Papiloma Ocular: Exploración exhaustiva de la enfermedad y su tratamiento
Autor principal: Luis Alonso Pérez Muñoz
Vol. XIX; nº 14; 485
Ocular Papilloma: An in-depth look at the ocular disease and its management
Fecha de recepción: 01/07/2024
Fecha de aceptación: 25/07/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 14 Segunda quincena de Julio de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 14; 485
Autores:
Dr. Luis Alonso Pérez Muñoz
Médico General, investigadora Independiente. San José, Costa Rica.
https://orcid.org/0009-0003-8128-9239
Código Medico 17472
Dra. Giuliana Consumi Salas
Médico General, investigadora Independiente. San José, Costa Rica.
https://orcid.org/0000-0001-9896-6513
Código médico: 17860
Dra. Marielle Garnier Rodríguez
Médico general, investigadora Independiente. San José, Costa Rica.
https://orcid.org/0009-0007-1183-3699
Código Médico: 17898
Dra. Daniela Consumi Cordero
Médico General, investigadora Independiente. Alajuela, Costa Rica.
https://orcid.org/0000-0003-3655-9343
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Resumen:
El papiloma ocular es una afección del ojo que se origina por la infección del virus del papiloma humano (VPH) en la conjuntiva, que es una membrana que recubre la parte blanca del ojo y los párpados. Esta infección viral provoca la formación de protuberancias o verrugas en la superficie ocular.
Los síntomas del papiloma ocular pueden variar en intensidad y presentación, incluyendo enrojecimiento ocular, irritación, sensación de cuerpo extraño, picazón y visión borrosa. Estas protuberancias pueden ser únicas o múltiples, y varían en tamaño desde pequeñas lesiones hasta crecimientos más grandes.
El tratamiento del papiloma ocular generalmente consiste en la eliminación quirúrgica de las verrugas o protuberancias. Se utilizan varios métodos como el raspado, la escisión con láser o la crioterapia (congelación), dependiendo del tamaño, la ubicación y las características específicas de las lesiones oculares. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos tópicos para reducir la probabilidad de recurrencia de las verrugas.
Es importante destacar que el papiloma ocular puede tener un riesgo potencial de transformación maligna. Algunas verrugas pueden volverse cancerosas y desarrollar un carcinoma de células escamosas conjuntival. Por ello, se recomienda realizar un seguimiento periódico después del tratamiento para detectar cualquier signo de recurrencia o cambio maligno.
La prevención del papiloma ocular se enfoca en evitar la exposición al virus del papiloma humano. Esto incluye practicar sexo seguro y evitar el contacto directo con las lesiones de la piel o membranas mucosas de personas infectadas. Además, mantener una buena higiene ocular y no compartir productos de cuidado personal relacionados con los ojos, como toallas o cosméticos, puede ayudar a prevenir la enfermedad.
Palabras clave: Infección ocular por VPH (virus del papiloma humano), lesiones conjuntivales, verrugas en los ojos, tratamiento del papiloma ocular, prevención del papiloma ocular, seguimiento post-tratamiento ocular, salud ocular.
Abstract:
Ocular papilloma is an eye condition that originates from infection by the human papillomavirus (HPV) in the conjunctiva, which is a membrane that covers the white part of the eye and eyelids. This viral infection causes bumps or warts to form on the ocular surface.
Symptoms of ocular papilloma can vary in intensity and presentation, including eye redness, irritation, foreign body sensation, itching, and blurred vision. These bumps can be single or multiple, and range in size from small lesions to larger growths.
Treatment for ocular papilloma usually involves surgical removal of the warts or bumps. Various methods such as scraping, laser excision, or cryotherapy (freezing) are used, depending on the size, location, and specific characteristics of the eye lesions. In some cases, topical medications may be prescribed to reduce the likelihood of wart recurrence.
It is important to note that ocular papilloma may have a potential risk of malignant transformation. Some warts may become cancerous and develop into conjunctival squamous cell carcinoma. Therefore, regular follow-up after treatment is recommended to detect any signs of recurrence or malignant change.
Prevention of ocular papilloma focuses on avoiding exposure to the human papillomavirus. This includes practicing safe sex and avoiding direct contact with skin lesions or mucous membranes of infected people. In addition, maintaining good eye hygiene and not sharing eye-related personal care products, such as towels or cosmetics, can help prevent the disease.
Keywords: HPV (human papillomavirus) ocular infection, conjunctival lesions, eye warts, ocular papilloma treatment, ocular papilloma prevention, post-treatment ocular follow-up, ocular health.
