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Rosácea. Clínica, diagnóstico y tratamiento

ENFERMEDAD: Lupus

SIMILITUDES: Eritema

DIFERENCIAS: Distribución malar. Fotosensibilidad

DIAGNÓSTICO

En la mayoría de los pacientes el dermatólogo puede realizar el diagnóstico sin necesidad de realizar pruebas complementarias, mediante los signos clínicos y los síntomas del paciente.

FACTORES QUE PUEDEN AGRAVAR LA ROSÁCEA

Los siguientes factores deben ser evitados, en la medida de lo posible, para disminuir el riesgo de recaídas:

  1. El uso de cremas o pomadas con corticoides tópicos. Si está utilizando una crema que pueda contener un corticoide debe consultar a su médico. Éste seguramente se lo suspenderá en 3 ó 4 semanas, a veces utilizando durante algún tiempo uno de baja potencia (hidrocortisona 1%), para evitar un intenso fenómeno de rebote.
  2. Algunos medicamentos que se toman por la boca también pueden empeorar (corticoides sistémicos, fármacos vasodilatadores), consúltelo con su médico.
  3. Exposición solar: el sol le perjudica, si no resulta posible evitarlo, debe usar fotoprotectores.
  4. El calor, el frío y el viento también deben evitarse.
  5. La estancia en lugares muy caldeados y los cambios bruscos de temperatura perjudican.
  6. Comidas y bebidas muy calientes, comidas con muchas especias y quesos fermentados.
  7. Los cosméticos son generalmente mal tolerados. Algunos cosméticos de protección pueden resultar beneficiosos.
  8. Las “limpiezas de cutis” no tienen ningún papel en la rosácea, sino que suelen resultar perjudiciales.
  9. La ansiedad y el estrés pueden ser perjudiciales.
  10. Evite el alcohol y las bebidas estimulantes.

TRATAMIENTO

Antes de establecer un tratamiento para la rosácea es necesario identificar los factores desencadenantes de la rosácea en cada individuo. El tratamiento puede variar en función de los síntomas y la gravedad de los mismos.

  1. Medidas generales: Es fundamental para los pacientes diagnosticados de rosácea protegerse de la luz del sol utilizando de forma diaria cremas fotoprotectoras de alta potencia (tanto para ultravioleta A como para Ultravioleta B) y utilizando complementos que bloqueen el paso del sol como sombreros, sombrillas o prendas de vestir.

Si el clima es muy frío es recomendable cubrir la cara con una bufanda o aplicar cremas protectoras. Muchos pacientes con rosácea tienen la piel sensible, por lo que se recomienda la utilización de cremas hidratantes faciales hipoalergénicas o específicas para pieles con rosácea. Además, es recomendable la utilización de jabones suaves, evitando frotar de forma enérgica la cara con las manos o con algún utensilio. También se deben evitar las lociones alcohólicas (típicas en desmaquillantes o productos para el afeitado). Si se lleva maquillaje, el uso de productos que contengan pigmentos verdes puede ayudar a disimular las rojeces. Se debe evitar el uso de cremas de corticoides excepto si han sido directamente prescritas por su dermatólogo. Los corticoides tópicos, cuando se usan de forma inadecuada, pueden empeorar la rosácea.

  1. Tratamiento tópico

Puede resultar eficaz en casos leves y moderados de rosácea, pero puede haber problemas de tolerancia.
Se utilizará una de las siguientes alternativas:

  • Metronidazol 0,75% en gel o crema acuosa, 2 aplicaciones/día.
  • Clindamicina 1% emulsión, 2 aplicaciones al día.
  • Eritromicina 2% en solución o emulsión, 2 aplicaciones al día.
  • Ácido azelaico 15% en gel, 2 aplicaciones al día.
  1. Tratamiento sistémico

Está indicado en los casos moderados y graves de rosácea y en las formas leves que no respondan al tratamiento tópico. Las alternativas a emplear son:

  • Tetraciclinas: tetraciclina HCl 250 mg/12 horas, que pueden reducirse a 250 mg/día como mantenimiento o Doxiciclina 100 mg/día o Minociclina 100 mg/día. El tratamiento debe mantenerse un mínimo de 8-12 semanas, pero en ocasiones deberá prolongarse durante meses o años.
  • Eritromicina: sólo es aconsejable en pacientes con alergia u otras contraindicaciones para el tratamiento con Tetraciclinas. la dosis habitual es 500 mg/12 horas, que puede reducirse posteriormente a 500 mg/día.
  • Metronidazol: se utiliza a dosis de 500 mg/día. Suele conseguirse una respuesta más rápida que con las Tetraciclinas, pero a partir de una dosis acumulada de 30 g puede producirse neuropatía, por lo que es una buena alternativa de tratamiento inicial, a sustituir por Tetraciclinas para mantenimiento.
  • Isotretinoína: se ha utilizado en casos graves de rosácea resistente al tratamiento convencional, a dosis de 0,2 – 1 mg/día. Requiere consentimiento informado en mujeres en edad fértil.
  1. Tratamiento con láser o con luz pulsada: Para destruir los vasos sanguíneos visibles o disminuir el enrojecimiento, existen láseres vasculares o IPL/I2PL que actúan sobre los vasos sanguíneos produciendo su destrucción. Su dermatólogo le indicará en que momento está indicado realizar esté tratamiento.
  2. Tratamiento de las manifestaciones oculares: Los problemas de sequedad pueden mejorar con lágrimas artificiales o los tratamientos sistémicos. El oftalmólogo valorará si los síntomas oculares son graves y requieren tratamientos más específicos. f) Tratamiento del rinofima: El rinofima (engrosamiento la piel de la nariz) es un tipo de rosácea que afecta a los varones. El tratamiento habitual de la rosácea en este caso puede completarse con técnicas quirúrgicas o con láser, con diversas variantes técnicas para eliminar el engrosamiento de la piel.