Perfil de estrés y rendimiento académico en estudiantes de psicología
Autor principal: Rubén Vargas Jiménez
Vol. XV; nº 18; 946
Stress profile and academic performance in psychology students
Fecha de recepción: 13/08/2020
Fecha de aceptación: 17/09/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 18 – Segunda quincena de Septiembre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 18; 946
Autor:
Rubén Vargas Jiménez,
Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Autónoma de Baja California
Tijuana, México
RESUMEN
El estrés es un problema de salud que afecta a los estudiantes universitarios del área de la salud debido a que se enfrentan a las exigencias personales, familiares y propias de la universidad, por tal el presente trabajo tiene como objetivo analizar el perfil de estrés en estudiantes de psicología de etapa terminal. El estrés se entiende como la incapacidad de la persona frente a las demandas del ambiente y está asociado a enfermedades físicas y mentales. Se aplicó el instrumento de perfil de estrés de Nowack a 114 alumnos de psicología de la etapa terminal. Los resultados indican el 70% de los estudiantes tiene una percepción media a alta de estrés ante situaciones escolares, el 97% cuentan con deficientes hábitos de salud, aunado a esto solo el 3.5% tiene buen descanso, menos fatiga y más relajados, en contraste el 90% realizan poco o regular actividad física, además de tener dietas poco balanceadas, también presentan una baja cultura de la prevención a la salud en general. Por lo que será necesario a partir de este resultado construir un programa de intervención psicoeducativos para atender dicha problemática en la que se incluyan estrategias para mejorar el desempeño, las habilidades, las competencias propias de la formación del estudiante y logren manejar y afrontar las situaciones estresantes.
PALABRAS CLAVE
Estrés, Estrés académico, perfil de estrés, Estudiantes universitarios
ABSTRACT
Stress is a health problem that affects university students in the health area because they face the personal, family and university-specific demands, thus the present work aims to analyze the stress profile in students of psychology of terminal stage. Stress is understood as a person’s inability to cope with the demands of the environment and is associated with physical and mental illness. The Nowack stress profile instrument was applied to 114 end-stage psychology students. The results indicate that 70% of students have a medium to high perception of stress in school situations, 97% have poor health habits, and only 3.5% have good rest, less fatigue and more relaxed, In contrast, 90% do little or regular physical activity, in addition to having poorly balanced diets, they also have a low culture of prevention to general health. Therefore, it will be necessary to build on this outcome a psychoeducational intervention program to address this problem, including strategies to improve performance, the skills and competences of the student’s training and manage to handle and cope with stressful situations.
KEYWORDS
Stress, Academic stress, stress profile, university student
INTRODUCCIÓN
El estrés es un problema de salud que afecta a las colectividades humanas de todas las edades, siendo uno de los más afectados los estudiantes universitario, debido a que están expuestos a este problema durante la vida escolar, esto provocado por la presiones personales, familiares y las correspondientes al compromiso de ser estudiante universitarios, sin embargo, en las licenciaturas del área de la salud, el estudiante presenta mayor exigencia, debido que se trabaja con individuos que presentan enfermedades físicas y psicológicas o emocionales, que para su atención requiere conocimientos, habilidades y destrezas para hacer una evaluación y un diagnóstico adecuado, así como proponer un tratamiento eficaz para mantener el óptimo estado de salud mental. Tales exigencias elevan considerablemente los niveles de estrés, ansiedad y en general el estado de ánimo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (1994) el estrés es conceptualizado como el “conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción”. Por otro lado, Trucco en el 2002 lo define como un conjunto de procesos neuroendocrinos, inmunológicos, emocionales y conductuales que se presentan ante situaciones que exigen la adaptación, por lo que individuo está expuesto amenazas para su integridad biológica y psicológica, es decir, el estrés se entiende como la incapacidad de la persona para hacer frente a las demandas del ambiente, y se identifica como una de las preocupaciones mayores que presenta el individuo debido a factores personales, sociales y familiares (Bonilla y Padilla, 2015).
Por tanto, el estrés implica estar sometido a una gran presión que resulta en incomodidades, molestias y frustraciones en las diversas situaciones de la vida cotidiana (Carrillo-Saucedo, 2008). En el mismo tenor, Halgin y Whitbourne (2009) manifiestan que el estrés es una reacción emocional desagradable que tiene un individuo al percibir un evento amenazante. Por consiguiente, el estudiante universitario no está excepto de presenta esta problemática, como lo establece Martínez y Díaz (2007) al afirmar que un individuo al estar inmerso en un proceso de aprendizaje, este experimenta tensión, independientemente del nivel educativo que se encuentre, a esto se le denomina estrés académico.
