coincidieron con la mayoría de los autores, quienes comprobaron que los subgrupos de población más representativos son los masculinos 27.
Observamos que predominó el sexo masculino, coincidiendo con el estudio de Gisel Contín 27; no siendo así con el estudio de González Sánchez 28, donde prevaleció el sexo femenino.
En nuestra investigación mediante el examen físico realizado a los pacientes que incluía la muestra en estudio pudimos observar que 287 presentaban cifras de TA inferiores a 140/90 constituyendo el 63.7% los pacientes, los cuales estaban controlados, no así el 36.3% que se mantenían hipertensos, esto se debía fundamentalmente a incumplimiento con el tratamiento médico y fallas en las modificaciones del estilo de vida de los pacientes descompensados.
Existen varias investigaciones acerca del tema, autores como Kannel plantean que más del 30% de los pacientes hipertensos diagnosticados no logran el control de la TA. Cifras divulgadas por la OMS refieren que hasta un 50% de las personas que padecen hipertensión arterial (HTA) no se encuentran compensados a pesar de las políticas de tratamiento actuales 5. Ver tabla #2
En nuestro estudio, tabla (3), encontramos que la hipertrofia ventricular izquierda diagnosticada mediante exámenes electrocardiográficos y telecardiograma, constituyó la segunda complicación más frecuente del grupo de pacientes en estudio, la cual fue de un 21.8% con 98 pacientes que lo padecen, prevalencia que se ajusta a la media mundial y nacional según la literatura revisada, que revelan una prevalencia de 25 a 50%29
Según el tiempo de evolución de la hipertensión arterial y la aparición electrocardiográfica e imagenológica de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI), encontramos en nuestro estudio que a medida que transcurren los años de evolución de la hipertensión arterial (HTA) la prevalencia de la hipertrofia se incrementa constituyendo un 58.1% los pacientes con hipertrofia ventricular izquierda (HVI) con más de 10 años de hipertensión arterial del total de pacientes con cardiopatía hipertrófica, 23.5% entre 2 y 10 años y 18% menos de 2 años respectivamente, lo cual corresponde con estadísticas revisadas 29.
En múltiples estudios se habla sobre el tema, con el fin de identificar precozmente el daño al corazón. Caballero, et al, 30 determinaron que el 22.4% de sus pacientes desarrollaron hipertrofia ventricular izquierda (HVI), de igual forma Medina, et al, 31 la observaron en 16.6% y Borges; 32 16% en La Habana, en un 39% en Camagüey, Delgado, et al, 33 describen una tasa de 33.5% de los estudiados, en todos los casos predominó el patrón normal seguido de la remodelación concéntrica, datos que coinciden con los obtenidos en la investigación.
El tiempo de evolución de la hipertensión arterial (HTA) se relaciona con la aparición y progresión de las modificaciones anatómicas del VI, pues inducen importantes cambios anatomofuncionales del corazón. Kannel, et al, 34 señalan que si la hipertensión arterial (HTA) persiste elevada por más de 12 años originará hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en más del 50% de los casos. Caballero, et al; 30 constataron más del 45% de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en pacientes con más de 16 años de evolución de la hipertensión arterial (HTA). Delgado, et al, 32 igualmente coinciden con la bibliografía nacional e internacional. Nuestro estudio pone una evidencia más a las referencias anteriormente expuestas, al coincidir con los mismos.
La cardiopatía isquémica fue la complicación más frecuente encontrada en el grupo de hipertensos estudiados en nuestra área, con signos electrocardiográficos de lesión miocárdica en un total de 105 pacientes para un 23.3%, llegando a 50.5% los pacientes con cardiopatía isquémica con más de 10 años de evolución de la hipertensión arterial, lo que corrobora al igual que la literatura revisada que a mayor años de vida con hipertensión arterial (HTA) la prevalencia de enfermedad coronaria aumenta proporcionalmente 35.
La hipertensión sistólica se considera como un factor de riesgo en la aparición de enfermedad coronaria en el anciano, así por ejemplo, el seguimiento de 5 127 hombres y mujeres que participaron en el estudio de Framingham demostró que esta guardaba una estrecha relación con la incidencia de coronariopatía 36. Esto se corresponde con la asociación estadísticamente significativa que encontramos entre el tiempo de evolución de la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria.
La hipertensión arterial (HTA) desempeña una función causal que se debe asociar a la cardiopatía isquémica. El daño vascular de la hipertensión arterial (HTA) se produce por la promoción de la aterosclerosis y la trombogénesis 37. Sechi y otros investigaron la relación entre factores hemostáticos y el daño de órganos diana por hipertensión arterial (HTA) y encontraron que los niveles de fibrinógeno plasmático, fragmento 1+2 de protrombina y el dímero D de fibrina, se asociaron a la severidad del daño de órgano diana como el corazón 38.
Recientemente, Thomas Giles 22 ha señalado la necesidad de redefinir la hipertensión arterial (HTA) como un síndrome cardiovascular progresivo causante de alteraciones estructurales y funcionales en los órganos diana y sistema cardiovascular 38.
Respecto a la tabla (5) donde se analiza los factores de riesgo de lesión vascular asociados a la hipertensión arterial del grupo en estudio observamos que el hábito de fumar predomina con un total de 235 pacientes para un 52.2% seguido de la Diabetes Mellitus con 107 pacientes para un 23.7%, la Hiperlipoproteinemia 12% y un 10.8% del universo de estudio son obesos.
El hábito de fumar constituye el principal factor de riesgo vascular encontrado en la población cubana similar a nivel mundial y a lo encontrado en los países industrializados por Kramer 39
A pesar de los años éste hábito tóxico continua siendo uno de los factores de riesgo clásicos en las enfermedades cardiovasculares. Es importante señalar la aparición el mismo en edades cada vez más tempranas, sobre todo en la adolescencia, lo que trae