relacionados a la generación de tejidos (Montpoint y Guilhou, 1991). El ácido araquidónico (ARA) puede obtenerse del ácido linolénico (GLA), si esto no ocurre ya sea debido a la incapacidad para la conversión o porque hay una deficiencia en ácido linolénico (GLA), puede considerarse un ácido graso esencial.
Los ácidos docosahexanoico (DHA) y eicosapentanoico (EPA) muestran una capacidad de disminuir problemas asociados con accidentes cardiovasculares, artritis e hipotensión. Además juegan un rol importante en el mantenimiento en los niveles normales de triglicéridos y colesterol HDL, como antiagregante plaquetario y vasodilatador endotelial así como su acción quimiostática sobre neutrófilos (Hu et al., 2002). Por otra parte, el ácido docosahexanoico (DHA) es importante en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso y facilita el crecimiento normal. Aunque es pobremente sintetizada, está presente en la leche materna, por lo que recién nacidos alimentados con leche artificial, se les debe proporcional ω-3 ácido docosahexanoico (DHA) como aditivo alimenticio (Carvalho y Malcata, 2001).
Muchas especies de microalgas producen altas cantidades de lípidos, algunos producen cadenas largas ácidos grasos ω-3 y ω-6 como ácido araquidónico (ARA), ácido docosahexanoico (DHA), ácido eicosapentanoico (EPA), ácido linolénico (GLA), algunos ejemplos son Arthrospira platensis, Isochrysis galbana, Odontella y Porphyridium cruentum. Francisco et al. (2009) muestra un perfil cromatográfico de ácidos grasos para diversas cepas de microalgas donde Aphanothece microscopica Nägeli, Chlorella vulgaris y Scenedesmus obliquus arrojando porcentajes de ácidos grasos poliinsaturados de 14,85; 31,55 y 16.09 respectivamente.
Microalgas del género Phaeodactylum y Pavlova lutheri son particularmente ricas en ácido eicosapentanoico (EPA) (20:5 ω-3); por otra parte P. lutheri presenta altas cantidades de ácido docosahexanoico (DHA) (22:6 ω-3). Guedes (2010) observó que P. lutheri presentó el mayor contenido en ácidos grasos poliinsaturados entre todas las microalgas evaluadas por ella. A. platensis acumula grandes cantidades de ácido linolénico (GLA), un ácido graso ω-6
Los esteroles presentes en microalgas pueden tener algunos beneficios para la salud humana, como propiedades hipocolesterolemiantes de fitosteroles ya demostrado por Devaraj et al. (2004), y aceptado por organismos internacionales (Bureau of Nutritional Sciences-Health Canada, 2010).
Efecto antioxidante
Cianobacterias del género Spirulina son ampliamente utilizados como protectores antioxidantes en diversos modelos toxicológicos, debido a su alto contenido de compuestos como β-caroteno, vitaminas, ácidos grasos poliinsaturados ω-3 y ω-6 y ficobiliproteínas que son pigmentos fotosintéticos siendo la ficocianina el principal de ellos (Sharma et al., 2007).
La ficobiliproteína está compuesta por una parte de proteína y una parte cromófora (unida por enlaces covalente) llamado ficobilina. La ficocianina de Arthrospira y ficoeritrina de Porphyridium son dos de las ficobiliproteínas más conocidas. Ellas pueden ser utilizadas en ensayos de inmunofluorescencia (Perez-Garcia et al., 2011). Su uso es altamente beneficioso e inocuo, se ha demostrado que Spirulina maxima y Pseudanabaena tenuis poseen efectos antioxidantes y anti-inflamatorios en diferentes modelos que generan estrés oxidativo y daño celular (Gallardo-Casas et al., 2011). Debido a su estabilidad, la ficocianina también es utilizada en formulaciones cosméticas y colorantes alimenticios. La abundante fuente de antioxidantes que poseen las cianobacterias, las hace candidatas para su uso en los procesos biológicos, especialmente en el envejecimiento, así como en los cambios degenerativos de los diferentes órganos (Datla, 2011).
Por su parte Cano et al. (2012) han utilizado Chlamydomonas gloeopara, por sus efectos contra el estrés oxidativo y el daño renal provocados por la intoxicación con mercurio. En estos experimentos, se encontró que el tratamiento con HgCl2 provoca atrofia celular, núcleos hipercromáticos y edema renal. Mientras que estas alteraciones histológicas mejoraron parcialmente en los grupos tratados con Chlamydomonas gloeopara, ya que en éstos disminuye la peroxidación lipídica y las especies reactivas del oxígeno. De la misma manera Blas-Valdivia et al. (2011) demostraron que Chlorella vulgaris previene también el estrés oxidativo y el daño celular renal de ratones expuestos a intoxicación con HgCl2.
Su propuesto es que los carotenos de Chlorella vulgaris juegan un papel importante en la prevención del daño provocado por HgCl2.
Los carotenos tienen un amplio espectro de efectos farmacológicos. La inhibición de la peroxidación lipídica puede deberse a la eliminación de los radicales libres por estos compuestos. β-caroteno es el más común de los carotenos producido por la microalga halotolerante Dunaliella salina que puede generar hasta un 10% de su peso seco como β-caroteno, mientras que astaxantina, un cetocarotenoide que es un componente alimenticio natural, es uno de los principales pigmentos presentes en Haematococcus pluvialis se acumula de 2% a 3% del peso seco y constituye el 85% a 88% de los carotenoides totales. Es el pigmento principal de salmones y camarones. La astaxantina tiene una mayor actividad antioxidante que la luteína, el licopeno, el α o β-caroteno y el α-tocoferol. La astaxantina tiene de 10 a 100 veces más actividad antioxidante que la vitamina E y el β-caroteno (Guerin et al., 2003). β-caroteno tiene una de las más altas actividades pro-vitamina A, siendo esta vitamina esencial para la visión y para funciones propias del sistema inmune (Raposo et al., 2013).
Actividad antitumoral
Muchos estudios han demostrado un bajo poder antioxidante que prevalece en el microambiente de células tumorales en órganos humanos como pulmón, hígado, páncreas y estómago. Por esta razón, compuestos bioactivos con capacidad antioxidante pudieran ayudar a controlar o inhibir procesos carcinogénicos (Sheih et al., 2010).
Los carotenoides poseen propiedades antitumorales. Cuando se usa de forma sinérgica con agentes quimioterapéuticos como 5-fluorouracil, estos metabolitos facilitan la remoción completa en cáncer colorrectal (Chinery et al., 1997). Por esto, los carotenoides se proponen como agentes activos con un potencial de prevención y tratamientos de cáncer asociadas con especies reactivas del oxígeno las cuales se comportan como inductores importantes tanto de la lesión tisular como del daño en el ADN celular, por lo que desempeñan un papel