Revisión bibliográfica de medidas asistenciales a mujeres víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual
Autora principal: Marta Ruiz Gómez-Pimpollo
Vol. XV; nº 16; 832
Assistance for women victims of human trafficking for sexual exploitation purposes
Fecha de recepción: 08/07/2020
Fecha de aceptación: 11/08/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 16 – Segunda quincena de Agosto de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 16; 832
Autoras
Marta Ruiz Gómez-Pimpollo (Enfermera en Hospital de Tomelloso, España)
Sheyla Lampérez Ibáñez (Enfermera en Hospital Miguel Servet de Zaragoza, España)
María Eugenia Rodríguez Capote (Enfermera en Hospital Miguel Servet de Zaragoza, España)
Ana Isabel Sánchez Bayón (Enfermera en Hospital Miguel Servet de Zaragoza, España)
RESUMEN
Actualmente, se reportan más víctimas de trata que en los últimos 13 años. El principal perfil de las víctimas va cambiando acorde con la forma de explotación. El 83% de las mujeres víctimas detectadas en 2016 fueron traficadas con fines de explotación sexual. Este trabajo consiste en una revisión de la literatura científica sobre la asistencia que debe proporcionarse a mujeres adultas víctimas de trata sexual por parte del personal sanitario. Se revisaron diferentes bases de datos de las cuales se hallaron 44 artículos de los que solo 6 cumplieron los requisitos de inclusión para elaborar esta revisión.
No hay edad, sexo, raza, orientación sexual o nivel socioeconómico que se salve de la trata de personas, éstas suelen ser atraídas por promesas de alcanzar una vida mejor. Normalmente, la toma de contacto con este tipo de víctimas se da en los servicios de urgencia donde no se identifican en un primer momento.
Actualmente, no hay evidencia suficiente acerca de cómo deben ser atendidas las personas víctimas de trata por parte de los sanitarios. Existen pocos estudios que hablen sobre el tratamiento a estas víctimas y su calidad suele ser deficiente.
Es necesario que los trabajadores sanitarios, sobre todo los de servicio de urgencias, reciban formación sobre identificación, atención y derivación de las víctimas de trata. El enfoque a las víctimas debe de ser multidisciplinar e integral, para asegurar el máximo bienestar de estas personas. Para ello es necesario estudios futuros más rigurosos sobre el tema.
Palabras claves: tráfico de mujeres, tráfico sexual, explotación sexual, tratamiento, asistencia.
ABSTRACT
Currently, more victims of trafficking are reported than in the last 13 years. The main profile of the victims is changing according to the form of exploitation. 83% of females victims detected in 2016 were trafficked for sexual exploitation. This document is a review of the scientific literature on the assistance that should be provided by health personnel to adult female sexual trafficking victims.
Different databases were reviewed, of which 44 articles were found, of which only 6 fulfilled the inclusion requirements to prepare this review.
There is no age, sex, race, sexual orientation or socioeconomic level that prevents a person from human trafficking; these are usually attracted by promises of a better life. Health personnel comes into contact with these victims during the provision of emergency services; although this contact may not occur during their first visit to the emergency department.
There is currently not enough evidence regarding the treatments that victims of trafficking should receive from health workers. There are a few studies that discuss treatments for victims but their quality is usually deficient. It is necessary that health workers, especially those in the emergency service, receive training on the identification, care and referral of victims of trafficking. The approach to the victims must be multidisciplinary and integral, to ensure the maximum welfare of these people. This requires more rigorous future studies on the subject.
Keywords: trafficking of women, sex trafficking, sexual exploitation, treatment and assistance.
INTRODUCCIÓN
Existen diferentes definiciones de Trata de Seres Humanos (TSH en adelante), uno de ellos procede del Protocolo de Palermo1, cuyo objetivo es Prevenir, Suprimir y Castigar la TSH, sobre todo de mujeres y niños. Dicho protocolo, define la trata de personas como:
«La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares, servidumbre y extracción de órganos”.
Podemos observar cuatro elementos fundamentales que deben darse para que podamos definir una situación de explotación como TSH:
- Captación: en el país de origen.
