poder ver mejor las escaleras. Por ejemplo, si son de madera oscura use un color claro.
– Quitar las cosas con las que puede tropezar (como papeles, libros, paquetes, cables de luz y otros aparatos eléctricos) de las zonas de paso. Simplificar los recorridos de estas zonas de paso.
– Colocar barandillas fijas para las manos a ambos lados de las escaleras. Cuando las suban, es aconsejable mantener al menos una mano en la barandilla y concentrarse en lo que estamos haciendo.
– Tampoco llevar nunca ningún paquete que impida ver el peldaño siguiente.
– Tener un teléfono que puedan alcanzar con facilidad, lo mejor son los teléfono móviles sencillos, que pueden llevar siempre consigo. Han de tener los números de emergencia y de más uso (familiares, servicios de emergencia, etc.) programados.
– Valorar la utilidad de los servicios de teleasistencia, que ofrecen avisadores portátiles (suelen ser como medallas con un botón activador).
- En el cuarto de baño:
– Mantener el suelo seco después de ducharse. Se puede colocar una esterilla, pero se ha de asegurar con firmeza para disminuir las posibilidades de tropezar.
– Instale barandillas de seguridad.
– El toallero, soporte para jabón, estantes o soportes para papel higiénico han de estar sujetos a la pared, para que no fallen en caso de usarlos como puntos de apoyo.
– Añadir bandas para no resbalar en el suelo de la bañera y la ducha.
– En caso de inestabilidad o problemas de equilibrio, o para mantenerse en pie, use una silla de ducha y un accesorio manual para la ducha (el llamado “teléfono”).
– No cerrar la puerta del cuarto de baño, si se cae estando dentro van a tardar más en atenderle.
– Llevar el teléfono móvil al cuarto de baño, o si es usuario de un sistema de teleasistencia, ducharse con el avisador puesto.
- En la calle:
– Pavimentos y aceras en mal estado y/ o obstáculos en las mismas.
– Cuidado con el transporte público no adaptado.
– Semáforos de escasa duración.
– Cuidado al entrar y salir de vehículos.
– Llevar calzado (sujeten bien el pie) y ropa adecuados.
CONSECUENCIAS DE LAS CAÍDAS
- Consecuencias físicas:
– Fracturas, especialmente de cadera o antebrazo
– Dolor o molestias de salud debido a la inmovilidad prolongada .
– Dificultad o incapacidad para moverse de forma independiente, en especial durante largos períodos de tiempo.
- Consecuencias sociales:
– La pérdida de la independencia.
– Los cambios en la rutina diaria.
– Gastos financieros de hospitalización.
– La pérdida de contactos sociales debido a la hospitalización a largo plazo.
– Disminución de la calidad de vida.
- Consecuencias psicológicas:
– Frustración por perder la independencia para llevar a cabo las actividades diarias.
– El miedo de caer otra vez.
– Estrés derivado de la incertidumbre y la ansiedad en la vida después de sufrir de lesiones relacionadas con caídas.
– La vergüenza de una lesión y / o el uso de ayudas para caminar.
– Pérdida de la autoestima debido a la incapacidad para cuidar de uno mismo después de caer
- Consecuencias familiares:
– La familia debe suplir la pérdida de capacidad funcional del anciano.
– Desarrollo de ansiedad y actitud sobreprotectora.
– Factor predictor de institucionalización.
- Consecuencias socioeconómicas:
– Un 40% de los mayores de 70 años que caen serán institucionalizados en residencias geriátricas␣
– Aproximadamente el 50% de las camas de los servicios de traumatología están ocupadas por ancianos que han sufrido alguna caída.
– Difícil de cuantificar los costes indirectos (rehabilitación, cuidadores,…).
RECOMENDACIONES
Disminuir la tasa de caídas y sus consecuencias puede mejorar la calidad de vida en las personas mayores, y reducir el impacto funcional, emocional y económico que conllevan sus secuelas. Para ello, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
– Mantener una buena forma física: el ejercicio fortalece los músculos y mejora el