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Trastorno mixto de ansiedad y depresión en mujeres con síndrome climatérico

Trastorno mixto de ansiedad y depresión en mujeres con síndrome climatérico

Autor principal: Diego Arturo Oliva Reyes

Vol. XVIII; nº 4; 149

Mixed anxiety and depression disorder in women with climacteric syndrome

Fecha de recepción: 29/01/2023

Fecha de aceptación: 23/02/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 4 Segunda quincena de Febrero de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 4; 149

Autores:

Diego Arturo Oliva Reyes1, Félix García Gorrosquieta2

1Médico Familiar, Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar N°10, Instituto Mexicano del Seguro Social Ciudad de México, México. ORCID: 0000-0002-9083-1283

2Médico Residente en Medicina Familiar, Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar N°10, Instituto Mexicano del Seguro Social Ciudad de México, México. ORCID: 0000-0001-6260-2793

RESUMEN: El síndrome climatérico se define como el conjunto de signos y síntomas (vasomotores, psicológicos y/o sociales, genitourinarios y generales) que acompañan al climaterio. La experiencia de cada mujer respecto al síndrome climatérico está determinada por distintos factores: características biológicas, estilo de vida, familia y dinámica familiar, entre otros.

Objetivo: Correlacionar el trastorno mixto de ansiedad y depresión y el síndrome climatérico.

Material y métodos: Estudio transversal, descriptivo y observacional, participaron 152 mujeres de 50 a 56 años, se les aplicó cuestionario de síntomas asociados al climaterio y escala de ansiedad y depresión de Goldberg. En la síntesis de datos se calcularon frecuencias y porcentajes, así como medidas de tendencia central, con prueba de normalidad Kolmogorov-Smirnov.  El análisis fue guiado por premisas generales que permiten la comparación de las medidas de resumen previamente calculadas.

Resultado: De un total de 152 mujeres: 18.4% presentaron síndrome climatérico, 43.9% presentaron trastorno mixto de ansiedad y depresión, 69.74% ansiedad, 54.61% depresión, para los síntomas: vasomotores 58.55%, psicológicos 62.5%, sexuales/genitourinarios 35.53% y generales 71.71%, con una edad 54 años (mediana) y 5 años (RIC); se encontró asociación estadísticamente significativa entre síndrome climatérico y síntomas vasomotores y psicológicos.

Conclusión: Casi 8 de cada 10 mujeres con síndrome climatérico padecen síntomas vasomotores y psicológicos, y de estas, hasta 5 de cada 10 padecen como síntoma cardinal: cefalea.

Palabras clave: síndrome climatérico, ansiedad, depresión.

ABSTRACT: The climacteric syndrome is defined as the set of signs and symptoms that accompany the climacteric (vasomotor, psychological and/or social, genitourinary, and general). The experience of each woman regarding the climacteric syndrome is determined by different factors: biological characteristics, lifestyle, family, and family dynamics, among others.

Objective: To correlate the mixed disorder of anxiety and depression and the climacteric syndrome.

Material and methods: Cross-sectional, descriptive, and observational study, 152 women from 50 to 56 years old participated, they were applied a questionnaire of symptoms associated with the climacteric and the Goldberg anxiety and depression scale. In the data synthesis we calculated frequencies and percentages, as well as measures of central tendency, with the Kolmogorov Smirnov normality test. The analysis was guided by general premises that allow comparison of previously calculated summary measures.

Result: Of a total of 152 women: 18:42% presented climacteric syndrome, 43.9% presented mixed anxiety and depression disorder, 69.74% with anxiety, 54.61% with depression, for symptoms: vasomotor 58.55%, psychological 62.5%, sexual /genitourinary 35.53% and general 71.71%, with an age 54 years (median) and 5 years (IQR), and it was found a statistically significant association between climacteric syndrome and mixed anxiety and depression disorder.

Conclusion: Almost 8 out of 10 women with climacteric syndrome suffer vasomotor and psychological symptoms, and of these, up to 5 out of 10 suffer as a cardinal symptom: headache.

Keywords: climacteric syndrome, anxiety, depression.

Los autores de este manuscrito declaran que: Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses. La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.

Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

El estudio tuvo la finalidad de recabar información para conocer el estado de salud mental de las mujeres adultas, además de detallar los síntomas más frecuentes que padecen las mujeres que refieren en el periodo del climaterio. Estos aspectos son fundamentales para concientizar al médico sobre cómo abordar a una paciente que presente los rasgos de problemas emocionales, así como elaborar estrategias para derivarlas de manera oportuna a los servicios necesarios como parte de su atención integral.

Los cambios hormonales (deficiencia de estrógenos y aumentos de la hormona folicuoestimulante) aunados a las exigencias sociales, laborales, familiares y ambientales generan una sobrecarga física y mental en la mujer, lo cual propicia la aparición de ansiedad y depresión, y un aumento de la intensidad de los demás signos y síntomas que integran al síndrome climatérico. La disminución de la concentración de estrógenos resulta en una menor biodisponibilidad de neurotransmisores como: adrenalina, acetilcolina, histamina, glutamato, aspartato, glicina, beta-alanina y taurina, entre otros. El hipoestrogenismo produce cambios neuroendocrinos en distintas áreas del cerebro, ocasionando a nivel hipotalámico sintomatología vasomotora, trastornos en las conductas alimentarias y alteración de la presión arterial y a nivel del sistema límbico, trastornos psicológicos como depresión, ansiedad e irritabilidad.

En México, las mujeres de 45 a 59 años consideradas dentro de la perimenopausia y posmenopausia representan casi el 14% del total de la población femenina. Se calcula que para el año 2035, una de cada tres mujeres en México estará en esta etapa y tendrá una expectativa de vida de 83 años (5). Por otro lado, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía existen 2 866 469 de individuos de entre 50 a 64 años que refieren sentirse deprimidos diario, (condición de sentimientos de preocupación o nerviosismo, 2017); las cifras de la Ciudad de México en 2019 reportan una tasa de 307.93 casos nuevos de depresión. Estadísticas reportadas de la Encovid-19 señalan que al menos 34% de las mujeres encuestadas durante el periodo de contingencia mostraron síntomas de ansiedad (6).

El presente estudio se desarrolló en mujeres que asistieron a la UMF 10 del IMSS durante el mes de septiembre del 2021 y que cumplieron con los criterios de selección para el estudio, contestando completamente el cuestionario y autorizando el uso de sus respuestas mediante su consentimiento informado. Se diseñó un instrumento breve y de fácil compresión mediante el uso de plataformas de almacenamiento virtual utilizando la herramienta para la elaboración de cuestionarios en Google Form.

El instrumento se elaboró para auto aplicarse (figura 1 en anexos) y consistió en las siguientes etapas:

En el presente estudio se desarrollan las ideas centrales del síndrome climatérico, así como del trastorno mixto de ansiedad y depresión que permitieron estructurar una línea de investigación para la aportación de resultados que le permitan a la sociedad médica consideran ambas condiciones, por un lado, la transición biológica esperada de la mujer hacia diversos cambios y la prevalencia de patologías mentales que pueden dificultarle al médico un abordaje óptimo. Se ofrecen los resultados obtenidos en las pacientes encuestadas, así como el análisis estadístico de los mismos; al final se detallan las recomendaciones prácticas y viables para atender a esta población de mujeres durante la consulta en el primer nivel de atención médica.

DESARROLLO

El envejecimiento es un proceso dinámico que comienza desde el momento de la concepción y termina en la muerte, en el cual se ven implicados factores genéticos y ambientales. Las diferentes etapas de la vida suponen una serie de adaptaciones a nivel bioquímico, anatómico y fisiológico del individuo; la fase biológica del ser humano donde se observa con más claridad estos cambios se muestra al final de la capacidad reproductiva de la mujer, ya que en este periodo los ciclos menstruales y el sangrado son irregulares, además, la concentración de la hormona foliculoestimulante (FSH) aumenta por encima de los 25IU/L y el estradiol disminuye a menos de 40 pg/ml, esta etapa de la mujer se divide en dos fases (1) (11):

