Trastornos psiquiátricos en la era digital: Impacto de la tecnología y las redes sociales en la salud mental, así como nuevas intervenciones para trastornos como la ansiedad y la depresión
Autora principal: Mariela Matamoros Córdoba
Vol. XX; nº 03; 79
Psychiatric disorders in the digital age: Impact of technology and social media on mental health, as well as new interventions for disorders such as anxiety and depression
Fecha de recepción: 02/01/2025
Fecha de aceptación: 05/02/2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 03 Primera quincena de Febrero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 03; 79
Autores:
Dra. Mariela Matamoros Córdoba
Médico general, Investigadora independiente. San José, Costa Rica
Orcid: https://orcid.org/0009-0007-6499-7232
Código médico: 18865
Dra. Paula Vargas Cifuentes
Médico general, Investigadora independiente. San José, Costa Rica
Orcid: https://orcid.org/0009-0005-4262-035X
Código médico: 18565
Dra. Catherinne Calvo Jenkins
Médico general, Investigadora independiente. San José, Costa Rica
Orcid: http://orcid.org/0009-0000-6249-2336
Código médico: 18461
Dra. Mónica Solano Chaves.
Médico general, Investigadora independiente. Cartago, Costa Rica
Orcid: https://orcid.org/0009-0000-2039-4324
Código médico: 18493
Dra Katherin Aguilar Anchia
Médico general, investigadora independiente. San José, Costa Rica
Orcid: https://orcid.org/0009-0004-7541-3325
Código médico: 18952
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Resumen:
La tecnología digital y las redes sociales han transformado profundamente el panorama de la salud mental, ofreciendo tanto beneficios como desafíos. Si bien las plataformas digitales brindan intervenciones accesibles y personalizadas para tratar trastornos como la ansiedad y la depresión, también han dado lugar a nuevos riesgos, como la adicción tecnológica, la comparación social negativa y el ciberacoso. Estos problemas afectan especialmente a adolescentes y jóvenes adultos, quienes a menudo experimentan una disminución en la autoestima, un aumento de la ansiedad social y un mayor aislamiento emocional debido al uso excesivo de las redes sociales.
Por otro lado, las intervenciones digitales, como la terapia cognitivo-conductual en línea y las aplicaciones móviles, han demostrado ser efectivas para reducir los síntomas de trastornos mentales, ofreciendo un tratamiento continuo y accesible. Sin embargo, la falta de interacción personal y las preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos presentan limitaciones importantes.
El futuro de la salud mental digital depende de continuar investigando la eficacia de las nuevas tecnologías emergentes, como la realidad virtual y aumentada, para tratar condiciones como fobias y trastornos de ansiedad. Además, es crucial asegurar que estas herramientas sean inclusivas y adaptadas a diversas realidades culturales y sociales. Para lograrlo, se requiere una colaboración entre profesionales de la salud, tecnólogos y responsables políticos, con el fin de desarrollar estrategias integrales que promuevan la alfabetización digital, mejoren el acceso a la atención y reduzcan el estigma asociado a los trastornos mentales. La clave estará en encontrar un equilibrio entre las innovaciones digitales y la necesidad de atención personal para lograr una salud mental óptima en la era digital.
Palabras clave: Salud mental, tecnología digital, redes sociales, ansiedad, depresión, terapia cognitivo-conductual en línea.
Abstract:
Digital technology and social media have profoundly transformed the mental health landscape, offering both benefits and challenges. While digital platforms provide accessible and personalized interventions to treat disorders such as anxiety and depression, they have also given rise to new risks, such as technological addiction, negative social comparison, and cyberbullying. These problems particularly affect adolescents and young adults, who often experience decreased self-esteem, increased social anxiety, and increased emotional isolation due to excessive social media use.
On the other hand, digital interventions, such as online cognitive-behavioral therapy and mobile apps, have proven effective in reducing symptoms of mental disorders, offering continuous and accessible treatment. However, the lack of personal interaction and concerns about data privacy and security present important limitations.
The future of digital mental health depends on continuing to investigate the efficacy of new emerging technologies, such as virtual and augmented reality, to treat conditions such as phobias and anxiety disorders. Furthermore, it is crucial to ensure that these tools are inclusive and adapted to diverse cultural and social realities. Achieving this will require collaboration between health professionals, technologists and policy makers to develop comprehensive strategies that promote digital literacy, improve access to care and reduce the stigma associated with mental disorders. The key will be to find a balance between digital innovations and the need for personal care to achieve optimal mental health in the digital age.
Keywords: Mental health, digital technology, social media, anxiety, depression, online cognitive behavioral therapy.
