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Mutilación genital femenina: el nuevo reto de la atención primaria

Mutilación genital femenina: el nuevo reto de la atención primaria

La Mutilación genital femenina se ha convertido en las últimas décadas en un nuevo reto para los profesionales sanitarios y en especial para los que pertenecen a la atención primaria por su posición privilegiada integrada en la comunidad y la continuidad de cuidados, así como la importante labor en prevención que desempeña.

Autores:

Beatriz Sánchez Lomba: especialista enfermería Familiar y Comunitaria. Zaragoza

Lorena Castellot Perales: enfermera en el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.

Victoria Marco Benedí: enfermera en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

Sonia Sancho Salazar: enfermera en el Hospital General de la defensa de Zaragoza.

Andrea Santisteban Zamora: enfermera en el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.

Resumen: La MGF es una práctica que viola los Derechos Humanos y con consecuencias graves para la salud de las mujeres pero que, sin embargo, sigue realizándose hoy en día en 30 países justificado dentro de un contexto cultural y religioso.

Palabras Clave: mutilación genital femenina, salud sexual y reproductiva, salud comunitaria, prevención

Summary: In recent decades, female genital mutilation has become a new challenge for health professionals and especially for those who belong to primary care because of their privileged position integrated into the community and the continuity of care, as well as the important work in prevention that plays. FGM is a practice that violates Human Rights and has serious consequences for women’s health but, nevertheless, continues to be carried out today in 30 countries justified within a cultural and religious context.

Key words: female genital mutilation/cutting, sexual and reproductive health, health community, prevention

Introducción

Actualmente, España acoge numerosos emigrantes del continente africano, lo que supone nuevos desafíos para el sistema sanitario y los profesionales sanitarios, en especial los de atención primaria, dado la posición estratégica que ocupan en la comunidad. Estos nuevos retos, requieren una adaptación y conocimiento de la ya real multiculturalidad para hacer frente de manera integral y eficiente a los nuevos problemas de salud que surgen. (1)

Uno de estos retos, es la mutilación genital femenina (MGF), que la OMS define como todas las prácticas que impliquen la extirpación total o parcial de los genitales externos femeninos u otras lesiones a los órganos genitales femeninos, ya sea por motivos culturales, religiosos o por cualquier otra razón no terapéutica. (2)

La MGF, es reconocida a nivel mundial como un delito contra los Derechos Humanos de las mujeres y de la Infancia. No es solo una discriminación por sexo, si no también, un ejercicio de violencia contra la mujer en todas sus formas con repercusiones bio-psico-sociales. (3)

Demografía: 

A día de hoy, la MGF se sigue ejerciendo en 30 países, la mayoría de ellos africanos como por ejemplo, Somalia y Egipto, donde se registra la mayor prevalencia de casos (en 1985 era sufrida por el 97% de sus ciudadanas) pero también en países como Irak, Yemen, Indonesia o Colombia.

Aunque es una práctica en declive, los datos siguen siendo extremadamente altos, y se estima que hoy en día, 200 millones de mujeres la han sufrido y 30 millones se encuentran en riesgo. Alarmantemente, la OMS informa que cada 11 segundos, se mutila a una mujer. (4)

Aunque son prácticas no originarias de países occidentales, la globalización y el continuo movimiento migratorio, ha convertido esta violación de derechos en un problema y reto sociosanitario que abordar y prevenir en países como España, donde residen más de 200.000 personas provenientes de países en los que se practica la MGF y 17.000 niñas en la franja de edad de mayor riesgo. (5)

Tipos de MGF: 

La OMS clasificó la MGF en cuatro categorías definiéndolas como:

  • Tipo I o Clitoridectomía: resección parcial o total del clítoris.
  • Tipo II o Escisión: resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin escisión de los labios mayores. Es el tipo más frecuente (80-85% de los casos).
  • Tipo III o Infibulación: estrechamiento de la abertura vaginal para crear un sello mediante el corte y la recolocación de los labios menores o mayores, con o sin resección del clítoris.
  • Tipo IV: consiste en todos los demás procedimientos lesivos de los genitales externos con fines no médicos.

Antecedentes

Esta práctica se remonta al antiguo Egipto y constituía el paso previo a convertirse en mujer y hombre (6). Con el paso de los siglos, este ritual se ha mantenido dentro de algunas sociedades, pero ha adquirido un matiz meramente simbólico en el ciclo vital de las mujeres pero dentro de un fuerte contexto cultural y/o religioso.

A día de hoy, estas huellas físicas, constituyen el primer paso de la construcción de una identidad étnica y de genero al pasar de la niñez a la madurez y otorga el reconocimiento social y el respeto de la comunidad en sociedades como la africana, en la cual, el sentido de pertenencia es un valor muy arraigado. (7) (8)

Ritual

Respecto al procedimiento, constituye un gran acontecimiento para la comunidad y suele ir asociado a festividades. Este ritual, debe realizarse antes de la menarquía, generalmente antes de los 5 años y es presenciado únicamente por mujeres. Consta de tres fases:

  • La primera, la ablación. Que simboliza la ruptura con la infancia y el paso a la pubertad.
  • La segunda, la marginación. Dura entre 2 y 8 semanas, hasta que cicatrizan las heridas. Es un periodo de iniciación y durante el cual se inculcan los valores morales, sociales y en los nuevos roles que adoptarán en su vida adulta y en la comunidad.
  • La tercera, la agregación. Las niñas, son públicamente reconocidas, legitimadas y aceptadas por la comunidad.

