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Probióticos, apoyo emocional y lactancia materna: a propósito de un caso

Probióticos, apoyo emocional y lactancia materna: a propósito de un caso

Autora principal: María Martín Lahuerta

Vol. XV; nº 17; 885

Probiotics, emotional support and breastfeeding: about a case

Fecha de recepción: 12/08/2020

Fecha de aceptación: 24/08/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 17 –  Primera quincena de Septiembre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 17; 885

Autores:

  • María Martín Lahuerta. Enfermera especialista en Obstetricia y Ginecología. Hospital de Jaca (Jaca, España)
  • Leticia Anadón Ruiz. Enfermera residente de Salud Mental. C.R.P. San Juan de Dios (Teruel, España)

Resumen: En las mastitis subagudas se produce una inflamación local que causa un dolor punzante, no suele haber síntomas sistémicos ni tampoco aparecen zonas enrojecidas. Como norma general están infravaloradas e infradignosticadas por lo que constituyen un problema de salud física y mental para las madres lactantes, lo que en ocasiones supone el abandono de la lactancia. Como consecuencia de este diagnóstico poco acertado se les administra antibiótico, de escasa efectividad para estos gérmenes, aumentando sin embargo la disbiosis e incrementando la sintomatología inicial. El uso de probióticos para tratar este tipo de mastitis está dando buenos resultados en la práctica diaria.

Palabras Clave: Mastitis subaguda, Probiótico, Lactobacillus, Apoyo emocional.

Abstract: In subacute mastitis local inflammation occurs and this causes stabbing pain, usually there are not systemic symptoms and red areas do not appear. As a general rule, they are undervalued and underestimated so they constitute a physical and mental health problem for breastfeeding mothers, this occasionally means giving up breastfeeding. As a consequence of this incorrect diagnosis, they are given antibiotics, with little effectiveness for these germs, however, it increases dysbiosis and the initial symptoms.The use of probiotics to treat this type of mastitis is giving good results in the daily practice.

Keywords: Subacute mastitis, Probiotic, Lactobacillus, Emotional support.

DESCRIPCION DEL CASO

ANAMNESIS

Primípara de 39 años con lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. En ese momento la niña contaba con diez meses de edad.

La sintomatología inicial era febrícula (<37,5ºC) en días alternos, dolor y aparición de lo que ella calificó como punto blanco en el pezón o perla de leche. Comenzó a tomar Lactobacillus fermentum Lc40 (CECT5716), uno al día durante 15 días y antiinflamatorios orales (ibuprofeno) sin notar resultados.

Al no encontrar mejoría acude al médico de familia que le pautó Amoxicilina 750 cada 8 horas durante una semana. Después de la toma ese dolor/quemazón del principio aumentó con una sensación de “pinchazos” muy fuertes en el pecho, que comenzaban unos 10 minutos tras la toma y se prolongaban durante dos horas más, resultándole “insoportables”, además tras la toma del antibiótico aoareció una grieta en el pezón. Fue en ese momento cuando acudió a una asesoría de lactancia con la matrona.

EXPLORACIÓN

Se observa una mama blanda, sin nódulos ni zonas enrojecidas. En el pezón se observa una grieta con un aspecto blanquecino que podía ser compatible con una candidiasis, ya que la clínica también hacía pensar que podía tratarse de eso. La niña, según refirió la madre, no tenía lesiones en la cavidad oral y/o la lengua. Se puso un tratamiento antifúngico local (Miconazol 20 mg/g ) compatible con la lactancia y sin necesidad de limpiar previamente el pecho. Siguió con la pauta de Lactobacillus fermentun Lc40 con dosis de ataque de tres al día durante una semana y consumo de alimentos ricos en lactobacillus como el kéfir.

A los dos o tres días comenzó a  notar ligera mejoría pero de repente aparecieron de nuevo los pinchazos. El aspecto del pezón había mejorado, pero la sintomatología seguía. Para acabar de curar la grieta se utilizaron unos parches no adhesivos (Nusicare®).

DIAGNÓSTICO

Tras analizar signos y síntomas se llega a la conclusión que podía tratarse de una mastitis subaguda ocasionada por unala ligera disbiosis  en la mama, la cual se vio incrementada por la toma de antibioterapia tras un  diagnostico inicial cuestionable.

Cuando hablamos de mastitis subagudas nos referimos a aquellas que se caracterizan por una inflamación local (dolor punzante, calambres, sensación de quemazón, induración e ingurgitación) y como norma general no aparecen zonas enrojecidas en el pecho. No hay presencia de síntomas sistémicos o si los hay son muy leves. Todos estos hechos confunden frecuentemente el diagnóstico y provocan que la gran mayoría estén infravaloradas e  infradiagnosticadas (1-2).

