Revisión de los cuidados de enfermería en la formación del cateterismo vesical intermitente
Autora principal: Marina Pintado Torrecilla
Vol. XVI; nº 23; 1065
Review of nursing care in the training of intermittent bladder catheterization
Fecha de recepción: 08/11/2021
Fecha de aceptación: 10/12/2021
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 23 – Primera quincena de Diciembre de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 23; 1065
Autor principal: Marina Pintado Torrecilla 1
Coautores: Irati García Téllez 2, María Marín Zarza 3, Beatriz Urieta Urieta 4, Cristina Urieta Royo 5, Andrea Osán Del Río 6, Natalia Martínez San Higinio 7.
Graduada en Enfermería Hospital de Barbastro. España.
Graduada en Enfermería. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. España.
Graduada en Enfermería. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. España.
Graduada en Enfermería. Hospital de Jaca. España.
Graduada en Enfermería. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. España
Graduada en Enfermería. Centro de Salud de Biescas. España.
Graduada en Enfermería. Hospital General San Jorge de Huesca. España.
Centro de trabajo actual: Consultas externas urología. Hospital de Barbastro.
RESUMEN:
- Introducción. La cateterización vesical intermitente es una técnica poco conocida entre la población que logra paliar las disfunciones de la vejiga causadas por problemas vesicales o derivados de otras enfermedades neurológicas. Consiste en la introducción de un catéter a través de la uretra para drenar la orina que se encuentra en la vejiga.
- Describir el plan de cuidados basado en la formación que enfermería debe realizar a los pacientes que tengas que realizarse cateterismos vesicales intermitentes.
- Metodología. Se realizó una revisión bibliográfica a través de las principales bases de datos online utilizando las palabras clave según la denominación del DeSC y a través de literatura escrita publicada.
- El sondaje vesical intermitente debe realizarse de la forma más aséptica posible y siguiendo las pautas de frecuencia para establecer una rutina que se asemeje al vaciado normal y conseguir que no sufran ni los riñones ni la vejiga.
- Conclusión. Las enfermeras son la principal encargada de llevar a cabo la formación y seguimiento del sondaje intermitente. Una mayor especialización enfermera aumenta los beneficios en el paciente.
Palabras clave: “cateterismo uretral intermitente” y “cuidados de enfermería”.
ABSTRACT
- Intermittent bladder catheterization is a little-known technique among the population that manages to alleviate bladder dysfunctions caused by bladder problems or derived from other neurological diseases. It consists of the introduction of a catheter through the urethra to drain the urine that is in the bladder.
- Describe the care plan based on the training that nursing should carry out for patients who have to undergo intermittent bladder catheterizations.
- A bibliographic review was carried out through the main online databases using the keywords according to the DeSC name and through published written literature.
- Intermittent bladder catheterization should be performed as aseptically as possible and following the frequency guidelines to establish a routine that resembles normal voiding and ensure that the kidneys and bladder do not suffer.
- The nurses are the main person in charge of carrying out the training and monitoring of the intermittent catheterization. Greater nursing specialization increases benefits for the patient.
Keywords: “intermittent urethral catherization” y “nursing care”.
INTRODUCCIÓN:
El sondaje vesical consiste en la introducción de un catéter hueco a través de la uretra hasta llegar a la vejiga para drenar la orina y así, proteger la vejiga y la función del riñón. También sirve para contabilizar la cantidad de orina, recoger muestras, vaciado para prevención de infecciones y para la aplicación de tratamientos intravesicales.
Se estima que se han utilizado catéteres urinarios para derivar la vejiga desde hace más de 3500 años. (1) La documentación encontrada en papiros sitúa la aparición de las primeras sondas alrededor del año 1500 a. C., consistiendo en unos tubos huecos de materiales tan variados como el bronce o la caña. (2)
Los materiales del tubo varían en su composición según la temporalidad de la colocación. Pudiendo ser de látex o plástico para sondajes que requieran menor tiempo de duración colocados, o de silicona si la sonda debe llevarse durante más tiempo. Todos ellos requieren su cambio regular pasados un tiempo considerado.
Justifica su utilidad la importante investigación dedicada a encontrar una sonda cuyas cualidades en funcionalidad y comodidad sean las más adecuadas para facilitar la vida del paciente.
La mayoría de la población es consciente de la existencia de este procedimiento, el sondaje vesical, pero existe otro método que consigue los mismos objetivos y mayores beneficios que el sondaje permanente ya que se reduce su tiempo de colocación y, por ende, los efectos negativos derivados del mismo.