  1. La perimenopausia o climaterio, que constituye el periodo de adaptación en el cual una mujer pasa de un estado de capacidad reproductiva a uno sin capacidad reproductiva. El climaterio comienza entre los 2 hasta los 8 años antes de la menopausia y tiene una media de 4 años; sin embargo estos términos se ocupan frecuentemente en el área clínica y los expertos no se validan de manera científica por la ambigüedades considerando los criterios que el médico de primer contacto emplea esta condición como diagnóstico, para lo cual el estudio Women´s Health Across the Nations (SWAN) y el taller Staging for Reproductive Ageing Workshop (STRAW) se utilizan con el objetivo de discutir y consensuar la nomenclatura y clasificación de las etapas del envejecimiento reproductivo de la mujer (3)(20)(21).
  1. La menopausia, que se define como amenorrea que dura 12 meses y que no puede ser explicada por otra condición fisiológica o patológica, su diagnóstico por lo tanto es retrospectivo, puesto que una vez que la mujer notifica o el mismo médico mantiene un seguimiento estrecho sobre las incidencias que ocurran durante este periodo puede establecer el diagnóstico.

El síndrome climatérico, por otro lado, está definido como el conjunto de signos y síntomas que acompañan al climaterio, estos síntomas se agrupan en: síntomas vasomotores, psicológicos y/o sociales, genitourinarios y generales. La experiencia de cada mujer respecto al climaterio (y al síndrome climatérico) está determinada por distintos factores como: las características biológicas de la mujer influenciadas a su vez por la alimentación, el estilo de vida determinado por la actividad deportiva, el consumo de alcohol y de tabaco, las características de la familia de la mujer, la dinámica familiar, administración de la economía del hogar, el cuidado de los hijos o de los padres (adultos mayores), entre otras responsabilidades familiares y sociales.

La Guía de Práctica Clínica de Atención del Climaterio y Menopausia (SS-019-08) establece que los síntomas del síndrome climatérico más frecuentes pueden agruparse de la siguiente manera:

– Vasomotores: sofocos, sudoraciones nocturnas, parestesias, palpitaciones

– Psicológicos: Depresión, insomnio, irritabilidad, tristeza, apatía

– Genitourinarios/sexuales: disminución del deseo sexual, sequedad vaginal, dispareunia, incontinencia urinaria

– Generales: dolores óseos y articulares, mareos y aumento de peso.

Es importante mencionar que estos grupos de síntomas están frecuentemente asociados con la edad, con la dinámica de las relaciones interpersonales que las mujeres entablen, la capacidad de tolerancia del estrés y el manejo de la frustración que a su vez pueden estar ligados con la autoestima y desde luego con los factores modificables y no modificables considerados dentro de la medicina del estilo de vida.

Las mujeres con mejor calidad de vida, es decir, aquellas que normalmente tienen una actitud más relajada, que se sienten felices con las metas y objetivos trazados y logrados a lo largo de sus vidas, con satisfacción en los ámbitos social, laboral, familiar, de pareja y sexual, experimentan una menor cantidad e intensidad de síntomas durante el climaterio. Por otro lado, tenemos a las mujeres que se encuentran con baja autoestima, con metas y logros sin cumplir, las cuáles expresan con mayor severidad el síndrome climatérico. Asimismo, podemos diferenciar a aquellas mujeres con menopausia natural y menopausia artificial (por exéresis quirúrgica, radioterapia o quimioterapia), las mujeres con menopausia artificial experimentan un mayor número de síntomas y con mayor intensidad.

La mujer experimenta diversos cambios psicosociales que determinan su desenvolvimiento con sus distintos nexos familiares y en la comunidad donde habita; siendo el primero la menarca y por lo tanto la transición de la niñez a la adolescencia, la mujer madura cuyo ciclo biológico determina las modificaciones en su estado hormonal y por lo tanto en la capacidad reproductiva de la mujer, experimenta fenómenos físicos y emocionales que de manera trillada la misma sociedad se ha encargado de estereotipar a las mujeres como “menopaúsicas” sin dimensionar la complejidad de la etapa que se debe de afrontar, ya que dentro del estudio del estado de salud de las mujeres es de suma importancia analizar las implicaciones de la dinámica familiar, la armonía que hay en las relaciones con las personas con las que cohabita, de sus amistades y hasta de sus compañeros de trabajo.

