que la situación sea propicia para entrar en diálogo con él.
La planificación, seguimiento por un horario y presentación de planes de evaluación ofrece tranquilidad y confianza al estudiante, siempre y cuando estas pautas se cumplan tal como están establecidas.
El docente puede incluir al estudiante Asperger en el proceso de enseñanza de la clase, siempre y cuando la asignatura que esté siendo estudiada sea de su agrado y se sienta cómodo con ella (recuerde que tienen aficiones por ramas del conocimiento humano muy sesgadas). Se recomienda conversar con el estudiante en aras de conocer sus gustos y/o aficiones, así como los cambios que pueden registrarse. Esta inclusión sea estipulada dentro de un espacio de tiempo que los beneficie a ambos. Usted debe reconocer un espacio de moderación entre las necesidades intelectuales del estudiante con síndrome de Asperger y su rol como docente.
En ocasiones, las personas con Síndrome de Asperger tienden a olvidar aspectos de la cotidianidad que coliden con sus intereses. Ayude al estudiante con Síndrome de Asperger a reconocer que todo en la cotidianidad tiene su grado de importancia, por medio de organizadores de información. Esta estrategia es factible, no obstante, no la aplique por mucho tiempo ya que, de lo contrario, lo hará dependiente. Recuerde que se trata de integrar al estudiante con síndrome de Asperger al ambiente educativo, no de crear un sistema especial para él/ella
Es reconocible la inevitabilidad de los momentos de juego cuando la rutina en el aula ha terminado. Puede, con anterioridad a los mismos, facilitarle al estudiante con síndrome de Asperger una explicación breve y concisa sobre los objetivos del juego. Recuerde que personas con esta condición pueden desempeñarse en ocasiones de manera patosa en juegos y/o actividades de distracción. Evite las presiones tanto de su parte como de parte de otros participantes sobre el estudiante. Hay que recordar que el proceso de aprendizaje de estas personas para ciertas actividades es de ritmo diferente al de una persona promedio.
Adopte posiciones conciliadoras en caso de fricciones entre el estudiante con síndrome de Asperger y alguno de sus compañeros. En ocasiones puede ser difícil para el estudiante con Síndrome de Asperger reconocer puntos de vista diferentes al suyo. Evite estar “a la defensiva” de alguno de los implicados en el conflicto (entienda que, si por ejemplo, se toma en cuenta solamente la postura del compañero del estudiante asperger, esto mellaría su estabilidad emocional y ahondaría más las desavenencias con sus compañeros. Observe las cosas de una manera integral, ya que esto le ayudará a comprender al estudiante con síndrome de Asperger cuando tiene la razón y cuando no.
La integración del estudiante con Síndrome de Asperger con sus compañeros en momentos de esparcimiento es vital. Recuerde que no solamente se trata de inclusión única y exclusivamente en el momento de estudio, sino en todo lo que abarca la estadía diaria del estudiante en el recinto escolar. Comience por azuzar conversaciones entre el estudiante y sus compañeros en las que usted esté presente, ya que esto le permitirá al individuo con síndrome de Asperger, además de experimentar otros temas de conversación, expresar quizá con mayor profundidad aquello que muchas veces se guarda para sí mismo.
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