Introducción:
El papiloma ocular se distingue por la aparición de tumores benignos en los tejidos oculares, especialmente en la conjuntiva y la córnea. Estos tumores generalmente resultan de una infección por el virus del papiloma humano (VPH), aunque también pueden deberse a otras causas menos comunes. Aunque los papilomas oculares son predominantemente benignos, es crucial tratarlos adecuadamente debido a su impacto en la salud visual y la calidad de vida de los pacientes. (1)
La papila óptica, conocida también como disco óptico, se localiza en la retina del ojo. Ubicada en la parte posterior del ojo, cerca del centro, es el punto de entrada de los vasos sanguíneos y los nervios ópticos que transmiten señales visuales al cerebro. La papila óptica es esencial para una visión óptima, y cualquier alteración en esta área puede tener efectos significativos en la salud ocular. (1)
El papiloma ocular tiene importancia clínica debido a su capacidad para afectar la visión y la salud ocular en general. Aunque suelen ser benignos, los papilomas oculares pueden causar molestias, alteraciones en la superficie del ojo y, en casos raros, pueden convertirse en tumores malignos. Además, el papiloma ocular puede tener un impacto emocional y psicológico en los pacientes, ya que las lesiones visibles en el ojo pueden generar preocupación y afectar la confianza en la apariencia personal. (1,2)
Conocer y comprender el papiloma ocular es esencial para su detección temprana, diagnóstico preciso y tratamiento adecuado. Aumentar la conciencia sobre esta enfermedad promueve la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y la atención oftalmológica especializada. En este artículo, analizaremos en detalle el papiloma ocular, desde su definición y ubicación anatómica hasta su impacto en la salud visual y las opciones de tratamiento disponibles.
Metodología:
Este artículo presenta una revisión bibliográfica de carácter descriptivo. Para ello, se utilizaron 15 artículos seleccionados según los siguientes criterios de inclusión: artículos en inglés y español, publicados entre los años 2019 y 2024, excepto uno que se consideró fundamental para la investigación. La búsqueda se realizó a través de publicaciones, artículos de revistas científicas, metaanálisis y revisiones sistemáticas de diversas fuentes digitales, incluyendo Elsevier, PubMed y Google Scholar. Se utilizaron revisiones con énfasis en las palabras clave relacionadas, tales como: Infección ocular por VPH (virus del papiloma humano), lesiones conjuntivales, verrugas en los ojos, tratamiento del papiloma ocular, prevención del papiloma ocular, seguimiento post-tratamiento ocular, salud ocular.
Anatomía y fisiología ocular relevante:
Es crucial tener conocimientos firmes sobre la anatomía y fisiología visual relacionada con el tumor ocular para entender la enfermedad y su impacto en la salud de la vista. Esto posibilita que los especialistas en salud puedan llevar a cabo un diagnóstico exacto y ofrecer un tratamiento eficaz, conservando la función visual y mejorando la calidad de vida de los pacientes afectados. Al entender cómo influye el tumor ocular en las partes específicas del ojo, como la membrana mucosa y la córnea, los doctores pueden implementar tácticas de tratamiento adaptadas a cada caso particular, reduciendo las molestias oculares y salvaguardando la vista de los pacientes de manera óptima. (3,4)
Estas son las áreas que se ven principalmente afectadas por la enfermedad y su rol:
Membrana mucosa: es una fina y clara membrana que cubre la parte frontal del ojo y el interior de los párpados. Actúa como una barrera protectora y lubricante para el ojo, contribuyendo a mantenerlo húmedo y protegido contra la entrada de sustancias extrañas. Además, la membrana mucosa alberga vasos sanguíneos que proveen nutrientes y oxígeno a los tejidos oculares. (3,4)
Córnea: es la sección frontal y transparente del ojo que cubre la abertura y la parte coloreada. Aparte de su función en la refracción de la luz y en la focalización de las imágenes en la retina, la córnea actúa como una barrera defensiva contra infecciones y lesiones. (3,5)
Epidemiología:
La frecuencia del tumor ocular es escasa y cambia dependiendo de la región y la población examinada, y no hay detalles exactos sobre su prevalencia en todo el mundo. Respecto a la aparición, se considera una afección poco común y constituye una pequeña parte de los cánceres oculares en general. Se calcula que la tasa de aparición anual es baja, pero no se ha determinado con precisión. (5,6)
