- que saltara continuamente tocando sus nalgas con sus tacones en cada salto con el fin de inducir el aborto. (
13)
- Otros escritos le atribuyen la descripción de instrumentos para dilatar el cérvix y realizar curetaje dentro del útero.
- Ginecología de Soranus: Soranus, un médico griego del siglo II, recomendaba el aborto en los casos que implicaban complicaciones de salud así como inmadurez emocional y proporcionó sugerencias detalladas en su trabajo “Ginecología”. Coincide con lo descrito en el Juramento Hipocrático. También ofreció numerosas recetas para baños de hierbas, friegas, y pesarios. (14-16)
- Abortivos naturales: En De Materia Medica Libri Quinque, el farmacéutico griego Discorides enumeró los ingredientes de un bebedizo llamado “vino abortivo”: eléboro, trozos de pepino y escamonea; pero falló en proporcionar la forma precisa en que debía ser preparado. Eléboro en particular es un abortivo. Huancahuisacha, una hierba usada para facilitar el parto, también se empleó para inducir el aborto. Galeno lo incluyó en la fórmula de una poción en el Antidotis, mientras que Discorides proclamó que podría ser administrada vía oral, o en forma de pesario vaginal conteniendo también pimienta y mirra. (17)
- Textos religiosos: Tertullian, un teólogo cristiano del siglo II y III, también describió utensilios que fueron usados en un procedimiento similar a la moderna dilatación y evacuación. Una de las herramientas tenía una estructura o armazón flexible y fácilmente ajustable que se usaba para la dilatación; una paleta u hoja anular para el curetaje y un gancho romo usado para la extracción. Otro instrumento fue una aguja de cobre. Tertullian atribuyó la propiedad de tales elementos a Hipócrates, Asclepiades, Erasistratus, Herophilus y Soranus. (18) San Agustín, en Enchiridion, hace una breve mención de procedimientos quirúrgicos que se estaban llevando a cabo para sacar los fetos que habían expirado dentro del útero. (19) Aulas Cornelius Celsus, un erudito romano del siglo I, ofrece un informe extremadamente detallado sobre un procedimiento para extraer un óbito fetal en su único trabajo que ha sobrevivido, De Medicina. (20) En el Libro 9 de Refutación de todas las Herejías, Hippolytus de Roma, otro teólogo cristiano del siglo III, escribió sobre mujeres atándose fuertemente así mismas alrededor del abdomen para expulsar el producto de la concepción. (21)
Del siglo V al siglo XVI:
Un texto sánscrito del siglo VIII incita a mujeres que desean inducir el aborto a sentarse sobre un pote de cebollas guisadas o al vapor. (22)
La técnica del “aborto masaje” a través de la aplicación de presión sobre el abdomen de una embarazada ha sido practicada en el sudeste asiático durante siglos. Uno de los relieves que decoran el templo de Angkor Wat en Camboya, datado alrededor de 1150, representa a un demonio que realiza el aborto a una mujer que ha sido enviada al inframundo. Se cree que es la representación conocida más antigua del aborto. (23)
Documentos japoneses muestran registros de abortos inducidos de hasta el siglo XII. La práctica del aborto fue mucho más prevalente durante el período Edo, especialmente entre la clase de campesinos, que fue la más duramente golpeada por las hambres recurrentes y los altos impuestos. (24)
Los medios físicos para interrumpir la gestación, tales como el ejercicio o apretarse la faja (cintas especiales que a veces se llevaban en el embarazo para apoyar el vientre), fueron relatados entre mujeres inglesas ya en el inicio del período moderno. (25)
Preparaciones botánicas ideadas para ser abortivas fueron comunes en la literatura clásica y en la medicina popular. Tales remedios populares, sin embargo, variaban en eficacia y no estaban exentos de riesgos y efectos adversos. Algunas de las hierbas usadas a veces eran venenosas.
Una lista de plantas que causan aborto fue proporcionada en De viribus herbarum, un herbario del siglo XI escrito en forma de poema, y cuya autoría es incorrectamente atribuida a Aemilius Macer. Entre ellas están la ruda, la nébeda italiana, la summer savory, el sage, el soapwort saponaria olivana, las paragüitas, el eléboro blanco y negro y el poleo. (26)
El King´s American Dispensatory de 1898 recomendaba una mezcla de levadura de cerveza y té de poleo como un abortivo seguro y certero. Más recientemente, dos mujeres habían muerto en E.E.U.U. como resultado de los abortos practicados con poleo, uno en 1978 mediado por el consumo de su aceite esencial, y otro en 1994 a través del consumo de un té conteniendo en su extracto.
Otra mezcla, no abortiva sino más bien dirigida a resolver abortos espontáneos, contenía ditanny, hisopo y agua caliente. (27)
En la medicina alemana popular había también un té abortivo que incluía mejorana, tomillo, perejil y lavanda. Otros preparados de origen indeterminado incluían hormigas aplastadas, saliva de los camellos y pelos de la cola del ciervo negro disueltos en la grasa del oso. (28)
Del siglo XVII al presente:
Maôri, que vivía en Nueva Zelanda durante la época de la colonización, interrumpía embarazos usando drogas inductoras de aborto, métodos ceremoniales y rodeando el abdomen con un cinturón restrictivo. (29)
Varios métodos de aborto fueron documentados regionalmente en el siglo XIX y principios del siglo XX. Un informe publicado en 1870 sobre los servicios de aborto fue encontrado en Siracusa, Nueva York, concluyendo que el método practicado más a menudo allí durante ese tiempo fue el lavado de cavidad