Mucormicosis: Revisión de Literatura
Autora principal: Dra. Montserrat Villalta Faerron
Vol. XVII; nº 11; 459
Mucormycosis: Literature Review
Fecha de recepción: 08/05/2022
Fecha de aceptación: 02/06/2022
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 11 – Primera quincena de Junio de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 11; 459
Autores:
Dra. Montserrat Villalta Faerron1, Dra. Adriana Anchía Alfaro2, Dra. María Gabriela Cerdas Robles3, Dr. Adrián Acevedo Quiñones4, Dr. Christopher Ricardo Alfaro Guerrero5
1 Médico General, investigadora independiente, San José, Costa Rica.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-3532-4147
2 Médico General, investigadora independiente, San José, Costa Rica.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-7646-6814
3 Médico General, investigadora independiente, San José, Costa Rica
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-4530-1889
4 Médico General, investigador independiente, San José, Costa Rica
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-3185-2188
5 Médico General, investigador independiente, San José, Costa Rica.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-9185-3038
Resumen
El término mucormicosis hace referencia a las infecciones causadas por hongos cigomicetos de curso agudo, progresión rápida y alta tasa de mortalidad, y engloba las originadas tanto por hongos mucorales como entomoftorales. De todos los agentes de la mucormicosis, el patógeno identificado con mayor frecuencia es Rhizopus arrhizus. En la mayoría de los casos se transmite por vía respiratoria al inhalar las esporas, sin embargo, también se puede adquirir vía percutánea o por ingesta de comida contaminada. La mucormicosis es una infección oportunista por excelencia y generalmente afecta a personas gravemente inmunocomprometidas. Otro factor descrito como estimulante del ambiente de los mucorales es el hierro libre en suero (Fe2 +). Existen diferentes presentaciones clínicas las cuales se clasifican en: rino-órbito-cerebral (más frecuente), pulmonar, gastrointestinal, cutánea, diseminada y miscelánea. El diagnóstico definitivo se basa en la visualización directa del microorganismo o de sus componentes al microscopio y el aislamiento mediante cultivo. El tratamiento se debe iniciar lo más pronto posible. Este se basa en la combinación de medicamentos antifúngicos y cirugía de desbridamiento quirúrgico en casos específicos, además del control de enfermedades subyacentes que puedan ser factores de riesgo para la infección. La anfotericina B intravenosa (IV) es el antifúngico de primera línea. Esta enfermedad tiene un pobre pronóstico y una alta mortalidad, por lo que tener una alta sospecha de la infección es de suma importancia para lograr un diagnóstico temprano y así iniciar el tratamiento lo más pronto posible.
Palabras clave: Mucormicosis, Mucorales, inmunosupresión, mortalidad, anfotericina B
Abstract
The term mucormycosis refers to infections caused by zygomycete fungi characterized by an acute course, rapid progression and high mortality rate, and includes those caused by both mucorales and entomophthorales fungi. Of all the agents of mucormycosis, the most frequently identified pathogen is Rhizopus arrhizus. In most cases it is transmitted by the respiratory route by inhaling the spores, however, it can also be acquired percutaneously or by ingestion of contaminated food. Mucormycosis is an opportunistic infection and generally affects severely immunocompromised people. Another factor described as stimulating the mucorales environment is free iron in serum (Fe2+). There are different clinical presentations which are classified as: rhino-orbito-cerebral (most frequent), pulmonary, gastrointestinal, cutaneous, disseminated and miscellaneous. Definitive diagnosis is based on direct visualization of the organism or its components under a microscope and isolation by culture. Treatment is based on the combination of antifungal medications and surgical debridement in specific cases, in addition to the control of underlying diseases that may be risk factors for infection. Intravenous (IV) amphotericin B is the first-line antifungal. This disease has a poor prognosis and high mortality, so having a high suspicion of the infection is of the utmost importance to achieve an early diagnosis and thus start treatment as soon as possible.