- Transporte: Como consecuencia de la globalización y la mejora de la movilidad de las personas, la explotación se desarrolla en un entorno transnacional donde las víctimas suelen ser captadas en países en vías de desarrollo para poder ser explotadas en países económicamente más favorecidos2.
- Medios: amenaza, engaño, abuso de poder, coacción, violencia física, violencia psicológica, etc.
- Finalidad: explotación.
En el lugar de destino, se procede a la explotación de las víctimas de TSH en diferentes áreas, principalmente mediante la mendicidad, la explotación laboral, la explotación sexual y venta de órganos3.
En lo que respecta a la “explotación sexual”, no existe una definición legal internacional consensuada. La UNODC define “explotación sexual” como “la obtención de beneficios (económicos o no) de una persona mediante la participación de otra en la prostitución u otros tipos de servicios sexuales”4.
La “explotación sexual comercial” es definida como un “fenómeno social que implica el abuso sexual de mujeres, niñas y niños con ventajas financieras para una o varias de las partes que intervienen en el proceso. Involucra la transferencia de dinero de una persona adulta a otra, a cambio de sexo con una mujer, niñas niño. Las formas más comunes de trata de personas con fines de explotación sexual son: prostitución, turismo sexual y pornografía”5.
Actualmente, existen más personas en situación de esclavitud que nunca antes en la historia de la humanidad. Según el Índice Global de Esclavitud, en 2018 había 40.3 millones de personas esclavizadas a nivel mundial, aunque en un estudio realizado en Holanda en 2017 se calcula que existen cuatro o cinco veces más víctimas de las que se logran identificar3.
Según el Informe Global de Trata de Personas 2018 de la UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), actualmente se reportan más víctimas de trata que en los últimos 13 años. América y Asia han incrementado drásticamente el número de detecciones, mientras que Europa y África se han mantenido estables. Este incremento de víctimas detectadas indica que se ha ampliado la recopilación de datos por parte de la UNODC, que las víctimas de trata siguen aumentando día a día, al mismo tiempo que las políticas para identificarlas son más eficientes3.
Perfil de las Víctimas
En el último informe de la UNODC, de 2014-2017 se detectó a hombres y mujeres en proporciones similares, pero analizando los datos en los últimos 15 años, las mujeres y las niñas juntas conforman más del 70% de las víctimas de trata detectadas. Respecto al grupo de edad, un 23% de las víctimas son niñas y un 7% niños. Respecto a las formas de explotación, la explotación sexual es la más demandada seguida de la explotación laboral; el 59% de las víctimas detectadas en 2016 estaban siendo explotadas sexualmente. El 4% de las mujeres, el 7% de las niñas, el 23% de los niños y el 7% de los hombres son tratados para otras formas de explotación.
En América y en Europa, las mujeres comprenden una clara mayoría, principalmente con fines de explotación sexual3.
También podemos observar el perfil de las víctimas detectadas en el siguiente gráfico según el área geográfica. Destacaremos que el principal perfil detectado sur de Europa (España) es la explotación sexual principalmente de mujeres adultas.
El principal perfil de las víctimas va cambiando acorde con la forma de explotación y el área geográfica que tratemos. Las mujeres y los hombres son detectados en diferentes áreas. Mientras el 83% de las mujeres víctimas detectadas en 2016 fueron traficadas para la explotación sexual, el 82% de los hombres lo fueron para la explotación laboral. Por otro lado, el 10% de los hombres detectados fueron explotados sexualmente y el 13% de las mujeres laboralmente3.
Dentro del grupo de otras formas de explotación se encuentra el tráfico de órganos, la mendicidad forzada, el matrimonio servil, la pornografía, la adopción ilegal y vientres de alquiler. En el siguiente gráfico podremos ver su incidencia por área geográfica.
Consecuencias físicas, psicológicas y sexuales de la explotación sexual.
Las consecuencias físicas, psicológicas y sexuales de la explotación sexual son abrumadoras, comienzan a desarrollarse desde la captación de la víctima. De esta forma las agresiones sexuales no solamente dan lugar a consecuencias físicas sino también emocionales. La mujer, por lo general, se siente despreciable y reducida corporal y anímicamente, y podríamos también añadir que la actividad sexual por parte de los consumidores de prostitución va unida a consecuencias psicológicas o físicas explícitamente agresivas o que buscan la humillación de la mujer6.