Para definir el estrés académico existen varias perspectivas, Muñoz (2004) refiere que el estrés académico se basa en las demandas, conflictos, actividades y sucesos de la vida académica que provocan estrés en el estudiante y que afectan negativamente la salud, el bienestar y el propio rendimiento académico. En coincidencia, Peiro (2005) sostiene que el estrés académico es una forma de adaptación del estudiante, en función a sus habilidades, adaptación que genera impacto en su desempeño académico. Mientras, Barraza (2006) define al estrés académico como un proceso sistémico, de carácter adaptativo y esencialmente psicológico, que se caracteriza una serie de demandas escolares que el alumno considera estresores, que le generan un desequilibrio manifestándose en síntomas y provoca en el estudiante busque formas de afrontamiento para restaurar el equilibrio.
Por tanto, el estrés académico es parte de la vida de un estudiante universitario, logrando no siempre ser un provocador de enfermedades, ya que en ocasiones este contribuye al desarrollo, al permitir alcanzar el objetivo deseado de culminar una profesión y contar con trabajo estable, desafortunadamente, el estrés académico no solo intervine en el apetito, en el sueño, en la capacidad de concentrarse y en la memoria a corto y largo plazo, sino que algunas investigaciones han establecido una relación directa con la aparición de cuadros de ansiedad y depresión, conductas antisociales, enfermedades de cardiovasculares, conductas adictivas, ausentismo, reprobación y deserción escolar (Buela-Casal y Caballo, 1991; Valadez, 1997; Armeli, Carney, Tennen, Affleck y O’Neil, 2000; Mendiola, 2010; Melgosa, 2006; Bittar, 2008; Hernández, Pozo y Polo, 1994; Gómez, Cabrera, Camacho y Gutiérrez, 2017)
Según los últimos estudios realizados con estudiantes universitarios se encontró porcentajes altos de estrés. Entre ellos está el estudio realizado por Mazo, Martínez y Gutiérrez (2013) donde evaluaron a 604 estudiantes de la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín, aplicaron el inventario de estrés académico y los resultados indican que los estudiantes con puntuaciones más altas y alejadas de la media de estrés pertenecen a las carreras relacionadas con la salud.
Por otro lado, Sabih, Siddiqui, y Baber (2013) sostienen que el demasiado estrés, combinado con otros factores psicológicos como baja autoestima y ansiedad, puede ser perjudicial y puede perturbar el funcionamiento normal de los estudiantes, lo que puede influir en el rendimiento académico del estudiante, esto corresponde a un estudio realizado a 231 de una universidad privada, donde se utilizó el inventario de estrés de vida estudiantil.
Para Montalvo-Prieto, Blanco-Blanco, Cantillo-Martínez, Castro-González, Downs-Bryan, y Romero-Villadiego (2015) quienes llevaron a cabo un estudio descriptivo con 266 estudiantes de licenciatura del área de la salud de una universidad pública de Colombia, se utilizó el inventario de estrés académico, evidenciando que el 88.7% de los estudiantes presentaron estrés, además anotaron que quienes tiene los niveles más altos son los estudiantes de medicina y químico farmacéutico con manifestaciones de cansancio permanente, ansiedad y angustia.
En los estudios realizados en México, Barraza, González, Garza y Cazares de León (2019) consideraron que los estudiantes que cursan la carrera de odontología son más susceptibles a presentar altos niveles de estrés debido a las exigencias particulares de dicha carrera como son la sobrecarga de tareas y trabajos escolares, las evaluaciones de los profesores y tiempo limitado para hacer el trabajo, este investigación se realizó a 93 estudiantes de una universidad en Monterrey donde se aplicó el inventario de estrés académico.
Por su parte, Zárate-Depraect, Soto-Decuir, Martínez-Aguirre, Castro-Castro, García-Jau, y López-Leyva (2018) realizaron un estudio en una universidad pública, se aplicó el inventario de hábitos de estudio y estrés académico a 741 estudiantes de medicina donde se encontró que a menores hábitos de estudio, mayor predisposición al estrés académico, además el 81,04% de los estudiantes les genera estrés el hecho de competir con los compañeros, la sobrecarga académica, el carácter del profesor, los exámenes, las tareas que piden los profesores, el tiempo limitado para hacer las tareas y no comprender bien los temas revisados en clase.