Keywords: Mucormycosis, Mucorales, immunosuppression, mortality, amphotericin B
Introducción
Las infecciones fúngicas invasivas son entidades que, en un ser humano sano, el sistema inmune logra eliminar con eficiencia 1. Sin embargo, este no es el caso en pacientes con estados de inmunosupresión. La mucormicosis es una infección fúngica invasiva, poco frecuente, con una alta tasa de morbimortalidad y pocas opciones terapéuticas 1, 2, 3, 4. Esta micosis es producida por hongos oportunistas del orden Mucorales que afectan principalmente a pacientes inmunosupresos y acidóticos 4. Actualmente son la tercera causa de infección fúngica invasiva, después de la candidiasis y la aspergilosis 5. Es una entidad de curso agudo y de rápida progresión que requiere un diagnóstico y tratamiento precoz por su capacidad de amenazar la vida 6, 7. Esta revisión tiene como objetivo resaltar la epidemiología, factores de riesgo, patogenia, manifestaciones clínicas, diagnóstico y tratamiento de la mucormicosis invasiva.
Discusión
Agentes Causales y Epidemiología
El término zigomicosis (o mucormicosis) es un término ampliamente inclusivo, que hace referencia a las infecciones causadas por hongos cigomicetos de curso agudo y alta tasa de mortalidad, y engloba las originadas tanto por hongos mucorales como entomoftorales 1, 6, 8.
Los agentes etiológicos más comunes de la mucormicosis en humanos pertenecen a dos órdenes: Mucorales y Entomoftorales. Dentro de los Mucorales, los cuatro géneros más asociados con enfermedades en humanos son Rhizopus, Mucor, Absidia y Cunninghamella. Los Entomoftorales contienen dos géneros, Conidiobolus y Basidiobolus, que se han relacionado con infecciones humanas. Estos dos últimos géneros son genética y clínicamente distintos de los Mucorales 2, 5.
De todos los agentes de la mucormicosis, el patógeno identificado con mayor frecuencia es Rhizopus arrhizus (nombre actualmente aceptado de Rhizopus oryzae), que puede causar hasta el 70% de todos los casos 1. Producen, sobre todo, infecciones rinocerebrales, orbitosinusales o pulmonares, secundarias a la inhalación de esporas, aunque también se han descrito infecciones locales por inoculación percutánea o del tracto digestivo por ingestión repetida de esporas. El género Lichtheimia, en el que destaca la especie Lichtheimia corymbifera (antes Absidia corymbifera), es el segundo más frecuente después de Rhizopus y se ha asociado mayoritariamente a infecciones descritas en Europa 4. Sin embargo, otros organismos clínicamente relevantes dentro del orden Mucorales son Actinomucor, Apophysomyces, Cunninghamella, Lichtheimia (previamente llamado Absidia), Saksenaea y Syncephalastrum 2, 5.
El orden Mucorales es muy extenso. Comprende 55 géneros y 260 especies, pero solo se ha descrito la implicación en enfermedad humana de unas 40 de estas especies, las cuales además presentan una frecuencia y distribución muy irregular 4. Los mucormicetos son hongos cosmopolitas de distribución global, cuyo hábitat natural es el suelo, la madera y otros restos orgánicos como frutas, cereales y granos básicos 3.
La mayoría de las mucormicosis se adquieren en la comunidad; sin embargo, se ha descrito la adquisición nosocomial e incluso algunos pseudobrotes hospitalarios relacionados con vendajes, agujas o depresores linguales contaminados 6. En los últimos años se ha descrito un incremento importante en la incidencia de esta enfermedad en instituciones aisladas o unidades hematológicas específicas europeas y americanas, alcanzando un 8% en pacientes con leucemia, un 2-3% en receptores de trasplante de médula ósea y un 13% en pacientes oncológicos, todos ellos grupos de enfermos en situaciones particulares 6.