Aproximadamente, 2 de cada 3 mujeres (según diversas investigaciones de la OMS) en prostitución sufren las mismas secuelas emocionales que las víctimas de tortura o de guerra, la diferencia es que el trauma es crónico, prolongado y repetido6.
A nivel físico sufrirán lesiones derivadas de golpes, violación, mutilación, ETS (enfermedades de transmisión sexual), y de abortos y embarazos no deseados. En el periodo anterior al proceso de trata la violencia física es superior a la sexual, pero durante el traslado al destino la violencia sexual suele predominar6.
En el ámbito de salud mental las víctimas pueden tener indicio de:
Depresión, falta de interés, tristeza, pensamientos suicidas, falta de autoestima, ansiedad, miedo e inquietud, tensión, ataques de pánico y terror, nervios y temblores, irritabilidad, estrés post-traumático, pensamientos aterradores y pesadillas repetitivas, sentimientos de distanciamiento y lejanía, incapacidad para sentir emociones, dificultad para concentrarse, insomnio, nerviosismo y estado de alerta constante, trastornos disociativos7.
Otra de las consecuencias del TSH es el síndrome de Estocolmo, en el cual las víctimas defienden a sus captores como consecuencia psicológica del síndrome. A veces, se establecen falsas relaciones afectivas por parte de los tratantes con las víctimas5.
Otro síndrome menos conocido es el de indefensión adquirida donde la víctima aprende que es inútil, que no puede defenderse y que no tiene ningún control sobre la situación. El tratante le demuestra de forma cíclica que él es el que tiene el poder sobre su vida. La víctima adquiere una actitud pasiva frente a la situación dañina5.
JUSTIFICACIÓN
Las consecuencias de la TSH son diversas e incluyen tanto patologías físicas como psicológicas y se desarrollan desde la captación de la víctima, por lo que un buen tratamiento es primordial6. El problema que sufren estas mujeres no se soluciona únicamente siendo liberadas de la esclavitud, ya que numerosos estudios relacionan el abuso sexual con la creación de traumas que, durante la vida adulta, sin ayuda de un buen procesamiento, pueden acarrear grandes problemas psicológicos y sexuales8.
El abuso sexual está relacionado además con la alteración de la memoria autobiográfica, que se considera un factor que sostiene la persistencia del trastorno de estrés postraumático. Estás víctimas, además, pueden acarrear problemas físicos y psicológicos característicos del propio trauma del tráfico humano (la exposición prolongada y repetida a la violencia, la explotación y la libertad restringida), relacionados tanto con el tipo como con la severidad de la violencia, todo ello influirá retrasando la recuperación del trastorno mental9.
De forma que todo lo que relaciona a las víctimas de TSH es sumatorio y su situación psicológica se agrava debido a que los traumas múltiples son más difíciles de procesar que uno solo. Estos incluyen la violencia sexual u otra violencia interpersonal8.
El modelo cognitivo de trastorno de estrés postraumático propone que las evaluaciones del yo y el mundo después de un trauma severo producen daño en la autoestima, la sensación de culpa, las dificultades para confiar en los demás y las opiniones sobre la peligrosidad del mundo, todas estas de gran importancia para explicar posibles problemas en la recuperación de las víctimas de TSH8,10,11. Para evitar perpetuar la depresión crónica previos estudios subrayan, por supuesto, la importancia de mejorar las dificultades de la vida o la falta de apoyo social12,13.
Todos estos aspectos deben tenerse en cuenta en el tratamiento y manejo de este tipo de víctimas, pero sin olvidar que los sobrevivientes deben tratarse desde sus necesidades individuales. La estabilización psicológica incluye el restablecimiento de la confianza en los demás, ayudando con técnicas para regular las emociones y hacer frente a la disociación, así como tratar la depresión. Para todo ello, recalcamos la importancia de intervenciones basadas en la evidencia14,15.
