Método Madre Canguro y Lactancia Materna en Neonatos Vulnerables
Autora principal: Araceli Miquelajauregui Espinosa
Vol. XIX; nº 7; 183
Kangaroo Mother Method and Breastfeeding in Vulnerable Neonates
Fecha de recepción: 25/02/2024
Fecha de aceptación: 01/04/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 7 Primera quincena de Abril de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 7; 183
Autores:
- Araceli Miquelajauregui Espinosa – Hospital de La Línea de la Concepción, La Línea de la Concepción. España.
- Carmen María Hachero Rodríguez – Hospital San Juan de la Cruz, Úbeda. España.
- Elena Armijo Navarro – Complejo Hospitalario de Jaén, Jaén. España.
- Lidia Del Pozo Álvarez – Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa, Arrecife. España.
Centro de trabajo actual: Hospital de La Línea de la Concepción – La Línea de la Concepción, Cádiz (España).
Resumen: El Método Madre Canguro (MMC) constituye una estrategia de atención para neonatos con bajo peso al nacer y/o prematuridad, basada en el contacto piel con piel entre la madre y el bebé, incorporando cuidados en alimentación, estimulación y protección. Este método se aplica principalmente en neonatos estables, capaces de respirar por sí mismos y sin enfermedades graves.
La posición canguro ideal debe mantenerse de forma continua, prolongada y duradera. Es crucial iniciar gradualmente los cuidados del MMC, permitiendo la adaptación del recién nacido. Las sesiones no deben ser menores a 120 minutos para maximizar los beneficios y superar las dificultades. Cuando el neonato se alimenta adecuadamente, gana peso y mantiene una temperatura estable durante el MMC, puede continuar los cuidados en el hogar.
La leche humana es el alimento de elección en niños pretérmino y de bajo peso, ya que proporciona inmunoglobulinas, presenta mayor biodisponibilidad de sustancias y contiene enzimas, hormonas y factores de crecimiento. Además, ofrece protección contra la enterocolitis necrosante y las infecciones nosocomiales. La adaptación de la leche materna a las circunstancias del neonato y su capacidad para ajustarse a la edad gestacional resaltan la importancia de este enfoque integral en el cuidado de neonatos vulnerables.
Palabras clave: método madre canguro, lactancia materna, neonato, prematuro.
Abstract: The Kangaroo Mother Method (KMC) constitutes a care strategy for neonates with low birth weight and/or prematurity, based on skin-to-skin contact between mother and baby, incorporating care in feeding, stimulation and protection. This method is mainly applied in stable neonates, capable of breathing on their own and without serious illnesses.
The ideal kangaroo position should be maintained continuously, for a long time and for a long time. It is crucial to gradually begin KMC care, allowing the newborn to adapt. Sessions should not be less than 120 minutes to maximize benefits and overcome difficulties. When the neonate is fed adequately, gains weight, and maintains a stable temperature during KMC, home care can continue.
Human milk is the food of choice for preterm and low-weight children, since it provides immunoglobulins, has greater bioavailability of substances and contains enzymes, hormones and growth factors. In addition, it offers protection against necrotizing enterocolitis and nosocomial infections. The adaptation of breast milk to the circumstances of the neonate and its ability to adjust to gestational age highlight the importance of this comprehensive approach in the care of vulnerable neonates.
Keywords: kangaroo mother method, breastfeeding, neonate, premature.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.
- Trayectoria temporal: el desarrollo del Método Madre Canguro.
En 1973, en Bogotá, los pioneros en emplear esta técnica fueron los doctores Rey y Martínez. Se ideó como sustituto ante las limitaciones en recursos y equipamiento de incubadoras, con el propósito de atender a los Recién Nacidos (RN) que habían superado la etapa crítica y simplemente requerían alimentación y crecimiento[1 – 9].
El nombre de esta técnica proviene de su similitud con el desarrollo extrauterino de los canguros neonatos y otros marsupiales, quienes, al salir del útero, completan su desarrollo aferrándose a las glándulas mamarias dentro de la bolsa marsupial de la madre[6, 7].
A lo largo de su aplicación e investigación, se ha constatado el impacto positivo del Método Madre Canguro (MMC) en el control de la temperatura, la promoción de la Lactancia Materna (LM) y el fomento de vínculos afectivos y neuroconductuales en todos los RN, sin importar su entorno, peso, edad gestacional o situación clínica[3, 5 – 9].