La depresión es aquel estado psíquico-conductual en el cual se presentan diversos trastornos de afectividad ya sea que esta condición se presente de forma única o acompañada de otras patologías. Se caracteriza por un estado de abatimiento crónico el cual provoca alteraciones en las tres esferas del ser, de las cuales se incluye ideas pesimistas, desesperanza, anhedonia, entre otros que se abordarán en los párrafos siguientes. Al momento de realizar la historia clínica es importante tener claro que el diagnóstico es clínico, el cual consiste en la presencia de: al menos dos semanas con por lo menos dos de tres síntomas siguientes para su diagnóstico: un estado de ánimo bajo, donde predomina el sentimiento de tristeza, melancolía, pesimismo y/o desesperanza, anhedonia, falta de vitalidad o un aumento de fatigabilidad.

También se puede presentar hipersomnia o insomnio, disminución o pérdida de la concentración, ideas de culpa o sentimientos de inferioridad, polifagia o anorexia. Por supuesto el diagnóstico se tendrá que adecuar a la edad del paciente y se tendrá que realizar por exclusión de otras patologías. La mayoría de los motivos por las cuales el paciente es diagnosticado por el médico de primer nivel es por una queja constante del paciente en el cual refiere una inconformidad ya sea en su vida laboral o conyugal.

Por otro lado, en la actualidad es muy frecuente atender a pacientes con trastorno de ansiedad en el primer nivel de atención médica, al igual que la depresión, determinar el diagnóstico de ansiedad tiene sus complejidades, puesto que en primer plano las manifestaciones clínicas suelen ser de tipo somáticas, mientras que los síntomas emocionales se detectan cuando el médico logra realizar la pesquisa y en ocasiones esto puede demorar varias consultas.  Para el personal de salud, la ansiedad puede tener varias connotaciones puesto que puede considerarse como un sentimiento, un síntoma y de manera más propia como parte de un síndrome y de una enfermedad, a groso modo, la ansiedad se define como un estado emocional desagradable en las que hay sensación subjetiva de un peligro, malestar, tensión o aprehensión, acompañado de una descarga neurovegetativa y cuya causa no está claramente reconocida.

El trastorno mixto de ansiedad y depresión tiende a considerarse una categoría diagnóstica propia, en el subepígrafe F-41.2 del texto taxonómico internacional CIE-10, siendo un trastorno por ansiedad (los catálogos en el epígrafe F-41, históricamente denominados neurosis) con sintomatología depresiva sobreañadida; que se diferencian de la depresión pura, en que son secundarios a la sobrecarga del ansioso y al temor a enloquecer o a padecer una entidad somática grave, o secundarios al deterioro de la autoimagen, las dificultades de memoria, de atención o de concentración (7).

Por lo tanto, son varios los factores que se encuentran implicados en la percepción de síntomas del climaterio, y el abordaje para su estudio debe ser desde la esfera biopsicosocial, ya que los fenómenos que experimentan las mujeres en este rango de edad son ocasionados por síntomas biológicos, pero la percepción se relaciona con aspectos subjetivos, que, en coexistencia con padecimientos emocionales, ocasionan síntomas floridos difíciles de abordar para el médico.

El instrumento de Investigación

La herramienta para la recolección de la información se construyó en tres etapas. La primera etapa sirvió como elemento para determinar que mujeres cumplieron con la definición operacional y considerarse dentro de la etapa del climaterio. En la segunda etapa, se consideraron los síntomas más frecuentes mencionados en la literatura médica, en esta, la paciente únicamente debió seleccionar los síntomas que padece con mayor frecuencia. La tercera consistió en la ejecución de la Escala de Ansiedad y Depresión de Goldberg (EADG), el cual es un instrumento a manera de test que no solo orienta hacia el diagnóstico de ansiedad y/o depresión, sino que discrimina entre ellos (7).

La EADG por sus siglas en español contiene 2 sub escalas con nueve preguntas en cada una de ellas: sub escala de ansiedad (Pregunta 1-9) y sub escala de depresión (preguntas 10-18). Las cuatro primeras preguntas de cada sub escala, actúan a modo de precondición para determinar si se deben intentar contestar el resto de preguntas; concretamente, si no se contestan de forma afirmativa un mínimo de 2 preguntas de entre las preguntas 1-4 no se deben contestar el resto de preguntas de la primera sub escala, mientras que en el caso de la segunda sub escala es suficiente contestar afirmativamente a una pregunta de entre las preguntas 10-13 para poder proceder a contestar el resto de preguntas.