Existen multitud de documentos que nos hablan sobre la importancia de establecer mecanismos internacionales de lucha contra la trata y en referencia a lo sustancial de dar formación adecuada a los funcionarios de las distintas administraciones, para poder realizar una correcta identificación y tratamiento a las víctimas y poder así asegurar protección y asistencia adecuada. Un de estos documentos es por ejemplo el Protocolo de Palermo como el Convenio Europeo contra la Trata de Seres Humanos, así como otros muchos, (Plan de la OSCE, UNODC, etc.).
Un estudio realizado en el Reino Unido mostró que el 28% de las víctimas liberadas habían entrado en contacto con un/a profesional de la salud mientras estaban siendo explotadas. Ninguno de estos encuentros favoreció la liberación de estas personas al no poder reconocer la situación por falta de una formación específica7.
Según Andrea Giménez-Salinas de la Universidad de Madrid, las instituciones sanitarias desempeñan un papel clave porque estamos en lugares de referencia dado que las víctimas acuden con mucha frecuencia buscando asistencia médica. Pero es muy importante que no solo les brindemos la atención, sino que les podamos dar información sobre los riesgos sanitarios asociados a su situación y los recursos existentes2.
En España, se calcula que el 90% de las mujeres en prostitución son víctimas de trata, y que acuden sobre todo a los servicios públicos de urgencias y de atención primaria16.
Por todos estos factores, consideramos que los profesionales sanitarios deben estar preparados para atender a las víctimas (rescatadas o no) de forma adecuada a la situación que están viviendo. De esta forma el presente estudio aborda la cuestión sobre la efectividad científica que han demostrados los tratamientos multidisciplinares en las mujeres adultas víctimas de TSH con fines sexuales.
Los objetivos de esta revisión bibliográfica de la bibliografía son:
- Conocer el nivel de evidencia que existe acerca del tratamiento a mujeres víctimas de trata en el ámbito sanitario.
- Definir los tratamientos existentes según la evidencia encontrada.
MÉTODOS
Este trabajo consiste en una revisión de la literatura científica sobre la asistencia que debe darse a mujeres adultas víctimas de trata de personas por parte del personal sanitario, con el fin de conseguir un mayor bienestar para las víctimas.
Pregunta de búsqueda
P: Mujeres adultas víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual
E: Asistencia especializada
C: Asistencia habitual
O: Bienestar de la víctima
Criterios de inclusión
- Estudios posteriores a 2009
- Sujeto de estudio: mujeres adultas víctimas de trata de personas.
- Revisiones sistemáticas, ECAs, guías de práctica clínica y metaanálisis.
- Estudios en inglés y español
- Estudios a texto completo
Criterios de exclusión
- Mujeres adultas que no han sido víctimas de trata con fines sexuales.
- Estudios cuyos sujetos sean hombres o niños.
- Documentos que no incluyan el tratamiento a las víctimas.
Criterios de búsqueda
Los descriptores utilizados para hacer las búsquedas bibliográficas fueron: human trafficking, sex trafficking, sexual exploitation, sex work, assistance, treatment y human traffic. En las bases de datos que lo permiten hemos utilizado los mismos descriptores en español.
Como operadores hemos utilizado tanto “AND” como “OR” para enlazar los descriptores entre sí. En las bases de datos que lo permiten hemos limitado la búsqueda a revisiones sistemáticas, ECAs, metaanálisis y guías de práctica clínica posteriores a 2009.
Evaluación crítica de los documentos.
Para la evaluación crítica de los documentos se empleó la herramienta Critical Appraisal Skills Programme Español (CASPe) y el Instrumento para la Evaluación de Guías de Práctica Clínica (AGREE II). En el caso de un estudio de métodos mixtos ha sido evaluado con dos instrumentos CASPe distintos. Los estudios han sido evaluados por tres miembros para evitar sesgos.
RESULTADOS
Siendo la trata de personas prevalente en mujeres, en 2011 supuso hasta un 49%. Estos datos son limitados no solo por su complejidad sino también por la naturaleza clandestina del problema24.
El personal sanitario se encuentra en una posición única para identificar a las víctimas, ya que éstas usan desde un 28% a un 88% el sistema sanitario y un 63,3% acuden al departamento de emergencias durante su explotación24. La mayoría de los documentos revisados concuerdan en la idea de que es necesario trabajar en la capacidad de los sanitarios para la identificación, la prestación de cuidados adecuados y la seguridad de las víctimas de trata21,23,24.