- Introducción.
El MMC constituye una estrategia para atender a neonatos con bajo peso al nacer y/o prematuridad, basada en el Contacto Piel con Piel (CPP) entre la madre y el bebé, junto con cuidados en alimentación, estimulación y protección[1 – 3, 5 – 10]. Cabe destacar que el CPP también puede ser proporcionado por el padre u otro adulto[1, 3, 7 – 10].
El MMC aborda de manera efectiva las necesidades de los neonatos en términos de calor, alimentación y LM, protección contra infecciones, estimulación, seguridad y afecto. En ciertos casos, su eficacia se equipara o incluso supera a los cuidados convencionales (incubadoras o radiadores de calor), al analizarlos en términos de mortalidad y morbilidad. Además, reduce significativamente la estancia hospitalaria y los costes asociados al cuidado de neonatos con bajo peso al nacer. Se recomienda especialmente para neonatos estables, es decir, aquellos capaces de respirar por sí mismos y que no presentan enfermedades graves[2 – 10]. La posición canguro óptima debe ser:
- Ininterrumpida y continua: con el menor número de pausas posibles.
- Extendida y prolongada: preferiblemente durante 24 horas al día y nunca menos de dos horas seguidas.
- Sostenida y duradera: durante el tiempo que el bebé lo requiera[3 – 9].
El MMC aboga por un CPP continuo, aunque se reconoce que esto podría no ser factible en todos los contextos o circunstancias. Se acepta la viabilidad de un CPP intermitente, siempre y cuando se brinden los cuidados apropiados a los RN prematuros y con bajo peso durante los períodos en que están separados de sus madres. La duración de estos cuidados fortalece la posible relación directa y causal entre el MMC y los beneficios obtenidos[1, 3, 8, 10].
- Ventajas del Método Madre Canguro.
Los cuidados del MMC ofrecen apoyo tanto para los RN como para sus progenitores, brindando una serie de beneficios notables:
- Reproduce el entorno uterino al permitir que el RN escuche los latidos del corazón y sienta la respiración de su madre[5, 7, 8].
- Mejora la LM, facilitando el acceso al pecho y estimulando la producción de leche[2, 3, 5 – 9].
- Estabiliza el ritmo cardíaco y respiratorio, reduciendo las necesidades de oxígeno y los episodios de apneas[1 – 5, 7 – 10].
- Acelera la adaptación metabólica[2, 3, 5, 9, 10].
- Fortalece la estimulación inmunológica, disminuyendo el riesgo de infecciones, incluyendo las infecciones nosocomiales[2, 5 – 9].
- Regula la temperatura corporal al establecer sincronía térmica entre la madre y su bebé, siendo la posición en el pecho materno eficaz para conservar el calor[2, 3, 5, 7 – 10].
- Reduce los episodios de llanto e irritabilidad del RN[3 – 5, 8 – 10].
- Mejora el crecimiento y la ganancia de peso al fomentar la relajación, permitiendo que las energías del RN se enfoquen en el crecimiento[2, 3, 5 – 9].
- Disminuye el tiempo de hospitalización[2, 3, 5, 7, 8].
- Ofrece protección contra la sobreestimulación ambiental (luz, ruidos, actividad, etc.)[3, 5, 7].
- Mejora los estados conductuales durante el primer año de vida[3, 7 – 9].
- Proporciona períodos más prolongados de descanso y sueño[1 – 3, 5, 8 – 10].
- Facilita la participación activa de los padres en la recuperación de su bebé, construyendo la confianza y competencia parental[1 – 10].
- Requisitos y criterios del Método Madre Canguro.
Para llevar a cabo el MMC de manera segura, es esencial cumplir con una serie de requisitos:
- Requisitos de los padres. Todas las madres y los padres pueden optar por realizar el MMC siempre que lo deseen. Es fundamental que estén disponibles, ya que la duración de estos cuidados influye en la obtención de mayores beneficios. Además, la madre debe gozar de buena salud y haberse recuperado completamente del parto; de lo contrario, los cuidados pueden ser iniciados por el padre. Finalmente, la madre debe contar con apoyo familiar para realizar las tareas domésticas mientras practica el MMC[2 – 4, 10].
