Fiebre entérica
Salmonella typhi produce una enfermedad febril grave conocida como fiebre tifoidea. Una forma leve de esta enfermedad, la fiebre paratifoidea, se produce por Salmonella Paratyphi A, Salmonella schottmuelleri (anteriormente conocida como Salmonella Paratyphi B) y Salmonella hirschfeldi (anteriormente conocida como Salmonella Paratyphi C). Al contrario de lo que ocurre en otras infecciones por Salmonella, las bacterias responsables de la fiebre entérica pasan a través de las células que tapizan el intestino y son engullidas por los macrófagos. Se replican después de ser transportadas al hígado, el bazo y la médula ósea. Entre 10 y 14 días después de la ingestión de los bacilos, los pacientes presentan fiebre que va aumentando progresivamente, con síntomas inespecíficos como cefalea, mialgias, malestar general y anorexia. También manifestaciones gastrointestinales que incluyen dolor abdominal difuso y estreñimiento o diarrea de una semana de duración. (5,6)
Colonización asintomática
Las especies de Salmonella responsables de producir las fiebres tifoidea y paratifoidea se mantienen por la colonización del ser humano. La colonización crónica durante más de un año después de una enfermedad sintomática se produce entre el 1% y 5% de los pacientes, y la vesícula biliar es el reservorio en la mayoría de ellos. (7)
La gravedad de los síntomas varía considerablemente, siendo mayor en niños y ancianos. En los pacientes, si el microorganismo pasa desde el intestino a la corriente sanguínea y llega a otras partes del cuerpo, puede ocasionar la muerte si la persona afectada no es tratada rápidamente. (5)
Formas localizadas
La anemia de células falciformes es la causa más frecuentemente asociada a la osteomielitis por Salmonella. (6)
Diagnóstico
El diagnóstico de la fiebre tifoidea se puede realizar por sus manifestaciones clínicas, biometría hemática, aislando el germen, o identificando anticuerpos en el suero del paciente infectado.
Biometría hemática
Anemia, leucopenia (en niños puede aparecer una leucocitosis muy marcada), eosinopenia y trombocitopenia son los datos más característicos relacionados con la fiebre tifoidea.
Aislamiento de la Salmonella typhi
– Hemocultivo: positivo en la primera semana o principio de la segunda.
– Coprocultivo: depende del número de evacuaciones del paciente, ya que a veces la fiebre tifoidea puede cursar con estreñimiento en lugar de con diarrea. El germen se elimina por las heces. Esta prueba es más positiva en la 2- 4 semanas. Un solo coprocultivo negativo no puede descartar la enfermedad.
– Urocultivo: máxima positividad en la tercera semana.
– Examen de orina ELISA: se busca la bacteria que causa la fiebre tifoidea, mediante el estudio de las reacciones enzimáticas, que son directamente proporcionales a la concentración de anticuerpos en el suero, contra los antígenos de la fiebre tifoidea.
– Mielocultivo: cultivo del aspirado de la médula ósea. Permite aislar el germen al principio de la enfermedad incluso en los pacientes ya tratados con antibiótico. Es una técnica invasiva pero muy fiable ya que podemos obtener positivos en pacientes cuyos hemocultivos eran negativos.
Diagnostico serológico
Identificación de anticuerpos en suero contra los antígenos de la salmonelosis. Cada vez menos usado por su baja sensibilidad. La reacción de seroaglutinación (Widal) es de poco valor como prueba diagnóstica. En muchos casos de fiebre tifoidea no hay elevación de los títulos de aglutininas durante el curso de la infección y en ocasiones se pueden observar elevaciones no específicas, debido a reacciones cruzadas.
Diagnóstico inmunoenzimático: la detección de anticuerpos IgM e IgG contra el lipopolisacárido por técnica ELISA. (8,9)
Tratamiento
En la actualidad se dispone de varios antibióticos útiles para el tratamiento de las infecciones por Salmonella, dentro de las cuales están: cloranfenicol, ampicilina, amoxicilina (embarazadas), sulfametoxazol-trimetoprim, cefalosporinas de tercera generación, como la cefotaxima, cefoperazona, ceftriaxona; y fluoroquinolonas como la ciprofloxacina y la ofloxacina. (8,9)
Cuidados
Debido a la existencia de salmonelosis tifoidea y no tifoidea debemos separar los cuidados de ambas, aunque para las dos se destaca que el principal cuidado es la prevención.
