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Terapia de presión negativa: función de la enfermera

Terapia de presión negativa: función de la enfermera

Autora principal: Raquel Vicente Moreno

Vol. XVIII; nº 16; 905

Negative pressure therapy: role of the nurse

Fecha de recepción: 17/07/2023

Fecha de aceptación: 24/08/2023

Incluido en Revista Electrónica dePortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 16 Segunda quincena de Agosto de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 16; 905

Autora: Raquel Vicente Moreno. IASS Romareda. Zaragoza, España.

Resumen:

Las heridas crónicas requieren para su cicatrización periodos más largos, y en este artículo lo que se pretende es dar a conocer técnicas más avanzadas como es la terapia de presión negativa, para poder avanzar en su mejoría, y obtener unos resultados esperados para que el paciente pueda llevar una vida de calidad. Todo ello se lleva a cabo con la formación del personal sanitario y el buen hacer de los profesionales.

Palabras clave: terapia presión negativa, funciones, paciente

Summary:

Chronic wounds require longer periods of time to heal, and what is intended in this article is to present more advanced techniques such as negative pressure therapy, in order to advance in their improvement, and obtain expected results so that the patient I can lead a quality life. All this is carried out with the training of health personnel and the good work of professionals.

Keywords: negative pressure therapy, functions, patient.

Declaración de buenas prácticas: Los autores de este manuscrito declaran que: Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

Introducción:

Las heridas crónicas son heridas que requieren para su cicatrización periodos muy prolongados en el tiempo, por lo que representan un problema actual que genera un impacto en muchos niveles, generando en el paciente disminución de la calidad de vida, y cuyo tratamiento se basa en la variedad de productos disponibles. A medida que avanza la tecnología se desarrollan técnicas de curación avanzada con nuevos dispositivos como es la terapia de presión negativa.

El origen de la terapia de presión negativa, se remonta a varios siglos atrás. Existen evidencias que existían succionadores de heridas, y que eran indispensables.

El sistema se fue modernizando hasta llegar a nuestros días. Fue en la década de los 90 cuando Argenta y Morykwas desarrollaron el sistema Método de terapia de heridas con presión negativa, consistía en el drenaje asistido por vacío de sangre o líquido seroso de una herida, sentando las bases de este método cuyos sistemas han ido mejorando.

Este sistema ha demostrado su eficacia y efectividad en la cicatrización de heridas, por lo que su uso está aprobado por la Food and Drug Administration y cuenta con el reconocimiento de la European Wound Management Association.

La terapia de Presión Negativa (TPN), es un sistema de cicatrización no invasivo y activo que utiliza una presión negativa localizada y controlada para favorecer la curación de heridas agudas y crónicas.

Se emplea en ulceras de distintas causas (agudas, crónicas, traumáticas, vasculares, diabéticas, UPP, dehiscencias, ulceras de muñones, colgajos), consiguiendo la formación de tejido de granulación en los primeros días, o limpieza de la herida.

Sus ventajas son la capacidad de absorción, protección frente a infecciones, disminución del olor y el dolor, etc.

En qué consiste:

La técnica TPN, consiste en colocar sobre la úlcera crónica o aguda, pie diabético, un apósito de esponja de poliuretano o alcohol polivinílico, que actúa como interfaz entre la superficie de la herida y la máquina de vacío, en la que se coloca un tubo de drenaje con una seta que se une a la esponja (puerto), que no se colapsa y se conecta a la bomba regulable de vacío, la cual crea una presión negativa que pueda ser continua o intermitente.

La presión más adecuada en el manejo de la terapia de presión negativa (TPN), es de 125 mmHg. La configuración de presión se ajusta en incrementos de 25 mmHg cuando existe: volumen de herida grande o drenaje excesivo.