- Requisitos del RN. El único requisito es que el neonato sea prematuro o de bajo peso y esté hemodinámicamente estable, incluso si necesita oxigenación[3, 8, 10].
- Ropa y piel. La madre debe vestir ropa amplia y cómoda[3 – 5, 7]. Si la temperatura oscila entre 22-24ºC, el RN no debe llevar ropa; en cambio, si la temperatura es menor a 22ºC se le debe colocar una camiseta de algodón abierta por el pecho. Posteriormente, la madre se debe cubrir con la ropa habitual[3].
- Las habitaciones deben contar con camas y sillas cómodas, además de cortinas para preservar la intimidad. La temperatura de la sala debe mantenerse alrededor de los 22-24ºC[2, 3, 10].
- Técnica del Método Madre Canguro.
El MMC puede ser aplicado a la gran mayoría de los neonatos pequeños. Si un neonato presenta enfermedades graves o requiere tratamientos especiales, la implementación continua del MMC se pospone hasta que se recupere. Sin embargo, el MMC intermitente puede iniciarse durante la fase de recuperación, incluso si el bebé necesita tratamiento médico, como medicamentos intravenosos u oxígeno a baja concentración. Es crucial que el estado del neonato sea estable para llevar a cabo el MMC de manera continua[3, 5, 7]. En España, el MMC se emplea comúnmente en prematuros hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN) durante su período de recuperación[1 – 3, 8, 9].
- Posición.
El bebé se sitúa en posición vertical entre los pechos de la madre, en contacto directo con ella o con el padre. El bebé está desnudo, siendo opcional el uso de gorro, calcetines y pañal. Comúnmente se utiliza una faja como sistema de sujeción, debido a que proporcionar una mayor movilidad materna. La cabeza del bebé está ligeramente girada y extendida para mantener las vías respiratorias abiertas y facilitar el contacto visual madre-hijo. El RN adopta una posición similar a la de una rana, con caderas y brazos flexionados y piernas extendidas[1, 3, 5, 7, 8, 10].
La faja se ajusta firmemente para prevenir que el bebé se desplace al levantarse la madre. La sección más ajustada de la faja se sitúa sobre el tórax del bebé, evitando la compresión del abdomen y dejándolo a la altura del epigastrio materno. Este enfoque garantiza que el bebé tenga el espacio necesario para la respiración abdominal. Además, la respiración materna estimula la de su hijo[3].
- Duración.
El MMC se mantiene siempre que sea bien tolerado por la madre y el bebé, ya sea en el entorno hospitalario o en el hogar. Generalmente, la tolerancia se ve reducida al alcanzar el período normal de gestación (cuando cumple las 40 semanas de edad gestacional) o cuando pesa 2.500 gramos. En este punto, el MMC deja de ser necesario, ya que el bebé manifiesta incomodidad, llanto o molestias al ser colocado en CPP. Ante esta situación, se abandona de manera progresiva y gradual el MMC[3, 4, 9].
Es crucial iniciar los cuidados del MMC de manera progresiva para permitir la adaptación del RN. Sin embargo, se desaconseja que la duración de las sesiones sea inferior a 120 minutos siempre que sea posible, para que los beneficios superen las posibles dificultades experimentadas por el neonato durante el traslado de la incubadora a la madre y la subsiguiente estabilización[1 – 3, 5, 7, 10].
- Vigilancia del estado del neonato.
- En el MMC, la temperatura normal de un neonato oscila entre 36,5-37ºC. La hipotermia es poco común en niños sometidos a MMC, por lo que la toma de temperatura es menos frecuente que en aquellos sin estos cuidados. Al inicio del MMC, se registra la temperatura cada 6 horas hasta que se estabiliza, durante al menos 3 días consecutivos. Después, se realiza la medición dos veces al día. Si la temperatura desciende por debajo de 36,5ºC, se procede a calentar al bebé de inmediato. Después de una hora, se vuelve a medir la temperatura y se continúa calentando al RN hasta que alcance valores normales. Es esencial identificar la causa de la hipotermia, ya sea el entorno frío, el baño u otros factores ambientes[3].
