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Retardo del Crecimiento Intrauterino: Un desafío en el desarrollo prenatal

Retardo del Crecimiento Intrauterino: Un desafío en el desarrollo prenatal

Autora principal: Dr. María Camila Neira Lizcano

Vol. XVIII; nº 11; 485

Intrauterine Growth Retardation: A challenge in prenatal development

Fecha de recepción: 09/05/2023

Fecha de aceptación: 01/06/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 11 Primera quincena de Junio de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 11; 485

Autores:

Dr. María Camila Neira Lizcano

Investigador independiente, San José, Costa Rica

Dr. María Paulina Romero Jiménez

Investigador independiente, San José, Costa Rica

Dr. Lai Shin Wang Liu

Investigador independiente, San José, Costa Rica

Resumen:

La restricción del crecimiento intrauterino (RCIU) es una condición en la cual el feto no logra alcanzar su potencial de crecimiento esperado durante su desarrollo en el útero materno. Esta condición puede tener diversas causas, como problemas en la placenta, trastornos maternos, factores genéticos o ambientales.

La RCIU tiene importantes implicaciones para la salud del feto a corto y largo plazo. Los fetos afectados por RCIU presentan un mayor riesgo de complicaciones durante el parto y pueden experimentar alteraciones metabólicas. Además, investigaciones han demostrado que los niños con antecedentes de RCIU tienen una mayor susceptibilidad a desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas en la edad adulta.

La detección temprana y precisa de la RCIU es fundamental para proporcionar un manejo adecuado. Las estrategias de manejo pueden incluir la cuidadosa monitorización del crecimiento fetal a través de ecografías y mediciones de la circunferencia abdominal. También es importante controlar los factores de riesgo maternos, como la hipertensión o la diabetes, ya que pueden contribuir al desarrollo de la RCIU.

En casos severos de RCIU, puede ser necesario recurrir a un parto prematuro o a intervenciones médicas para asegurar la salud del feto. Sin embargo, el manejo de la RCIU debe adaptarse de manera individualizada a las circunstancias específicas de cada caso.

Palabras clave: Restricción del crecimiento intrauterino, Feto, Ecografía, Desarrollo fetal, Placenta.

Abstract:

Intrauterine growth restriction (IUGR) is a condition in which the fetus fails to reach its expected growth potential during development in the womb. This condition can have various causes, such as problems in the placenta, maternal disorders, genetic or environmental factors.

IUGR has important implications for the short- and long-term health of the fetus. Fetuses affected by IUGR are at increased risk of complications during delivery and may experience metabolic disturbances. In addition, research has shown that children with a history of IUGR have a greater susceptibility to developing cardiovascular and metabolic diseases in adulthood.

Early and accurate detection of IUGR is essential to provide proper management. Management strategies may include careful monitoring of fetal growth through ultrasound and abdominal circumference measurements. It is also important to control maternal risk factors, such as hypertension or diabetes since they can contribute to the development of IUGR.

In severe cases of IUGR, it may be necessary to resort to preterm delivery or medical interventions to ensure the health of the fetus. However, the management of the IUGR must be individually adapted to the specific circumstances of each case.

Keywords: Intrauterine growth restriction, Fetus, Ultrasound, Fetal development, Placenta.

Introducción:

La restricción del crecimiento intrauterino (RCIU) es una afección que impide que un feto alcance su potencial genético de crecimiento y desarrollo debido a diversos factores que pueden afectar el flujo sanguíneo placentario y la nutrición fetal. Las causas de la RCIU pueden ser diversas, como la malnutrición materna, la hipertensión arterial, el tabaquismo, el consumo de alcohol y drogas, la edad materna avanzada y las enfermedades maternas crónicas como la diabetes y la enfermedad renal, así como problemas en la placenta, como el desprendimiento prematuro o la placenta previa. (1)

El diagnóstico de RCIU se establece cuando el feto presenta un peso menor al esperado para su edad gestacional, lo que puede resultar en diversas complicaciones para el recién nacido, como bajo peso al nacer, hipoxia fetal, prematuridad y trastornos metabólicos, además de aumentar el riesgo de enfermedades crónicas en la edad adulta, como la diabetes tipo 2, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. (2)