Su incidencia ha venido en aumento en los últimos años debido al incremento de pacientes con algún tipo de inmunosupresión (virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), trasplantes, terapias inmunosupresoras, diabetes mellitus) 1, 2.
Se presenta en ambos sexos, predominantemente en adultos jóvenes 2.
Infección de rápida progresión, asociada a elevada mortalidad con cifras que van desde el 40% hasta el 70%, dependiendo del sitio afectado, siendo mayor cuando el compromiso es centrofacial y los sobrevivientes tienen una morbilidad residual muy alta 2.
La verdadera implicación de las especies de mucormicetos en la infección humana, no obstante, es difícil de trazar a partir de lo publicado en la literatura debido, por una parte, a los cambios taxonómicos y de nomenclatura, y, por otro lado, a la identificación imprecisa o basada únicamente en la observación de características morfológicas que hoy sabemos que son equívocas e imprecisas 4.
Factores de Riesgo
Los agentes de la mucormicosis se distribuyen por todo el mundo y son ubicuos en el medio ambiente. La infección es el resultado de la inhalación de esporangiosporas o la inoculación de heridas. Se han relacionado casos raros con apósitos o agujas contaminados 1. Los mucorales suelen producir infección orbitorrinocerebral, pulmonar, cutánea, digestiva o diseminada, y su desarrollo se ve favorecido por ciertas enfermedades de base (diabetes mal controlada, insuficiencia renal crónica) o factores de riesgo (neutropenia, inmunosupresión, estados de sobrecarga de hierro, acidosis metabólica). Aproximadamente el 40-100% de los pacientes con enfermedades hematológicas malignas que desarrollan mucormicosis presentan neutropenia, que precede en un mínimo de 10 días a la infección 4.
La mucormicosis es una infección oportunista por excelencia y generalmente afecta a personas gravemente inmunocomprometidas. Los que corren mayor riesgo incluyen pacientes con diabetes con episodios frecuentes de cetoacidosis (mal controlados), pacientes que requieren terapia de quelación de hierro y personas gravemente inmunocomprometidas por neoplasias malignas (sobre todo hematológicas), tratamiento con esteroides sistémicos crónicos o quimioterapia 1. En un estudio epidemiológico francés sobre mucormicosis, los pacientes oncohematológicos representaron el 50% de los casos, seguidos de pacientes con diabetes mellitus (23%) y traumatismos (18%) 4, 9.
Otros factores de riesgo comunes son: trasplantes de células hematopoyéticas u órganos sólidos, tratamiento con deferoxamina o sobrecarga de hierro, HIV-SIDA, trauma y quemaduras, desnutrición.
Otro factor descrito como estimulante del ambiente de los mucorales es el hierro libre en suero (Fe2 +). Se considera que los mucorales son los únicos hongos capaces de almacenar el hierro en forma de ferritina, a través de la enzima cigoferritina, la cual en estado de acidosis (cetoacidosis diabética) genera una disociación ácida de la transferrina que favorece el desacople de los iones de Fe2 + unidos a la transferrina y condiciona una mayor concentración de Fe2 + libre en suero. Lo anterior aumenta la disponibilidad de hierro coadyuvante para el transporte de los mucorales hacia el medio intracelular y con ello favorece su crecimiento y posterior patogenia 8.
La hiperglucemia y la acidosis disminuyen la quimiotaxis de los macrófagos y la habilidad de éstos para destruir microorganismos por procesos oxidativos o no oxidativos. Los neutrófilos son la principal defensa de respuesta del huésped contra estas infecciones micóticas. El riesgo de cigomicosis parece depender de dos factores principales: falla en la función de los fagocitos para eliminar y suprimir la proliferación de esporas y falla para matar hifas. En el paciente inmunocompetente los macrófagos previenen el inicio de la infección por medio de la fagocitosis y procesos oxidativos para matar a las esporas. Si la función de los macrófagos está disminuida, estas células pueden fallar en la eliminación de esporas y permitir su transformación en hifas, que causan invasión y destrucción tisular. Los neutrófilos son la principal defensa del huésped contra los cigomicetos y las deficiencias funcionales o numéricas de macrófagos tisulares, neutrófilos y monocitos pueden resultar en una enfermedad invasiva 2, 9.