- Respiración y bienestar. La frecuencia respiratoria de un neonato prematuro y/o con bajo peso al nacer oscila entre 30-60 respiraciones por minuto, alternando la respiración con períodos de apnea. Las apneas son más comunes y prolongadas cuando el neonato es más prematuro o de menor tamaño. A medida que se acerca al plazo normal de su nacimiento, las apneas se vuelven menos frecuentes y el ritmo respiratorio se regula[3]. Algunos estudios indican que el CPP en prematuros contribuye a regular el ritmo respiratorio y disminuye los episodios de apnea[3 – 5, 7 – 9].
- Es necesario pesar diariamente a los neonatos pequeños para evaluar adecuadamente su ingesta y crecimiento. Los RN pueden perder hasta el 10% de su peso al nacimiento, recuperándolo gradualmente a los 7-14 días. Posteriormente, experimentan un aumento de peso lento al principio y de manera más rápida después[3].
- Adaptación exitosa al Método Madre Canguro.
Los indicios y las manifestaciones que señalan una adecuada adaptación del neonato vulnerable al MMC incluyen:
- Aumento de peso con LM exclusiva, ya sea en incubadora o en cuna.
- Habilidad del neonato para lactar correctamente del seno materno.
- La madre dispone de los conocimientos necesarios para saber alimentarlo correctamente.
- La madre es capaz de cumplir y seguir los pasos para realizar el MMC de manera correcta y segura[4].
- Alta hospitalaria.
Cuando el neonato se alimenta adecuadamente, experimenta un aumento de peso y mantiene una temperatura corporal estable durante el MMC puede ser dado de alta y regresar a su domicilio. En la mayoría de los casos, el neonato continúa siendo prematuro al momento del alta hospitalaria, por lo que es crucial llevar a cabo un seguimiento a cargo de un profesional sanitario capacitado. Las visitas al principio son diarias y, posteriormente, se realizan de manera semanal y mensual[3, 4, 9].
- Lactancia materna y Método Madre Canguro.
Aunque el parto se produzca antes de tiempo o el RN sea de bajo peso, la leche materna se adapta a esta situación y cubre sus necesidades[3-5]. La leche humana es el alimento de elección en niños pretérmino y de bajo peso, ya que proporciona inmunoglobulinas, presenta mayor biodisponibilidad de sustancias y contiene enzimas, hormonas y factores de crecimiento. Además, ofrece protección contra la enterocolitis necrosante y las infecciones nosocomiales[4, 5, 8]. La leche humana se ajusta a la edad gestacional y es el tipo de alimento prioritario debido a sus características biológicas inherentes[3, 4].
Cuando los neonatos nacen antes de la semana 30-32 de gestación, a menudo requieren de una sonda nasogástrica para ser alimentados. En estas situaciones, la leche utilizada puede ser la extraída por la madre. La alimentación por sonda puede llevarse a cabo cuando el bebé está en MMC, estimulando el reflejo de succión con una tetina, el dedo o el propio pezón[2 – 4, 7].
Entre la semana 30-32, los neonatos suelen continuar siendo alimentados principalmente mediante sonda nasogástrica, aunque también puede utilizarse una tasa o jeringa[3-5]. A medida que la alimentación con tasa mejora, se reduce gradualmente la dependencia de la sonda nasogástrica. Es importante señalar que esta forma de alimentación no puede llevarse a cabo mientras el neonato está en MMC[3].
Aproximadamente a la semana 32, empiezan a manifestar los reflejos de búsqueda del pezón e, incluso, mama un poco mientras se realiza el MMC[3, 4]. Es común que, durante la toma, el neonato haga interrupciones prolongadas. En estos casos, se recomienda dejar al RN en la misma posición para que pueda volver a succionar cuando lo desee. Se debe continuar la alimentación con tasa hasta que succione el pecho de manera adecuada y se tenga la certeza de que se alimenta por completo.
A partir de la semana 34-36, la alimentación generalmente se logra exclusivamente mediante la succión del pecho durante el MMC[3]. Las tomas suelen ser prolongadas e incompletas, ya que los neonatos se fatigan y se duermen[2]. La suplementación con tasa puede ser necesaria en ciertos momentos[2, 3].
Durante el inicio de la LM en el MMC, las madres requieren de grandes dosis de ánimo y apoyo, tanto para iniciar como para mantener la lactancia. En ciertas situaciones, como en el caso de madres primíparas y adolescentes, necesitan aún más apoyo, asistencia y estímulo que el resto de madres[3, 7, 9].
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