Para mejorar los resultados de la RCIU, es fundamental un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. El monitoreo regular del crecimiento fetal y la atención prenatal adecuada pueden ayudar a identificar y tratar la RCIU en sus etapas tempranas, lo que puede mejorar la salud del feto y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo. Las opciones de tratamiento pueden incluir la monitorización fetal, la inducción del parto y el cuidado intensivo neonatal, dependiendo de la gravedad de la condición. (3)

Es importante destacar que la prevención es fundamental para reducir el riesgo de RCIU. Las medidas preventivas pueden incluir una nutrición adecuada durante el embarazo, el control de enfermedades maternas crónicas, evitar el consumo de alcohol y drogas, y evitar el tabaquismo. También es importante identificar y tratar rápidamente las complicaciones del embarazo, como la hipertensión arterial y la diabetes gestacional. (1,2)

El propósito de este estudio bibliográfico es ofrecer una exhaustiva introducción al Retardo del Crecimiento Intrauterino, abarcando su fisiopatología, clasificación, diagnóstico y tratamiento. Además, se analizarán los avances más recientes en investigación y se señalarán las áreas potenciales de investigación futura.

Metodología:

Este artículo presenta una revisión bibliográfica descriptiva que se basa en la selección de 16 artículos que cumplen con los siguientes criterios de inclusión: deben estar escritos en inglés o español y haber sido publicados desde 2018 hasta 2023. La búsqueda de publicaciones se realizó en diferentes fuentes digitales, incluyendo Elsevier, PubMed y Google Scholar, y se seleccionaron metaanálisis, revisiones sistemáticas y artículos de revistas científicas. Las revisiones se centraron en las siguientes palabras clave relacionadas con el tema de investigación: Restricción del crecimiento intrauterino, Feto, Ecografía, Desarrollo fetal, Placenta.

Fisiopatología:

La restricción del crecimiento intrauterino es un trastorno que se produce cuando el feto no alcanza su potencial genético de crecimiento y desarrollo debido a factores que afectan el flujo sanguíneo placentario y/o la nutrición fetal. Esta limitación en el crecimiento puede tener consecuencias graves y duraderas para la salud del feto y del recién nacido. (4)

La fisiopatología de la RCIU implica múltiples procesos y sistemas en el cuerpo de la madre y del feto. La placenta es un órgano crucial en el transporte de nutrientes y oxígeno al feto, y en la eliminación de desechos. Cuando hay una disminución en el flujo sanguíneo placentario, la cantidad de nutrientes y oxígeno que llegan al feto también se reduce, lo que puede limitar su crecimiento y desarrollo. (5)

Existen diversas causas que pueden provocar una disminución en el flujo sanguíneo placentario, entre ellas la hipertensión arterial materna, que puede dañar los vasos sanguíneos que suministran sangre y nutrientes a la placenta, disminuyendo el flujo sanguíneo al feto. El tabaquismo materno es otra causa común que reduce el flujo sanguíneo y los nutrientes que llegan al feto a través de la placenta. Asimismo, pueden existir malformaciones congénitas de la placenta o trastornos tromboembólicos que limiten el flujo sanguíneo. (6)

Además, la fisiopatología de la RCIU también puede estar relacionada con factores intrínsecos al feto, como un retraso en el crecimiento debido a una insuficiencia en la producción de hormonas de crecimiento fetal o una respuesta inflamatoria exagerada del feto, que puede afectar el flujo sanguíneo y la nutrición fetal. (4,5)

La RCIU puede tener graves consecuencias a largo plazo para la salud del feto y del recién nacido. Los bebés que experimentan RCIU pueden presentar un mayor riesgo de sufrir complicaciones como la hipoxia perinatal, que se refiere a la falta de oxígeno en el cerebro del feto durante el parto y que puede provocar trastornos neurológicos. También pueden tener un mayor riesgo de presentar problemas de aprendizaje y retrasos en el desarrollo, así como enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. (4)

