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Optimizando la práctica clínica: Accesos venosos guiados por ultrasonido

Optimizando la práctica clínica: Accesos venosos guiados por ultrasonido

Autora principal: Tatiana Valverde Cajina

Vol. XIX; nº 11; 333

Optimizing clinical practice: Venous access guided by ultrasonography

Fecha de recepción: 19/05/2024

Fecha de aceptación: 10/06/2024

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 11 Primera quincena de Junio de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 11; 333

Autoras:

-Dra. Tatiana Valverde Cajina

Médico General, Caja Costarricense del Seguro Social, Hospital de San Carlos, Alajuela, Costa Rica

-Dra. Natalia Alvarado Quesada

Médico General, Caja Costarricense del Seguro Social, Área de Salud Paraíso, Cartago, Costa Rica

-Dra. María José Pérez Piedra

Médico General, San José Brain and Spine, San José, Costa Rica

Resumen:

La técnica de accesos venosos guiados por ultrasonido se ha convertido en un método crucial en la práctica médica para la colocación precisa de catéteres intravenosos. Esta técnica implica el uso de ultrasonido para visualizar las venas en tiempo real, lo que permite a los profesionales de la salud identificar con precisión las venas adecuadas para la inserción del catéter. Su aplicación se extiende a una variedad de entornos clínicos, desde salas de emergencia hasta unidades de cuidados intensivos y quirófanos. Los beneficios de los accesos venosos guiados por ultrasonido incluyen una mayor tasa de éxito en la colocación del catéter, una reducción en el número de intentos de punción y una disminución en las complicaciones asociadas, como punciones arteriales accidentales o hematomas. Además, esta técnica ofrece una mayor seguridad al minimizar el riesgo de lesiones a estructuras adyacentes, como nervios o arterias. A pesar de sus ventajas, el uso de ultrasonido para guiar accesos venosos también presenta desafíos, como la necesidad de capacitación especializada para los profesionales de la salud y la variabilidad en la anatomía vascular de los pacientes. Sin embargo, con una formación adecuada y la implementación de protocolos estandarizados, estos desafíos pueden superarse con éxito, lo que resulta en una mejora significativa en la calidad y seguridad de la atención al paciente.

Palabras clave: Accesos venosos, ultrasonido, catéteres, anatomía vascular, Reducción de riesgos.

Abstract:

The ultrasound-guided venous access technique has become a crucial method in medical practice for the precise placement of intravenous catheters. This technique involves the use of ultrasound to visualize veins in real time, allowing healthcare professionals to accurately identify veins suitable for catheter insertion. Its application extends to a variety of clinical settings, from emergency rooms to intensive care units and operating rooms. The benefits of ultrasound-guided venous accesses include a higher rate of success in catheter placement, a reduction in the number of puncture attempts, and a decrease in associated complications, such as accidental arterial punctures or hematomas. In addition, this technique offers greater safety by minimizing the risk of injury to adjacent structures, such as nerves or arteries. Despite its advantages, the use of ultrasound to guide venous access also presents challenges, such as the need for specialized training for healthcare professionals and variability in patients’ vascular anatomy. However, with proper training and the implementation of standardized protocols, these challenges can be successfully overcome, resulting in significant improvement in the quality and safety of patient care.

Keywords: Venous accesses, ultrasound, catheters, vascular anatomy, Risk reduction.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

Introducción:

La atención médica moderna se basa en gran medida en la capacidad de acceder de manera rápida y segura al sistema vascular para una variedad de procedimientos, desde la administración de medicamentos hasta la recolección de muestras sanguíneas y la monitorización hemodinámica. Estos procedimientos, que involucran la inserción de dispositivos intravasculares, son fundamentales para el diagnóstico y tratamiento efectivo de una amplia gama de condiciones clínicas. Sin embargo, la colocación de accesos venosos no está exenta de desafíos, especialmente en situaciones donde las venas son difíciles de palpar o cuando la urgencia del caso requiere una acción rápida y precisa (1,2).

Históricamente, los profesionales de la salud han confiado en técnicas convencionales, como la palpación y la visualización directa, para colocar accesos venosos. Si bien estas metodologías han sido ampliamente utilizadas, están sujetas a limitaciones significativas, como la dificultad para localizar venas superficiales en pacientes con tejido adiposo excesivo, venas colapsadas debido a la hipovolemia o venas profundas que son inaccesibles a simple vista. Estas limitaciones pueden resultar en múltiples intentos fallidos, retrasos en la atención al paciente y un aumento del malestar tanto para el paciente como para el personal médico (1,2).

