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Relación entre el uso de los anticonceptivos con las infecciones de transmisión sexual

Relación entre el uso de los anticonceptivos con las infecciones de transmisión sexual

Autora principal: Marina García Aivar

Vol. XIX; nº 11; 321

Relationship between the use of contraceptives and sexually transmitted infections

Fecha de recepción: 23/04/2024

Fecha de aceptación: 05/06/2024

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 11 Primera quincena de Junio de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 11; 321

Autores:

Marina García Aivar, Jorge Sánchez Mellus

Declaración de buenas prácticas

Todos los autores que hemos participado en la elaboración del artículo no tenemos conflictos de intereses.

La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Han preservado las identidades de los pacientes.

Resumen

La población joven en la actualidad está sufriendo un aumento de las tasas de infecciones de transmisión sexual (ITS) y embarazos no deseados. Por lo que se debería de enfatizar en una educación sanitaria en la que los adolescentes tengan la suficiente información sobre su sexualidad, métodos anticonceptivos y  prevención de infección. Además de que la edad de la primera relación sexual está disminuyendo de 17 años a 15.

Palabras clave: infecciones de transmisión sexual, anticonceptivos, adolescentes.

Abstract

The young population today is suffering from increased rates of sexually transmitted infections (STIs) and unwanted pregnancies. Therefore, emphasis should be placed on health education in which adolescents have sufficient information about their sexuality, contraceptive methods and infection prevention. In addition, the age of first sexual intercourse is decreasing from 17 years to 15.

Keywords: sexually transmitted infections, contraceptives, adolescents.

Introducción

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un objetivo principal que es tener una sexualidad sin riesgo. Esta parte es esencial en la población que le afectan los cambios a nivel biológico y sociocultural de la etapa adolescente. En esta etapa la población se siente preparada para iniciar la vida sexual pero no para hacerlo de forma segura.

La adolescencia que comprende de los 15 a los 25 años es el grupo con mayor probabilidad de tener una sexualidad en la que encontremos ITS, embarazos no deseados o abortos. Esto se debe a que las personas de esta edad creen estar exentas de riesgo y poca vulnerabilidad por lo que se genera una falsa esperanza de seguridad. Lo cual hace que esta etapa vital sea donde más infecciones de transmisión sexual se produzcan.

Todo lo anterior provoca que alrededor de 11 millones de embarazos sean no deseados, de los cuales el 55 % de las mujeres realizan una interrupción voluntaria del embarazo (IVE) con los riesgos que este proceso genera durante la intervención. Esto se relaciona con el adelantamiento de la edad en la primera relación sexual, numerosas parejas  y un mayor periodo de actividad sexual.

En primer lugar se debe describir que es una ITS, esta patología se transmite entre personas mediante relaciones sexuales anales, vaginales, orales, durante el parto o embarazo o por medio de sangre o productos infectados siendo causadas por bacterias, virus y hongos.

Las ITS pueden producir grandes daños sobre la salud como puede ser enfermedad neurológica, cardiovascular, no fertilidad, embarazo ectópico, muerte prenatal y hay un mayor riesgo de padecer el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Además de tener repercusión a nivel social por el estigma que se relaciona al padecer una ITS y disminuye la calidad de vida de la persona infectada.

Los primeros síntomas que aparecen pueden ser secreción vaginal o uretral, úlceras en el aparato reproductor o dolor abdominal bajo. El problema que hay y por eso su mayor propagación es que en multitud de casos esta infección no presenta síntomas.

Las ITS más comunes y tratables son tricomoniasis, clamidia y sífilis, aunque existe un problema y es que cada vez se produce una mayor resistencia a los antibióticos.

