son susceptibles a las concentraciones de anfotericina B y que podrían obtenerse en el suero. La griseofulvina es ligeramente menos activa in vitro y ha sido útil en los pocos casos en que se ha utilizado. A partir de la limitada experiencia clínica parece que el miconazol merecería ser probado. (13)
La escisión o el desbridamiento no suele ser eficaz mientras que las medidas radicales, tales como la amputación, han tenido más éxito. (13)
Prevención del micetoma
El uso más extendido de zapatos o de otras prendas protectoras, lógicamente parece constituir una importante medida profiláctica en las regiones en que la enfermedad es frecuente. (13)
No se ha demostrado que el control de los microorganismos causativos en el suelo sea útil ni posible. Por otro lado, dado que el micetoma puede ser provocado por una extensa diversidad de microorganismos, el desarrollo de vacunas no estaría justificado, incluso aunque fuera posible. (13)
Conclusiones
La maduromicosis o micetoma es una enfermedad crónica de evolución lenta y progresiva, comúnmente se asocia a pequeños traumatismos donde el material contaminado proveniente del suelo se pone en contacto directo con la piel.
Predomina en hombres, especialmente en campesinos.
El diagnóstico se evidencia por la aparición de la propia lesión. Sin embrago, el diagnóstico etiológico suele establecerse normalmente por detección de gránulos en secciones de tejido no coloreado o en una extensión de pus.
Las principales actividades de prevención están encaminadas al uso extendido de zapatos o de otras prendas protectoras, lógicamente parece constituir una importante medida profiláctica en las regiones en las que la enfermedad es frecuente.
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