Introducción:
La era digital ha influido significativamente en los trastornos psiquiátricos, con la tecnología y las redes sociales desempeñando un papel dual en la salud mental. Mientras que las plataformas digitales ofrecen intervenciones innovadoras para trastornos como la ansiedad y la depresión, también presentan riesgos que pueden exacerbar estas condiciones. Comprender el impacto de la tecnología en la salud mental es crucial para desarrollar intervenciones efectivas y promover el bienestar en una sociedad digital. Este análisis implica examinar tanto los aspectos positivos como negativos de la tecnología digital y las redes sociales en la salud mental (1; 2)
Por un lado, las redes sociales pueden fomentar un sentido de comunidad y pertenencia, proporcionando apoyo social y una plataforma para la autoexpresión. No obstante, el uso excesivo de estas plataformas puede llevar a la ansiedad, la depresión y la soledad, debido a la comparación social y al ciberacoso (1). Los adolescentes son particularmente vulnerables a estos efectos, con un aumento del tiempo frente a la pantalla que correlaciona con una mayor incidencia de trastornos de salud mental, incluyendo la depresión y la ansiedad (2).
En respuesta a estos desafíos, las intervenciones digitales, como los programas basados en la web y las aplicaciones móviles, se utilizan cada vez más para tratar la depresión y la ansiedad. Estas intervenciones han demostrado ser generalmente bien aceptadas por los pacientes, con un alto porcentaje indicando una aceptabilidad positiva. La terapia cognitivo-conductual es una base común para muchas de estas intervenciones, mejorando la accesibilidad y reduciendo las barreras para buscar ayuda (3).
Los medios de comunicación también juegan un papel crucial en la concienciación y la facilitación del acceso a los servicios de salud mental. Ayudan a reducir el estigma asociado con los problemas de salud mental y promueven una mejor comprensión de estos problemas entre el público general. Las campañas mediáticas y el contenido educativo pueden aumentar la accesibilidad a los servicios de salud mental, actuando como agentes de cambio positivo en la era digital (4).
La integración de la tecnología digital en la vida diaria presenta tanto oportunidades como desafíos para la salud mental. Aunque las plataformas digitales ofrecen herramientas de apoyo valiosas, también persisten preocupaciones sobre el tiempo excesivo frente a la pantalla y el ciberacoso. Abordar estos desafíos requiere esfuerzos colaborativos entre profesionales de la salud mental, desarrolladores de tecnología y legisladores para garantizar la eficacia y la seguridad de estas plataformas (5).
El objetivo de este artículo es analizar el impacto de la tecnología y las redes sociales en los trastornos psiquiátricos, particularmente en la ansiedad y la depresión. Se evaluarán los beneficios y riesgos de las plataformas digitales, las nuevas intervenciones terapéuticas disponibles y el papel de los medios en la concienciación y el acceso a servicios de salud mental. También se abordarán los desafíos y oportunidades que la tecnología presenta para la salud mental, proponiendo soluciones colaborativas entre profesionales de salud, desarrolladores tecnológicos y legisladores.
Metodología:
Este documento presenta un análisis bibliográfico descriptivo basado en una selección de 27 investigaciones que cumplen con los criterios de inclusión establecidos. Los estudios seleccionados, publicados entre 2020 y 2025, están escritos en inglés o español. La recopilación de estos trabajos se realizó a través de varias plataformas digitales, incluyendo Elsevier, PubMed y Google Scholar, e incluye artículos de revistas académicas, metaanálisis y revisiones sistemáticas. Para la búsqueda, se emplearon términos clave específicos como: Salud mental, tecnología digital, redes sociales, ansiedad, depresión, terapia cognitivo-conductual en línea.
Impacto de la tecnología y las redes sociales en la salud mental:
Las redes sociales a menudo llevan a la comparación social, donde los usuarios se comparan con representaciones idealizadas de otras personas. Esto puede resultar en insatisfacción y baja autoestima, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes (6; 1). La naturaleza seleccionada del contenido en las redes sociales amplifica esta comparación social, contribuyendo a la ansiedad y la depresión, ya que los usuarios pueden sentirse presionados a mantener una imagen idealizada en línea (6; 7).
La adicción a la tecnología, en particular a las redes sociales, se caracteriza por un uso excesivo que interfiere con la vida diaria. Esta adicción está asociada con una necesidad constante de validación social y de interactuar con contenido en línea. Las consecuencias psicológicas de esta adicción pueden incluir un aumento en la ansiedad, la depresión y la interrupción de los patrones de sueño. Además, puede impactar negativamente en el desarrollo educativo y en las habilidades sociales cara a cara (6; 8).
El ciberacoso es otro fenómeno preocupante facilitado por el anonimato y el alcance de las plataformas de redes sociales. Es prevalente entre adolescentes y adultos, y puede llevar a un grave malestar emocional y problemas de salud mental (1; 9). Las víctimas del ciberacoso pueden experimentar efectos inmediatos como ansiedad y depresión, y potencialmente sufrir consecuencias a largo plazo, incluyendo problemas de salud mental crónicos y una disminución de la autoestima (1; 8).
Trastornos psiquiátricos en la era digital:
Ansiedad:
Las plataformas de redes sociales pueden agravar la ansiedad social al fomentar el miedo a la evaluación negativa y la motivación de impresionar a los demás. La naturaleza inauténtica de las interacciones en las redes sociales a menudo conduce a la confusión y retroalimentación negativa, lo que contribuye al aumento de la ansiedad. Además, fenómenos como el «miedo a perderse algo» (conocido como FOMO, por sus siglas en inglés) y la presión por mantener una imagen en línea determinada pueden aumentar los niveles de ansiedad, ya que los individuos se comparan constantemente con los demás (10).