Las infecciones que se producen por virus son el VIH, virus del herpes simple de tipo 2, hepatitis B y C, virus del papiloma humano (VPH) y virus linfotrópico T humano de tipo 1 tiene opciones terapéuticas escasas o muy limitadas.  El virus de la hepatitis B puede producir cáncer de hígado y el VPH se asocia a cáncer de cervicouterino. Por otro lado las infecciones por VIH, herpes simple y virus linfotrópico T humano tipo 1 se prolonga a lo largo de toda la vida, existiendo tratamientos que limitan al virus pero no son curables.

Para que esto no suceda se debe de realizar un asesoramiento anticonceptivo en la adolescencia mediante:

  • Libre elección del método anticonceptivo que más se ajuste a sus necesidades actuales teniendo en cuenta el tipo de actividad sexual, frecuencia y si se trata de una pareja estable o no.
  • Realizar una anamnesis completa de la persona revisando posibles antecedentes familiares de enfermedades tromboembólica en menores de 50 años, presión arterial y peso. En relación a estos parámetros se basará el consejo de anticonceptivos.
  • Complementar toda la información aportando los beneficios que traen para la salud y los efectos adversos posibles.

Los métodos anticonceptivos que más se usan son los siguientes preservativo masculino un 46 %  y  píldora anticonceptiva un 11.5 % existiendo otras opciones como son el anillo vaginal, parche anticonceptivo, anticoncepción hormonal reversible de larga duración, anticoncepción intrauterina o anticoncepción de urgencia.

Los factores de riesgo que presenta los adolescentes son:

  • Factores biológicos: presencia de epitelio columnar en el ectocérvix y menor nivel de inmunoglobulina A encargada de la secreción de moco vaginal.
  • Factores de comportamiento: inicio precoz de las relaciones sexuales, no uso de preservativo y consumo de alcohol y drogas.
  • Factores sociales: inquietud por confidencialidad del profesional ante sus progenitores y poca accesibilidad de los adolescentes al sistema de salud.

Las ITS más frecuentes son virus del herpes simple, virus del papiloma humano, Chlamydia trachomatis,

Gonococo, Trichomonas y VIH.

El diagnóstico de las infecciones se puede realizar mediante análisis de laboratorio mediante muestras anatómicas, de sangre o de orina. Esto hace que las personas sean capaces de tener más de una ITS pendiente de tratamiento. Las pruebas son diferentes dependiendo del nivel de desarrollo del país, en países desarrollados se realiza mediante tecnología molecular siendo muy eficaz en infecciones asintomáticas. En los países de bajos y medianos ingresos esta prueba no está disponible para detectar la clamidia o la gonorrea. El gran problema que existe es que estos métodos son que  tienen un elevado coste económico, no son de fácil acceso y el resultado tarda mucho en llegar. Todo esto conlleva que los pacientes no tengan un buen seguimiento por parte del personal sanitario o que su tratamiento no sea finalizado según la pauta indicada. Sin embargo, para detectar la sífilis, hepatitis B y VIH las pruebas diagnósticas son más rápidas y baratas.

El tratamiento de elección varía según el agente causal:

  • La clamidiasis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis se trata con pautas de antibióticos de una sola dosis.
  • El herpes y la infección por el virus de la insuficiencia humana los medicamentos que mejores resultados aportan son los antivíricos que se encargan de reducir la evolución de la enfermedad pero no extinguen la enfermedad.
  • La hepatitis B es tratada con antivirales que intentan eliminar el virus y demorar las posibles lesiones hepáticas.

La gestión de personas que padecen este tipo de enfermedad es muy dificultosa debido a que hay que realizar pruebas para  su detección y tratamiento. Además de que hay pocos recursos, el estigma social que tienen las ITS, la calidad baja de los servicios y que en ocasiones los gastos son asumidos por el propio paciente.

Algunos de los grupos que más riesgo tienen son: adolescentes, trabajadores sexuales, relaciones entre dos hombres, consumidores de sustancias estupefacientes, personas en prisión, población nómada ya que no hay gran accesibilidad a los servicios de salud.