En la salmonelosis no tifoidea hay que destacar que la bacteria que la produce puede encontrarse en los animales, fundamentalmente en las aves, por lo que los productos derivados de éstas (en concreto el huevo) deben ser manipulados siguiendo estas pautas preventivas:
– En verano deben extremarse las precauciones, ya que las altas temperaturas pueden favorecer la multiplicación de la Salmonella.
– En la elaboración de alimentos como mayonesas, salsas y cremas (que son de consumo inmediato y su principal ingrediente es el huevo) se sustituirá el huevo por ovoproducto pasterizado (huevina), excepto cuando estos alimentos sigan un posterior tratamiento térmico superior a 75º. Además las salsas de mayonesa tendrán un pH ácido (menor de 4,2). También puede recurrirse a las mayonesas de origen industrial.
– Los alimentos donde figure el huevo u ovoproducto como ingrediente, se conservarán manteniéndose a una temperatura de refrigeración máxima de 8ºC y se consumirán el mismo día de su elaboración (caducidad 24 horas).
– Respecto a los huevos frescos, se recomienda su conservación en frigorífico hasta su consumo, manteniéndolos en una zona del mismo separados de otros alimentos.
– Inmediatamente antes de utilizar el huevo, se recomienda lavarlo con agua y detergente y secarlo bien. No se hará antes, ya que de lo contrario eliminaríamos una cutícula protectora de la cáscara que lo protege durante su conservación.
– Evitar la caída de trozos de cáscara en la yema y clara a la hora de cascar el huevo.
– Lavarse bien las manos después de ir al servicio y antes de elaborar alimentos.
– Evitar contaminaciones cruzadas manteniendo aislados los alimentos crudos de los ya cocinados, conservados en recipientes tapados, manteniendo los alimentos que así lo requieran a temperaturas de refrigeración adecuadas.
– Cocinar bien los alimentos de origen animal, especialmente la carne y los huevos, evitando que queden crudos en su interior. (10,11)
Respecto a la prevención de la salmonelosis tifoidea se recomiendan las vacunas para viajar por fuera de los Estados Unidos, Canadá, Europa del Norte, Australia y Nueva Zelanda sólo durante brotes epidémicos. Si se viaja a un área donde hay fiebre tiroidea, pregúntele al médico si debe llevar paquetes de electrolitos por si se enferma. La vacuna no siempre es completamente efectiva, por lo que estos viajeros deben beber sólo agua hervida o embotellada, evitar los hielos e ingerir alimentos bien cocidos. (11)
En cuanto a los medios hospitalarios se debe aislar sólo a los pacientes infectados que presenten diarrea y que no puedan controlar sus hábitos intestinales (bebés, discapacitados…) ya que el vector de la infección son las heces de las personas infectadas. (12)
Los cuidados de enfermería deben basarse en mantener el control del estado de conciencia, la tensión arterial, el pulso, la diuresis, evitar úlceras cutáneas y lesiones de otros tipos y detectar cualquier complicación.
La mayoría de las personas infectadas puede regresar al trabajo o al colegio al recuperarse, siempre y cuando se laven muy bien las manos después de evacuar. Los niños que asistan a guarderías, los trabajadores de la salud y las personas que trabajen en otros ambientes delicados deben obtener aprobación del departamento de salud local o estatal antes de regresar a sus actividades de rutina. Quienes manipulan alimentos no pueden volver a su trabajo hasta que se confirmen tres cultivos de materia fecal consecutivos con resultado negativo (12)
Bibliografía
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- ScienceDirect [ Internet ] España: Elsevier S.L. 2002. In Medicine – Programa de Formación Médica Continuada acreditado. [Cited 2013 Dec 12]. Available from: http://www.sciencedirect.com/