Rodríguez y Berril-Saez (2019), sostienen en un estudio realizado en una universidad privada en León Guanajuato, donde se aplicó el inventario de estrés académico a 66 estudiantes de psicología y pedagogía, evidenciaron que el 95.45% de los participantes identificaron haber tenido un momento de preocupación o nerviosismo en el transcurso del presente ciclo escolar.
Por otro lado, un estudio realizado por Rivera-Baños, Alcántara-Hernández y De la Rosa-Gómez (2017) refiere que los estudiantes manifiestan poseer estrés medio a alto, también se observó bajos niveles en los hábitos de salud asociados a la falta de descanso, dietas poco saludables y ausencia de medidas preventivas, se aplicó el instrumento de perfil de estrés a 252 estudiantes de psicología que cursan la licenciatura en modalidad a distancia.
Las diversas investigaciones reportan que el estrés que padecen los estudiantes del área de la salud y los factores que pueden provocar que se eleven los niveles de estrés, pero pocos estudios evalúan de forma más amplia el perfil de estrés del estudiantes, Por esta razón, esta investigación tiene como objetivo analizar el perfil de estrés de los estudiantes psicología de la etapa terminal, enfocándose en conductas o aspectos de la vida cotidiana del estudiante, que pueden estar incidiendo en la presencia del estrés. Por lo que el instrumento de perfil de estrés constituye un recurso protector, confiable y significativo para la salud, ya que este permite conocer los hábitos para la salud (ejercicio, descanso, sueño, alimentación, nutrición y conductas preventivas), las redes de apoyo satisfactorias (familiar y social), la fuerza cognitiva (locus de control interno), el estilo de afrontamiento (valoración positiva, minimización de la amenaza y concentración en el problema), el bienestar psicológico, Además de identificar los comportamientos de riesgo al estrés, a las adicciones o a la autovaloración negativa (Preciado, Franco y Vázquez 2010 citado por Rivera-Baños, Alcántara-Hernández y De la Rosa-Gómez, 2017).
METODO
Diseño
En este estudio se empleó un diseño no experimental, descriptivo, correlacional de corte transversal.
Participantes
La muestra corresponde a 114 estudiantes de psicología de la etapa terminal, de los cuales son 83 mujeres y 31 son hombres.
Instrumentos
Se utilizó una cedula con información sociodemográficas (edad, sexo, semestre que cursa y promedio del semestre anterior), además se aplicó del instrumento de Perfil de Estrés desarrollado por Nowack, que está integrado por 118 reactivos en escala de Likert de cinco puntos que tiene un tiempo de aplicación de 25 minutos, está compuesto de siete escalas: estrés, hábitos de salud (que cuentas con cinco subescalas: ejercicio, descanso-sueño, alimentación-nutrición, prevención al riesgo y conglomerado de reactivos), red de apoyo social, conducta tipo A, fuerza cognitiva, estilo de afrontamiento (dividida en cuatro subescalas: valoración positiva, valoración negativa, minimización de la amenaza y concentración en el problema) y bienestar psicológico. La confiabilidad de 0,89 y 0,91 en poblaciones de diferentes razas y nivel educativo.
Para el análisis se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 19, llevando a cabo un análisis descriptivo de las variables de estudio, también se obtuvo el coeficiente de correlación.
RESULTADOS
Los resultados indican que la distribución de la muestra es de 73% de mujeres y 27% de hombres, todos los encuestados son estudiantes de la etapa terminal de la licenciatura en psicología, mientras la distribución de las edad esta entre los 19 a 30 años, teniendo el porcentaje más alto con un 77% entre las edades de 19 a 22 años. El rendimiento académico reportado indica que el 68.4% presento rendimiento medio (76 a 85), el 22.8% rendimiento bajo (65 a 75) y el 8.8% rendimiento alto (86 a 99).
