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Realización de una extracción sanguínea a través de reservorio subcutáneo

Realización de una extracción sanguínea a través de reservorio subcutáneo

Autora principal: María Jesús Gargallo Herrero

Vol. XV; nº 9; 348

Performing a blood draw through the subcutaneous reservoir

Fecha de recepción: 18/03/2020

Fecha de aceptación: 08/05/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 9 –  Primera quincena de Mayo de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 9; 348

Autores: Gargallo Herrero, María Jesús (Graduada en Enfermería, Enfermera); Moreno Bona, Natalia (Graduada en Enfermería, Enfermera Atención Primaria); López Cameselle, Begoña (Grado en Enfermería, Enfermera); Cobos Manchón, David (Grado en Enfermería. Universidad de Zaragoza, Enfermero Atención Primaria);

Resumen

El reservorio venoso subcutáneo (RVS) es un dispositivo que se implanta quirúrgicamente para el acceso venoso central que se utiliza sobre todo en pacientes con enfermedades de tipo crónico y agresivo a los que es necesario tomar muestras sanguíneas asiduamente o administrar fármacos de manera regular debido a su condición. En el presente trabajo se ha realizado una revisión bibliográfica de la literatura científica publicada en los últimos 5 años con el objetivo de determinar un protocolo de extracción venosa adecuado a este tipo de condiciones.

Palabras clave: Atención de Enfermería, reservorio subcutáneo venoso, técnica extracción sangre reservorio subcutáneo.

Abstract

The subcutaneous venous reservoir (SVR) is a device that is surgically implanted for central venous access that is used primarily in patients with chronic and aggressive diseases who need regular blood samples or controllers regularly because of their condition. In the present work, a literature review of the scientific literature published in the last 5 years was carried out with the objective of determining an extraction protocol suitable for this type of conditions.

Keywords: nursing care, venous subcutaneous reservoir, blood extraction technique subcutaneous reservoir.

Introducción

La canulación adecuada de venas periféricas para la extracción de sangre o la administración de fármacos puede llegar a ser una experiencia muy dolorosa. En estos casos, los sistemas de acceso venoso implantables pueden ayudar a aliviar este problema y proporcionar una mejora en términos de calidad de vida del paciente. Por ejemplo, la implantación de un dispositivo de acceso venoso con reservorio subcutáneo en pacientes con neoplasias malignas ofrece la posibilidad de inyecciones frecuentes múltiples y a largo plazo y la extracción de sangre de una manera menos invasiva y segura. Además, son  más aceptados estéticamente por parte de los pacientes que los catéteres externos, tienen un menor riesgo de liberación accidental e infección, requieren menos atención y permiten un tratamiento extra-hospitalario. Otra ventaja a considerar es que causan menos limitaciones en la vida diaria, lo que se asocia con una mayor calidad de vida del paciente. Sin embargo, hay que tener siempre presente que la administración de tratamientos en estos pacientes debe ser realizada por profesionales de enfermería con experiencia y conocimiento de la patología a tratar, de los medicamentos, de las técnicas y de los dispositivos utilizados para la administración.

Una de las ventajas que ofrece este tipo de dispositivo es que la tasa de infección no es alarmante, permaneciendo dentro de los parámetros normales en relación con los sistemas pectorales. Las tasas de trombosis venosa profunda (TVP) son asumibles. Son útiles en pacientes con anormalidades de la pared torácica, como el carcinoma dérmico y la cubierta tumoral en pacientes con cáncer de mama, además de cuando existen heridas abiertas en el área del tórax, como en los casos de traqueotomía o fibrosis causadas por radioterapia, o en casos de presencia de cicatrices de colgajos después de la cirugía en cáncer de cabeza y cuello, cifosis grave, pacientes obesos y pacientes con insuficiencia respiratoria.

Todo esto resume la gran variedad de pacientes sobre los que tiene aplicación este tipo de dispositivos.

El RVS es implantado por un procedimiento con una duración de una hora aproximadamente, realizado como paciente ambulatorio y anestesia local y, proporciona una ruta de acceso venosa central larga y estable con una técnica relativamente dolorosa.

En cuanto a la definición de este tipo de dispositivos se puede decir que se trata de un sistema que consiste en un puerto subcutáneo conectado a un catéter de silicona intravenoso. El puerto puede estar compuesto de diferentes materiales como por ejemplo la resina epoxi, el titanio o el acero quirúrgico. Los dispositivos con puertos de acero inoxidable son menos funcionales ya que no se pueden utilizar en pacientes que deban someterse a imágenes de resonancia magnética (MRI), una característica común del tratamiento de pacientes oncológicos. Además, estos dispositivos constan de una membrana de silicona auto-sellable de aproximadamente 1 cm de espesor, que permite hasta 3000 inyecciones a través del puerto. Además, a este reservorio está conectado un catéter flexible que se aloja en la vena subclavia. El extremo posterior del puerto suele ser de titanio, que ofrece una operación e inserción más confiables.

Antes de continuar con la descripción del procedimiento por el que realizar una extracción sanguínea de este tipo de dispositivos es necesario mencionar algunas consideraciones previas.