La verdadera incidencia de la mucormicosis invasiva no es conocida. Se vislumbra que la India es el país con la incidencia más alta de mucormicosis en todo el planeta, alcanzando los 140 casos por millón de habitantes 4.
Además, en un número no despreciable de casos la mucormicosis cutánea o postraumática se desarrolla en pacientes sin enfermedad subyacente, o asociada a catástrofes naturales como tornados, inundaciones o tsunamis 4.
Patogenia
La mucormicosis es una infección micótica causada por hongos oportunistas del orden Mucorales, siendo los géneros más frecuentes: Mucor, Rhizopus, Absidia y Rhizomucor 9. Los mucorales se pueden encontrar en la naturaleza, frutas, pan y materia en descomposición 2. En la mayoría de los casos se transmite por vía respiratoria al inhalar las esporas, sin embargo, también se puede adquirir vía percutánea o por ingesta de comida contaminada 9. Esta enfermedad se presenta principalmente en pacientes inmunosupresos, diabéticos mal controlados, pacientes con consumo crónico de esteroides y pacientes hematooncológicos 1, 7.
El riesgo de padecer mucormicosis depende de la capacidad del huésped para eliminar y suprimir el desarrollo de esporas, así como de su habilidad para destruir las hifas 9. El principal mecanismo de defensa en un paciente inmunocompetente es su sistema inmune, mediante la actividad fagocítica. Si el paciente presenta un bajo número de macrófagos o una función disminuida de los mismos, este será más susceptible a padecer la enfermedad. Factores como hiperglicemia y acidosis disminuyen la habilidad de los macrófagos de destruir microorganimos. La glucosa, el hierro y el b-hidroxibutirato favorecen el crecimiento del hongo, como ocurre en la cetoacidosis diabética 9. Otras condiciones como pacientes en tratamiento con hemodiálisis, que reciben deferoxamina, también presentan mayor riesgo de desarrollar mucormicosis 1.
Los mucorales presentan diversos factores de virulencia que propician el desarrollo de la enfermedad. El tamaño de sus esporas se encuentra entre 3 y 11 μm lo que facilita su inhalación. Son termotolerantes, esto les permite el crecimiento en temperaturas de 37°C o más 2. Tienen una función secretora de proteasas y alta captación de hierro, el cual es necesario para el desarrollo fúngico 1. Por esta razón, en un paciente acidótico en el cual hay mayor separación de los complejos hierro-proteína y por ende mayor liberación de hierro disponible para ser captado por las células fúngicas, se ve favorecida la propagación de la enfermedad 1, 2, 4, 7.
Una de las características más importantes de los mucorales es su capacidad de angioinvasión. Estas cepas invaden células endoteliales mediante el reconocimiento de la proteína reguladora de glucosa 78 (GRP78) 2, 9. La invasión a las células endoteliales de los vasos permite su propagación hematológica y puede llevar a consecuencias graves como trombosis, isquemia y necrosis de los tejidos circundantes 9.
Manifestaciones Clínicas
Existen diferentes presentaciones clínicas de la mucormicosis dependiendo de su invasión y del estado inmune del huésped 7. Estas se clasifican en: rino-órbito-cerebral, pulmonar, gastrointestinal, cutáneo, diseminada y miscelánea 1.
