CAMBIOS PSICOLÓGICOS
Entre los cambios psicológicos que se producen a raíz del nacimiento de un niño hay que tener en cuenta: si el niño era o no deseado por sus padres, experiencias previas -como hija o como madre-, relación afectiva en el matrimonio, personalidad de la madre, características del recién nacido y cambios hormonales.
Es probable que la madre experimente durante los primeros días muchos sentimientos contradictorios, como alegría, euforia, ganas de estar con los demás o por el contrario tristeza y deseos de estar sola, sensaciones de cansancio, deseos de dormir, etc. Son el resultado de la tensión, ansiedad y cansancio acumulados durante el proceso del parto. Algunas mujeres se pueden sentir desganadas, irritables, tristes, con alteraciones en el sueño, en la alimentación, etc, durante las primeras semanas después del parto. Para prevenir esta situación es importante que la mujer cuente con el apoyo afectivo de su familia, que comparta con ellos sus preocupaciones y reciba ayuda para el cuidado de su bebe.
Complicación: La evolución normal del puerperio puede verse alterada fundamentalmente por cinco grandes grupos de causas: por procesos infecciosos, por procesos dolorosos, por alteraciones de la mama, por trastornos neuropsiquiátrico o psíquico y por trastornos vasculares. A continuación vamos a tratar uno de ellos: Infección puerperal.
La infección puerperal ha quedado ligada a Ignacio Felipe Semmelweiss, médico austriaco que en 1848 identificó la naturaleza infecto-contagiosa del proceso. El porcentaje de infección puerperal oscila entre el 1,5 y el 4% del volumen total de partos..
Se considera como infección puerperal todo proceso séptico originado en el aparato genital femenino que se manifiesta clínicamente en el período puerperal. Dado que suele estar acompañado de un síndrome febril, se emitió el concepto de fiebre puerperal, que se define como una elevación de la temperatura superior a 38ºC, en dos ocasiones separadas al menos por 6 horas, y no antes de 24 horas después del parto. Por lo que la infección puerperal puede darse tanto en el puerperio precoz como en el tardío.
Las fuentes de contacto pueden ser: exógena -heteroinfección por medio de instrumentos, ropa o manos del personal sanitario-, o endógena -autoinfección por gérmenes habituales del canal genital y áreas cercanas-. La propagación al principio es por vía canalicular, por continuidad, al quedar la cavidad endometrial al alcance de la contaminación bacteriana, con restos hemáticos y deciduales desvitalizados. Secundariamente, por vía linfática, debido a los desgarros o heridas en el canal genital donde el tejido conjuntivo queda expuesto a los gérmenes que penetran en profundidad e invaden los distintos espacios pelvianos. Una tercera forma es la hemática, por colonización secundaria de los amplios fenómenos trombóticos en los vasos venosos de la inserción placentaria, la liberación desde estos vasos de gérmenes al torrente circulatorio determina la bacteriemia que puede progresar a embolización séptica-pulmonar, sepsis y shock séptico.
Los factores de riesgo que predisponen a la infección puerperal son la anemia materna, la rotura prolongada de las membranas antes del nacimiento, la vaginosis bacteriana, el número de tactos vaginales, el uso de monitorización interna, la duración del parto, las maniobras como el fórceps, el traumatismo de los tejidos blandos maternos, la práctica sexual sin protección durante el embarazo, etc.
Las mujeres deben permanecer aisladas de otras mujeres hasta que se normalice la temperatura y comience el tratamiento. La infección puerperal incluye diversas entidades nosológicas entre las que se destaca la endometritis.
La endometritis consiste en una inflamación o irritación del revestimiento del útero, el endometrio. La infección del útero posparto es la localización más frecuente de la infección puerperal y se debe a la contaminación de la cavidad uterina por microorganismos vaginales durante el parto.
La mayoría de las mujeres tras el parto presentan bacterias en la cavidad endometrial. El que solo algunas de ellas desarrollan un cuadro infeccioso de este tipo se debe a que bajo la decidua necrótica y la sangre coagulada hay una capa de tejido endometrial que suele impedir la penetración de las bacterias, sin embargo si los productos de la concepción retenidos siguen teniendo continuidad con los fragmentos placentarios retenidos, el acceso vascular que ello proporciona sortea esta barrera basal, esto es lo que ocurre a veces durante la cesárea.
El diagnóstico se realiza mediante la clínica, siendo su elemento más importante la aparición de fiebre. Las pacientes presentan dolor abdominal bajo y en el examen físico se encontrará el útero sub-involucionado y extremadamente sensible y doloroso a la movilización. A la exploración nos damos cuenta de que el útero esta aumentado de tamaño, tanto por la involución retrasada como por una retención de loquios.
Conclusión: El puerperio normal abarca todos aquellos cambios fisiológicos, psicológicos, sociales, etc., que ocurren en el organismo materno desde la expulsión del feto hasta que vuelve a su estado anterior al embarazo. Este periodo se divide en tres fases: inmediato, precoz y tardío, que es importante conocer ya que en cada una se requieren unos cuidados determinados.
Por otro lado, decir que aunque en el pasado las complicaciones puerperales explicaban la mayoría de los casos de muerte obstétrica, los avances en la medicina han hecho que las complicaciones del puerperio, sobre todo las infecciosas, que son las que he tratado, sean poco frecuentes en el mundo occidental. Afortunadamente existen tratamientos, basados en antibioterapia y cuidados, nombrados anteriormente, que permiten controlar fácilmente las complicaciones infecciosas.
Para finalizar comentar que la labor de la enfermera es fundamental en todo el proceso del embarazo, y sobre todo en el puerperio, ya que es la encargada de ofrecer la información sanitaria y los cuidados que la madre necesita tras el parto. Con todo esto, podemos afirmar que la labor de la enfermera es irreemplazable durante el puerperio.
Bibliografía:
- Cabero Roura L, Saldivar Rodríguez D. Obstetricia y medicina materno-fetal. Medica Panamericana 2010.
- Hospital del Tajo. Folleto Puerperio. Comunidad de Madrid.
- Junta de Andalucía. Consejería de Salud. Embarazo, parto y puerperio. Recomendaciones para madres y padres. Sevilla.
- Diplomados en Enfermería/ ATS del consorcio Hospital General Universitario de Valencia (CHGUV). 2004 Noviembre; Vol 3.