si tuviera la fuerza, la voluntad o poseyera los conocimientos deseados y cumplir con sus funciones, de o forma que le ayudemos a reconquistar su independencia lo más rápidamente.
Es decir, que el cuidado de Enfermería constituye la piedra angular sobre la cual se construye la interacción entre el equipo de salud y el paciente, a través de este se operacionalizan los tratamientos desde el convencional hasta el intervencionista más avanzado. Pero esencialmente siendo el fundamento de Enfermería el cuidado de la experiencia de la salud humana, su interacción se orientará hacia la protección de la vida y específicamente de la calidad de vida del paciente. (4)
En caso de la persona en proceso de rehabilitación cardiaca la orientación es de suma importancia para la protección de la vida la cual se lleva a cabo constantemente en estos pacientes por medios de cambios en el estilo de vida en lo relacionado a su alimentación y actividad física de por vida.
Significa entonces que el cuidado del profesional de Enfermería en un paciente en proceso de rehabilitación cardiaca consiste en educarlo a través del uso de estrategias educativas tales como; orientar a estas personas con relación a la alimentación adecuada y a la realización de ejercicios que favorezcan su recuperación con la finalidad de evitar nuevos episodios agudos.
Con el uso de estas estrategias educativas permitirá a personas en proceso de rehabilitación mejorar su calidad de vida, que tome conciencia de la importancia del cambio en los hábitos alimenticios y la ejercitación diaria para mantenerse saludable. Cabe destacar que esto permitirá incorporarse a su vida cotidiana sin tener alguna condición especial.
La rehabilitación cardiaca RC, es definida por la OMS en el Informe 2007, como “un conjunto de actividades necesarias para asegurar a los cardiópatas una condición física, mental y social óptima, que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como les sea posible en la sociedad. (5)
La rehabilitación cardiaca es el conjunto de intervenciones multifactoriales realizadas para optimizar la salud física y psíquica del cardiópata y para facilitar su integración social. También destinadas a estabilizar, enlentecer y lograr la regresión de la ateromatosis, consiguiendo así reducir la mortalidad y morbilidad de estos pacientes. (AHA & AACVPR, (2005). (6)
La AHA en colaboración con la American Association of Cardiovascular and Pulmonar Rehabilitation (AACVPR) en su actualización del 2007 recomendaba que todos los programas de prevención y RC deberían incluir componentes específicos con el objetivo de optimizar la reducción de riesgo cardiovascular, alentar comportamientos sanos y su cumplimiento, y reducir la discapacidad, mediante la promoción. (1)
La rehabilitación cardiaca consiste en un conjunto de actividades que se llevan a cabo para mejorar la salud del paciente infartado, deben ser actividades dirigidas a la recuperación inmediata a corto y a largo paso del paciente, para que este cambie sus estilos de vida pueda llevar una vida normal y equilibrio y que no sea una persona dependiente; y que puede volver a su vida habitual con ciertas restricciones en su vida, como por ejemplo cambios en la alimentación, un plan de ejercicio complementario que permita una vida saludable.
Rehabilitación cardiaca (componentes principales): Evaluación básica del paciente, Recomendaciones dietéticas, Control de los factores de riesgo cardiovascular – FRCV (dislipidemias, hipertensión arterial, sobrepeso, diabetes Mellitus y tabaquismo), Intervención psicosocial, Consejo sobre la actividad física y el entrenamiento. Estos componentes abarcan todos los ámbitos de la salud y ven al paciente de una forma integral, y es atendido desde todos los ámbito para tener una recuperación exitosa. (1)
Fases de las Rehabilitación Cardiaca: Las guías clínicas de las diferentes asociaciones nacionales e internacionales coinciden en estructurar los programas en tres fases:
Fase I o intrahospitalaria
Comprende el periodo de estancia hospitalaria. Durante los primeros días, los enfermos permanecen en la Unidad Coronaria y en cuidados intermedios. En los que los que han cursado con complicaciones completan su estancia hasta la estabilización, en la planta de hospitalización cardiológica.
La actuación en el ámbito físico se efectúa desde una doble faceta. La primera es fundamental, se trata de la movilización precoz (segundo día), que contrarresta los efectos nocivos del decúbito prolongado. Se complementa con la realización de ejercicios pasivos (2 primeros días) y activos de las distintas articulaciones, en todo sentidos del espacio, así como del aprendizaje de la respiración diafragmática. El aspecto psicológico del enfermo es de suma importancia en esta fase, ya que existe un alto porcentaje de cuadros depresivos y de miedo al futuro. Estos aspectos pueden incidir de forma muy negativa en la evolución del proceso coronario agudo. Se controlan mediante el frecuente contacto y explicaciones al respecto, efectuadas por la enfermera y el cardiólogo de la unidad, y dirigidos al paciente y a su entorno familiar. 7
Se realiza en esta fase I:
Fisioterapia respiratoria con técnica de reducción respiratoria.
Ejercicios de los cuatro miembros de bajo gasto.
Cuando el estado general del paciente lo permite sedestación, bipedestación, deambulación precoz.
Primera evaluación psicológica.
El primer contacto con el paciente y, por lo tanto, su captación con valoración y estratificación del riesgo.
Al alta se da consejo para el domicilio, con programa de ejercicio marchas progresivas hasta que se inicie la fase II. 7
La primera fase es importante porque se tiene el primer contacto con el paciente se puede aclarar todas las dudas que esté presente para así disminuir el nivel de ansiedad y que la mejoría sea exitosa, también es importante porque permite la participación del paciente se va a tratar de que el paciente este activo de una forma que no tenga riesgo alguno para su salud, se trata de que el paciente este en movimiento cuanto antes luego del infarto, y de que no se prolongue mucho su limitación a ciertos movimientos, sino al contrario que el paciente en cuanto tenga cierta mejoría realice movimiento en la cama que no tengan mucho gasto de energía, como por ejemplo elevar los miembros o sentarse en la orilla de la cama siempre con asistencia del profesional de Enfermería por si existe