La presentación clínica más frecuente es la rino-órbito-cerebral, la cual se origina en los senos paranasales debido a la inhalación de esporas 2. Se presenta con sinusitis, celulitis periorbitaria, dolor facial y ocular, inflamación orbitaria, proptosis y cefalea 1, 2. Puede asociarse a ulceración nasal y tiene una progresión rápida 2, 9. Esta presentación clínica se presenta comúnmente en diabéticos 10. Su diseminación causa necrosis tisular, escaras nasales y palatinas, y destrucción de cornetes. Al invadir el seno etmoidal produce alteración del estado de consciencia. Además, la afectación de las ramas sensoriales del nervio Trigémino causa parestesias a nivel facial y su diseminación al seno cavernoso afecta a los pares craneales III, IV, y VI 2, 4. Puede inclusive causar trombosis y lesión de la arteria carótida 4.
La presentación pulmonar se presenta por invasión a los vasos pulmonares por inhalación de esporas 2. Se presentan con fiebre mayor a 38°C, tos no productiva, obstrucción de la vía aérea por lesiones endobronquiales o traqueales, hemoptisis, dolor pleurítico, cavitaciones, neumonía y disnea 1, 4. Esta presentación se da comúnmente en pacientes neutropénicos, con neoplasias o aquellos pacientes trasplantados 7. Puede diseminarse a mediastino y tiene peor pronóstico que la presentación rino-órbito-cerebral 7.
La mucormicosis gastrointestinal es poco frecuente y ocurre al ingerir esporas de alimentos contaminados. Su cuadro clínico cursa con dolor abdominal, hematemesis por úlceras necróticas, perforación gástrica, fiebre, tiflitis y hematoquecia 1, 4, 7. Presentan un mal pronóstico ya que puede evolucionar a infarto o necrosis intestinal, peritonitis y shock hemorrágico 4.
La presentación cutánea de la mucormicosis es causada por la inoculación directa secundaria a trauma, quemadura o cualquier otra lesión que perjudique la integridad de la piel y permita su invasión 1, 2. Se presenta con eritema, dolor e induración que progresa a escaras necróticas junto a fascitis necrotizante 4, 7. Presenta menor mortalidad que las otras presentaciones clínicas 7.
La forma diseminada ocurre por propagación hematógena desde el sitio de infección primaria, siendo el pulmón el foco primario con mayor frecuencia 1. Su clínica es variable y depende de la localización y el grado de invasión vascular que se presente. Ocurre comúnmente en pacientes hematooncológicos, inmunocomprometidos o aquellos que hayan recibido deferoxamina 4, 7, 10. La forma diseminada es la presentación clínica con mayor porcentaje de mortalidad 7.
La forma miscelánea se da por contaminación de equipo médico, trauma durante intervención quirúrgica o contaminación de alimentos 1. Puede presentar infección cutánea, endocarditis por válvula prostética o nativa, osteomielitis, peritonitis, pielonefritis, y enfermedad gastrointestinal 1.
Diagnóstico
El poseer un alto índice de sospecha de la enfermedad es fundamental para el diagnóstico de la mucormicosis, el cual se confirma con el examen directo al microscopio y el cultivo, que establece el género y la especie causal, además de su sensibilidad in vitro a tratamientos antifúngicos 2, 5, 6.
Se debe de hacer primeramente un reconocimiento de los factores de riesgo que posea el paciente, entre los cuales están: una historia reciente de neutropenia, uso prolongado de corticosteroides (periodo mayor a 3 semanas), uso de otros tratamientos inmunosupresores en los últimos 3 meses, entre otros 1. Además de evidenciar la presencia de criterios clínicos. La lesión característica de la mucormicosis es la úlcera necrótica con escara negruzca, ya sea cutánea o mucosa 5, 6. Otras manifestaciones clínicas descritas en la literatura son infección fúngica en el tracto respiratorio inferior evidenciado por estudios de imágenes, traqueo bronquitis, infección sino nasal y/o infección a nivel del sistema nervioso central 1.
