Cuidados de Enfermería en el donante de UCI
Mantenimiento del donante de órganos
Los cuidados que realiza Enfermería al donante potencial son primordiales para conseguir un buen funcionamiento de los órganos que se han de extraer para ser trasplantados, por ello es fundamental un eficaz mantenimiento de los órganos del donante y poder conservar el mayor número de órganos con una correcta estabilización hemodinámica.
- Cuidados generales
El objetivo de los cuidados de Enfermería en el mantenimiento de órganos es conseguir cubrir las necesidades fisiológicas, preservar la perfusión y oxigenación de los órganos y tejidos y las necesidades psicológicas de la familia que se encuentra en un proceso de duelo.
Prevención de infecciones
El donante tiene muchos factores de contraer una sepsis, para poder evitarlo, se deben controlar los posibles focos de infección: ventilación mecánica, inserción de catéteres y sondas, traumatismos y úlceras por presión.
Cura ocular/córnea
Se produce daño al no poder ocluir los párpados, provoca sequedad conjuntival y úlceras. Se realizaran lavados oculares, se mantendrán siempre húmedos con la ayuda de apósitos mojados con suero salino y se administrara colirios. Se pondrá pomada epitelizante.
Cuidados higiene, piel…
El donante recibirá los mismos cuidaos que cualquier usuario de UCI en la higiene general:
– Controlar el estado de la piel, hidratación c/8h para prevenir riesgos, protección de las zonas de más presión, cambios posturales c/4h, curación de las úlceras c/48h
– Aseo general c/24h
– Higiene bucal c/8h
– Colchones anti-escaras
- Cuidado hemodinámico
Se realizara una monitorización completa: frecuencia cardiaca y ritmo cardiaco ( ECG), presión arterial, presión venosa central (PVC) estricta, saturación de O2 por pulsioximetría , temperatura central, diuresis horaria y presiones pulmonares a través de “Swan-Ganz” y control del equilibrio de líquidos del donante.
Hipertensión: durante la instauración de la muerte encefálica, puede ser frecuente la crisis hipertensiva debido a la liberación masiva de catecolaminas. Deben ser tratadas porque pueden producir lesiones hemorrágicas y/o micro infartos en órganos como el corazón y pulmón.
Mantener una tensión arterial media de < 90 mmHg. Cuando la TAS supera 90 mmHg se debe iniciar tratamiento para la hipertensión. Dicho tratamiento consiste en reducir o discontinuar la medicación vasopresora, utilizando Beta bloqueantes IV o Propanolol o Enalapril IV.
Hipotensión: es frecuente debido a la pérdida del tono vasomotor que produce vasodilatación, por disminución de la contractibilidad miocárdica o hipovolemia absoluta o relativa. Se deberá hacer una reposición rápida y energética de la volemia, después iniciar la infusión de líquidos cristaloides y conseguir una TAM mayor a 65mmHg, con una presión venosa central (PVC) óptima entre 8-12mmHg.
El monitor del ritmo cardiaco nos ayudara a detectar posibles arritmias secundarias a hipovolemias, alternaciones de ST (frecuentemente indicador de isquemia miocárdica) e hipotermia. Comprobar signos clínicos de deshidratación, signos de pliegues cutáneos, sequedad y coloración de piel y mucosas. Durante la fase de enclavamiento, es donde el paciente está más inestable y puede llegar a sufrir una parada cardiorrespiratoria. Por ello, es importante tener monitorizado el paciente para tener controladas sus funciones fisiológicas y realizar controles de balances hídricos cada 6 h.
Paro cardíaco: sucede en el 10% de los donantes. Se debe tener preparado todo el material necesario en caso de parada y tener el desfibrilador actualizado en el carro de paradas. Se iniciarán las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica o avanzada según protocolo. Es importante saber la hora de la parada cardiaca y del inicio del RCP, para valorar la extracción de órganos en isquemia caliente.
- Glucemia
Conseguir mantener la glucemia entre 120 -150 mg/dl.
