Por este motivo, se hace impórtate indagar sobre el conocimiento que tienen los estudiantes de la licenciatura en enfermería sobre el parto humanizando y la aplicación de éste es sus prácticas hospitalarias, para posteriormente en el ámbito laboral.
Objetivo:
Determinar el nivel de conocimiento que tienen los estudiantes de licenciatura en enfermería sobre el parto humanizado y conocer si la práctica de los estudiantes de licenciatura de apega a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Materiales y métodos
Estudio cuantitativo, descriptivo, prospectivo, de cohorte transversal y observacional (Hernández, Fernández y Baptisa, 2014, Canales, 2010 y Polit y Hungler, 2000), en 21 alumnos de la licenciatura en enfermería, se aplicó el instrumento de Salazar et al. (2016), que evalúa el conocimiento del Parto Humanizado (PH) y la formación en práctica del PH, se utilizó un instrumento elaborado a partir de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Ellos aceptaron participar en el estudio de manera voluntaria.
Resultados
En la búsqueda se encontró que el 71.4% de los participantes pertenecen al 7º semestre, seguido por los de 6º (14.3%), y con mismos porcentajes del 4.8%, los de 5º, 8º y 9º (Tabla Nº1), siendo de suma relevancia ya que están próximos a cursar los últimos períodos, en su mayoría, la Experiencia Educativa (EE) del área de formación terminal servicio social, es ahí, donde aplican todos los conocimientos, habilidades y actitudes adquiridos en las EE, previas, participando con la responsabilidad de un trabajador activo en los centros de atención de salud y a mediano plazo insertarse al medio laboral.
El 90.50%, refieren que no han recibido formación en parto humanizado dentro de su institución educativa, únicamente el 9.50%, expresó que sí, sin embargo, detallan que únicamente, fueron conocimientos superficiales, es decir, visualizan una debilidad en las habilidades y actitudes (Gráfica Nº1), dejando un gran campo de exploración para los estudiantes ya que la gran mayoría de ellos, al preguntarles que era el parto humanizado no tenían idea. Es importante mencionar que los estudiantes, deben ser más competitivos cada día y es necesaria esta parte de su formación para evitar que caigan en prácticas negativas y dañinas para las mujeres embarazas o imitar el actuar del profesional que ya es trabajador de cualquier institución de salud, sobre todo los que están a punto de egresar.
Respecto al conocimiento, únicamente el 61.9%, puntúo alto, el resto (38.1%), regular (Tabla Nº2), al explorar el tipo y profundidad de la información y formación, se identificó, que es muy superficial (conocimiento), es decir, solo saben conceptos, anatomía, dejando de lado la fisiología, psicología, área emocional y lo más importante, reconocen la debilidad al aplicar los cuidados, con la transversalización, metacognición y transferencia de saberes.
Por lo anterior, surge una gran interrogante ¿qué pasa con la aplicación de estos conocimientos una vez que entrar al campo laboral?, como estudiantes (en prácticas hospitalarias) o trabajadores, dado que las instituciones, siguen llenas de maltrato hacia la mujer en trabajo de parto, dejando, violando y minimizando sus derechos y repitiendo patrones de mala atención, que muchos de ellos, desencadenan en iatrogenias o muertes maternas infantiles.
En cuanto a la formación de la práctica, el 85.7%, se considera, ser excelente y el 14.3%, demostró que son suficientes para brindar el cuidado a la mujer en trabajo de parto (Tabla Nº3), sin embargo, cuando se puntualiza el tipo de formación, se identificó que únicamentes es formación teórica, es decir, ni en modelos anatómicos, han replicado o simunlado la atención a una mujer en trabajo de parto, centrándose únicamente en técnicas como: maniobras de leopold, medición de la frecuencia fetal y fondo uterino, signos y síntomas de alarma, mecanismo del trabajo de parto y procesos de enfermería o Planes de Cuidados Estandarizados (PLACE´s), que son estos últimos, una limitante para crear o proponer estrategias, dado que muchos, solo copian y pegan la información, sin hacer una valoración inicial y análisis de necesidades o cuidados reales que requiere la mujer y el niño.
Lo anterior, denota claramente que se tienen las bases para la atención activa del parto humanizado, sin embargo, es alarmante saber que en los centros hospitalario aún se realizan prácticas deshumanizadas y que muchas veces los estudiantes son participes de ellas por seguir un patrón que observan en las salas de parto en las enfermeras, médicos y equipo multidisciplinario que atiende a la mujer.
De acuerdo a los resultados presentados y al acercamiento experiencial que se tuvo con los participantes, surge una interrogante ¿Por qué no son aplicados los conocimientos prácticos y teóricos en las salas de parto?, de igual manera, es importante mencionar que si bien las puntuaciones reflejan un conocimiento excelente, los alumnos no lo conocen con la terminología de parto humanizado y refieren que pocas veces son utilizadas por el personal operativo y por ellos, ya que aprenden lo rutinario sin dejar desenvolver los conocimientos, habilidades y actitudes adquiridas, alguna veces, por miedo o porque son obstaculizados por el personal del que están a cargo en las prácticas hospitalarias.