Aunque no se comprenden completamente los elementos de riesgo conectados con el tumor ocular, se han detectado algunos probables factores de riesgo. La exposición crónica y extendida a la luz solar, especialmente a los rayos ultravioleta (UV), se ha sugerido como un elemento de riesgo para el desarrollo de tumores oculares. Además, se ha propuesto una asociación entre la infección con ciertas variantes del virus del papiloma humano (VPH) y el desarrollo de tumores oculares, aunque todavía no se ha establecido completamente la relación exacta entre el VPH y el tumor ocular. (6)
Aunque el tumor ocular puede impactar a individuos de todas las edades, algunos estudios señalan que los adultos jóvenes y de mediana edad parecen tener una incidencia mayor en comparación con otros grupos etarios. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que esta enfermedad puede surgir en cualquier etapa de la vida y no está restringida solamente a estos grupos. (6,7)
Causas y mecanismo de transmisión:
El tumor ocular puede emerger debido a variadas causas, y una de ellas es la infección con el virus del papiloma humano (VPH). El VPH es una serie de virus que se propaga principalmente mediante el contacto directo de piel a piel durante las relaciones sexuales, ya sean vaginales, anales u orales. No obstante, en el caso específico del tumor ocular, todavía no se ha determinado completamente el mecanismo exacto de transmisión del VPH al ojo. Existen hipótesis que plantean posibles rutas de transmisión del VPH al ojo y que pueden llevar al desarrollo de tumores oculares. Una de ellas es el contacto directo con zonas infectadas por VPH, como los genitales o las protuberancias cutáneas, seguido de un contacto con los ojos sin una adecuada higiene de manos. Sin embargo, es relevante destacar que este modo de transmisión puede ser poco frecuente. (8,9)
Además, se ha sugerido la posibilidad de que el VPH pueda transmitirse al ojo mediante la autoinoculación. Esto significa que una persona puede transferir el virus de una parte del cuerpo infectada por VPH a los ojos al tocarse o frotarse. Por ejemplo, si alguien padece una infección de VPH en sus genitales o verrugas en otras áreas del cuerpo y luego toca sus ojos, podría transmitir el virus. También se ha planteado que el VPH pueda ser transmitido al ojo durante el parto si la madre tiene una infección genital activa por VPH. Sin embargo, este mecanismo de transmisión también es poco común y no se ha establecido definitivamente. (8,9)
Es crucial tener en cuenta que el tumor ocular puede tener otras causas además de la infección con VPH. Puede originarse debido a un crecimiento irregular de células en el ojo, sin que exista una infección viral subyacente. Dado que la transmisión del VPH al ojo y su función en el desarrollo de tumores oculares todavía no se comprenden completamente, es esencial proseguir investigando y recopilando evidencia científica para obtener una comprensión más clara de estos aspectos. (8,9)
Síntomas:
Los signos distintivos del tumor ocular pueden surgir a través de la aparición de bultos o daños en el ojo. Estos bultos suelen ser diminutos y tienen un aspecto similar a verrugas o crecimientos irregulares de tejido en distintas áreas del ojo, como el párpado, la membrana mucosa o la córnea. Estos daños pueden mostrar variaciones en cuanto a su volumen y estructura, y pueden provocar síntomas incómodos como comezón, enrojecimiento o sensación de tener un objeto extraño en el ojo. (10)
Diagnóstico:
El procedimiento de diagnóstico del tumor ocular implica el uso de varios métodos por parte de los especialistas en salud, entre los cuales se incluyen:
Revisión clínica: Un oftalmólogo llevará a cabo una minuciosa inspección del ojo y sus estructuras para detectar la presencia de bultos o daños. Se examinarán cuidadosamente los párpados, la membrana mucosa, la córnea y otras zonas del ojo en busca de cualquier anormalidad que pueda indicar la existencia de un tumor ocular. (11,12)
Historial médico: El doctor recopilará información detallada sobre los síntomas que el paciente ha experimentado, así como cualquier historial médico pertinente. Esta recopilación de datos permitirá establecer un contexto adecuado para el diagnóstico, al mismo tiempo que ayudará a descartar otras posibles causas de los daños oculares presentes. (11,12)
Biopsia: En determinadas ocasiones, se puede realizar una extracción de tejido de la lesión ocular con el propósito de obtener una muestra. Esta muestra será enviada a un laboratorio para su análisis y confirmación del diagnóstico de tumor ocular. Además, este procedimiento también resulta útil para descartar la presencia de otras afecciones oculares malignas que puedan estar relacionadas. (11,12)