Tener una entrevista con una mujer víctima de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, suele ser inusual para los profesionales sanitarios al no ser conscientes de la magnitud de lo que enfrentan o ser simplemente inexpertos en el tema, no abordando de manera correcta la situación. Por falta de formación y/o sensibilización suficiente. Normalmente, en la toma de contacto con este tipo de víctimas no se identifican en un primer momento, además, las víctimas pueden esforzarse por mantenerlo oculto por miedo a las consecuencias. Sin embargo, es de tal fortaleza traumática que de forma directa o indirectamente se comunica con el profesional sanitario. Por ello se hace especial énfasis en la necesidad de identificar estas víctimas22.
Tras llevar a cabo actividades educativas y de información al personal sanitario perteneciente al grupo intervención, los resultados a la hora de abordar posibles víctimas de trata son más favorables en comparación con los resultados del grupo control. Para los profesionales, es necesario que reciban formación sobre el fenómeno y tengan sensibilización sobre el tema, conociendo la necesidad de evitar temas y palabras ofensivas al respecto durante la comunicación, favoreciendo un entorno confortable y seguro manteniendo la privacidad que es lo que hace que ellas se expresen de forma más sincera. Resumiendo, varios resultados de los estudios, debemos evitar los prejuicios, dar seguridad, privacidad/confidencialidad y tranquilidad21,22,23.
Una de las principales dudas, por parte del personal sanitario, es el conocimiento sobre a quién llamar y qué hacer en caso de detectar un posible caso de trata de mujeres. Tras la intervención educativa a los profesionales sanitarios, los resultados mejoraron en un 51.8%. En cuanto a la capacidad para detectar posibles nuevos casos aumentó hasta un 21%21.
En la revisión bibliográfica realizada, se hallaron dos guías de práctica clínica 23,24 que reafirman el hecho de que hay que velar por la seguridad de la paciente desde la primera sospecha de que ésta sea una posible víctima de trata.
La sospecha de que estamos ante una posible víctima de trata viene dada por la presencia de una serie de factores clave; la migración tanto local como internacional por motivos de trabajo comúnmente asociados a trata junto con síntomas traumáticos, lesiones asociadas a abuso, lesiones y enfermedades asociadas a riesgos laborales, pobreza, explotación laboral o a las condiciones de vida. Todo ello sumado a la presencia de un “cuidador”, miedo, desconfianza y el desconocimiento del idioma local del país donde se intercepta23,25. Según datos encontrados en otra guía de práctica clínica, los aspectos que pueden alertarnos de que estamos ante un caso de trata de mujeres son episodios de estrés postraumático, ansiedad, depresión e intentos de suicidio. En cuanto a aspectos físicos encontramos signos como dolor de cabeza, mareos, problemas dentales, pérdida de conciencia, náuseas, dolor de espalda y/o fatiga. En múltiples ocasiones los pacientes también pueden presentar bajo peso, desórdenes alimenticios, alteración del sueño e incluso insomnio24.
Para confirmar la sospecha y realizar los primeros pasos de actuación, se indica seguir los siguientes ítems24:
- No intentar rescatar a la paciente solo/a. Conocer el reglamento de cada país.
- Encontrar formas de hablar a solas con la paciente. Por ejemplo, inventar una prueba de examinación en la que los acompañantes no puedan estar presentes.
- Preguntar a la paciente si se siente segura de hablar sobre lo que le puede estar molestando en ese momento.
- No contactar con las autoridades sin explicar que es una opción y obtener el permiso de la víctima.
- Hacer preguntas enmascaradas para dar confort y soporte a la paciente y obtener información de calidad. Por ejemplo: “Pareces pálida… ¿Podrías hablarme de tu dieta? ¿Qué has comido esta semana?”
- No realizar promesas que no podamos cumplir.
- Ofrecer los servicios sociales ya que puede que la víctima no tenga recursos23.
Es de gran importancia dejar reflejado por escrito todos los signos, síntomas y actuaciones que realicemos ante un posible caso de trata ya que puede ser utilizado posteriormente en el ámbito legal. En el caso en el que la víctima niega ser víctima de trata, debe quedar igualmente reflejado en los informes como “sospecha de trata de personas”24.