La causa se debe a un sobrecrecimiento de ciertas especies de estafilococos coagulasa-negativos (más frecuente el Staphylococcus Epidermidis), estreptococos del grupo viridans (St. mitis o St. Salivarius) y algunas especies del género Corynebacterium. Todas ellas habitules de la glándula mamaria en la lactancia pero a concentraciones muy moderadas (<103UFC/mL), siendo beneficiosas para el niño sin suponer ningún problema para la madre ( 2-3 ).

En las concentraciones antes mencionadas, aunque estas bacterias se disponen en los bordes internos de los conductos galactóforos, permiten un flujo normal de leche (4-5). El problema se produce cuando hay un sobrecrecimiento de ciertas especies como el S. epidermidis o el S. salivarius, que supera las concentraciones fisiológicas. Estas especies no son capaces de producir toxinas, por lo que a diferencia del S. Aureus que produce las mastitis agudas, no van a producir un cuadro local agudo ni síntomas sistémicos como la fiebre (2).

En las mastitis subagudas o subclinicas el dolor intenso que refieren las mujeres de tipo pinchazo o calambre, se debe al sobrecrecimiento bacteriano que produce una formación de densos  biofilms en el interior de los conductos galactóforos, dispuestos en capas concéntricas. Este hecho produce una inflamación del tejido mamario y  que la leche deba pasar por una luz cada vez más estrecha, produciendo cada vez más presión y por ende ese dolor característico (1-2).

TRATAMIENTO Y RECOMENDACIONES

Como norma general, los agentes causantes de este tipo de mastitis son más resistentes a la antibioterapia pero responden bastante bien al tratamiento con probióticos (2,6-7).

Dos ensayos clínicos en 2008 y 2010 demostraron que para el tratamiento de las mastitis subagudas la alternativa a los antibióticos, más eficaz y careciente de efectos secundarios era la combinación de cepas de probióticos aislados de la leche humana  (L. salivarius CECT5713 o L. gasseri CECT5714), eficaces en un 90% de los casos y de un AINE(8-9).

En el año 2016, Fernández L. et al., realizaron un ensayo clínico acerca de la prevención de mastitis infecciosas mediante la toma de probióticos (L. salivarius PS2). Dicho estudio demostraba que L. Salivarius PS2 podría ser una alternativa eficaz de prevención de mastitis infecciosas (10).

En este sentido, conviene recordar que las propiedades probióticas dependen de cada cepa; es decir, cuando se adscribe un efecto probiótico a una cepa ese efecto no puede extrapolarse a las restantes cepas de la misma especie. Asimismo, la adscripción de un efecto probiótico a una cepa depende de las condiciones de empleo y, muy particularmente, de la posología. En el caso de la cepa de L. salivarius citada anteriormente, la dosis recomendable con fines terapéuticos sería de 1.109 UFC tres veces al día durante 2-3 semanas (2,11).

A nuestra mujer se le administró Lactobacillus salivarius PS7, ante la imposibilidad de conseguir la cepa PS2, con una dosis inicial de 1 cada 8 horas durante la primera semana. La mujer comenzó a notar una importante mejoría al tercer día. A la semana se redujo la dosis inicial a dos tomas diarias, luego uno al día durante otra semana y se fue retirando de forma paulatina en días alternos.

Por otro lado, no hay que olvidar que la mujer lactante con molestia al amamantar necesita un adecuado apoyo emocional. La presencia de dolor durante la lactancia materna aumenta los niveles de ansiedad, frustración y depresión lo cual puede acarrear la deserción prematura de esta técnica e incluso, si la situación se prolonga en el tiempo, puede dar lugar a patologías mentales como trastornos de ansiedad y depresión postparto.

El apoyo emocional a las mujeres lactantes tanto a nivel profesional como de su círculo social aumenta la exclusividad y duración de la lactancia materna (12) .Este apoyo se debe centrar en aumentar la autoestima de la mujer sobre su capacidad para amamantar, incrementar sus conocimientos sobre la lactancia materna y ayudarle a superar las dificultades que surgen, contribuyendo con ello a la adquisición de técnicas adecuadas para la lactancia materna (13).

Se hizo seguimiento continuo físico y emocional durante todo el proceso hasta su resolución, luego mensualmente y a los tres meses. La mujer siguió sin recidivas.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Delgado S, Arroyo R, Mediano P, Fernández L, Marín M, Rodriguez JM. Mastitis infecciosas durante la lactancia: un problema infravalorado. Acta Pediatr Esp. 2009; 67(2):77-84
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  1. Sebastián Vicente MP. Los grupos de apoyo a la lactancia materna como iniciativas de participación y promoción de la salud en la comunidad. DILEMATA. 2017 Junio;(25): p. 227-238.