Aunque generalmente se realiza en áreas rurales y es llevada a cabo por una persona con un importante estatus social dentro de la comunidad, en países donde la práctica continúa siendo legal, es común realizarla en hospitales. (8)

Justificación y creencias

Estas prácticas ancestrales, vienen respaldadas por falsas creencias que es importante conocer para poder persuadir y prevenir de su realización con argumentos constructivos. Algunas creencias por ejemplo son que la ablación es sinónimo de higiene, cuando en realidad aumenta exponencialmente el riesgo de infecciones; que es más estético, porque el clítoris podría desarrollarse tanto como el pene; esta práctica también simboliza la protección de la virginidad garantizando el honor de la familia, cuando con una educación en valores podría preservar esa misma moralidad; respecto a la fecundidad, erróneamente se cree que aumenta la fertilidad y disminuye la mortalidad perinatal, cuando al contrario, aumenta exponencialmente el riesgo en el embarazo y parto.

Otras veces, se asocia con motivos religiosos, creyendo que es una práctica exigida por el Corán, pero sin embargo, no hay ninguna reseña en el libro y como ya se ha desarrollado anteriormente, sus orígenes son preislámicos, de hecho, no todos los musulmanes la realizan y un ejemplo de ello son los países del Magreb o Arabia Saudí que no simpatizan con ella. (9)

Consecuencias en la Salud 

A corto plazo 

  • Dolor intenso.
  • Hemorragias.
  • infección por VIH, Hep B, C, Tétanos.
  • Lesión de órganos y estructuras anatómicas de la zona: uretra, vagina.
  • Cistitis de repetición.

A medio plazo 

  • Anemias severas.
  • Infección pélvica.
  • Menstruaciones dolorosas
  • Cicatrices queloides.

A largo plazo

  • Psicológicas:
    • Ansiedad crónica, fobias, pánico, depresión, miedo relaciones sexuales.
  • Físicas:
  • Dolor menstrual, fístulas genitourinarias, retención e
  • Mayor riesgo de complicaciones en el parto:
  • Necesidad de desinfibulació
  • Mayor probabilidad de cesárea y de hemorragia postparto.
  • Mayor realización de episiotomí
  • Mayor mortalidad materna y muerte del recién nacido.
  • Disminución de la sensibilidad sexual (placer, excitación, lubricación, orgasmo)

Consecuencias para el recién nacido:

  • Probabilidad más elevada de hospitalización prolongada.
  • Mayor riesgo de mortalidad perinatal y reanimación al nacimiento. (10)

Abordaje desde A.P.

Los servicios atención primaria por sus características de proximidad, accesibilidad (primer contacto de la población), universalidad, continuidad (favorece relación de confianza), intersectorialidad (coordinación de profesionales: matrona, pediatría…) y la posibilidad de proporcionar una atención familiar (conocimiento de la composición y relación de ésta) y comunitaria, constituyen el espacio idóneo para detección, intervención y prevención de la MGF.

Es importante conocer que la ablación es un delito de declaración obligatoria del personal sanitario recogido como tal por el Código Penal, que conlleva penas de prisión para los padres de 6 a 12 años y perseguido tanto si se realiza dentro del territorio Nacional como fuera de él. (12)

Conclusión:

La MGF constituye un problema de salud que traspasa el marco asistencial al vulnerar los Derechos Humanos y precisa de un abordaje transcultural que erradique esta práctica vejatoria y cruenta para la mujer y las niñas.

Bibliografía

  1. Adams, K. Gardiner, l. Assefi, N. Healthcare challenges from the developing world: post-immigration refugee medicine. 2004. Bmj, 328:1548-52.
  2. García, C. Guedes, A. Knerr, W. Comprender y abordar la violencia contra las mujeres: mutilación genital femenina. Organización panamericana de la salud. 2013.
  3. World health organization, eliminating female genital mutilation: an interagency statement, WHO, UNFPA, UNICEF, UNIFEM, OHCHR, UNHCR, UNECA, UNESCO, UNDP, UNAIDS, WHO, GENEVA, 2008, p. 4.
  4. United nations children’s fund, female genital mutilation/cutting: a statistical overview and exploration of the dynamics of change. 2013.
  5. Protocolo para la prevención y actuación ante la mutilación genital femenina en Aragón. Gobierno de Aragón. 2016
  6. Castañeda, J.C. Fronteras del placer; fronteras de la culpa. A propósito de la mutilación femenina en Egipto. México, 2003. Primera edición.
  7. Sequi, A. Touray, I. Piniella, Z. La erradicación de la mutilación genital femenina. Enfoques y perspectivas desde la cooperación internacional para el desarrollo. 2013.
  8. Kaplan, A. Aproximación antropológica a las mutilaciones genitales femeninas en cuadernos de salud y derechos sexuales y reproductivos. 2003; 4 (23- 30). Madrid.
  9. Comité interafricano sobre prácticas tradicionales perjudiciales que afectan a la salud de mujeres y niñas, en mutilación genital femenina, manual para profesionales. Barcelona, gipe/ptp. 2010.
  10. Kaplan, A. Toran, P. Bedoya, M.H. Et al.“Las mutilaciones genitales femeninas en España: posibilidades de prevención desde los ámbitos de la atención primaria en salud, la educación y los servicios sociales. Rev: Migraciones. Madrid. 2006; 19(189-217).
  11. Kaplan, A. et al. Las mutilaciones genitales femeninas: reflexiones para una intervención desde la atención primaria. Aten Primaria. 2006;38(2):122-6
  12. Protocolo común de actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina (mgf). Madrid: Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad; 2015.