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Moxibustión: Una alternativa de tratamiento del Síndrome de dolor miofacial

Grupo Estudio: Pacientes tratados con Moxibustión: Se utilizó tabaco de Moxa de manufactura industrial aplicado de forma indirecta. Se prende fuego en el extremo de un cigarro de Moxa de 1.5 cm. a 2 centímetros de diámetro y de 15 – 20 centímetros de largo. Se aproxima a la zona afectada primero a los puntos específicos y luego a la región de la Articulación Temporomandibular y los puntos a distancia, guardando de 1 a 3 centímetro aproximadamente entre la Moxa y la piel. (6)

. Estos son puntos:

a) Locales:

– Puntos de meridiano Yang de estómago: E (3, 4, 6, 7).

– Puntos auriculares Shen Men, Riñón, Mandíbula, Ansiolítico.

b)A distancia: E 44. Ig 4. VG 20.

La ubicación de los pacientes en uno u otro grupo fue realizada al azar y distribuidos de forma equitativa.

Resultados.

En lo obtenido en la tabla I de los 82 pacientes con dolor 51 fueron de tipo moderado para un (56.8 %) en el grupo estudio y 22 en el grupo control para un (43.1 %), En la categoría de severo agrupamos 9 enfermos y de estos solamente 3 en el grupo estudio para un (33.3 %). Como particularidad estos pacientes presentaron mayor tiempo de evolución con los síntomas sin acudir al facultativo posible causa de la intensificación del dolor.

TABLA I: Distribución de los grupos estudio y control, según el grado de dolor referido en la primera consulta.

Ver: Anexos – Moxibustión. Una alternativa de tratamiento del Síndrome de dolor miofacial, al final del artículo

Fuente: Ficha de vaciamiento

En la tabla II se muestra que el grupo de edades de 50 a 59 y el de 60 a 69 años fue el que más casos aporto con 21 y 16 respectivamente y en estos mismos grupos el esquema de tratamiento alternativo es decir la aplicación de moxiterapia, agrupo la mayor cantidad de atendidos 10 para el primer grupo y 11 para el segundo.

TABLA II: Distribución de pacientes por grupos de edades según esquema de tratamiento impuesto.

Ver: Anexos – Moxibustión. Una alternativa de tratamiento del Síndrome de dolor miofacial, al final del artículo

Fuente: Ficha de vaciamiento.

Se muestra en la tabla III que la variabilidad total de los porcientos ilustrados no marca una gran diferencia pero de forma particular la Moxibustión se impuso en cuanto a la evolución de los pacientes, de esta forma el 43.9% se clasifico como muy satisfactoria y el 39.1% de satisfactoria, representando los índices más altos de buena evolución de acuerdo al tratamiento instaurado.

TABLA III: Distribución del esquema de tratamiento impuesto según evolución de los pacientes.

Ver: Anexos – Moxibustión. Una alternativa de tratamiento del Síndrome de dolor miofacial, al final del artículo

En la tabla IV se muestra que el 80.6 % de los relacionados en el grupo estudio lograron que desaparecieran totalmente los síntomas y en el grupo control un 43.9% los que agruparon 51 paciente con un 100% de efectividad con ambas terapéuticas recibidas y 17 mejoraron parcialmente lo cual nos deja un resto de afectados, 14 en total que es un bajo porcentaje de persistencia, pero nos obligo a tomar medidas para mejorar a estos pacientes.

TABLA IV: La suspensión de los síntomas, según los grupos estudio y control.

Ver: Anexos – Moxibustión. Una alternativa de tratamiento del Síndrome de dolor miofacial, al final del artículo

Fuente: Ficha de vaciamiento

Discusión.

En nuestro estudio predominó el dolor de tipo moderado, coincidiendo con Kuttila y Plesh (5) y (6) quienes plantean que la disfunción de ATM ocasiona dolores generalizados y variables que van desde malestar no muy severo y constante a menos intenso e intermitente, en las regiones afectadas. Seguido en cantidad de casos por los considerados leve. Según Korszun (7) el dolor presente en sus encuestados fue pasajero y controlable con un bajo hallazgo de dolores graves ó muy fuertes, totalmente contrario a lo planteado por Magnusson (8) donde el 93 % de sus pacientes acudieron con dolores intensos asociados una serie de procesos psicológicos muy desagradables, duros y amenazantes como la propia vida del paciente. Para entender estos fenómenos hay que distinguir bien entre el proceso de dolor y sufrimiento.

Existen una serie de fac­tores que en mayor o menor grado influyen sobre el umbral del dolor de cada persona: Estados emocionales, Fatiga, Edad, Temor y aprensión. Que en circunstancias normales, sabemos que no todos sentimos el mismo dolor ante un agente nocivo similar, hay personas que lo soportan mejor que otras y nosotros mismos unas veces lo aguantamos mejor dependiendo de nuestro estado de ánimo. Algunas personas ante el más mínimo dolor prefieren ser tratados por el facultativo y otras esperan inclusive que su enfermedad se complique sin ser consultado. (9)

Los adultos mayores tienden a tolerar el dolor; teniendo de esta manera un umbral más elevado que los jóvenes o niños. Tal vez la filosofía de la vida o la comprensión de que las experiencias desagradables son parte del vivir, además en ellos puede estar afectada la percepción del dolor de acuerdo a su estado psíquico: excitado ó deprimido. (10)

En nuestro trabajo utilizamos calor en los dos grupos haciéndose notable la diferencia de los resultados entre ambos, a pesar de que el calor local provoca la vasodilatación sanguínea y con ello la relajación muscular, a la Moxa se le suman los