En respuesta a estos desafíos, el ultrasonido se ha convertido en una herramienta invaluable en la colocación de accesos venosos. La capacidad del ultrasonido para proporcionar una visualización en tiempo real de las estructuras anatómicas profundas ha revolucionado la práctica clínica, ofreciendo una solución precisa y segura para la colocación de dispositivos intravasculares. Al utilizar ondas sonoras de alta frecuencia para generar imágenes de las venas y los tejidos circundantes, el ultrasonido permite a los profesionales de la salud identificar y acceder a las venas con una precisión sin precedentes, incluso en las condiciones más desafiantes (3).

La importancia clínica de los accesos venosos guiados por ultrasonido es innegable. Esta técnica no solo mejora la tasa de éxito en la colocación de dispositivos intravasculares, sino que también reduce las complicaciones asociadas, como la punción arterial accidental, la extravasación de líquidos o la lesión de estructuras adyacentes. Además, el uso del ultrasonido puede aumentar la satisfacción del paciente al minimizar el dolor y la incomodidad asociados con múltiples intentos de punción. (1,3).

En esta revisión bibliográfica, exploraremos en detalle la evolución y el impacto clínico de los accesos venosos guiados por ultrasonido. A través de una revisión exhaustiva de la literatura científica, analizaremos los beneficios y las limitaciones de esta técnica, así como su aplicación en una variedad de entornos clínicos

Metodología:

Se realizó una revisión bibliográfica utilizando una variedad de bases de datos médicos, incluidas Pubmed y Elsevier. Para la búsqueda, se utilizaron criterios de exclusión e inclusión, como el idioma, incluyendo solo artículos en inglés y español, así como la veracidad y relevancia científica de las fuentes. Los artículos con una fecha de publicación entre 2019 y 2024 se utilizaron como otro criterio. Accesos venosos, ultrasonido, catéteres, anatomía vascular y reducción de riesgos fueron los términos utilizados en la búsqueda. Se eligieron 15 fuentes bibliográficas, incluyendo revisiones sistemáticas, ensayos clínicos, investigaciones epidemiológicas y artículos de revisión.

Anatomía y fisiología relevantes:

El sistema venoso humano se compone de venas superficiales y profundas, cada una con su función y ubicación específicas. Las venas superficiales, que discurren cerca de la superficie de la piel, forman una red que drena la sangre de los tejidos periféricos. En contraste, las venas profundas se sitúan más internamente, acompañando a las arterias principales en su recorrido por el cuerpo (4,5).

Dentro del proceso fisiológico del flujo sanguíneo venoso, las venas desempeñan un papel crucial en el retorno de la sangre al corazón. Equipadas con válvulas unidireccionales, las venas evitan que la sangre retroceda, facilitando así su flujo hacia el corazón. Aunque la presión en el sistema venoso es generalmente más baja que en el sistema arterial, estas válvulas ayudan a mantener un flujo constante y eficiente (4,5).

La comprensión detallada de la anatomía y la fisiología venosa es esencial para la colocación precisa de accesos venosos. Al conocer la distribución de las venas superficiales y profundas, los profesionales médicos pueden seleccionar el punto de punción más adecuado, minimizando así el riesgo de complicaciones. Esta comprensión permite una mejor elección de los sitios de punción, reduciendo la probabilidad de hematomas, punciones arteriales accidentales o lesiones nerviosas (4,5).

Técnicas tradicionales de acceso venoso:

Las técnicas tradicionales de acceso venoso, como la palpación y la visualización directa, han sido pilares en la práctica clínica durante décadas. La palpación implica sentir manualmente la vena para determinar su ubicación y características, mientras que la visualización directa implica identificar visualmente la vena y luego proceder con la punción. Ambas técnicas han sido ampliamente utilizadas debido a su simplicidad y accesibilidad, pero están asociadas con una serie de limitaciones y desafíos significativos (6,7).

La palpación, aunque puede ser efectiva en algunos casos, puede resultar difícil en pacientes con venas profundas o en aquellos con sobrepeso, tejido cicatricial o edema. La calidad y la cantidad de tejido subcutáneo pueden variar ampliamente entre pacientes, lo que dificulta la identificación precisa de la vena objetivo. Además, la palpación no proporciona información sobre la profundidad de la vena, lo que puede aumentar el riesgo de punción errónea o complicaciones (6,7).

La visualización directa, por otro lado, depende en gran medida de la visibilidad de la vena a simple vista. Si la vena no es claramente visible, ya sea debido a la pigmentación de la piel, la falta de contraste con el tejido circundante o la ubicación subcutánea, la técnica puede volverse ineficaz. Esto puede ser especialmente problemático en entornos clínicos donde la iluminación es limitada o cuando se requiere acceso venoso en condiciones de emergencia (6,7).