Causas:

Existen diversos factores que pueden originar la restricción del crecimiento intrauterino, los cuales impactan el flujo sanguíneo de la placenta y/o la nutrición fetal. Entre las causas más comunes destacan las siguientes:

  • Malnutrición materna: Si la madre no recibe la cantidad suficiente de nutrientes durante la gestación, el feto también puede presentar deficiencias nutricionales que limiten su desarrollo y crecimiento. Por ejemplo, una dieta carente de proteínas, vitaminas y minerales puede afectar negativamente el crecimiento del feto y aumentar el riesgo de RCIU. (7,8)
  • Hipertensión arterial: Si una mujer embarazada presenta hipertensión arterial, la presión elevada puede dañar los vasos sanguíneos que alimentan la placenta y limitar el flujo sanguíneo y nutrición al feto. La hipertensión arterial también puede desencadenar otras complicaciones durante el embarazo, como el parto prematuro. (7,8)
  • Tabaquismo: El humo del tabaco contiene monóxido de carbono y otras sustancias tóxicas que pueden reducir el flujo sanguíneo y los nutrientes que llegan al feto a través de la placenta. El tabaquismo también aumenta el riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y otros problemas de salud durante el embarazo. (7,8)
  • Consumo de alcohol y drogas: El uso de alcohol y drogas durante el embarazo puede dañar la placenta y afectar el crecimiento y desarrollo del feto. (7,8)
  • Enfermedades maternas crónicas: Las enfermedades maternas crónicas, como la diabetes y la enfermedad renal, pueden perjudicar la salud del feto y aumentar el riesgo de RCIU. (7,8)
  • Problemas en la placenta: El desprendimiento prematuro o la placenta previa pueden disminuir el flujo de oxígeno y nutrientes al feto. (7,8)

Es importante mencionar que en muchos casos la RCIU puede tener un origen multifactorial, es decir, puede ser causada por la combinación de varios factores. Asimismo, algunos casos de RCIU pueden presentar una causa desconocida.

Epidemiologia:

La restricción del crecimiento intrauterino es un problema significativo que contribuye a la mortalidad y la morbilidad perinatal en todo el mundo. La OMS estima que aproximadamente el 15% de los embarazos están afectados por la RCIU, aunque la prevalencia varía según la región geográfica y los factores socioeconómicos. Los países con bajos y medianos ingresos tienen una prevalencia mayor de RCIU debido a la falta de acceso a la atención prenatal adecuada y a la nutrición materna deficiente. (9)

Además, la RCIU es más común en embarazos múltiples y en casos de malformaciones congénitas. Las complicaciones del embarazo, como la preeclampsia, la eclampsia y la placenta previa, también pueden aumentar el riesgo de RCIU. (9)

La RCIU tiene un impacto significativo en la mortalidad perinatal. Se ha estimado que es responsable del 30% de las muertes fetales y del 50% de las muertes neonatales. Los bebés que nacen con RCIU tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y trastornos del desarrollo neurológico. (9)

Por lo tanto, es crucial la identificación temprana de la RCIU y el tratamiento adecuado para mejorar los resultados a largo plazo y reducir el riesgo de complicaciones. Es fundamental abordar los factores de riesgo modificables, como la nutrición materna y la atención prenatal adecuada, para reducir la carga de RCIU en todo el mundo. (9)

Diagnóstico:

El diagnóstico de la restricción del crecimiento intrauterino puede resultar difícil debido a que el tamaño fetal varía en función de la edad gestacional, y algunos fetos pueden ser naturalmente más pequeños que otros. No obstante, existen diferentes métodos utilizados para diagnosticar la RCIU durante el embarazo. (10)

Uno de los métodos más comunes es la medición de la altura uterina durante el examen prenatal. Se mide la altura del útero desde el hueso púbico hasta la parte superior del útero en la línea media. Si la altura uterina es menor de lo esperado para la edad gestacional, puede ser un indicio de RCIU. Sin embargo, esta medida puede verse afectada por la posición del feto y la cantidad de líquido amniótico, lo que la hace subjetiva. (10)