Los resultados obtenidos se categorizaron de acuerdo con la estadificación de la operacionalización de las variables como se muestra en la figura 2 en anexos.

RESULTADOS

Se realizó el análisis estadístico de 152 mujeres, de entre 50 y 56 años que contestaron la encuesta y escalas.

Los resultados para las variables cualitativas fueron los siguientes: Respecto a la variable síndrome climatérico 28 participantes cumplieron con criterios diagnósticos (18.4%), mientras que 124 mujeres no los cumplieron (81.6%). Ver tabla 1 y gráfica 1 en anexos.  De acuerdo con la variable trastorno mixto de ansiedad y depresión 69 mujeres (45.4%) si tuvieron el diagnóstico y 83 participantes (54.6%) no cumplieron con el diagnóstico.  Ver tabla 2 y gráfica 2 en anexos. Para la variable ansiedad observamos que 106 mujeres cursaron con ansiedad (69.7%), mientras que 46 participantes no la presentaron (30.3%). Ver tabla 3 y gráfica 3 en anexos. En lo que a la variable depresión se refiere, hasta en 83 participantes (54.6%) se encontró depresión por medio de la escala aplicada, mientras que 69 resultaron con puntajes normales (45.4%). Ver tabla 4 y gráfica 4 en anexos. Tomando en cuenta la variable Síntomas y la agrupación de estos, podemos observar que de las mujeres del estudio: Hasta un 58.6% (89) presentaron síntomas vasomotores, 62.5% (95) presentaron síntomas psicológicos, 35.5% (54) tuvieron algún síntoma sexual/ genitourinario y finalmente 71.7% (109) presento algún síntoma general. Ver tablas 5,6,7,8 y gráfica 5,6,7,8 en anexos.

Los resultados para las variables cuantitativas fueron los siguientes:  Se aplicó prueba de normalidad a la variable edad con resultado de Kolmogorov Smirnov sin superar el nivel de significación establecido, razón por la cual se reporta como medida de tendencia central una mediana de 54 años, así como Rango Inter Cuartil de 5 años. Ver tabla 9 y gráfica 9 en anexos.

Al realizar la asociación de Síndrome climatérico y Trastorno mixto de ansiedad y depresión se obtuvieron los siguientes datos: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 14 no presentan Trastorno Mixto de Ansiedad y Depresión, mientras que 14 si lo presentan.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 69 no presentan Trastorno Mixto de Ansiedad y Depresión, mientras que 55 si lo presentan. (Chi cuadrada 0.294) Ver tabla 10 y gráfica 10 en anexos.  Para la asociación de Síndrome climatérico y Ansiedad observamos: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 8 no presentan Ansiedad, mientras que 20 si la presentan.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 38 no presentan Ansiedad, mientras que 86 sí. (Chi cuadrada 0.047) Ver tabla 11 y gráfica 11 en anexos.  De acuerdo con la asociación de Síndrome climatérico y Depresión obtuvimos: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 10 no presentan Depresión, mientras que 18 sí.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 59 no la presentaron, mientras que 65 si presentaron Depresión. (Chi cuadrada 1.298) Ver tabla 12 y gráfica 12 en anexos. La siguiente asociación de Síndrome climatérico y Síntomas Vasomotores se destaca lo siguiente: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 6 no tienen Síntomas vasomotores, mientras que 22 sí.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 57 no presentan Síntomas vasomotores, mientras que 67 sí. (Chi cuadrada 5.668) Ver tabla 13 y gráfica 13 en anexos. Respecto a la asociación de Síndrome climatérico y Síntomas Psicológicos pudimos observar: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 5 no tienen Síntomas psicológicos, mientras que 23 sí.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 52 no presentan Síntomas psicológicos, mientras que 72 sí. (Chi cuadrada 5.650) Ver tabla 14 y gráfica 14 en anexos. De la asociación de Síndrome climatérico y Síntomas sexuales/ genitourinarios encontramos: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 20 no tienen Síntomas sexuales/ genitourinarios, mientras que 8 sí.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 78 no presentan Síntomas sexuales/ genitourinarios, mientras que 46 sí. (Chi cuadrada 0.725) Ver tabla 15 y gráfica 15 en anexos. En la asociación de Síndrome climatérico y Síntomas generales observamos: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 4 no tienen Síntomas generales, mientras que 24 sí.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 38 no presentan Síntomas generales, mientras que 85 sí. (Chi cuadrada 3.318) Ver tabla 16 y gráfica 16 en anexos. Finalmente, para la asociación de Síndrome climatérico y Cefalea se puede destacar lo siguiente: En el grupo de mujeres con Síndrome Climatérico (28), 13 no presentan cefalea, mientras que 15 sí.  En el grupo de mujeres sin Síndrome Climatérico (124), 83 no presentan cefalea, mientras que 41 sí. (Chi cuadrada 4.128) Ver tabla 17 y gráfica 17 en anexos.