Análisis de laboratorio: Se pueden realizar exámenes de laboratorio adicionales con el objetivo de detectar la presencia del virus del papiloma humano (VPH) en el tejido ocular. Estas pruebas pueden abarcar técnicas como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o la hibridación de ácidos nucleicos (NAT). (11,12)
Es esencial tener en cuenta que el diagnóstico exacto del tumor ocular requiere la evaluación y destreza de un oftalmólogo u otro profesional de la salud especializado en afecciones oculares. Si experimentas síntomas o cambios en tus ojos, es crucial buscar atención médica adecuada para obtener un diagnóstico y tratamiento apropiados. (12)
Tipos de papiloma ocular:
Hay diversos tipos de tumor ocular, siendo los principales el tumor de la conjuntiva y el tumor de la córnea. A continuación, se detallan las particularidades de cada uno:
Tumor de la Conjuntiva: Esta variedad de tumor ocular tiene su origen en la membrana mucosa, que es la capa transparente que recubre la superficie del ojo y el interior de los párpados. El tumor de la conjuntiva se manifiesta como un bulto o daño elevado en dicha membrana. Su aspecto puede ser verrugoso o similar a una coliflor. Por lo general, estos daños son benignos, pero ocasionalmente pueden volverse malignos. (13,14)
Tumor de la Córnea: El tumor de la córnea se desarrolla en la capa frontal y transparente del ojo. A diferencia del tumor de la conjuntiva, el tumor de la córnea se presenta como un daño elevado en la superficie de la córnea. Puede causar visión difusa, sensación de tener un objeto extraño en el ojo y molestias oculares. Al igual que el tumor de la conjuntiva, normalmente es benigno, pero en algunas ocasiones puede volverse maligno. (13,14)
Ambas formas de tumor ocular están relacionadas con la infección con el virus del papiloma humano (VPH). Sin embargo, es relevante señalar que no todos los tumores oculares están vinculados al VPH, y pueden haber otros factores implicados en su formación. (13,14)
Es crucial que un oftalmólogo realice una inspección y diagnóstico precisos para determinar el tipo específico de tumor ocular y proporcionar el tratamiento adecuado. El tratamiento puede abarcar la extirpación quirúrgica del daño, crioterapia (congelación), terapia con láser u otras alternativas según la gravedad y ubicación del tumor ocular. (13,14)
Complicaciones y consecuencias:
El tumor ocular puede tener diversas complicaciones y resultados, que pueden ser los siguientes:
Impacto en la visión: Según la ubicación y tamaño del tumor ocular, puede perturbar la capacidad visual. En el caso del tumor corneal, la lesión elevada en la córnea puede causar visión borrosa y distorsionada, lo que afecta la calidad de la visión. (2,15)
Extensión a otras áreas del ojo: En ocasiones, el tumor ocular puede propagarse a otras partes del ojo, como el iris, la esclerótica o el nervio óptico. Esta extensión puede comprometer la funcionalidad del ojo y requerir tratamientos más enérgicos. (2,15)
Reaparición: A pesar de recibir tratamiento, existe la posibilidad de que el tumor ocular reaparezca después de la extirpación quirúrgica u otros procedimientos. La reaparición puede necesitar tratamientos adicionales y un seguimiento continuo para controlar la enfermedad. (2,15)
Cambios en la apariencia ocular: Los bultos o daños visibles provocados por el tumor ocular pueden tener un impacto estético en el ojo. Esto puede afectar la autoestima y la confianza de la persona afectada. (2,15)
Con respecto a los efectos a largo plazo del tumor ocular, es importante señalar que en la mayoría de los casos, los tumores oculares son benignos y no causan complicaciones graves. Sin embargo, en situaciones menos comunes, el tumor puede volverse maligno, lo que incrementa el riesgo de cáncer ocular. Ante esta posibilidad, es necesario recibir atención médica y seguimiento adecuados para evaluar y tratar cualquier cambio maligno que pueda surgir. (4,15)
Además, es relevante tener en cuenta que el tumor ocular puede estar relacionado con la infección por el virus del papiloma humano (VPH), lo cual puede tener consecuencias a largo plazo. El VPH puede causar otras afecciones, como verrugas genitales y cáncer de cuello uterino en las mujeres. Por lo tanto, es fundamental someterse a pruebas y recibir un tratamiento adecuado para el VPH, así como seguir las directrices de detección y prevención recomendadas. (4,15)
En general, el tumor ocular requiere atención médica constante y un seguimiento adecuado para controlar cualquier complicación potencial y garantizar una buena salud ocular a largo plazo. Es crucial consultar a un oftalmólogo u otro profesional de la salud especializado para obtener un diagnóstico preciso, un plan de tratamiento adecuado y un seguimiento regular. (1,15)
