juicio crítico expresado por el sujeto ante situaciones de conducta relacionadas con la responsabilidad ante el estudio. De acuerdo con este análisis, predominan en el grupo los estudiantes medianamente autocríticos. Ejemplos: “La actitud de Carlos es típica del estudiante”, “Debería de decir sí”, “Opino que la decisión de Carlos, si la idea le entusiasta él no debería pensar si le va a quitar tiempo para divertirse y aceptar”, “Está bien la decisión de él”.
Tendencia al autoperfeccionamiento. En ella se expresa la disposición del sujeto a mejorar y evitar errores o conductas inapropiadas; los estudiantes de este grupo se caracterizan precisamente por su necesidad de cambiar actitudes, en relación con la actitud ante el estudio se encuentran de forma general expresiones que demuestran un Alto nivel de tendencia al autoperfeccionamiento, del que constituyen ejemplos las siguientes expresiones: “Puesto que vamos a ser médicos no tenemos que preocuparnos solo por aprobar las asignaturas, debemos aprender y en poco tiempo no se puede hacer”, “Yo me esforzaría un poco más y volvería a tomar las riendas y ponerme a estudiar dejando atrás lo pasajero porque hay tiempo para todo, hoy es el estudio, ya vendrá lo demás”.
Al integrar los indicadores antes expresados se puede obtener una valoración del nivel de desarrollo del valor Responsabilidad en el grupo B, el que se clasifica como de nivel Medio.
Reflexiones finales acerca de influencia del valor responsabilidad en el rendimiento académico durante el primer trimestre de la carrera de medicina en los estudiantes considerados en este estudio.
Aún cuando la calificación general de ambos grupos con respecto al desarrollo del valor Responsabilidad coincide en el nivel medio, es evidente un comportamiento de tendencias opuestas entre ambos, lo cual requiere de un análisis e interpretación específica para cada grupo.
En el grupo A el componente cognoscitivo se identificó como de nivel Bajo, principalmente debido a la falta de expresión de motivos internos y la pobreza en la verbalización; mientras que en el grupo B este componente se caracterizó por la riqueza expresiva y la presencia de motivos internos. En este sentido es importante recordar los criterios de González Rey acerca de la importancia de que los contenidos provoquen emociones y muevan fibras afectivas, para promover la formación de valores, ya que éstos a nivel psicológico se expresan de dos formas: los valores formales o externos que no son los que debemos formar y los valores personalizados o internos que constituyen la expresión más auténtica del sujeto que interioriza, y que son los que debemos fomentar. (37) Ellos motivan y orientan la actuación del hombre hacia la satisfacción de sus necesidades internas. (30) En el grupo A el componente valorativo motivacional se calificó de Intermedio debido fundamentalmente a la falta de expresión de necesidades internas y de crítica ante lo mal hecho, mientras el grupo B tiene calificación de Adecuado en este componente, ya que predominaron expresiones de necesidades internas; aunque también existieron necesidades mixtas y se aprecia enfrentamiento crítico a las malas actitudes. Este resultado tiene una gran connotación puesto que el desarrollo de autoconciencia, autovaloración, emociones, convicciones, voluntad y la configuración de escalas de valores, están íntimamente relacionadas con laobservancia de las normas morales; lo que sugiere que una deficiente estructuración de estos elementos constituye un riesgo de conductas inadecuadas. Todos estos elementos forman parte de mecanismos funcionales de la conciencia moral y su desarrollo forma parte del contenido de la educación y del cumplimiento de sus funciones sociales en su sentido más amplio. (30)
El grupo A se calificó de acuerdo al componente conductual como Parcialmente responsable, ya que expresan el cumplimiento de forma parcial y no demuestran necesidades internas. De esta misma forma se clasifica el grupo B. Como se conoce el desarrollo moral es un proceso de interiorización de las normas y reglas, que conduce a la formación de ciertas instancias morales internas que regulan la conducta del sujeto.
El grupo A se clasificó como Medianamente autocritico ya que, aunque tienen conciencia parcial de sus limitaciones, justifican su actuación con poca implicación afectiva y elaboración personal. Se observa como tendencia falta de necesidad de autoperfeccionamiento.
Calificación similar mereció el grupo B en lo referente a la autocrítica, aunque presentan Alta la Tendencia al autoperfeccionamiento. Al parecer los componentes conductual y autovalorativo, por su alto nivel de coincidencia en ambos grupos, son determinantes en el nivel de desarrollo alcanzado del valor Responsabilidad, mientras que las diferencias identificadas entre los grupos pudieran estar relacionadas entonces con las tendencias opuestas de los componentes cognoscitivo y valorativo motivacional. Esta última observación sugiere que los componentes del valor Responsabilidad que pudieran estar involucrados con el rendimiento académico son los componentes anteriormente señalados.
El proceso educativo en la actualidad, tiene como misión fundamental la formación de ciudadanos con valores que les permitan convivir en el mundo y comprometerse en su transformación, lo que sólo es posible con un fomento consciente del trabajo educativo mediante la instrucción, (32-33) pero como es imposible educar una personalidad que no se conoce, resulta impostergable prestar atención al estado de los valores para trazar estrategias docentes científicamente fundamentadas que propicien al mismo tiempo resultados académicos satisfactorios y un desarrollo integral de la personalidad. (36)
Estas reflexiones trascienden a la práctica educativa como reclamo de mayor atención al desarrollo de los procesos lógicos del pensamiento y a la dimensión motivacional, teniendo en cuenta que es durante el desarrollo que los valores incrementan su jerarquía, que el estudiante es capaz de distinguir lo prioritario y lo urgente, (27) que asume conciencia de sus actos y del valor moral de los mismos; haciéndose vulnerable al cambio.
La educación de valores morales constituye uno de los problemas más complejos e importantes del proceso de formación y desarrollo de la personalidad, especialmente en la juventud; su aparición como formaciones motivacionales de la personalidad y de la concepción del mundo, los integra y los sistematiza. Los valores no son un resultado espontáneo de la formación y el desarrollo, no se forman de manera automática, sino que resultan de las situaciones de la vida y de la educación del joven; es decir son producto de la historia personal que él elabora activamente como sujeto socio-histórico. (21)
CONCLUSIONES