Ambas técnicas también pueden verse afectadas por la habilidad y la experiencia del profesional de la salud que las realiza. La falta de entrenamiento adecuado o la falta de práctica pueden disminuir la efectividad de estas técnicas, aumentando el riesgo de complicaciones y la incomodidad para el paciente. Además, la necesidad de realizar múltiples intentos de punción puede provocar estrés y ansiedad tanto en el paciente como en el personal médico, lo que puede afectar negativamente la experiencia global del procedimiento (6,7).

Principios del ultrasonido en accesos venosos:

Los principios del ultrasonido en accesos venosos se basan en la capacidad del ultrasonido para generar imágenes de alta resolución de las estructuras anatómicas internas del cuerpo humano. Al utilizar ondas sonoras de alta frecuencia, el ultrasonido puede penetrar en los tejidos y reflejarse en las interfaces entre diferentes tipos de tejidos, creando imágenes en tiempo real que pueden ser visualizadas en una pantalla (8,9,10).

Los principios fundamentales del ultrasonido en accesos venosos son:

  • Transductor ultrasónico: El transductor es el dispositivo que emite y recibe las ondas ultrasónicas. Puede tener diferentes formas y tamaños, dependiendo de la aplicación específica. En el caso de los accesos venosos, se utilizan transductores lineales o convexos para obtener imágenes de las venas superficiales y profundas (8,9,10).
  • Gel acústico: Se aplica gel acústico en la piel del paciente para garantizar un contacto adecuado entre el transductor y la piel, lo que ayuda a transmitir las ondas ultrasónicas y a obtener imágenes claras y nítidas (8,9,10).
  • Generación de imágenes: Cuando se aplica el transductor sobre la piel con gel acústico, emite ondas ultrasónicas que penetran en los tejidos y se reflejan en las estructuras internas, incluidas las venas. Estas ondas reflejadas son captadas por el transductor y se convierten en imágenes en tiempo real que se muestran en una pantalla (8,9,10).
  • Identificación de las venas: Las venas aparecen como estructuras tubulares anecoicas (sin eco) en la pantalla del ultrasonido. Los profesionales de la salud pueden identificar la vena objetivo, evaluar su tamaño, profundidad y patrón de flujo sanguíneo, y seleccionar el sitio óptimo para la punción (8,9,10).
  • Guía en tiempo real: Durante el procedimiento de acceso venoso, el ultrasonido proporciona una guía en tiempo real para la colocación precisa del catéter. Los profesionales de la salud pueden visualizar la aguja y el catéter a medida que se avanza hacia la vena, lo que aumenta la precisión y reduce el riesgo de complicaciones (8,9,10).

Aplicaciones clínicas:

Las aplicaciones clínicas del ultrasonido en accesos venosos abarcan una amplia variedad de escenarios médicos, desde situaciones de cuidados intensivos hasta consultas de atención primaria y emergencias. En primer lugar, el ultrasonido se convierte en una herramienta esencial para facilitar el acceso venoso periférico. En pacientes con venas difíciles de palpar, como aquellos con obesidad o deshidratación, esta tecnología proporciona una guía precisa para identificar venas adecuadas y facilitar la colocación de catéteres periféricos, reduciendo así la incomodidad del paciente y aumentando la tasa de éxito del procedimiento (1,4).

En entornos más críticos, como las unidades de cuidados intensivos, el ultrasonido se convierte en un aliado invaluable para la colocación de catéteres venosos centrales. Al guiar la inserción de catéteres en venas como la vena subclavia o la yugular interna, el ultrasonido no solo mejora la precisión de la colocación, sino que también reduce el riesgo de complicaciones potencialmente graves, como la punción arterial accidental o el neumotórax (1,7).

Además, el ultrasonido se utiliza para la identificación de venas profundas en procedimientos como la colocación de catéteres de drenaje en venas femorales o ilíacas. Proporcionando una visualización en tiempo real de las estructuras anatómicas circundantes, esta tecnología minimiza el riesgo de lesiones nerviosas o vasculares durante el procedimiento, asegurando una colocación segura y eficaz del catéter (11).

Finalmente, en situaciones de emergencia, como accidentes graves o paros cardíacos, el ultrasonido es una herramienta esencial para la rápida identificación y colocación de accesos venosos. Su capacidad para proporcionar una visualización inmediata de las venas en pacientes críticamente enfermos permite una intervención médica más rápida y precisa, mejorando así las posibilidades de recuperación del paciente (1,11)

Consideraciones prácticas y recomendaciones:

Para garantizar la eficacia y seguridad de la colocación de accesos venosos guiados por ultrasonido, es esencial establecer protocolos claros y estandarizados. Estos protocolos deben definir los pasos del procedimiento, desde la preparación del paciente hasta la colocación del catéter, y especificar los roles y responsabilidades del personal médico involucrado. Adaptados a las necesidades específicas de cada entorno clínico, estos protocolos se basan en las mejores prácticas basadas en la evidencia y sirven como guía para garantizar la consistencia y calidad de la atención (12,13).

