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Estudio correlativo entre los test de inteligencia emocional y el sistema límbico avalado por la RMN

memoria puede considerarse el principal en humanos, en el sentido que regula lo que comúnmente se denomina «memoria», esto es, la recolección voluntaria de eventos (25). Específicamente la amígdala puede modular tanto la codificación como el almacenamiento en memoria, lo que normalmente depende del complejo hipocampal.

Éste, formando representaciones episódicas de significación emocional y de la interpretación de dichos eventos, puede a su vez influir sobre la respuesta amigdalina ante un estímulo emocional. Como apuntaban Ellis y Young (1988), no son los hechos externos (como la conducta de otros o las situaciones) los que causan nuestras emociones, sino lo que pensamos acerca de ellos, es decir, la manera como nos sentimos tiene que ver con nuestro modo de pensar y de percibir los hechos. Coincido con los autores, el secreto es lograr la reparación emocional necesaria para llevar a cabo dicha teoría.

Las consecuencias que se derivan de una inteligencia emocional (IE) sin un desarrollo correcto, son determinantes a nivel social y personal. La Atención, Claridad y Reparación Emocional, son las herramientas que los seres humanos necesitamos para poder orientar nuestras vidas hacia la propia felicidad. Para Mayer y Salovey (1997) la inteligencia emocional es: “la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional y la habilidad para regular las emociones proviniendo un crecimiento emocional e intelectual” (Mayer y Salovey, 1997). El lenguaje es necesario para una comunicación emocional adaptativa. El mismo, usado tanto para comunicarse con otros o como lenguaje interno, cobra importancia como un medio para interpretar y controlar la expresión emocional. El lenguaje interno permite tanto el control conductual como la postergación de la gratificación, por lo cual cuando está afectado se observan consecuencias en el control emocional (26). La Alexitimia, o «ausencia de palabras emocionales», es un rasgo de personalidad asociado con dificultades en el reconocimiento y en la regulación emocional (27). Sigue en investigación si es un déficit causado principalmente por fallos en la percepción, en el procesamiento o en la regulación emocional, evaluando hasta qué punto existe un compromiso del lenguaje.

Claparede Neurólogo, en 1911 realizó el siguiente experimento con una paciente que tenía lesionado el hipocampo, sede de la memoria explícita (consciente). Cada vez que veía a la paciente, tenía que volver a presentarse, puesto que ella no tenía registro de conocerlo. Un día colocó una chincheta en la palma de su mano y al saludar a la paciente, ésta retiró la mano por el dolor.

La vez siguiente, tuvo que volver a presentarse puesto que ella no lo conocía, pero en el momento de darse la mano, ella la retiró. Esto significa que aunque no lo recordaba conscientemente (hipocampo lesionado), tenía una memoria corporal impresa en alguna parte, inconsciente y eficaz. En términos generales la emoción beneficia a la memoria. Los estudios comportamentales de la memoria explícita (consciente) para experiencias emocionales, revelan que existen tres aspectos en los que la emoción influye sobre la memoria: en el número (cantidad) de eventos recordados, en la calidad del recuerdo y en la cantidad de detalles exactos recordados acerca de las experiencias previamente mencionadas (28). Puede decirse que la amígdala es una estructura cerebral que media directamente entre aspectos del aprendizaje emocional y que facilita las operaciones de memoria en otras regiones, incluyendo al hipocampo y la corteza prefrontal. (29).

CONCLUSIÓN:

Para los profesionales implicados en el desarrollo de este proyecto, hubiese sido mucho más satisfactorio haber localizado entre todos los pacientes estudiados más casos de malrotación del hipocampo (MRH), porque podríamos haber establecido una relación directa entre esta variante anatómica y el estudio de la inteligencia emocional (IE). Las circunstancias la más determinante el tiempo, han “decidido” los resultados obtenidos. La muestra obtenida para este proyecto no nos permite establecer una investigación estadísticamente generalizada, pero si establece una relación entre la malrotación del hipocampo (MRH) elegida y ciertas alteraciones en el desarrollo de la inteligencia emocional (IE). Creemos que se podrían mejorar los resultados si dispusiéramos de más tiempo para localizar pacientes que cumplan los requisitos necesarios para este proyecto.

Tras la realización del test TMMS-24 por nuestro paciente, hemos corroborado alteraciones dentro de los estándares de Atención y Resolución Emocional. No obstante, nuestro paciente asegura sentirse satisfecho con su desarrollo emocional y sus relaciones afectivas. En condiciones normales el divorcio de sus padres a los tres años de edad, deja huellas emocionales difícilmente entendibles en el momento por el niño y la falta de Atención Emocional, puede derivar de una herramienta aprendida durante su infancia que le ayudó a encajar la ruptura familiar

Las conclusiones a las que hemos llegado se basan en las respuestas ofrecidas por nuestro paciente, las teorías expuestas anteriormente y la actitud ante las emociones generalmente, de nuestro entorno social.

La mayoría de las decisiones derivan de las emociones. ¿Cuántas veces hemos tomado decisiones llevados por los sentimientos o emociones del propio momento? La respuesta a esta pregunta es muy personal y en este cuestionario, se ha demostrado que nuestro paciente no le da importancia a la Reparación Emocional. Él ha aprendido a aceptar su estado de ánimo, sin tener en cuenta que sentirse bien depende de él y no de las circunstancias. Su carencia a la hora de reparar su emoción es una consecuencia del aprendizaje emocional que ha tenido, pero eso no significa que el aprendizaje que le queda a lo largo de su vida no modifique el enfoque adquirido hasta la fecha. La Resolución Emocional es una capacidad que puede aprender y desarrollar si consigue trabajar sus emociones.

Está demostrado que la memoria crea patrones comportamentales que asocian emociones aprendidas con emociones vividas. Esta asociación marca nuestra forma de entender las distintas situaciones y por defecto nuestra actitud ante ellas, dependiendo del aprendizaje emocional, así será nuestra respuesta ante las emociones. Cuando se tienen carencias de Atención Emocional, es porque a las emociones no les damos la importancia que tienen, nuestro paciente no dedica tiempo a pensar en sus emociones. No considera importante pensar en lo que determina su comportamiento, de nuevo cumple unos patrones aprendidos durante su educación emocional. También podemos aprender a tener una Atención Emocional saludable, solo necesitamos un método de aprendizaje enfocado a ese fin.

Otra herramienta comunicativa entre los seres