  • El médico debe elegir un dispositivo intravascular apropiado considerando el tipo de catéter, cantidad de lúmenes, duración, tipo de terapia, sitio de inserción, riesgo de complicaciones, incluyendo infección y otros factores del paciente.
  • Solo el personal competente (o el personal de capacitación supervisado por personal competente) debe insertar este tipo de dispositivos para minimizar la infección y otras complicaciones.
  • El clínico debe explicar al paciente (si es posible) o al padre tutor el procedimiento y la necesidad de realización.
  • Deben tomarse medidas de control ambiental (por ejemplo, cortinas tiradas, puerta cerrada) para eliminar factores de riesgo ambiental para todos los procedimientos que involucran este tipo de puertos.
  • Los campos estériles deben ser preparados antes de cualquier procedimiento por el médico o por el personal sanitario formado y entrenado, además de los carros que incluyen todos los suministros necesarios deben dedicarse para la inserción del puerto.
  • El médico debe mantener la documentación y los registros precisos para garantizar seguridad del paciente, para permitir auditorías y rastrear los posibles brotes de infección. La documentación debe incluir la fecha y hora de inserción, incluido el tipo de dispositivo utilizado, la longitud de la línea en la inserción, el sitio anatómico, la solución de desinfección de la piel utilizada, el nombre del operador, las observaciones del sitio y los detalles del reemplazo del dispositivo en el caso de que se realizase.

Material y métodos

A continuación, se mencionan los materiales necesarios y el protocolo de realización de este tipo de procedimiento de extracción:

Material:

  1. Guantes estériles
  2. Paño estéril
  3. Aguja tipo Gripper®
  4. Dos jeringas de 10mL
  5. Fibrilin (heparina sódica 20U/mL)
  6. Suero fisiológico
  7. Agujas
  8. Tubos de analíticas
  9. Cuerpo de vacutainer
  10. Gasas estériles
  11. Povidona yodada, clorhexidina (en caso de niños)
  12. Apósito estéril
  13. Etiquetas identificadoras para tubos

Método:

El primero de los pasos a seguir en cuanto al protocolo sería informar al paciente de la técnica a realizar. Colocar al paciente en posición adecuada en función del lugar de la implantación y posteriormente proceder al lavado higiénico de manos.

El segundo paso consistiría en localizar y palpar la zona del reservorio y administrar un anestésico tópico según la decisión del paciente.

Posteriormente se procede a desinfectar la zona de punción con gasas y antiséptico en sentido circular desde dentro hacia fuera en un área de 5 cm aproximadamente. Se desecha la gasa y se repite el procedimiento. Por último, se deja actuar 2 minutos si se utiliza povidona yodada, 30 segundos en el caso de clorhexidina o hasta su secado.

Una vez finalizado el paso anterior se procedería al lavado de manos quirúrgico con antiséptico jabonoso y colocación de guantes estériles.

El siguiente paso sería conectar la aguja Huber a una alargadera y a su vez a la llave de tres pasos. La otra alternativa sería bien utilizar sistema Gripper.

Posteriormente se procedería a inmovilizar el reservorio con los dedos pulgar e índice de la mano no dominante y palpar la membrana. Esta inmovilización debe ser delicada evitando presionar el portal sobre el plano muscular del paciente, para evitar el dolor.

Una vez localizado se procedería a introducir la aguja con el sistema pinzado perpendicularmente al reservorio (90º) atravesando piel, tejido subcutáneo y membrana hasta notar un tope metálico que se corresponde con la pared posterior del reservorio.

Es recomendable evitar girar e inclinar la aguja para no deteriorar la membrana. Conectar la jeringa de 10 mL a la llave de tres pasos, despinzar y aspirar para comprobar la salida de sangre.

Primero aspiramos de 5 a 10 mL de sangre con una jeringa de 10 mL vacía y tras desecharla debemos conectar una jeringa nueva y extraer el volumen de sangre necesario para el procedimiento elegido.

Por último, es necesario lavar con 5 mL de SSF para limpiar los posibles restos sanguíneos y dejar al paciente en reposo con 10 mL de suero heparinizado. Finalmente se retira la presión negativa del sistema el dispositivo para evitar movilizarlo.

Resultados y discusión

En cuanto a los principales resultados de este trabajo se puede decir que el acceso venoso central subcutáneo se utiliza en multitud de situaciones clínicas dado su gran utilidad, por lo que el conocimiento por parte del personal sanitario es esencial para un correcto manejo del RVS y para garantizar la seguridad del paciente y su calidad de vida, así como la duración adecuada del dispositivo.

Los catéteres de puerto venoso de inserción subcutánea son preferibles a los catéteres periféricos porque son más cómodos para el paciente y tienen una reducida tasa de infección de la herida, especialmente en pacientes que reciben tratamiento de infusión intermitente y a largo plazo. Entre las ventajas se encuentra la facilidad de implantación del reservorio bajo anestesia local, la comodidad y mínimas molestias que sufre el paciente, las bajas tasas de complicaciones y la capacidad de continuar el tratamiento en el hogar después de que el paciente haya sido dado de alta. Las complicaciones portuarias más comunes son infección, mal posición, oclusión del catéter, catéter rotura y falla en el retorno de sangre del catéter. En la literatura, los procedimientos de inserción de este tipo de dispositivos son realizados por oncólogos, radiólogos y cirujanos. Se recomienda la realización de una fluoroscopia y una ecografía para la prevención de la luxación, la trombosis arterial subclavia y el neumotórax.

Conclusión

  • La utilización de este tipo de dispositivos aumentar el bienestar des paciente consiguiendo reducir el número de venopunciones traumáticas, disminuir el dolor y la ansiedad del paciente en la venopunción, evitar aparición de infecciones, coagulación y extravasaciones, así como los desplazamiento al hospital.
  • Un correcto manejo de estos dispositivos es fundamental para el correcto funcionamiento y mantenimiento del mismo así como para evitar posibles complicaciones.

Bibliografía

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Aziret, M., İrkörücü, O., Gökler, C., Reyhan, E., Çetinkünar, S., Çil, T., … &Değer, K. C. (2015). Performance of venous port catheter insertion by a general surgeon: a prospective study. International surgery, 100(5), 827-835.