Tras la afirmación de la víctima y realizado el debido aviso a los servicios correspondientes (legales, servicios sociales…), hay que abordar el tratamiento de la paciente. Para ello se requiere de la hospitalización, profilaxis y tratamiento de posibles enfermedades de transmisión sexual, un estudio conceptivo y la realización de un examen médico forense23.
En cuanto al aspecto psicológico, se han visto buenos resultados al contactar con supervivientes de la trata de mujeres con los nuevos casos, trabajando el empoderamiento de la mujer desde el primer momento en el que se detecta el caso24. Por otro lado, no se identificó terapia específica en los diferentes artículos, simplemente el hecho de un entorno grupal en las terapias21.
DISCUSIÓN
Actualmente, no hay evidencia suficiente acerca de cómo deben ser atendidas las personas víctimas de trata por parte de los sanitarios. Existen pocos estudios que hablen sobre el tratamiento a víctimas de trata y su calidad suele ser muy deficiente23,26.
Sería necesario una formación del personal sanitario sobre identificación, atención y derivación de las víctimas de trata. El enfoque a las víctimas debe de ser multidisciplinar e integral, para asegurar el máximo bienestar de estas personas22,24.
Las personas que han sido víctimas de tráfico humano tienen dificultades a la hora de acceder a los servicios de salud. En la mayoría de los casos presentan dificultades con el idioma y no poseen documentos de identidad, por lo que tienen miedo a una posible detención, que claramente llevaría a una revictimización. Debemos conseguir que la información acerca de la gratuidad de los servicios sanitarios en nuestro país llegue a las víctimas para que puedan acudir a los mismos sin miedo24,25.
Aunque la utilización de los servicios de salud sea escasa, estas personas han vivido un proceso traumático crónico y repetido, por lo que presentan grandes necesidades de salud a nivel físico, mental y sexual21,25. Las víctimas de trata suelen buscar atención sanitaria en los puntos de urgencias, por lo que los profesionales sanitarios que trabajan en estos puntos se encuentran en una muy buena posición para identificar y dar una asistencia especializada a las víctimas24.
El tiempo del que disponen los profesionales por paciente es escaso, y las víctimas de trata requieren mucho más tiempo del que un paciente común necesita, debido a los problemas de salud y la barrera idiomática. Este hecho dificulta tanto la identificación como la asistencia especializada. Por otro lado, la mayoría de los casos no tienen un buen seguimiento sanitario debido al abandono de la salud por parte de las víctimas25.
Según los estudios revisados, lo más adecuado para conseguir la confianza de la paciente sería una entrevista en privado con la víctima y un traductor (que no fuese su acompañante)21. Es importante ofrecer terapia psicológica, apoyo integral, personalizado y continuo para la víctima de trata. Cabe destacar también la necesidad de lograr que la víctima consiga integrarse en la sociedad, ya que sin un buen apoyo aumenta el riesgo de ser re-traficadas21,24.
CONCLUSIÓN
La trata de seres humanos es la esclavitud de nuestro siglo, y deberíamos estar preparados para poner nuestro grano de arena; no solo al detectar a las víctimas y ofrecerles nuestra ayuda, sino también disponiendo de todos los medios para no revictimizarlas con un trato deficiente.
Las víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual necesitan una atención especializada y holística. Actualmente, los profesionales sanitarios tenemos poca evidencia acerca del tratamiento más adecuado en el caso de detectar a una víctima de trata o que una asociación la derive a nuestras consultas. Es necesario y urgente que los trabajadores de la salud, sobre todo los que están en el servicio de urgencias, reciban formación acerca de la detección y asistencia a víctimas.
En resumen, si capacitamos a los profesionales sanitarios con nuevas herramientas de detección eficaz, conseguiremos una asistencia de mayor calidad y la prevención de mayores complicaciones.
En el futuro sería necesario continuar con investigaciones sobre la trata de personas, debido a la poca evidencia hallada. Necesitamos nuevos identificadores de trata de personas, herramientas validadas y protocolos efectivos sobre qué intervenciones físicas y psicológicas seguir con las víctimas.
Ver anexo
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