Es menos conocido a nivel general y el método es la cateterización vesical intermitente, o lo que es lo mismo, los auto-sondajes vesicales. Consiste en la introducción de una sonda a través de la uretra para la evacuación de orina, pero al contrario que el sondaje vesical permanente, en este caso la sonda se retira inmediatamente. Ya que es una técnica que se suele realizar varias veces al día, el encargado de efectuarla es el propio paciente.
Las indicaciones del sondaje vesical intermitente son el drenaje de orina en: (3)
- Pacientes con trastornos neurológicos que cursen con disfunción
- Vejigas hiperactivas con residuos postmiccionales elevados
- Vejigas hiperactivas de pacientes en tratamiento con medicación anticolinérgica
- Vejigas incapaces de contraerse
- Vejigas con baja acomodación.
La disfunción vesical por problemas neurológicos engloba a un número elevado de pacientes que se realizan autosondajes intermitentes. A día de hoy, el sondaje intermitente se considera, “gold standard” en el manejo de los trastornos neurológicos vesicales. (4) Las patologías más frecuentes en las que se dan y su porcentaje de prevalencia son: pacientes con lesiones de la médula espinal (70% -84%), Esclerosis múltiple (40% -90%), Enfermedad de Parkinson (37% –
72%) y Accidentes cerebrovasculares (15%). (5)
El objetivo de este tipo de técnica es evitar la acumulación de orina en los pacientes que orinan de forma incompleta y que se produzca una sobredistensión de la vejiga en los pacientes propicios a las retenciones de orina. (6)
Las complicaciones más frecuentes derivadas de este procedimiento pueden ser las infecciones urinarias por la realización de la técnica de forma séptica y las lesiones de la uretra por traumatismo físico de la sonda con la mucosa uretral.
Para reducir o evitar el número de infecciones la técnica de colocación de la sonda debe ser lo más limpia posible, asegurando el vaciado completo de la vejiga para impedir que en el resto de orina proliferen bacterias que terminen ocasionando una infección. En el caso de las lesiones del tejido en contacto con la sonda se disminuye su incidencia con sondas que contengan una buena lubricación logrando una reducción de la fricción.
El personal de enfermería debe ser el encargado de la formación en esta técnica a las personas a las que se prescriba su uso, instaurando un plan de cuidados individualizado para cada paciente. Teniendo como objetivo principal el otorgar la mayor independencia posible en la realización diaria de sus autocuidados y la plena adaptación a la vida diaria de la persona que precisa realizarse sondajes urinarios varias veces al día.
OBJETIVO:
Describir el plan de cuidados basado en la formación que enfermería debe realizar a los pacientes que tengas que realizarse cateterismos vesicales intermitentes.
METODOLOGÍA:
Se seleccionaron las palabras clave para una adecuada búsqueda bibliográfica consultando, en la página oficial del DeCS, los descriptores en ciencias de la salud aceptados mundialmente. Obteniéndose como palabras clave: “intermittent urethral catherization” y “nursing care”. Se realizó búsqueda de la bibliografía actual en las bases de datos: Pubmed, Cochrane Database, Google Académico, literatura escrita y en la Asociación Española de Urología y se seleccionaron los artículos que más se ajustaron al objetivo planteado.
RESULTADOS:
El sondaje vesical intermitente es una técnica que precisa conocimiento y entrenamiento para realizarla de una forma adecuada. Una vez que se establece este mecanismo como el apropiado para la persona, lo primero que debe realizar el personal de enfermería es hacer una amplia valoración de las capacidades individuales para adaptar el plan de cuidados.
Se debe tener en cuenta que esta técnica no debe impedir la realización de la rutina diaria del individuo. Por lo que se debe analizar también el entorno diario que le rodea e instruirle para que pueda hacerse el autosondaje en cualquier lugar que forme parte de su día a día, siempre que sea apropiado y se mantengan las medidas de higiene y comodidad. No siempre se realizará el sondaje en el domicilio.
Los materiales que utilizaremos serán la sonda prelubricada (ya esterilizada en su envase original), material de limpieza (jabón, antisépticos convencionales, toallitas desinfectantes…), gasas o papel y una bolsa de orina, recipiente o disponer de un wc.
El lugar más conveniente para realizarse sería un baño pero como se ha explicado anteriormente, hay que buscar un lugar limpio, que propicie intimidad. Donde se puede dejar apoyado todo el material que se usará.
La técnica que se debe explicar al paciente consiste en:
- Lavado de manos con agua y jabón o en su defecto con una solución hidroalcohólica.
