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Propuesta de Intervención Capacitante al Médico General Integral sobre la hipoacusia del anciano

psíquico y la disminución psíquica determinada por enfermedades orgánicas del cerebro. Se suma a lo dicho las deficiencias y la limitación de métodos e instrumentos psicológicos en los que no se han tenido en cuenta las diferencias intelectuales, motivacionales y resistencia física para su uso. (22)

En el envejecimiento, considerado como el resultado de una serie de cambios morfológicos, fisiológicos y psicológicos que el factor tiempo introduce en el ser vivo, se significan dentro del envejecimiento psicológico; situaciones especialmente críticas como: cambios negativos de la autoimagen, la autoestima, las pérdidas, el desempeño de roles y sentimientos de la soledad.

Dichos procesos y su manifestación se corresponden cualitativamente con un envejecimiento normal y patológico. Se pueden diferenciar claramente el envejecimiento normal y el envejecimiento patológico según características biológicas, psicológicas y sociales:

Envejecimiento normal:

Biológicas:

• Sincronismo en el envejecimiento de los órganos.

• Procesos morbosos diagnosticados con tratamientos.

• Hospitalización no frecuente.

Psicológicas:

• Desintegración de algunos procesos psíquicos que pueden ser compensados.

• Buen afrontamiento al estrés.

• Autovaloración positiva.

• Sentido de la vida optimista

Sociales:

• Sustitución o evolución de roles.

• Apoyo social.

• Posibilidades de autonomía

• Contactos sociales.

• Independencia y autogestión productiva.

• Discrepancias intergeneracionales no destructivas

Envejecimiento Patológico:

Biológicas:

• Envejecimiento prematuro de órganos.

• Descompensación de alguna enfermedad.

• Crisis agudas frecuentes.

• Hospitalización frecuente.

Psicológicas:

• Pérdida progresiva e irreversible de procesos psíquicos.

• Mal afrontamiento de estrés.

• Autoevaluación negativa.

• Sentido de la vida pesimista.

• Sentimiento de soledad y abandono.

Sociales:

• Pérdida total de roles sin posibilidad de sustitución.

• Ausencia de apoyo social.

• Dependencia

• Inactividad, aislamiento.

• Conflicto intergeneracional.

• Ausencia de contactos familiares y de amigos.

La satisfacción del anciano por la vida va a estar determinada por su actividad

y sus relaciones afectivas.

La dimensión psicológica del estrés determinada por la percepción de amenaza

o reto, así como por la vulnerabilidad y capacidad de afrontamiento de la persona de la tercera edad, obliga a estudiarlo de una forma bien diferenciada; se debe tener en cuenta las características de la personalidad de cada anciano, conjuntamente con el grado de repercusión biológica expresado en diferentes sistemas y enfermedades.

Neugarten (1988) sustenta que la personalidad es continua, por lo que un anciano no difiere mucho de lo que en su adultez y refiere que los cambios se realizan más en lo interno que en lo externo. La teoría de la continuidad afirma la conveniencia de una continuidad en el ciclo vital que evite cortes y rupturas. Allport concebía el desarrollo de la personalidad como un proceso continuo de diferenciación; advertía que la personalidad del anciano se caracteriza por una complejidad o diferenciación explicada a partir de mayor experiencia y mejor dominio de sus impulsos.

Según Bromley (1974), la personalidad en la tercera edad es continuidad de la adultez tardía, significando además los cambios en relación con el aumento de la edad, las enfermedades y los cambios sociales y culturales. (41)

Dadas las características psicológicas de la tercera edad y teniendo en cuenta que la respuesta exitosa al estrés depende de funciones que se encuentran en mayor o menor medida afectadas en el anciano, nos inclinamos a pensar que ele afrontamiento al estrés difiere de lo que conocemos como respuesta entre los adultos. El comportamiento efectivo de afrontamiento al estrés debe estar dirigido a la búsqueda de alternativas para dar solución al problema. En el anciano, la búsqueda activa de ayuda de otras personas tropieza con el inconveniente de que las mismas no existen porque murieron, o con las que cuenta no son de la generación del anciano, aunque sea su propia familia, por tanto el estrés y su afrontamiento adquiere gran relevancia no solo ante los problemas de salud enfermedad; y sobre todo en las enfermedades crónicas no trasmisibles, en las que desempeña un papel muy importante en el curso y evolución de la misma.

La exploración de la realidad, como actividad consecuente en la búsqueda de soluciones se dificulta ante la merma neuropsíquica que caracteriza la etapa de la vejez; la búsqueda de soluciones certeras agotará las energías del anciano a veces antes que la posibilidad de hacer frente con éxito a las situaciones que se le presenten. En el mantenimiento del control, debemos tener en cuenta las alteraciones de la afectividad que con frecuencia aparecen al mismo tiempo que la pérdida de la autoestima y de la confianza en sí mismo. A pesar de todo esto, la mayoría de los ancianos viven se adaptan y afrontan situaciones a veces mejor que personas más jóvenes. La experiencia vivida, las múltiples situaciones afrontadas y las posibilidades no conocidas de desarrollo en los ancianos, pudieran explicarlo. (31)

El envejecimiento como fenómeno natural y fisiológico está determinado por programación genética y se expresa a mayor o menor velocidad en dependencia de las condiciones socio-ambientales y el estilo de vida donde nos desarrollamos. El envejecimiento psicológico se expresa en el paso del tiempo sobre las diferentes funciones psíquicas, las formas en que percibimos la realidad, relaciones