“Maternity blues”. Revisión bibliográfica
Autora principal: Irene Lobatón Gallardo
Vol. XVIII; nº 16; 862
«Maternity blues». Literature review
Fecha de recepción: 06/07/2023
Fecha de aceptación: 14/08/2023
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 16 Segunda quincena de Agosto de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 16; 862
Autores:
Irene Lobatón Gallardo. Graduada en Enfermería. Especialista en enfermería obstétrico-ginecológica. Zaragoza, España. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
María Castillo Lozano. Graduada en Enfermería. Especialista en enfermería obstétrico-ginecológica. Zaragoza, España. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
Declaración de buenas prácticas
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Resumen
Entre un 10 y un 80% de mujeres padece tristeza postparto. Las consecuencias derivadas de la misma hacen que sea uno de los principales factores de riesgo y un factor predictor para desarrollar un trastorno depresivo en el postparto, evidenciándose el problema de Salud Pública que supone.
Dada la gran prevalencia y el infradiagnóstico de la tristeza postparto junto a su relación como uno de los principales factores de riesgo para la depresión postparto consideramos que existen pocos programas que aborden este problema unido con falta de servicios de detección y poca preparación de profesionales
Palabras clave: Tristeza postparto, puerperio, baby blues
Abstract
Between 10 and 80% of women suffer from postpartum sadness. The consequences derived from it make it one of the main risk factors and a predictor factor for developing a depressive disorder in the postpartum period, highlighting the public health problem it represents.
Given the high prevalence and under-diagnosis of postpartum sadness and its relationship as one of the main risk factors for postpartum depression, we believe that there are few programmes that address this problem, together with a lack of detection services and little training for professionals.
Keywords: Blues maternity, puerperium, baby blues
1. Introducción
El embarazo y el puerperio es un periodo en el que se presentan numerosos cambios bioquímicos, hormonales, sociales y psicológicos, lo cual provoca un estado de mayor vulnerabilidad para la mujer en cuanto a aparición de trastornos psíquicos.
A lo largo de estas etapas, alrededor de un 80% de las mujeres sufren algún tipo de alteración psicológica, que puede ir desde alguna molestia leve y generalmente transitoria como la tristeza o el llanto, pudiendo incluir síntomas como angustia o cierta dificultad de vínculo con el recién nacido hasta situaciones más graves como inclinaciones suicidas.
2. Definiciones
- Puerperio
El primer concepto importante que debemos definir es el término puerperio. Bezares el al. (2019) del servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital de Navarra la definen en un estudio como “el período que comprende desde el final del parto hasta la aparición de la primera menstruación, donde además se desarrollan simultáneamente multitud de cambios fisiológicos en la mujer con la finalidad de retornar gradualmente al estado pregravídico y establecer la lactancia”. La mayoría de los expertos no coinciden en el momento final de la etapa de puerperio, puesto que algunos la finalizan con el inicio del primer ciclo, otro con la recuperación de la mujer a su estado anterior, hecho difícil de determinar ya que es muy subjetivo de valorar.
Por otro lado, se deben tener en cuenta las fases del puerperio y adaptarnos según la etapa donde se encuentre la mujer. Según Rojas et al. (2018) son las siguientes:
- Puerperio inmediato: las primeras 24 horas después del parto.
- Puerperio mediato: va desde el segundo al décimo día. Si no hay incidencias y el parto es vaginal, dura unas 48 Si fuera cesárea dura unos 5 días.
- Puerperio alejado: desde el día 11 hasta el día 40 después del nacimiento.
- Puerperio tardío: puede alcanzar hasta los seis meses si la madre decide mantener la lactancia de forma activa y prolongada.
En nuestros días, desde la enfermería se debe potenciar la capacidad de las madres para conseguir superar los inconvenientes del puerperio, apoyándolas en la adaptación a su nuevo rol de madre, formándolas y educándolas sobre los cambios que se producen, evitando así numerosas complicaciones.
- Tristeza postparto
Son muchos los estudios que han intentado establecer de forma específica una definición para “tristeza postparto” o “maternity blues”, Luciano et al. (2021) lo considera un trastorno del estado de ánimo con síntomas que se superponen con otro episodio depresivo, por lo que aún es necesario una diferenciación diagnóstica con un episodio depresivo establecido, como es la depresión postparto.
Una revisión sistemática sobre “Maternity Blues” la define como “un conjunto de síntomas psicosomáticos y psicológicos, que suelen afectar a las mujeres dentro de los 10-15 días posteriores al parto, no considerado como una condición patológica”. Es considerada de carácter temporal y suele recuperarse sin ningún tipo de ayuda farmacológica. Entre los síntomas que se incluyen en numerosos estudios son estado de ánimo deprimido, llanto, alteraciones en el sueño, ansiedad generalizada, irritabilidad y cambios en el apetito. Aunque no es considerada una patología dentro del postparto, sí podría ser considerada como un factor de riesgo para desarrollar depresión posparto.