La ecografía es otro método utilizado para diagnosticar la RCIU. Esta técnica de diagnóstico por imágenes utiliza ondas sonoras para crear imágenes del feto en el útero. La ecografía permite medir el tamaño fetal, la circunferencia cefálica, el diámetro abdominal, la longitud del fémur y la cantidad de líquido amniótico. Si el tamaño fetal es menor de lo esperado para la edad gestacional o si hay una disminución en la cantidad de líquido amniótico, puede ser un indicio de RCIU. (11)

La dopplerometría es otro método que se utiliza para diagnosticar la RCIU. La dopplerometría utiliza ultrasonido para medir el flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos que suministran sangre y nutrientes al feto a través de la placenta. Si hay una disminución en el flujo sanguíneo, puede ser un signo de RCIU. (12)

Además, se pueden realizar pruebas de monitoreo fetal, como la monitorización electrónica fetal (MEF) y la prueba sin estrés (PSE). La MEF mide la frecuencia cardíaca fetal y las contracciones uterinas, lo que puede ayudar a detectar anomalías. Si la frecuencia cardíaca fetal es anormal o hay signos de sufrimiento fetal, puede ser un indicio de RCIU. La PSE, por su parte, mide la frecuencia cardíaca fetal en respuesta a la actividad fetal. Si la frecuencia cardíaca fetal no aumenta adecuadamente durante la actividad fetal, puede ser un indicio de RCIU. En cualquier caso, es importante destacar que el diagnóstico temprano y la atención prenatal adecuada son fundamentales para mejorar los resultados de la RCIU. (12)

Tratamiento y prevención:

El tratamiento para la restricción del crecimiento intrauterino depende de la gravedad de la afección y de la edad gestacional del feto. En casos leves, el tratamiento puede consistir en el monitoreo regular del crecimiento fetal y la atención prenatal adecuada. Sin embargo, en casos más graves, el tratamiento puede requerir la hospitalización de la madre para un seguimiento intensivo y la inducción del parto para evitar complicaciones graves. (13)

El monitoreo fetal es uno de los métodos más comunes utilizados para tratar la RCIU. Este se realiza mediante ultrasonidos regulares que miden el tamaño del feto, la cantidad de líquido amniótico y la velocidad del flujo sanguíneo en la arteria umbilical. También se puede utilizar un monitor cardíaco fetal no invasivo o un electrodo fetal invasivo para monitorear la frecuencia cardíaca fetal. Esto permite la detección temprana de la RCIU y la intervención oportuna para mejorar el resultado del embarazo. (13,14)

En casos graves de RCIU, puede ser necesario inducir el parto antes de la fecha prevista de parto. La inducción del parto implica la estimulación de las contracciones uterinas para iniciar el trabajo de parto. Sin embargo, este procedimiento solo se realiza en casos graves de RCIU, ya que el feto puede estar en riesgo de sufrir complicaciones si se mantiene en el útero por más tiempo del necesario. (13,14)

Además del tratamiento, también se pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de RCIU. Una nutrición adecuada durante el embarazo es fundamental para el crecimiento y desarrollo fetal adecuados. Las mujeres embarazadas deben seguir una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos saludables, como frutas y verduras, proteínas magras y carbohidratos complejos. (13,14)

El control de enfermedades maternas también es importante para prevenir la RCIU. Las mujeres con hipertensión arterial, diabetes, enfermedad renal u otras enfermedades crónicas deben trabajar estrechamente con su médico para controlar sus enfermedades y reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo. En general, el tratamiento y la prevención de la RCIU requieren una atención prenatal adecuada y una estrecha colaboración entre la madre y su equipo de atención médica. (13,14)

Complicaciones:

La restricción del crecimiento intrauterino puede generar varias complicaciones tanto para el feto como para la madre, las cuales pueden variar en gravedad dependiendo de la causa y la gravedad de la RCIU, así como de la edad gestacional en la que se detecta. (15)