El instrumento de perfil de estrés revelo en sus diferentes escalas y subescalas los siguientes resultados; en la escala de estrés el 67.5% de los participantes presentaron estrés medio, por tanto hay evidencia de una percepción de estrés media ante situaciones de la vida escolares, personales y familiares., seguido del 25.4% con estrés bajo y solamente un 7% presentó estrés alto. (Ver Tabla1)
En la escala de hábitos de salud el 97.4 % de los participantes reportaron un nivel bajo, lo que está asociado a deficientes hábitos de salud, lo que indica que tienen bajo estado de bienestar físico y psicológico, mientras en la subescala ejercicio se encontró que en el 63.2% de los participantes cuentan con un nivel medio, por lo que de manera regular realizan actividades para mejorar su salud, seguido de 27.2% de nivel bajo, lo que representa poco actividad física, y solo un 9.6% practican ejercicio físico con mayor frecuencia e intensidad, en la subescala de descanso y sueño se encontró que el 58.8% reportan no cumplir con las horas de sueño necesarias, por tanto, el descanso no es completo, seguido el 37.7% que presento el nivel bajo, los cuales expresan sentirse menos relajado y más fatigado en sus labores escolares y únicamente el 3.5% manifiestan estar bien descansados, menos fatigados y más relajados, en la subescala de alimentación el 76.3% de los participantes se sitúan en nivel medio, lo que implica que son persona que regularmente tiene dietas poco balanceadas y nutritivas, mientras el 23.7% presento nivel bajo, por lo que se observa contar con hábitos nutricionales poco balanceados, consumiendo exceso de grasas, azucares, carbohidratos y en general calorías, En la subescala de prevención el 100% de los participantes de la presente investigación consideraron no tener una cultura de la percepción de la salud, en la subescala de Conglomerado de reactivo 99.1% de los participante refieren un nivel alto, lo que representa una alerta de riesgo para la salud. (Ver Tabla1)
La escala de red de apoyo social el 42.1% reportan el nivel alto, lo que está asociado con un apoyo social favorable para enfrentar los estresores de la vida cotidiana, en contraste el nivel medio con un 32.5% los cuales expresan contar con personas que los apoyen socialmente, mientras que nivel bajo con un 25.4% no cuenta con ningún apoyo. (Ver Tabla1)
La escala de la conducta Tipo A se observa un nivel medio con un 57.9% por lo que los participantes manifiestan conductas de desconfianza y hostilidad en situaciones de estrés, seguido del 36.8% participantes presentaron nivel bajo además de lo anterior promueve la aparición de enfermedades físicas y mentales. (Ver Tabla1)
La escala de fuerza cognitiva se reportan un 65.8% de los participantes nivel bajo lo que representa que se perciben alineados en la esfera escolar y sentimental, sintiéndose amenazados y fuera de control, seguido de 34.2% con nivel medio, lo que implica sentirse con regular compromiso y participación en las tareas académicas. (Ver Tabla1)
En la escala de Estilo de afrontamiento se valoraron cuatro estrategias; en la subescala de valoración positiva se encontró que 64% participantes presentaron nivel medio, lo que implica que regularmente hacen uso de comentarios de apoyo y motivación autodirigidos visualizando posibles soluciones con la intención de minimizar el estrés, contando medianamente con estrategias para afrontar los problemas, seguido de un 26.3% de nivel bajo que presentan ausencia de estrategias de afrontamiento de la situaciones difíciles, en la subescala de valoración negativa el 52.6% participante reportaron un nivel medio caracterizado por autoculpabilidad y pensamiento catastrófico, seguido de un 29.8% de nivel bajo, no utiliza este tipo de afrontamiento, mientras el 17.5% utiliza esta estrategia cuando se concentra en los peores aspectos de una situación, busca culpables, es totalmente catastrofista y no existe solución satisfactoria, en la subescala de minimización ante las situaciones amenazantes el 60.5% participantes manifestaron un nivel medio, es decir usan habitualmente la evitación de la situación estresante, seguido de un 28.1% con un nivel alto representado por descalificar o hacer burla de la situaciones problemáticas, en contraste la subescala de concentración del problema se encontró que el 100% de los participantes presentaron un nivel bajo, lo que implica imposibilidad de desarrollar un plan de acción o determinar un curso de acción para resolver eventos estresantes. (Ver Tabla1)
En esta escala de bienestar psicológico son 61.4% de los participantes que se presentan en el nivel medio, es decir, en ocasiones tiene el sentimiento de satisfacción consigo mismo y se perciben capaces de disfrutar, seguido del 28.1% con un nivel alto caracterizado por ser capaces de disfrutar la vida y felices con su familia, escuela, relaciones interpersonales y logros personales. (Ver Tabla1)