CONCLUSIONES

De un total de 152 mujeres: 18.4% presentaron síndrome climatérico, 43.9% presentaron trastorno mixto de ansiedad y depresión, 69.74% con ansiedad, 54.61% con depresión, para los síntomas: vasomotores 58.55%, psicológicos 62.5%, sexuales/genitourinarios 35.53% y generales 71.71%, con una edad 54 años (mediana) y 5 años (RIC), y encontramos asociación estadísticamente significativa entre síndrome climatérico y síntomas vasomotores, síndrome climatérico y síntomas psicológicos, así como síndrome climatérico y cefalea.

El síndrome climatérico es un conjunto de signos y síntomas que desafortunadamente tiene poco interés en la atención integral de la mujer adulta. Quizá esto se debe a la falta de empatía del personal de salud y en especial del médico, por una parte, porque la manifestación de esta condición es ambigua y no se puede determinar con exactitud su inicio, y por otra, a la priorización que el médico puede considerar en problemas de salud que deben atenderse durante la consulta. Sin embargo, con el estudio realizado, logramos detectar diversos síntomas referidos por las mujeres en este rango de edad con relevancia en su salud. Además, es importante puntualizar que existe una falta de información precisa, y el estigma que prevalece ante las enfermedades mentales, representan también un obstáculo para la aceptación de la condición psiquiátrica y por lo tanto, las consecuencias de no abordarlo de manera oportuna.

Las recomendaciones se dirigen principalmente al personal médico, sobre la importancia de dirigir la atención en pacientes que de manera insistente refieran síntomas vagos y difusos, y que durante la(s) consulta(s) le impida integrar una impresión diagnóstica, por lo que sería de gran ayuda, implementar un programa de tamizaje para climaterio, y la aplicación dirigida de cuestionarios para el diagnóstico de enfermedades emocionales de manera periódica, sugiriendo que se realice la que el médico considere más adecuada o con la que más este familiarizado, como son la escala de Beck para ansiedad y/o depresión, la escala de Holmes en búsqueda de depresión, o la que se implementó en este estudio (EADG).

Con lo referente a la cefalea como síntoma vasomotor mayormente referido en este grupo de pacientes, es necesario realizar una adecuada semiología considerando principalmente el inicio de las primeros episodios agudos, su evolución en cuanto a factores detonantes y de acuerdo con el umbral del dolor considerar su evaluación a través de otros instrumentos como MIDAS disponible en la Guía de Práctica Clínica diagnóstico y tratamiento de cefalea tensional y migraña IMSS-047-08.

Es importante considerar la elaboración de una campaña constante de información dirigida a las mujeres de todas las edades, que les permita comprender los diversos cambios que deben afrontar en cada etapa, y así puedan aceptarse de manera armónica como un fenómeno natural, y de esta forma, las pacientes comprendan que los “cambios” de la edad son inevitables, pero el sufrimiento es opcional. Finalmente, cobra relevancia el ofrecer orientación nutricional, que les permita comprender el impacto que tiene los antioxidantes en su organismo, y la fitoterapia para el manejo de los síntomas, con la intención realizar cambios en el estilo de vida, para también disminuir el riesgo cardiovascular (24), como opción ante tratamientos hormonales, que le puedan ocasionar inseguridad por efectos secundarios ampliamente satanizados entre la población.

Ver anexo

REFERENCIAS

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