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Revisión bibliográfica. Actualización en profilaxis antibiótica de la endocarditis bacteriana en intervenciones odontológicas

de elección es la amoxicilina. En la tabla nº 4 viene reflejada la pauta antibiótica que indica la AHA para profilaxis de endocarditis bacteriana en intervenciones odontológicas.

Con la profilaxis antibiótica se pretende alcanzar niveles altos de antibiótico durante la intervención de riesgo de endocarditis bacteriana y que perdure esta cobertura antibiótica durante unas horas después de la intervención. Para ello, generalmente es suficiente la administración previa a la intervención, excepto en los casos en los que la vida media del antibiótico sea inferior a una hora y la duración la intervención sea de larga duración (2 o más horas). En estos casos se aconseja repetir la dosis (20)

De igual modo, si durante la sesión de un tratamiento en la boca de un paciente con riesgo de endocarditis bacteriana, se descubre que el paciente no ha seguido adecuadamente la pauta de profilaxis que le fue indicada; se le deben administrar los antibióticos en la mayor brevedad posible. Algunos estudios han demostrado que también resulta efectivo si se toman durante las 2 horas siguientes a la aparición de la bacteriemia. La misma actitud debe ser tomada en caso de un sangrado inesperado en una intervención odontológica en pacientes catalogados como de alto riesgo de endocarditis bacteriana (21)

Hasta el momento no se ha demostrado que los procedimientos más complejos y de mayor duración representen una mayor posibilidad de endocarditis bacteriana en pacientes de riesgo y, por lo tanto, tengan que realizarse en sesiones más cortas pero de mayor número, aunque la posibilidad de que aparezcan resistencias y reacciones alérgicas aumenta cuanto mayor es el número de episodios de cobertura antibiótica. Por ello es aconsejable realizar el máximo posible de tratamientos bucales con cada cobertura antibiótica (22).

En contra de la aplicación selectiva de la profilaxis de endocarditis bacteriana encontramos al Instituto Nacional de Excelencia Clínica Británico, que propone no administrar profilaxis en ninguna indicación, basándose en la falta de evidencias científicas. Este organismo promulga como mejor medida preventiva la educación en salud de los pacientes, de modo que entiendan la importancia de un buen estado de salud bucodental, basado en la higiene bucal y el conocimiento del riesgo que conllevan determinadas intervenciones, así como de los principales síntomas para detectar precozmente la endocarditis bacteriana. De este modo se ha conseguido disminuir casi un 80% la prescripción de profilaxis antibiótica sin que haya aumentado el número de casos de endocarditis bacteriana.

La higiene oral adecuada y las visitas regulares al dentista se consideran una medida importante para la prevención, probablemente de mayor impacto que la profilaxis antibiótica.

CONCLUSIONES

En los últimos años se ha limitado la indicación de la profilaxis antibiótica en la endocarditis bacteriana.

La Asociación Americana de Cardiología (AHA) y la Asociación Europea de Cardiología (AEC) recomiendan la profilaxis antibiótica cuando existe riesgo de infección, por las características de la intervención dental y por las condiciones locales y generales del paciente.

Dada la bacteriología hallada en la endocarditis bacteriana de origen bucal, el antibiótico de elección será la amoxicilina. Una sola toma de 2 gramos, 1 hora antes de la intervención.

La desinfección local de la cavidad oral previa a la intervención de riesgo de endocarditis bacteriana, reduce la carga bacteriana pudiendo prevenir la endocarditis bacteriana. Aunque no ha sido incluida en ninguna guía y son necesarios más estudios.

Nuevos estudios cuestionan la utilidad de la profilaxis antibiótica de la endocarditis bacteriana y muestran la educación del paciente en higiene y salud bucodental, así como la detección precoz de los síntomas de la endocarditis bacteriana, como mejores medidas de prevención de la endocarditis bacteriana.

TABLAS.

Tabla nº 1. Condiciones cardiacas asociadas con alto riesgo de desarrollar endocarditis bacteriana tras procedimientos dentales. () Portadores de prótesis valvular o material protésico utilizado para la reparación valvular.

– endocarditis bacteriana previa.

– Cardiopatías congénitas:

 – Cianóticas no reparadas, incluyendo aquellos con shunts o conductos paliativos.

 – Reparadas de forma completa con material protésico (vía quirúrgica o percutánea) en los primeros 6 meses tras el procedimiento.

 – Reparadas con implante de material protésico y con defectos residuales en el lugar adyacente al del material protésico que evita la endotelización del mismo.

– Receptores de trasplante cardiaco con regurgitación valvular debida a una anomalía valvular estructural.

Modificado de: Prevention of Infective Endocarditis. Guidelines From AHA

Tabla nº 2. Procedimientos dentales para los cuales la profilaxis de la endocarditis se recomienda:

 – Extracciones dentales, procedimientos quirúrgicos, colocación de implantes, colocación de dientes avulsionados.

 – Procedimientos periodontales incluyendo cirugía, raspaje y alisado radicular, el sondaje y la terapia de mantenimiento.

 – Tratamiento endodóntico de conductos contaminados y cirugía periapical.

 – Colocación subgingival de fibras o tiras antibióticas.

 – Colocación inicial de bandas ortodónticas.

 – Inyecciones anestésicas locales intraligamentosas.

 – La limpieza profiláctica de dientes o implantes donde se anticipa el sangrado.

 – Colocación de hilo retractor de tejidos en el surco gingival.

 Modificado de: Prevention of Infective Endocarditis. Guidelines From AHA

Tabla nº 3. Procedimientos odontológicos en los que no está indicada la profilaxis antibiótica. – Odontología restauradora sin retracción gingival.

 – Anestesia rutinaria.

 – Inyecciones a través de tejido no infectado.

 – Toma de radiografías dentales.

 – Colocación y extracción de aplicaciones ortodóncicas y postortodóncicas.

 – Colocación de brackets.