En la relación entre rendimiento académico y nivel de estrés se observa que el total de estudiantes con nivel de estrés alto presentan un rendimiento académico medio con un 4.4%, seguido de un rendimiento académico medio con un 1.8%, mientras el menor porcentaje corresponde a rendimiento académico bajo. En lo correspondiente al nivel de estrés medio se cuenta con un rendimiento académico medio con un 49.1%, seguido de rendimiento académico alto con 13.2%, mientras 5.3% corresponde a un rendimiento bajo respectivamente. En relación al nivel de estrés bajo refiere que el rendimiento académico medio con un 14.9%, seguido un rendimiento alto con 7.9%, mientras el menor porcentaje corresponde a rendimiento alto con 2.6%. (Ver Tabla 2)
En cuanto al coeficiente de correlación entre el rendimiento académico y estrés se encontró que tiene correlación nula, lo que implica que estas dos variables son independientes, además se muestran coeficientes de correlación positivos moderados entre las escalas de “Hábitos de salud” y “Descanso y Sueño” (p = .625), también la “Valoración positiva” y el “Bienestar psicológico” presentaron una correlación positiva moderada (p = .587, en contraste, otras escalas se presentaron coeficientes de correlación negativa moderada entre la “Fuerza cognitiva y la “Valoración negativa” (p = -.539).
CONCLUSIONES
Dentro de los principales hallazgo se encontró que el 70% de los estudiantes tiene una percepción media a alta de estrés ante situaciones escolares, personales y familiares. En las hábitos de salud el 97% cuentan con deficientes hábitos de salud, es decir tienen un estado de bienestar físico y psicológico bajo, y se corrobora con otros datos como; que el 90% realizan poco a regular ejercicio durante el día, asimismo tienen una dieta poco balanceada, con alto consumo de carbohidratos, grasas, en general calorías, aunado a esto solo el 3.5% tiene buen descanso, menos fatiga y más relajados, también existe una cultura baja hacia la prevención, expresada en baja percepción de riesgo ante la salud en general, y por tanto presenta alerta a riesgo de salud y en especial se puede asociar con enfermedades físicas (Obesidad, hipertensión) y mentales (ansiedad, depresión).
El 70% cuenta con redes de apoyo de familiares y de amigos, El 95% presentan conductas de desconfianza y están propensos a desarrollar enfermedades físicas y mentales, también presentan bajo compromiso y participación en las tareas escolares, se sienten amenazados y que no encajan dentro de la vida escolar. En cuanto al estilo de afrontamiento cuentan con pocas o nulas estrategias para hacer frente a las situaciones estresantes, por lo que prefiere evitarlas, esto puede deberse al pensamiento catastrófico, además que se centran en el problema y busca culpables no soluciones, así como la imposibilidad de desarrollar un plan de acción para resolver eventos estresantes. En contraste, el 90% se caracteriza por ser capaces de disfrutar la vida y felices con su familia, escuela, relaciones interpersonales y logros personales y el 10% presenta poco o nula bienestar emocional en su vida.
También, se evidenció una correlación positiva muy baja entre el rendimiento académico y el estrés de los estudiantes, por lo que no existe una relación significativa entre estas variables. En relación a las escala del perfil de estrés solo se encontraron dos correlaciones positivas moderadas, ambas fortalecen la importancia de establecer un descanso durante el día, además de tener un sueño reparador dentro de los buenos hábitos de salud, así como contar con una valoración positiva y un bienestar psicológicos como elementos necesario para manejar y afrontar el estrés y una correlación negativa moderada, en que se establece que la falta de compromiso, bajo sentido de pertenencia y tener pensamientos de autoculpabilidad y catastrofistas incrementan el estrés.
El estrés académico es un problema de salud que requiere ser atendido como lo manifiesta la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que se convertirá en uno de las principales causa de salud psicosomática en el individuo. Por lo expuesto en este trabajo investigativo, se considera necesario desarrollar programas de intervención psicoeducativa. Dichos programas de intervención deben atender al estrés académico y se recomienda incorporar estrategias y técnicas de relajación y meditación, relacionadas con otras actividades recreativas, ejercicios físicos, asesoría nutricional, apoyo psicoterapéutico de ser necesario, con la finalidad de mejorar el desempeño, las habilidades, las competencias propias de estudiantes y logren manejar y afrontar las situaciones estresantes.
Ver anexo
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