- Preparar todo el
- Abrir el envase de la sonda y dejarlo abierto ya sea apoyado en horizontal o pegado para que quede de forma vertical (si cuenta con un adhesivo propicio para ello). Se debe asegurar la máxima higiene y evitar que la sonda esté en contacto con otras superficies que no sean la mucosa uretral. (7)
- Lavar los genitales con el material de limpieza disponible, desde la zona más cercana al meato urinario hacia fuera y al finalizar volver a lavarse las manos. Es importante la retracción del prepucio en los hombres y el correcto lavado del glande con movimientosEn el varón sostener el pene con suavidad de forma vertical (90º con respecto a los muslos) con la mano no dominante y con la otra coger la sonda por la parte indicada para ello (nunca se debe tocar la parte que estará en contacto con la uretra). Introducir la sonda a través de la uretra unos 5-10cm y bajar el pene a un ángulo de 60º para facilitar la introducción de la sonda.
- En la mujer separar los labios mayores con la mano no dominante y coger la sonda con la otra e introducirla a través del meato. Es posible que en las primeras ocasiones se necesite la ayuda de un espejo para visualizar el meato.
- Apuntar la sonda hacia el WC, recipiente o conectarla a la bolsa de
- Asegurarse del completo vaciado de la vejiga.
- Desechar la sonda y el material
- Lavarse las manos.
Cada persona debe conocer cuál es la frecuencia con la que debe realizarse los vaciados programados, ya que estos también deben cumplir unas pautas medidas. Si el residuo es menor de 1.200ml se deberán realizar tres sondajes, si es entre 1.200-1.500ml, cuatro, si es entre 1.500-1.800ml, cinco y en el caso de que sean más de 1.800ml seis diarios. (6)
El paciente también debe saber las posibles complicaciones derivadas del sondaje tales como las infecciones urinarias, incontinencia de orina, la estenosis de la uretra, falsa vía, hematuria… Las dos primeras son las más frecuentes, hay estudios que constataron que casi un 17% con auto sondajes repetidos durante mas de dos años desarrolla la estenosis uretral. (8)
Dados estos efectos adversos de la terapia que pueden aparecer, también deben conocer cuando acudir al especialista: dolor durante la micción, dolor de los riñones, imposibilidad de orinar, disminución significativa del calibre del flujo de la orina, fiebre, malestar, hematuria, cambio en las características de la orina…
Como parte del seguimiento se debe reevaluar de forma periódica las capacidades de la persona y la consecución de los objetivos planteados. Estudios han identificado que el paciente tiene que hacer un importante cambio en su estilo de vida y, psicológicamente, deberá implementar mecanismos de afrontamiento. Es habitual que aparezcan, sobre todo al inicio, sensación de aislamiento, desconcierto e impotencia. (9)
El personal de enfermería es el responsable de la educación en los cuidados de sus pacientes. Su especialización en distintas áreas está íntimamente ligada al éxito. Se han objetivado mejores resultados en los pacientes cuyas enfermeras contaban con más conocimiento de las técnicas y del proceso psicológico por el cual pasa el paciente. (10)
Enfermería es la herramienta para ofrecer apoyo en esta etapa, proporcionar recursos al paciente, establecer una buena comunicación y expresarle que es normal todos los sentimientos que experimenta y que debe tomarse su tiempo para adaptarse. Gracias a ello conseguiremos un objetivo importante: que no disminuya la adherencia al tratamiento conforme pasa el tiempo.
DISCUSIÓN – CONCLUSIÓN
Las disfunciones vesicales causan en la persona un cambio en la rutina diaria establecida y un gran impacto emocional. El sondaje vesical intermitente, muy indicado para solventar los efectos adversos causados por diversas patologías, ha dado la posibilidad de mantener un estilo de vida satisfactorio.
Se debe seguir investigando para mejorar la composición de las sondas y su envasado. Realizarse los autosondajes fuera del domicilio de la persona no siempre es fácil. Se debe encontrar un envase y una sonda que propicie su uso de forma completamente segura y que consiga una técnica correcta con la máxima limpieza y el mínimo riesgo de infecciones.
Se pone de manifiesto el papel fundamental de enfermería como pieza principal en la formación al paciente para dotarlo de la máxima independencia.
Se debe concienciar de que la mayor especialización de enfermería recae directamente de forma positiva en el paciente.
BIBLIOGRAFÍA
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- Engberg S, Clapper J, McNichol L, Thompson D, Welch V, Gray M. Currente evidence related to intermittent catheterization. J Wound Ostomy Continence Nurs [internet] 2020 [consultado 27 oct 2021]: 47 (2): 140-165. Disponible en: https://journals.lww.com/jwocnonline/Abstract/2020/03000/Current_Evidence_Related_to_In 10.aspx
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