Los estudios radiológicos convencionales no son utilizados regularmente a la hora del diagnóstico de esta patología, debido a que poseen una baja especificidad 1. La manifestación radiológica más común es la presencia de consolidaciones pulmonares progresivas, homogéneas, lobares o multilobares. La presencia de cavitaciones se describe hasta en un 40% de los casos 1. Ciertos autores describen el “Signo de halo inverso” para hacer referencia a la presencia de un número elevado de nódulos pulmonares (más de 10) 5, 6. Sin embargo el uso de la tomografía axial computarizada y la resonancia magnética sirve para la evaluación de lesiones en tejidos adyacentes en caso de enfermedad diseminada, ya que permiten identificar patrones de trombosis intravascular, lesiones en estructuras profundas, senos paranasales y en el sistema nervioso central 6.
El diagnóstico definitivo se basa en la visualización directa del microorganismo o de sus componentes al microscopio y el aislamiento mediante cultivo 5, 6. Para examen al microscopio se utilizan muestras de esputo, mucosa nasal, tejido necrótico, lavado broncoalveolar y/o aspirado de senos paranasales. Se deben de buscar las características de los mucorales como la presencia de hifas anchas, sin tabiques, con contornos irregulares, ramificados en ángulo recto y estructuras asexuadas de reproducción (esporangióforo, esporangio y esporangiosporas) 2.
El crecimiento del patógeno en cultivos es típicamente rápido, las colonias son visibles a partir de las 12 a las 18 horas 2. Resultados negativos se pueden correlacionar con la preparación agresiva de la muestra 1. Para mejorar el rendimiento de las muestras a examinar, estas se deben de desmenuzar y cortar con un bisturí con sumo cuidado, no deben de ser triturados ni homogeneizar, ya que al carecer de septos las hifas, los mucorales pierden viabilidad 2, 5. La observación directa del hongo tiene un valor diagnóstico mucho mayor que su aislamiento por cultivo, sin embargo, el aislamiento es imprescindible para la corroboración de los hallazgos anatomopatológicos, conocer la identidad del agente etiológico y estudiar su sensibilidad in vitro a los antifúngicos 5. La examinación histopatológica normalmente revela hallazgos de un infiltrado inflamatorio con predominio de neutrófilos, prominentes infartos y angioinvasión en caso de enfermedad diseminada 2.
Actualmente se están estudiando los métodos basados en técnicas de amplificación mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para el diagnóstico de la mucormicosis. Se ha encontrado que podrían ser claves en el diagnóstico ya que las concentraciones de ácidos nucleicos detectables en la sangre de los pacientes con dicha patología son más de cien veces superiores a las que se encuentran en casos de aspergilosis 5. Esta técnica puede ser utilizada como alternativa en casos de cultivos negativos, y se prefiere el uso de tejido fresco sobre el de parafina ya que se ha demostrado que la formalina puede causar un daño en el ácido desoxirribonucleico (ADN) 1, 2. Los mucorales carecen de galactomanano y de beta-glucano en su pared celular, por lo que la utilización de biomarcadores no ha mostrado ser de utilidad en este contexto 2, 5.
Tratamiento
El reconocimiento clínico temprano y el diagnóstico rápido son claves en el manejo de la mucormicosis 7. El tratamiento se debe iniciar lo más pronto posible. Este se basa en la combinación de medicamentos antifúngicos y cirugía de desbridamiento quirúrgico, además del control de enfermedades subyacentes que puedan ser factores de riesgo para la infección 2, 4, 6. Se ha visto que el inicio temprano de la terapia antifúngica mejora el pronóstico 2 y parece no alterar el diagnóstico ni los resultados del cultivo 7.