Diabetes insípida: alteración más común, producida por el déficit de la producción de la hormona antidiurética (ADH). Causa poliuria hipotónica, caracterizada por hipernatremia y osmolaridad en sangre inferior a 300 mmol/l. Esto conlleva pérdidas hídricas importantes que si no se regulan rápidamente podrían afectar a la situación hemodinámica y perder magnesio, fosfato, calcio y potasio, necesario para la estabilidad cardíaca.
Hipoglucemia: cuando la glucemia sea inferior a 75 mg/dl debe ser tratada con 20 ml de dextrosa al 50% o 40 ml al 25% controlado a los 30 min y, si es necesario, repetir la dosis.
Hiperglucemia: es frecuente, las causas más habituales están relacionadas al uso de corticoides, de soluciones glucosadas, a la administración de catecolaminas, a menor secreción de insulina por el páncreas y a resistencia periférica a la insulina. Produce una mayor pérdida de volumen debido a la diuresis osmótica que ocasiona, pudiendo producir acidosis metabólica y cetosis. Se deberá retirar las soluciones glucosadas e iniciar insulina cada 4 horas, preferiblemente por vía endovenosa, cuando la glucemia está por encima de 250 mg/dl.
En este tipo de pacientes no es recomendable la vía subcutánea, la absorción no suele ser completa, por ello se utiliza la endovenosa. Ésta provoca trastornos del equilibrio ácido –base (acidosis metabólica y cetosis) que producen deshidratación, cambios iónicos e hipovolemia.
- Temperatura
Hipotermia: la muerte encefálica produce pérdida de la regulación térmica en el donante, produciendo hipotermia, el objetivo es mantener el cuerpo entre 36-37,5ºC, por lo tanto, se recomienda monitorizar la temperatura central. Cuando la temperatura desciende hasta 32ºC aparece en el ECG la onda J de Osborn y por debajo de 30ºC se presenta la fibrilación auricular y parada cardiaca por fibrilación ventricular.
La hipotermia provoca alteraciones cardiacas, renales, de coagulación, desequilibrio electrolítico y cetosis. Estas alteraciones son reversibles con el aumento de la temperatura sobre 35ºC.
Para corregir la temperatura corporal se utilizan mantas térmicas, soluciones cristaloides hasta 41ºC, calentamiento de los humidificadores de cascada del respirador hasta 38,5ºC con el fin de conseguir mantener la temperatura corporal por encima de 35ºC.
Hipertermia: es menos frecuente, en la fase final de destrucción del centro termorregulador del hipotálamo pueden aparecer picos febriles transitorios. Se debe tratar con el uso de antitérmicos genéricos.
- Anemia
El objetivo es mantener el hematocrito por encima de 30%. Si el donante ha recibido previamente transfusiones, solicitar al banco de sangre que tengan disponibles 2 unidades de glóbulos rojos sedimentados. Si el hematocrito es menor a 30% transfundir rápidamente, se controla a los 60 min y se repite trasfusión si es menor de 30%, si persiste por debajo se debe analizar las posibles causas de pérdida o la hemolisis.
- Coagulación
El objetivo es alcanzar valores normales. La disfunción plaquetaria puede deberse al uso previo de aspirina, heparina y clopidogrel Se debe tratar cuando el recuento sea menor de 65.000/mm3, con un pack de plaquetas (5-6 unidades) y controlar a la hora. Es importante vigilar las posibles hemorragias y sangrados debido a una coagulopatía.
- Soporte respiratorio
Mantener la oxigenación tisular es un objetivo primordial para el mantenimiento del donante y la viabilidad de los órganos a trasplantar. Corregir la hiperventilación e hipoxia, la disminución del metabolismo, produce una disminución del CO2.
Monitorizar los siguientes parámetros, para mantener una adecuada ventilación de oxigenación a través de pulsioximetría /capnografía y extracción de sangre:
– Ph: 7,35-7,45
– Saturación 02: igual o > 95%
– PaO2: de 90 – 100 mmHg con FiO2 mínima
– PaCo2: 35-45 mmHg
Se aspiraran secreciones, cada 2 horas y cuando lo precise, para evitar colonización bacteriana, ya que el exceso de secreciones favorece la aparición de atelectasias y neumonías.