Tratamiento:
El abordaje del tumor ocular puede variar dependiendo del tipo y la gravedad de la afección. Existen diversas opciones terapéuticas comúnmente empleadas:
Una de ellas es la eliminación quirúrgica, la cual se lleva a cabo cuando el tumor ocular es grande o provoca síntomas notables. Durante este procedimiento, el médico puede emplear técnicas como la resección con bisturí o con láser para eliminar el crecimiento. La intervención suele realizarse bajo anestesia local y puede requerir puntos de sutura. (5,9)
Otra alternativa es la crioterapia, que implica el uso de bajas temperaturas para destruir el tejido afectado. Durante la crioterapia, se aplica nitrógeno líquido u otro agente criogénico en el área afectada para congelar y eliminar el tejido. Este enfoque es menos invasivo que la cirugía y se emplea habitualmente en casos más pequeños o superficiales. (5,9)
La terapia con láser constituye otra opción terapéutica. Utiliza un haz de luz focalizado para destruir el tumor ocular. Este método resulta especialmente eficaz en lesiones pequeñas o superficiales, dado que el láser puede eliminar de manera selectiva el tejido afectado y favorecer la recuperación. (8,9)
La elección del tratamiento dependerá del tamaño, la ubicación y la gravedad del tumor ocular, así como de la preferencia del médico y del paciente. También se deben tener en cuenta aspectos como la tolerancia del paciente a determinados procedimientos, el riesgo de cicatrices o deformidades en el ojo, la probabilidad de reaparición y la disponibilidad de recursos técnicos y especializados. (5,8,9)
Prevención:
La vacunación contra el VPH representa una estrategia fundamental para prevenir el tumor ocular y otras enfermedades vinculadas con el VPH. Las vacunas están formuladas para resguardar contra los tipos más habituales de VPH que pueden provocar problemas de salud, incluyendo los tumores oculares. Normalmente, se aconseja la vacunación en la adolescencia, aunque también puede ser beneficiosa en etapas posteriores de la vida. Es fundamental consultar con un médico para obtener información y guía sobre la vacunación contra el VPH. (6,11)
Mantener una óptima higiene resulta crucial para prevenir la diseminación del VPH. Lavarse las manos regularmente y evitar tocar los ojos con las manos sucias son medidas esenciales, ya que esto puede ser una vía de transmisión del virus. Además, es vital evitar compartir objetos personales como toallas o pañuelos, con el propósito de reducir el riesgo de contagio. (5,10)
El empleo de protección adecuada puede contribuir a prevenir daños oculares que podrían facilitar la entrada del VPH al ojo. El uso de gafas de sol o lentes protectoras es particularmente crucial al realizar actividades al aire libre o practicar deportes donde exista un mayor riesgo de lesiones oculares. (6,11)
La detección precoz del tumor ocular es vital para un tratamiento exitoso. Es esencial someterse a revisiones periódicas con un oftalmólogo, especialmente si se presentan factores de riesgo adicionales, como antecedentes de infección con VPH o contacto con personas infectadas. Un diagnóstico temprano puede posibilitar un tratamiento más eficaz y reducir las potenciales complicaciones. (6,11)
Conclusiones:
El tumor ocular es una condición oftalmológica causada por la infección del virus del papiloma humano que conlleva al desarrollo de lesiones benignas en el ojo. Aunque es un trastorno poco frecuente, es vital reconocerlo y comprender sus implicaciones para alcanzar un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado.
La prevención del tumor ocular se enfoca en medidas como la vacunación contra el VPH, mantener una óptima higiene y evitar el contacto directo con individuos infectados. La vacunación contra el VPH es especialmente crucial, dado que puede evitar la infección por los tipos de VPH relacionados con los tumores oculares.
El tratamiento del tumor ocular se fundamenta en diversos factores, tales como el tamaño y la ubicación de las lesiones. Las alternativas terapéuticas abarcan la extracción quirúrgica, la crioterapia y la terapia con láser. La elección del método se determina mediante la evaluación individual del paciente y la pericia del médico.
Es imperativo el diagnóstico temprano del tumor ocular para una gestión efectiva. Las revisiones regulares con un oftalmólogo son cruciales, especialmente en personas con factores de riesgo adicionales, como antecedentes de infección por VPH. Un diagnóstico precoz facilita un tratamiento más eficaz y reduce el riesgo de complicaciones.
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