Tratamiento médico
La anfotericina B IV es el antifúngico de primera línea 2, 4, 5, 7. El uso prolongado de anfotericina B a dosis altas se ha asociado con una mayor incidencia de nefrotoxicidad 5. Debido a esto se prefiere el uso de la anfotericina B en su forma liposomal (AmB-L) por su menor toxicidad y mejor tolerancia 6, 7, 11. La dosis diaria usual va de 5 mg/kg a 10 mg/kg IV 2, 4, 6. Dosis superiores a 10mg/kg no mejoran los resultados y más bien aumentan toxicidad 7. No se ha establecido el tiempo necesario por el cual se debe de dar este medicamente, sin embargo, se recomienda darlo hasta que el paciente presente mejoría clínica y radiológica 2, 4, 5, 6; y si es posible, hasta la resolución de la causa de la inmunosupresión 4, 5, 6. Esto puede resultar en una duración prolongada del tratamiento, de hasta varias semanas 2, 5. Es poco probable que la intervención médica por sí sola tenga éxito 3.
En caso de intolerancia al AmB-L se dispone de posaconazol o isavuconazol, estos están disponibles en formulaciones tanto parenterales como orales 4, 7.
El posaconazol, se ha considerado una terapia de rescate o de segunda línea para los pacientes que no toleran la AmB-L 1, 2, 3, 5. Además, es una opción como tratamiento de mantenimiento, ya que este tiene presentación oral en tabletas de liberación prolongada 2. La dosis es de 300 mg cada 12 horas por un día y, luego 300 mg cada 24 horas 2, 4. Este se ha llegado a utilizar hasta por más de 6 meses en mucormicosis invasivas 6. Se debe tener cuidado en pacientes con aclaramiento renal <50 ml/minuto debido al componente nefrotóxico del posaconazol 4.
El isavuconazol, es el único antifúngico azólico aprobado para el tratamiento de la mucormicosis invasiva 1. Se administra una dosis de carga de 200 mg cada 8 horas por 6 dosis durante las primeras 48 horas, y se continúa con 200 mg cada 24 horas durante 24 horas después de la última dosis del esquema de carga 4.
Las combinaciones de dos o más antifúngicos no se recomiendan debido a poca evidencia en su eficacia 5, 7, 8.
Tratamiento quirúrgico
Como se mencionó anteriormente, además de la terapia antifúngica, el desbridamiento quirúrgico es otra piedra angular en el tratamiento de la mucormicosis 5. Se requiere de desbridamiento agresivo del tejido necrótico en todas las formas de mucormicosis, lo más temprano posible para limitar la propagación de la infección 2, 6, 11. Usualmente se requiere de varias cirugías para lograr remover todo el tejido necrótico y dejar márgenes limpios 7, por lo que en ocasiones, la cirugía puede llegar a ser muy agresiva y mutilante 4, 6, 7. El tratamiento quirúrgico es de suma importancia para aumentar la probabilidad de sobrevivir 3, 7, 9.
Otros tratamientos
El oxígeno hiperbárico se ha utilizado como tratamiento adyuvante en la mucormicosis 5, 7. En estudios in vitro demostró inhibición del crecimiento fúngico y una mayor actividad fungicida de anfotericina B 6, 11. Su uso puede ser beneficioso en pacientes diabéticos con formas rinocerebrales 6.
El uso de quelantes de hierro como el deferasirox, no se recomiendan ya que se ha visto que aumentan la mortalidad e incidencia de mucormicosis 6, 9.
Conclusión
La mucormicosis es una infección fúngica oportunista por lo que principalmente afecta a pacientes inmunosupresos. Esta enfermedad tiene un pobre pronóstico y una alta mortalidad, por lo que tener una alta sospecha de la infección es de suma importancia para lograr un diagnóstico temprano y así iniciar el tratamiento lo más pronto posible. El tratamiento es tanto médico como quirúrgico, además, se debe tratar de controlar los factores de riesgo que presente el paciente para así lograr un mejor pronóstico.
Declaración de Conflicto de interés: Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés a la fecha del envío del manuscrito.
Declaración de Financiamiento: El trabajo se realizó con fines académicos y no contó con ningún tipo de financiamiento externo
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