 ASPECTOS TÉCNICOS
– El emplazamiento de un extintor deberá ser fácilmente visible y accesible, debiendo estar próximo a los lugares donde se estima una mayor probabilidad de iniciarse un incendio y, a ser posible, próximo a las salidas de evacuación.
– Serán colocados y señalizados, preferiblemente, sobre soportes fijados a parámetros verticales, de modo que la parte superior del extintor quede, como máximo, a 1,70 metros sobre el suelo. En el caso de ambulancias, deberán estar protegidos convenientemente ya que están sujetos a posibles daños físicos, químicos o atmosféricos.
– Como aparato a presión, deberán ir provistos del marcado CE, acompañado del número de identificación del organismo notificado encargado de la certificación, y de una etiqueta de características.
– Las pruebas periódicas se deberán realizar cada cinco