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Satisfacción por la vida del adulto mayor. Concepto de revisión actual

otro, las evaluaciones afectivas sobre el humor y las emociones (Aranda Inga & Vara Horna, 2006).

La concepción del mundo y de la vida de la persona que considera que el hombre, con su pleno desarrollo y felicidad, constituye el nivel cimero de la jerarquía de valores y representa el grado más alto de la evolución, se integra por un conjunto de convicciones fundamentales que orientan su vida y su comportamiento. (Torroella, El credo del humanista, 2014)

Una de las vías más importantes para promover el desarrollo de ser humano, o propiciar su deterioro, es el estilo de afrontamiento de la vida que adopta la persona. Existen dos formas generales de responder ante las situaciones problemáticas: las reacciones negativas, o perjudiciales y las positivas, apropiadas o acertadas. Las primeras traen como consecuencia el aumento de las frustraciones y del estrés lo que, a la postre, favorece el deterioro de la personalidad y un detrimento en la satisfacion con la vida principalmente en los ancianos. (Torroella, 2015)

La satisfacción con la vida de los ancianos depende en gran medida de las circunstancias, de las acciones que se adopta del mundo, tanto del físico como del sociocultural, o de ambos, los ecosistemas naturales y sociales y los diversos sectores que los integran emiten constantemente acciones sobre el adulto mayor, algunas de las cuales son denominadas “satisfactores” porque satisfacen las necesidades humanas —básicas o biológicas o superiores o espirituales— por lo que ejercen una acción beneficiosa sobre el ser humano al contribuir a su desarrollo y a mejorar su calidad de vida así como la satisfacción por la misma. En cambio, hay otras acciones externas que provienen de la naturaleza y de la sociedad que se denominan “frustradores” porque arruinan y frustran las necesidades de los ancianos por lo que constituyen factores principales de los males e infelicidad del hombre y la causa esencial del deterioro de la calidad de vida de los mismos al impedir o bloquear la satisfacción de las necesidades humanas. (Torroella, El credo del humanista, 2014)

El balance o saldo entre los “satisfactores” y “los “frustradores”, entre las acciones “benefactoras” que satisfacen las necesidades y las “malechoras” o frustrantes, determina el grado de la calidad de vida de una persona principalmente de los adultos mayores actuales, que podría indicar que la calidad de vida se incrementa o mejora en la medida en que la satisfacción predomina y empeora en la proporción en que las frustraciones prevalecen, resultando una satisfacción con la vida de manera eficiente. Hay que tener muy en cuenta que la satisfacción de las necesidades y el estado de eutrés o bienestar consiguiente no solo es el resultado del factor de las acciones externas, porque la vida es el producto de la interacción entre el hombre y el mundo, entre el sujeto y los objetos que le rodean de los ecosistemas natural y social. (Torroella, 2014)

Por lo tanto, para promover el desarrollo humano y mejorar la calidad de vida de los adulto mayores y su satisfacción con la vida, se requiere una doble estrategia: mejorar las condiciones del entorno natural y social, favorecer el régimen social en que viven las haciéndolo más justo para las necesidades, y también trabajar por la vía educativa mejorando las condiciones personales promoviendo una mejor salud integral y el desarrollo de las potencialidades. Es obvia la íntima relación e interacción entre ambas estrategias, por ello, para mejorar la calidad de vida gerontológica se requiere un enfoque sistémico en el que se complementen y articulen ambas vías, la social y la educativa. (Torroella, 2014)

Ahora bien, se añade que la mayor riqueza de una persona y de un país son las potencialidades, es decir las posibilidades y recursos que cada uno tiene para realizarse plenamente y que pocas veces se utilizan a cabalidad, se pueden mencionar algunas que son factor determinante en la satisfacción por la vida del individuo, potencialidades de conocer al mundo, a los demás y a sí mismo, las de estimar y crear valores superiores y de darle un sentido a la vida, potencialidades para actuar, y transformar la realidad, de convivencia amistosa y de comunicación eficiente, para afrontar la vida y resolver los problemas que ella depara, en resumen, la potencialidad y la posibilidad de ser una persona realizada plenamente.

Estas potencialidades no son más que el fruto de la interrelación del ser humano con el medio circundante, estableciendo conflictos para establecer el equilibrio del entorno con el ser, en este caso desde la óptica del adulto mayor, conflicto que muchas veces depara una situación duradera que madura a través de la vida con una resolución, que en ocasiones, en el ocaso de los años, al salir del mundo, el conflicto se mantiene viviente como el primer día de coexistencia. (Torroella, 2008) El conflicto es parte consustancial a la vida cotidiana, inevitable a la vez, importante para encontrarle solución productiva a los problemas que se enfrentan, su impacto en la salud y el bienestar de las personas donde las gerontológicas no están exentas, resulta decisivo, pero más trascendente aún, es la forma en que se manejen. El aprendizaje de habilidades sociales durante la vida para conducirlos deviene entonces, la presencia e intensidad del conflicto en sí mismo. (Torroella, 2014)

La educación tradicional que centra su atención en la enseñanza de las materias escolares, no emplea una sola hora para enseñar a afrontar y resolver los problemas de la vida cotidiana independientemente de la urgencia y la importancia de estos, al ver las formas o estilos generales de afrontar la vida, de responder a las situaciones problemáticas, conflictivas y frustrantes que repercuten a lo largo de los años en la la calidad de vida y en la satisfacción con la misma de los adultos mayores. (Torroella, 2014)

Como ya se ha dicho el proceso del envejecimiento genera cambios importantes en la forma en que el adulto mayor visualiza su satisfacción con la vida y tiene repercusiones significativas en el proceso salud enfermedad y la calidad de vida. De acuerdo con estudios realizados en esta población, éste es un grupo poblacional cada vez más significativo, pero que en términos generales está expuesto a situaciones de iniquidad, asimetría y exclusión social, lo cual se traduce en que su mayor esperanza de vida y su satisfacción con la misma, y no se acompaña de una mejor calidad de vida. (Ham Chande , 1996 )

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