Ventajas de la presión negativa:

  1. Procedimiento terapéutico no invasivo que promueve la granulación
  2. Proporciona entorno cerrado y húmedo para la curación de las heridas o ulcera, estimulando el crecimiento del tejido de granulación y disminuye el riesgo de contaminación bacteriana del exterior
  3. La herida se reduce al aproximarse los extremos
  4. Elimina el exudado excesivo que puede evitar la curación, y mejora el flujo sanguíneo de la herida
  5. Reduce la carga bacteriana del lecho de la ulcera o herida

Contradicciones de la TPN:

_Colocación directa de los apósitos TPN, sobre vasos sanguíneos, órganos, nervios

_Osteomielitis

_Heridas con tejido neoplásico

_Heridas con necrosis seca o placa necrótica endurecida

Funciones de la enfermería en TNP:

–comprobación de los datos del paciente (edad, los hábitos tóxicos, si tiene alguna alergia, patologías asociadas, tratamiento farmacológico, estado metabólico-nutricional, la constantes vitales y los posibles factores de riesgo que puedan influir en el proceso de cicatrización de la herida.

–el consentimiento informado,

–valoración específica de la herida- localización, tamaño y forma, estado de la piel perilesional y circundante (si hay maceración, inflamación, enrojecimiento o dolor), el tejido predominante en el lecho de la herida (si está limpio, necrótico, con esfacelos y/o tejido de granulación), características del exudado (cantidad, olor, color y consistencia), si puede identificarse signos de infección y el dolor.

–valoración psicosocial-como es la capacidad, habilidad y motivación de la persona para colaborar y adaptarse a las posibles limitaciones como la que el tratamiento pudiera conllevar. Hay que valorar también su nivel laboral y económico, así como el apoyo familiar.

–explicar al paciente y/o familiares las características, ventajas y desventajas del procedimiento.

–ofrecer apoyo emocional ante situaciones de que el procedimiento puede generar como miedo, angustia

–preparación del material, saber que es una técnica que se realiza en condiciones de asepsia, y siempre realiza por personal con experiencia.

El material tiene que ser estéril: batas, gasas, guantes, paños estériles, tijeras, pinzas de disección, adhesivo transparente, apósito transparente, espuma de PU Y PVA, protector cutáneo, gasa vaselinada, bomba de vacío.

-Antes de comenzar, volver a repasar con el paciente que es la técnica que se le va a realizar, por qué se le ha recomendado en su caso, como va a funcionar, y que es lo que puede sentir, y lo que se espera. También pueden surgir preguntas que contestaremos en el momento de la formación al paciente.

-Una vez finalizado el procedimiento, llega el momento de la educación al paciente y familia, vigilar el sistema y la posterior retirada de la TPN.

  • Información sobre el dispositivo: apagar y encender, alarmas que pueden activarse.
  • Si el paciente puede ducharse, serán según recomendaciones
  • El tiempo que se debe llevar: todo dependerá de la evolución de la herida, y del estado general del paciente
  • El vendaje será cambiado por el enfermer@ que le corresponda o a la persona de su entorno formada en ello
  • Acudir a las visitas programadas, si el entorno no se ve capacitado para ello.
  • Si presenta dolor, tiene que explicarlo al profesional para poderlo aliviar
  • Si presenta olor, es un aspecto importante para el paciente y tendrá que comunicar y saber que es por un exceso de exudado y se ajustara el dispositivo
  • Si hay sangrado, informar para ajustar la medicación o explicar la causa
  • Si hay fiebre, diarrea, confusión, mareo, o cualquier otro síntoma que parece en la herida enrojecimiento, rubor, quemazón ponerse en contacto con su profesional
  • Otras indicaciones son: no golpear el sistema, no acodamiento de la sonda, dispositivo siempre por debajo del nivel de la herida,

Cuando se retira la TPN, en los siguientes casos:

  • Cuando el paciente se niega a seguir utilizando la TPN
  • Si existe una mejoría evidente de la cicatrización
  • Si aparece tejido de granulación sin signos de infección, y que permite el uso de suturas o injertos para favorecer que los bordes se puedan acercar

Conclusiones:

El conocimiento sobre la terapia presión negativa ayuda en el tratamiento de un mayor número de heridas crónicas, y la continuada formación del profesional, y la educación al paciente, es el papel más importante para la evolución de la herida y conseguir una calidad de vida.

BIBLIOGRAFÍA:

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