La falta de recursos y financiación para estos servicios es una gran problemática, a esto se le añade que la mayoría de las infecciones son asintomáticas y en combinación con poca especialización del personal, servicios limitados de laboratorio y dificultad de acceso a medicamentos.

Resultados

Las personas jóvenes son más frágiles frente a las ITS y embarazos no deseados tanto por factores sociales como biológicos. Esto se debe solucionar con un tiempo de calidad en la consulta para así poder dar un consejo sanitario personalizado según las necesidades individuales de cada persona.

Esta etapa de la vida es más susceptible para enfrentarlos a una ITS debido a que las personas no presentan una madurez anatómica y funcional. Además de presentar conductas de riesgo como son inicio precoz de las relaciones sexuales coitales, múltiples parejas o consumo de alcohol y drogas.

El nivel de conocimiento sobre los métodos anticonceptivos y las actitudes son los parámetros que el personal sanitario puede modificar por lo que se debe enfatizar en ellas. Las fuentes de las que extraen la información los jóvenes suele ser su grupo de amigos o internet, hecho que se debe de modificar para así conseguir una información veraz mediante el conocimiento sanitario.  La actitud que toman los adolescentes se basa en su experiencia o en la de sus amigos, siendo incorrecta en multitud de ocasiones como puede ser un mal uso del preservativo o de otros métodos anticonceptivos.

Esto hace que los profesionales sanitarios sean el medio por el cual se debe de canalizar la información de calidad buscando que los adolescentes se encuentren en una situación óptima entre iguales para así resolver todas las dudas posibles.

El mal uso del preservativo se asocia a que se produce una disminución del placer, la espontaneidad de las relaciones sexuales o el placer que se encuentra en el riesgo.  Esto hace que nos enfoquemos en realizar una buena educación sexual explicando un buen uso del preservativo desde el comienzo de las relaciones sexuales ya que es el único método que protege ante las infecciones.

La preocupación por el embarazo es mayor en mujer que hombre por lo que tenemos que hacer que esto se iguale y que ambas partes compartan esta responsabilidad en el acto sexual.

Conclusión

En la actualidad existen numerosos métodos anticonceptivos que permiten protegernos ante un posible embarazo como son el anillo vaginal, píldoras anticonceptivas o el parche transdérmico. Todos los métodos anteriores nos protegen frente a concepción pero no de las infecciones, el único método actual que nos ofrece protección ante las ITS es el preservativo. El profiláctico se debe utilizar desde el principio de las relaciones sexuales incluso para el sexo oral ya que puede transmitirse a través de los flujos de ambas personas.

El método anticonceptivo de la persona debe ser aquel que se adecue más a la persona y sus características, siendo lo ideal el método de doble barrera conocido como la anticoncepción de manera hormonal y por métodos de barrera como el preservativo.

El personal sanitario es el eje central para la prevención de la ITS. Este debe de realizar una continua formación de los jóvenes para que adopten conductas sexuales seguras, esto se puede conseguir por consultas personalizadas, charlas dirigidas entre iguales y con una buena educación sexual.

Los tratamientos y pruebas de diagnósticos siguen en progreso por lo que es un camino que queda por investigar para así tener tratamientos y pruebas disponibles para todo tipo de población independientemente de sus ingresos y lugar de origen.

En la población hay grupos de riesgo sobre los que hay que focalizar como pueden ser los adolescentes, trabajadores sexuales o prisioneros ya que tienen un menor acceso a los medios y menor seguimiento del tratamiento.

La población más vulnerable que se encuentra en los adolecente ya que se unen tanto factores biológicos como sociales que hacen que riesgo aumente. Algunos comportamientos que destacan entre estos son la falsa seguridad, poca conciencia de riesgo, menor de edad de inicio de las relaciones sexuales o el continuo cambio de aprejas sexuales.

Para finalizar resaltar la importancia del personal sanitario mediante una información adecuada a la población y con evolución de tratamientos y pruebas de detección.

Bibliografía

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