En cuanto a las complicaciones para el feto, una de las más frecuentes es el bajo peso al nacer, lo que puede aumentar el riesgo de padecer problemas de salud a largo plazo, como discapacidad intelectual y retraso en el desarrollo. Otra complicación es la hipoxia fetal, que ocurre cuando el feto no recibe suficiente oxígeno, lo que puede causar daño cerebral, parálisis cerebral y otros problemas neurológicos. En casos graves de RCIU, se puede producir la muerte fetal intrauterina, lo que puede ser devastador para los padres. (15)

En cuanto a las complicaciones para la madre, la RCIU se relaciona con un mayor riesgo de preeclampsia, una afección que puede provocar hipertensión arterial, daño renal y otros problemas graves de salud. La RCIU también puede aumentar el riesgo de parto prematuro, lo que puede aumentar el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el feto. Además, en casos graves de RCIU, puede ocurrir sufrimiento fetal agudo, una afección en la que el feto experimenta una disminución repentina en el suministro de oxígeno y nutrientes, lo que puede poner en peligro la vida del feto y requerir una entrega de emergencia. (15)

Otras complicaciones para la madre pueden incluir problemas de alimentación debido a náuseas, vómitos o falta de apetito, lo que puede generar una nutrición inadecuada y empeorar la RCIU. La RCIU también puede ser una fuente de estrés y ansiedad para las mujeres embarazadas y sus parejas, lo que puede provocar problemas emocionales y psicológicos a corto y largo plazo. (15)

Pronóstico:

El pronóstico del desarrollo de la restricción del crecimiento intrauterino puede cambiar dependiendo de la gravedad de la enfermedad y la etapa del embarazo en la que se diagnostica. En general, se puede prever que el pronóstico empeorará si la RCIU es más severa y se detecta en las primeras etapas del embarazo. (16)

En el caso de que la RCIU se diagnostique temprano y se reciba tratamiento apropiado, es probable que el pronóstico sea favorable. Al monitorear de forma regular el feto y brindar atención prenatal adecuada, se puede mejorar el resultado del embarazo y disminuir el riesgo de complicaciones serias. Si la RCIU es leve y se detecta más adelante en el embarazo, es probable que no se presenten complicaciones graves, y que el feto pueda crecer y desarrollarse adecuadamente. (16)

No obstante, si la RCIU es grave y no recibe tratamiento adecuado, es probable que se presenten complicaciones serias tanto para el feto como para la madre. El bajo peso al nacer y la hipoxia fetal pueden provocar discapacidad intelectual y retraso en el desarrollo del feto, mientras que la muerte fetal intrauterina puede resultar devastadora para los padres. La preeclampsia, el parto prematuro y el sufrimiento fetal agudo también pueden ser complicaciones graves para la madre y el feto. (16)

Conclusiones:

La restricción del crecimiento intrauterino (RCIU) es una afección que puede tener consecuencias graves tanto para el feto como para la madre. Sin embargo, el pronóstico de la RCIU puede variar dependiendo de la gravedad de la condición y de la edad gestacional en la que se diagnostica. Por lo tanto, es fundamental que los profesionales de la salud identifiquen y traten la RCIU de manera temprana para minimizar el riesgo de complicaciones graves.

Es importante destacar que la prevención de la RCIU es fundamental para garantizar un embarazo saludable. Las mujeres embarazadas deben seguir un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada y ejercicio moderado, además de controlar y tratar cualquier enfermedad crónica. Además, los profesionales de la salud deben realizar controles de crecimiento fetal regulares para detectar cualquier signo temprano de RCIU.

Si se diagnostica RCIU, el tratamiento debe ser individualizado y adaptado a las necesidades de cada paciente. El tratamiento puede incluir la vigilancia fetal regular, la administración de medicamentos y la hospitalización en casos graves. Es fundamental que las mujeres embarazadas se comuniquen con sus proveedores de atención médica para recibir un tratamiento adecuado y garantizar un resultado favorable para el embarazo.

Referencias:

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