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Reestenosis post-stent coronario en el trienio 2008-2010

Método.

Se realizó un estudio descriptivo transversal, donde el universo estuvo constituido por los 50 pacientes que ingresaron, con la sospecha clínica de reestenosis post-stent en el trienio 2008-10, la cual se confirmó mediante estudio angiográfico en 18 pacientes, los cuales constituyeron la muestra. Se incluyeron todos aquellos enfermos con diagnóstico de certeza previo de cardiopatía isquémica, a los cuales se les había implantado uno o más stents y que posteriormente ingresaron con síntomas y signos de insuficiencia coronaria aguda, después de 30 días y antes del año post-implante. Se estableció el diagnóstico positivo de reestenosis mediante un estudio coronariográfico invasivo. El consentimiento de los pacientes para ser incluidos en este estudio resultó de vital importancia.

Para la obtención de los datos se utilizaron como fuente de información  las historias clínicas y la entrevista directa con el paciente, además se diseñó un formulario de recogida de datos que una vez llenado, se convirtió en el registro primario de la investigación, la misma incluyó variables que se ajustaron a los objetivos del estudio, tales como: grupo de edades, sexo, factores de riesgo coronarios, formas clínicas de presentación, resultado angiográfico, terapéutica posterior al implante, tipo de stent implantado, intervalo de reestenosis y localización del stent. Los datos recogidos fueron codificados y procesados en forma computarizada con el programa SPSS 15.0.

Las variables cualitativas se expresaron en frecuencia y porcentaje y las cuantitativas en valores medios y desviación estándar. Los resultados se presentaron en textos, tablas y gráficos.

Resultados.

Del total de pacientes a los que se les implantó uno o varios stents, el   38% perteneció al grupo de edades comprendido entre 50-59 años. De forma similar se comportó en el grupo de pacientes reestenosados con un 39%. El 70% de los pacientes con stents implantados y  el 63% de los que hicieron reestenosis post-stent pertenecían al sexo masculino.

La hipertensión arterial como factor de riesgo se presentó en el 76% de los pacientes implantados y en el 94% de los pacientes reestenosados. El 56% de los pacientes con stents implantados ingresó por angina inestable aguda (AIA), mientras que el 30% fue por infarto agudo del miocardio (IMA).

Del total de pacientes estudiados, se corroboró por estudios angiográficos, que el 36% tenían reestenosis de uno o más stents.

Todos los pacientes recibieron doble antiagregación plaquetaria (100%), con una carga oral de Clopidogrel de 300 – 600 mg antes del proceder y con posterioridad se les administró una combinación de 125 mg de aspirina más  75 mg de Clopidogrel durante 1 – 6 meses según  tipo de stent implantado.

Se implantaron un total de 75 stents, de los cuales 65 eran  stents convencionales (SC) y solamente 10 eran stents liberadores de fármacos (SLF). Se reestenosaron un total de 18 SC a los 5 meses, mientras que los stents liberadores de fármacos (3) lo hicieron a los 7 meses.

La reestenosis de la descendente anterior (DA) segmento proximal  y la circunfleja (Cx) se presentaron en el 19% de los pacientes reestenosados y la descendente anterior (DA) presentó un porciento de obstrucción de un  84%.

Discusión.

En los pacientes estudiados, se evidencia una disminución de su frecuencia a partir de los 70 años, esto se debe a que es riesgoso asumir este proceder y existe una elevada incidencia de eventos cardíacos en el seguimiento, aunque cada vez es más frecuente que pacientes de mayor edad, sean sometidos a angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) con la colocación de uno o más stents. 7, 8

El factor de riesgo biológico es reconocido a nivel mundial, ya que se ha demostrado que el sexo masculino es más susceptible a las arteriopatías coronarias que el femenino antes de la menopausia, aunque después de esta etapa se reducen las diferencias entre ambos sexos y tienden a equipararse. El estudio The Postmenopausal Estrogen/Progestin Interventions (PEPI) Trial9, señala la importancia de los factores hormonales, comprobándose mayor prevalencia de cardiopatía isquémica en la mujer durante el climaterio, lo cual se atribuye a la acción antiaterogénica de los estrógenos, al aumentar las lipoproteínas de alta densidad. Al analizar la influencia del género, en los resultados de la angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) con implantación de stent a largo plazo, el sexo femenino se asocia, a una significativa reducción de reestenosis independiente de la mortalidad tardía, por lo que se infiere que este sexo tiene relativas ventajas en la supervivencia a mediano y largo plazos después del procedimiento, lo cual se  corresponde con los múltiples estudios. (10, 11)

La amplia prevalencia de varios factores de riesgo coronarios, que predisponen al desarrollo de reestenosis post-stent, concuerda con lo descrito por Palomo et al (12), donde tienen un papel protagónico, el hábito de fumar la hipertensión arterial (HTA) y la diabetes mellitus (DM) responsables  del 20, 30 y 36% de todas las muertes por enfermedad arterial coronaria respectivamente. Autores como RH Stern, et al (13), resaltan la influencia de la obesidad en la aparición de la reestenosis, aunque  describen una mayor  prevalencia de la hipertensión arterial (HTA) seguida por el tabaquismo lo que se corresponde con nuestros resultados.

Los pacientes de nuestro estudio fueron incluidos independientemente de su condición clínica. En otras investigaciones como BENESTENT I y II (14) las formas de presentación fueron la angina inestable aguda (AIA) e infarto agudo del miocardio (IMA) con un 72 y 67% respectivamente, coincidiendo en su gran mayoría con nuestra serie. El estudio de Fournier et al (15), mostró una elevada mortalidad, no siendo así en el nuestro, a pesar de una tendencia desfavorable en cuanto al perfil de riesgo, por la edad avanzada, la morbilidad por la hipertensión arterial (HTA) y la diabetes mellitus (DM). Esto pudiera estar relacionado con el menor tamaño de nuestra serie.

El implante de stent intracoronario ha reducido significativamente el desarrollo de reestenosis mediante la neutralización de la retracción elástica y la remodelación crónica del vaso tratado. Sin embargo, las tasas de reestenosis aún son elevadas (17 – 32%), lo que coincide con nuestro estudio. (16)

Albarrán et al (17), demostraron que la aspirina reduce la frecuencia de complicaciones isquémicas  de la angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP), con o sin la implantación de stent del 64-77%, sin embargo, el efecto de este fármaco sobre la reestenosis ha producido resultados contradictorios, hipotéticamente atribuibles a la diversidad en la dosis así como la duración del tratamiento. La mayoría de los estudios han demostrado poco o nulo efecto en la prevención de la reestenosis.

Suleiman et al (18), plantean que diversos hipolipemiantes como la lovastatina, pravastatina y fluvastatina, han sido valorados en la prevención de la