Las investigaciones estadísticas actuales, como la revisión sistemática llevada a cabo por Luciano et al. (2021) indica que los trastornos de ansiedad y depresivos son los trastornos mentales más frecuentes ocurridos en el puerperio y tienen un alto impacto tanto en la madre como en el recién nacido. Además, estos síntomas depresivos y ansiosos están relacionados con una morbilidad infantil en un porcentaje del 75% de las madres con estos síntomas al inicio en el período perinatal.
Si examinamos los datos recogidos en revisiones sistemáticas y metaanálisis recientes observamos que en un 12% aproximadamente de las madres se inicia el episodio depresivo con su clínica característica durante el periodo postparto. Si estos síntomas son visibles inmediatamente después al parto, las tasas de ansiedad y síntomas depresivos son significativamente más altos.
Otros estudios australianos utilizados en esta guía se percataron que los síntomas depresivos maternos, a diferencia del maternity blues se mantienen más allá del primer año postparto, llegando en algunos casos a persistir hasta 4 años tras el parto en una de cada doce mujeres y en los 6-7 años postparto en una de cada seis mujeres. Además, también estos síntomas persistentes depresivos se asocian al suicidio materno si no son controlados y tratados.
3. Epidemiología y magnitud del problema
Las tasas de prevalencia de MB descrita se caracteriza por una alta heterogeneidad, ya que oscilan entre el 10 y 80% y varía mucho según un estudio realizado por Luciano et al. (2021). Un gran número de autores concluyen que este hecho se debe a una falta de existencia de una definición clara y no tener límites bien definidos entre la normalidad y la tristeza postparto.
En esta revisión sistemática y metaanálisis realizada por Rezaie-Keikhaie et al., (2020) para investigar la prevalencia de la tristeza postparto, se consideró esta como el trastorno psicológico más común durante las primeras semanas postparto. En esta revisión sistemática fueron incluidos 26 estudios publicados entre 1980 y 2019 con 5.667 participantes. La prevalencia de la tristeza
postparto fue del 39% (13,7%-76%). Además, se halló que la tristeza postparto fue más prevalente en los países de Europa y África que en los países asiáticos y de los Estados Unidos.
También se encontró que la tristeza postparto es más prevalente en los países que tienen ingresos bajos y medios que en los países de ingresos altos. Este hallazgo encontrado en los estudios anteriormente mencionados es significativo, ya que se ha visto que las mujeres con un estatus económico más pobre experimentaron unos niveles de depresión postparto y de tristeza postparto más elevados. Según el estudio llevado a cabo por Gerlil et al., (2021), la prevalencia de la tristeza postparto es del 29,4%. Este hallazgo, al igual que los anteriores, concuerda con los anteriores encontrados en la literatura, en los que la prevalencia de la tristeza postparto oscila entre el 10% y el 80%. Esta variabilidad de la prevalencia parece estar relacionada con la diversidad cultural en la que se está investigando la tristeza postparto y con la heterogeneidad de las herramientas utilizadas para identificar dicha condición.
4. Factores de riesgo
Actualmente no se ha descrito una causa específica para la tristeza postparto, solo se han determinado factores de riesgo para la misma, que en caso de estar presentes hacen que la mujer sea más susceptible a padecerla. A pesar de ello, existen casos en los que las mujeres presentan uno o más factores de riesgo sin que se presente dicha alteración.
En la revisión sistemática realizada por Rezaie-Keikhaie et al., (2020) se encontró que en los países menos desarrollados la prevalencia de la tristeza postparto es mayor en las madres con hijas recién nacidas. Este factor parece estar explicado por la menor importancia que se les otorga a las mujeres en estos países junto con la falta de apoyo social.
En el estudio llevado a cabo por Manurung y Setyowati (2021) se sugiere que entre los factores que influyen en la tristeza postparto se encuentran el apoyo social, cultural y económico. Mazaira (2014), describe otras causas que concuerdan con los cambios sufridos por las puérperas en un periodo corto de tiempo, como son los cambios hormonales, los cambios físicos, el dolor causado por desgarros, episiotomías o cesárea, ingurgitaciones mamarias… A lo que algunos autores añaden la ansiedad que puede provocar en algunas madres, sobre todo primerizas, el cuidado de un recién nacido sumado al cansancio y la falta de sueño.
Un artículo realizado por Luciano et al. (2021) identifican varios factores de riesgo relacionados con la tristeza postparto, descritos a continuación: antecedentes de trastornos de ansiedad anteriores al parto aumenta la probabilidad de aparición de MB debido a que los cambios relacionados con el estilo de vida impuesto por su reciente maternidad puede llevarlas a un aumento de la ansiedad y se sientan menos capacitadas a su rol materno; trastornos de ansiedad en la pareja o conflictos familiares aumenta el riesgo de aparición al sentirse más solas y menos apoyadas; relación de pareja deteriorada por el mismo motivo que el anterior; la falta de apoyo familiar constituye un indicador que influye mucho en su adaptación al rol maternal.
Un estudio reveló que las mujeres cuya pareja estaba atravesando por un trastorno depresivo tenían 4 veces más riesgo de sufrir síntomas más graves y problemas mentales en el puerperio, hecho que está poco investigado pero es enormemente influyente en la mujer.