Conclusión
El proceso que vive la mujer en trabajo de parto y parto es único e inigualable aunque no sea su primera gesta siempre será diferente, es por ello, que el personal que brinda los cuidados, debe estar capacitado para resolver en conocimiento, habilidad, destreza y asertividad, los problemas que pueda enfrentar y no solo hablando de lo físico o fisiológico sino de lo psicológico y espiritual.
Respecto al objetivo uno: determinar el nivel de conocimiento que tienen los estudiantes de licenciatura en enfermería sobre el parto humanizado, el 61.9%, puntuó alto, sin embargo, la formación en esta práctica, la consideran excelente 85.7%, con ello, se da respuesta al objetivo dos: conocer si la práctica de los estudiantes de licenciatura de apega a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Dado lo antes expresado, es importante tener capacitación contante en los centros de atención y verificar que las mujeres obstetras, tengan un trato humanizado por el personal de salud, de manera puntual por enfermería que son los que llevan más cercano este proceso, así mismo, el personal en formación, por hecho de serlo, no está al margen de este panorama, por el contrario están obligados a desempeñar actividades del parto humanizado porque poseen conocimientos para hacerlo.
No óbstate las reproducciones negativas y rutinarias de procesos hacen que las embarazadas sufran maltrato y violación de sus derechos elementales sin siquiera saberlo. Enfermería es el responsable de salvaguardar estos derechos y hacer de la experiencia del parto una ocasión única, satisfactoria y feliz poniendo como protagonista al binomio madre e hijo que son los encargados de llevar al éxito el proceso del nacimiento.
Es por ello que se recomienda que las Experiencias Educativas: enfermería fundamental, proceso de enfermería, en la atención a la salud materno infantil, en la atención primaria de salud, clínica de la atención de la mujer y el niño, práctica profesional comunitaria, se enfoquen y favorezcan la atención del parto humanizado, con fundamentos sólidos, enriquecidos en conocimientos, habilidades y actitudes. Así mismo, que el conocimiento de enfermería, sea aplicado y universalizado en las diferentes escalas: local, estatal, nacional e internacional, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, así mismo, que el conocimiento y desarrollo de la práctica, sea transversalizado por los estudiantes y profesionales de enfermería, así mismo, que se utilicen las teorías de enfermería, como fundamento científico, como es la de Sistemas conductuales, de Dorothy Johnson, que puntualiza la idea de que enfermería, debe centrarse en el comportamiento de una persona, más que en su estado de salud o condición de la enfermedad. Es un modelo de atención que se centra en las necesidades humanas, y el uso de la enfermería para promover el equilibrio y disminuir el estrés.
Anexos
Anexos – Parto humanizado, desafío entre conocimiento y desarrollo
Anexos – Parto humanizado, desafío entre conocimiento y desarrollo
Referencias bibliográficas
Belli, L. F. (2013). La violencia obstétrica: otra forma de violación a los derechos humanos. Revista Redbioética/UNESCO, 1(7), 25-34.
Canales, F. (2010). Metodología de la investigación: Manual para el desarrollo de personal de salud. 1ª Edición. México: Limusa, S.A. de C.V.
Castro R., & Erviti J., (2014). 25 años de investigación sobre Violencia obstétrica en México. Revista CONAMED, vol. 19, núm. 1, enero-marzo 2014, págs. 37-42.
Cortés, J. E. (2010). La resiliencia: una mirada desde la enfermería. Ciencia y enfermería XVI (3), 27-32.
Faneite J., Feo A., Tor, J. (2012). Grado de conocimiento de violencia obstétrica por el personal de salud. Rev Obstet Ginecol Venez 2012; 72(1):4-12
Hernández, R., Fernández, C., & Baptista, P. (2014). Metodología de la investigación, Sexta Edición. México DF: Mc Graw Hill Interamericana.
Polit, D., & Hungler, B (2000). Investigación científica en Ciencias de la Salud. Sexta Edición. México DF: Mc Graw-Hill interamericana.
Raile, A. M., & Tomey, M. A. (2011). Modelos y teorías en enfermería. Barcelona, España: Elsevier
Valdez, R., Hidalgo, E., Mojarro, M., Arenas, L. M. (2013). Nueva evidencia a un viejo problema: el abuso de las mujeres en las salas de parto. Revista CONAMED, 18(1), 14-20.
Villanueva, L. A. (2010). El maltrato en las salas de parto: Reflexiones de un gineco-obstetra. Revista CONAMED, 5(3), 147–151.
Villanueva, L. A., Cruz, L. (2012). Los costos de la mala calidad de la atención obstétrica. Revista CONAMED, 17(2), 60-66.
Villanueva, L. A., Morales, E., & Lezana, M. A., (2014). Parto fortuito: definiciones, características y resultados. Elementos para su análisis en México. Revista CONAMED, vol. 19, Núm. 2, abril-junio 2014, págs. 67-77.
Villegas, A. (2009). La violencia obstétrica y la esterilización forzada frente al discurso médico. Revista venezolana de estudios de la mujer-caracas. Enero /junio 2009-vol. 14 / n° 32.
Salazar, J., Castellanos, E., Zavala, L. E., Enríquez, C. B., Peña, M., & Cabrera, M. (2016). Conocimiento del parto humanizado (COPAHU, 2016), instrumento de investigación. (Tesis de Maestría inédita). Universidad Veracruzana, Facultad de Enfermería, Veracruz.