La capacitación y adquisición de competencias son fundamentales para los profesionales de la salud que realizan accesos venosos guiados por ultrasonido. Una formación completa en los principios del ultrasonido, la anatomía vascular y las técnicas de colocación de catéteres es esencial para desarrollar la destreza necesaria. Las oportunidades de práctica supervisada y la retroalimentación regular son cruciales para mejorar la confianza y habilidades en el uso del ultrasonido para guiar accesos venosos. (12,13).

Varios factores pueden influir en el éxito de la técnica de accesos venosos guiados por ultrasonido. La anatomía del paciente, la experiencia del operador y la calidad del equipo utilizado son consideraciones importantes. La variabilidad en la anatomía vascular de los pacientes debe ser tenida en cuenta, así como la capacidad del ultrasonido para proporcionar una visualización clara y precisa de las venas. El acceso a equipos de ultrasonido de alta calidad y su mantenimiento adecuado son críticos para garantizar resultados óptimos en la práctica clínica (12,13).

Desafíos y limitaciones:

La colocación de accesos venosos guiados por ultrasonido se ha convertido en una práctica cada vez más común en entornos clínicos debido a su capacidad para mejorar la precisión y la seguridad del procedimiento. Sin embargo, esta técnica no está exenta de desafíos y limitaciones que deben abordarse para garantizar su eficacia y utilidad en la práctica clínica diaria.

Uno de los desafíos más significativos radica en la variabilidad de la anatomía vascular de los pacientes. Las venas pueden presentar diferentes características anatómicas, como profundidad, tamaño y tortuosidad, lo que puede dificultar su identificación y visualización con ultrasonido. Además, factores como la obesidad, el edema o las cicatrices pueden complicar aún más el proceso al afectar la accesibilidad y la calidad de las venas disponibles para la punción.

Otro factor importante a considerar es la experiencia y habilidades del operador. Aunque el ultrasonido ofrece una guía visual en tiempo real para la colocación del catéter, la interpretación de las imágenes y la manipulación del equipo requieren destrezas específicas que pueden requerir un tiempo considerable para desarrollarse. Los profesionales de la salud deben recibir una formación adecuada y oportunidades de práctica supervisada para mejorar sus habilidades y confianza en el uso del ultrasonido para guiar accesos venosos.

Además, las limitaciones técnicas y de equipo pueden influir en la eficacia del procedimiento. La calidad del equipo de ultrasonido, incluida la resolución de las imágenes y la capacidad de visualización en profundidad, es fundamental para obtener resultados óptimos. La disponibilidad de equipos adecuados y su mantenimiento adecuado son aspectos críticos que pueden afectar directamente la calidad y seguridad del procedimiento.

Para superar estos desafíos, es importante desarrollar protocolos estandarizados y adaptados a las necesidades específicas de cada entorno clínico. Estos protocolos deben incluir pautas claras sobre la preparación del paciente, la selección de la técnica de acceso adecuada, la identificación de las venas objetivo y la colocación del catéter. La colaboración interdisciplinaria entre diferentes especialidades médicas también puede proporcionar una perspectiva multidisciplinaria para abordar desafíos clínicos específicos y mejorar la eficacia del procedimiento.

Conclusiones:

La utilización del ultrasonido para guiar la colocación de accesos venosos emerge como una práctica que no solo mejora la eficiencia, sino también la seguridad del procedimiento. A través de esta técnica, se observa una notable mejora en la tasa de éxito inicial, así como una reducción significativa en las complicaciones asociadas y el tiempo requerido para llevar a cabo la intervención (14,15).

Es evidente que la capacitación y la experiencia del personal médico son elementos fundamentales para garantizar el éxito de la colocación de accesos venosos guiados por ultrasonido. Se destaca la importancia de la formación continua y la práctica supervisada para optimizar las habilidades del operador, junto con el reconocimiento de la influencia directa que tiene la calidad del equipo de ultrasonido en la eficacia y precisión del procedimiento (14,15).

A pesar de sus notables beneficios, es crucial reconocer y abordar los desafíos y limitaciones que esta técnica presenta. La variabilidad en la anatomía vascular del paciente y las limitaciones técnicas del equipo son aspectos a considerar. Sin embargo, mediante la implementación de protocolos estandarizados, el desarrollo de habilidades del personal médico y la optimización del equipo, muchos de estos desafíos pueden ser superados con éxito, elevando así la calidad y seguridad de la atención proporcionada (14,15).

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