A pesar de todos estos factores de riesgo, la revista “Psiquiatría frontal” concluye que el principal factor de riesgo de aparición de depresión es la presencia de síntomas depresivos justo tras el parto que pueden aparecer hasta 20 meses postparto. En el estudio llevado a cabo por Gerlil et al., (2021) destaca que el parto vaginal como factor protector de la aparición de la tristeza postparto. A causa de todos estos factores de riesgo, se encontró que las mujeres que sufren maternity blues tienen un riesgo 7 veces mayor de desencadenar una depresión en el primer año tras el parto.
5. Herramientas de cribado: escala de Edimburgo
Habitualmente se utiliza la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EPDS) para realizar un cribado en la evaluación del riesgo de desarrollar algún trastorno depresivo. Su autoría es de Cox, Holden y Sagowski.
Según el estudio realizado por Banasiewicz et al., (2020) en el que incluyen la investigación original, la sensibilidad de la herramienta es del 86%, la especificidad es del 78% y el coeficiente alfa de Cronbach es de 0,88. 12 Wallace et al. (2018) evalúan la escala de Edimburgo, donde determinan que es un instrumento validado ampliamente utilizado para el cribado de depresión postparto desde las primeras etapas del puerperio hasta un año después del parto. Esta escala hetero o autoadministrada incluye 10 preguntas donde la mujer debe elegir la respuesta que más se asemeje a su situación en los últimos 7 días. Es un documento público y accesible a todo el público que lo desee, además de estar probado en varias culturas para poder determinar la sensibilidad y especificidad y traducido a varios idiomas.
Se incluyen en la escala tres ítems: culparse a sí mismo innecesariamente, estado ansioso o preocupado sin una razón y miedo o pánico sin una razón justificada. Al inicio del cuestionario se le debe recomendar ser lo más honesto y abierto a la hora de responder las preguntas.
El resultado de la puntuación determina la probabilidad de sufrir depresión pero no refleja la gravedad de la misma. Para su interpretación, si la puntuación es mayor de 13 o más es indicativo de probable presencia de síntomas depresivos y si es de 10 o más indica posible 13 depresión postparto. Especial consideración a los ítems 3, 4 y 5 que se relacionan con una subescala de ansiedad. En la Guía de Práctica Clínica de atención en el Embarazo y Puerperio recomiendan la Escala de Edimburgo para la detección de mujeres con sintomatología depresiva menor o mayor tras el parto por ser la que mejor rendimiento ha demostrado para ello (calidad moderada) y por la aceptabilidad de dicha escala entre las gestantes y los profesionales sanitarios.
Además se señala que las mujeres necesitan sentirse cómodas durante el cribado y el paso de la escala, por lo que indican que lo ideal es que la escala la administre un profesional con que se tenga un vínculo establecido y sea de la confianza de la mujer.
Luciano et al. (2021) también evalúan la efectividad de la escala de Edimburgo y concluyen que si se realiza la escala inmediatamente después del parto los síntomas que más van a destacar son los síntomas ansiosos, más que los síntomas afectivos. Por ello, si se realiza en el postparto inmediato es muy útil para detectar la presencia de síntomas relacionados con la ansiedad. Diagnosticarlos a tiempo puede ayudar a actuar antes de que esto pueda interferir en el vínculo madre-hijo y en el desarrollo adecuado de la lactancia materna si se desea. En estudio realizado por Iwanowicz-Palus et al., (2021), concluye en que la Escala de Edimburgo es el instrumento recomendado para identificar los síntomas de los trastornos del estado de ánimo durante el postparto o el riesgo de padecerlos.
6. Conclusión
La gran prevalencia descrita en los estudios anteriores de la tristeza postparto refleja un auténtico problema de Salud Pública. Los numerosos factores de riesgo para padecer blues maternity o tristeza postparto hace que exista un gran abanico de diversos enfoques ante dicha situación. Sin embargo, nos encontramos con que existen pocos programas que aborden este problema, junto con el gran desconocimiento de los profesionales, falta de servicios de detección de salud mental y dado que la gran mayoría de mujeres con tristeza postparto o síntomas ansioso-depresivos no buscan ayuda, la escasa conciencia de uso de dichos servicios.
Los estudios previos muestran que la atención a los síntomas psicológicos en el postparto es tan importante como la atención física. Sin embargo, el interés de los investigadores en relación a los trastornos psicológicos durante el postparto se ha centrado principalmente en la depresión postparto, olvidando la antesala que supone la tristeza postparto como uno de los principales factores de riesgo para la depresión postparto.
7. Referencias bibliográficas
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- Gerli, , Fraternale, F., Lucarini, E., Chiaraluce, S., Tortorella, A., Bini, V., Giardina, I., Moretti, P., & Favilli, A. (2021). Obstetric and psychosocial risk factors associated with maternity blues. The Journal of Maternal-Fetal & Neonatal Medicine: The Official Journal of the European Association of Perinatal Medicine, the Federation of Asia and Oceania Perinatal Societies, the International Society of Perinatal Obstetricians, 34(8), 1227–1232. https://doi.org/10.1080/14767058.2019.1630818
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