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Trastorno mental grave en la comunidad

  • Fase de Desarrollo del Programa piloto

La segunda fase tendrá una duración de 8 meses. Los usuarios seleccionados para participar cumplimentaran al comienzo unas valoraciones y cuestionarios, y firmaran el Consentimiento Informado (Anexo I). Desarrollándose, posteriormente, un Plan de Trabajo Individualizado (PIT). Y, por otro lado,  el grupo control realizará este mismo procedimiento.

 A ambos grupos se les explicará que al terminar el periodo, se les volverá a citar para volver a cumplimentar los mismos cuestionarios y así, comprobar los resultados.

Los usuarios se repartirán en dos equipos, estando estos formados por una enfermera, una auxiliar y diez usuarios. Cada enfermera será la tutora de diez usuarios siendo su función la de diagnosticar, evaluar y priorizar las necesidades detectadas para poder coordinar PIT. Y, cada auxiliar de enfermería será la co-tutora de los mismos usuarios, garantizando el seguimiento de los casos cuando la tutora principal no esté.

La intervención principal del TAC es la visita domiciliaria, donde se observaran las dificultades de los usuarios en las actividades de la vida diaria (AVDs), en el autocuidado  y en las habilidades sociales y de convivencia, así como en el cumplimiento del tratamiento.

La media de las visitas domiciliarias será de una a la semana para cada usuarios y las realizarán la enfermera junto a la auxiliar de enfermería. Excepto, en situaciones de crisis, en las cuales la enfermera responsable del usuario, informará al psiquiatra, acudiendo al domicilio si lo considera necesario poder prestar la atención necesaria y evitar el reingreso del usuario en una Unidad de Corta Estancia (UCE).

En caso de que el usuario precise un ingreso, este se utilizará como una herramienta para disminuir las situaciones estresantes de la descompensación. Intentando que fuesen siempre programado, consensuado y de la menor duración posible. Visitándole el equipo durante su ingreso.

Una Guía “modelo” del desarrollo de las visitas domiciliarias consistiría en:

– 1º Visita domiciliaria:

Se concertará por teléfono la fecha y la hora, concertándose las siguientes citas al terminar la visita domiciliaria. La frecuencia será de una a la semana, con la posibilidad de ir espaciándolas en el tiempo o aumentar la frecuencia de éstas en periodos de críticos, si fuese necesario.

sucesivas visitas:

– 1ºparte: evaluar al usuario y la visita anterior, valorando la adquisición de los objetivos pactados, y después.

– 2º parte: continuar con el plan propuesto en el PIT, acordando siempre con el usuario el cumplimiento de estas nuevas habilidades y/o herramientas.

– 3º parte: evaluar los conocimientos adquiridos durante la visita domiciliaria, así como el desarrollo de ésta.

Fijando antes de terminar unos nuevos objetivos para la próxima visita domiciliaria.

En el Anexo III quedan recogidos los objetivos de las visitas domiciliarias.

  • Fase de Control y Evaluación

Esta última fase durará 2 meses y será donde tendremos en cuenta el método de evaluación de las intervenciones realizadas en el Programa piloto, comparando los resultados obtenidos en los cuestionarios y valoraciones iniciales con los obtenidos tras el periodo de la Fase del Desarrollo del Programa piloto, viendo así, si se han alcanzado los objetivos del estudio.

DISCUSIÓN

A pesar de los avances que ha teni­do nuestro país en relación a los servicios de atención a la salud mental comunitaria, el tratamiento de las personas con Trastorno Mental Grave (TMG) continúa siendo complejo.

La rehabilitación ha permitido que los usuarios mantengan una buena calidad de vida y que puedan convivir con los síntomas que presenta esta patología, permitiéndoles sentirse activos y capaces de vivir en sociedad.1, 3, 20

No obstante, algunos autores afirman que no hay evidencia de que utilizar exclusivamente recursos comunitarios proporcione unos adecuados cuidados de salud, y tanto la evidencia científica, como la experiencia clínica sugieren que debe haber un equilibrio entre los recursos comunitarios y los recursos hospitalarios. 11, 16

Cabe destacar, que las enfermeras especialistas en salud mental, pueden a través de la realización de programas de promoción y prevención de la salud, aplicar sus conocimientos y competencias realizando planes de cuidados individualizados, y así, adaptar las intervenciones a las características propias de cada usuario. 19

Por otro lado, la OMS ha enfatizado que los sistemas de salud deben fomentar la inclusión social y generar estrategias para dis­minuir la discriminación y el estigma social, llevando a cabo una atención integral y orientada a las necesidades de los usuarios. Todo ello, corroborado por guías de práctica clínica sobre TMG, en las cuales se recomienda, con nivel de recomendación B, desarrollar equipos de tratamiento asertivo comunitario, en usuarios que precisen un número elevado de reingresos en unidades de corta estancia, y/o presenten antecedentes de desvinculación con los servicios de salud mental, conllevando un alto riesgo de recaída o crisis social. 1, 16, 20

Además, los resultados muestran que los usuarios que reciben Tratamiento Asertivo Comunitario (TAC) tienen una menor probabilidad de necesitar un ingreso hospitalario y, si este fuese necesario, habría una disminución de la estancia hospitalaria, si los comparásemos con los usuarios que reciben atención comunitaria ambulatoria. Este hecho se debe a que los profesionales ocupan la mayor parte del tiempo de su trabajo con los usuarios, ofreciendo la posibilidad de realizar un tratamiento más intensivo. 1, 3, 10, 11, 12, 16

También, se observa que se produce una disminución de las visitas a los servicios de urgencias,  ya que el ETAC, al estar disponible y accesible, puede controlar la mayoría de las urgencias, ajustando el tratamiento, resolviendo conflictos familiares o acompañando en situaciones estresantes, esto conlleva, mejorando la calidad de vida de las personas con TMG. 1, 16

Así como, también hay que destacar la satisfacción del usuario con estos programas, en los que se valora tanto la disponibilidad, como la flexibilidad de los ETAC, que permiten crear una relación terapéutica de confianza y respeto, promoviendo en el usuario un compromiso hacia su tratamiento.1, 2, 7, 11, 12

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