Si bien las herramientas digitales ofrecen soluciones potenciales para los trastornos de ansiedad, persisten desafíos significativos, como la deserción del tratamiento y las actitudes negativas hacia las intervenciones en línea. Estas barreras pueden obstaculizar la efectividad de las intervenciones mediadas por internet. A pesar de estos retos, las intervenciones en línea han mostrado un notable potencial para reducir las barreras al acceso a la atención, ofreciendo opciones de tratamiento accesibles para aquellos que no pueden acceder a la terapia tradicional (11).
El uso excesivo de internet también ha sido asociado con diversos trastornos ciberpsiquiátricos, incluyendo el uso problemático de internet y el ciberacoso, condiciones que pueden exacerbar los síntomas de ansiedad. La falta de reconocimiento de estas condiciones en los sistemas nosológicos actuales plantea desafíos tanto para su evaluación como para su manejo, lo que resalta la necesidad de más investigaciones y el desarrollo de modelos de tratamiento efectivos (12).
Depresión:
El uso excesivo de las redes sociales está correlacionado con un incremento de la depresión, impulsado por factores como las comparaciones poco saludables y el agotamiento derivado del uso de las plataformas sociales (13). Este fenómeno afecta profundamente la salud mental, con la adicción a las redes sociales desempeñando un papel significativo en la exacerbación de la depresión. Además, el género parece moderar esta relación, con las mujeres mostrando una mayor vulnerabilidad frente a estos efectos (14). Durante la pandemia, la prevalencia de los trastornos depresivos aumentó más del 25%, en gran parte debido al incremento de las interacciones digitales (15).
Otros trastornos:
El uso de las redes sociales también está relacionado con trastornos del sueño, ya que interrumpe los patrones de descanso y contribuye al insomnio. Además, los trastornos de atención se ven afectados por el uso excesivo de los medios digitales, lo que disminuye la capacidad de concentración y aumenta el estrés (13).
Aunque las herramientas digitales ofrecen soluciones potenciales para los problemas de salud mental, persisten desafíos, como las altas tasas de deserción y la necesidad de mantener el compromiso de los usuarios. El desarrollo de intervenciones digitales confiables y efectivas requiere una colaboración interdisciplinaria y la consideración de los comentarios de los usuarios (15). Además, aunque la digitalización en la psiquiatría ofrece opciones de tratamiento escalables, también presenta desafíos en cuanto a la implementación efectiva y el mantenimiento de la relación entre el paciente y el clínico (16).
Nuevas intervenciones para el tratamiento de trastornos psiquiátricos:
Terapias basadas en tecnología:
La terapia cognitivo-conductual en línea (e-TCC) es una adaptación digital de la terapia cognitivo-conductual tradicional, que permite a los pacientes acceder a intervenciones terapéuticas a través de internet. Estudios han demostrado que la e-TCC puede reducir de manera significativa los síntomas depresivos en comparación con el tratamiento habitual, especialmente en entornos de atención primaria que atienden a poblaciones diversas (17). La efectividad de la e-TCC se ve respaldada por su capacidad para modular la actividad neuronal en las regiones cerebrales asociadas con el procesamiento emocional, como lo indican estudios de neuroimagen realizados en pacientes con trastorno bipolar (18).
Por otro lado, las aplicaciones móviles de salud mental aprovechan la tecnología de los teléfonos inteligentes para monitorear y diagnosticar trastornos mentales, lo que ofrece opciones de monitoreo continuo de los pacientes y tratamientos a distancia (19). Estas aplicaciones incluyen características como entrenamientos cognitivos, fomento de la resiliencia y mecanismos para afrontar el estrés, los cuales a menudo están respaldados por inteligencia artificial y adquisición digital de datos (20).
Además, el uso de la realidad extendida (XR) y los robots asistenciales sociales (SAR) en aplicaciones de salud mental ha mostrado un gran potencial para mejorar la resiliencia y el entrenamiento cognitivo, complementando los tratamientos psiquiátricos tradicionales (20).
Realidad virtual en el tratamiento de fobias y ansiedad:
Los sistemas de realidad virtual ofrecen un entorno controlado donde los pacientes pueden confrontar sus miedos de manera segura, un método conocido como terapia de exposición. Esta técnica ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de fobias y trastornos de ansiedad al desensibilizar gradualmente a los pacientes ante estímulos que provocan ansiedad (21; 22). La naturaleza inmersiva de la realidad virtual puede mejorar el compromiso emocional de los pacientes, lo que hace que la terapia sea más impactante. Además, permite la simulación de escenarios del mundo real que, de otro modo, serían difíciles de recrear en los entornos tradicionales de terapia (21).
Realidad aumentada y aplicaciones terapéuticas:
La realidad aumentada mejora la percepción del usuario sobre el mundo real al superponer información digital, lo cual puede utilizarse para apoyar intervenciones terapéuticas. Esta tecnología incluye ejercicios interactivos que promueven el compromiso cognitivo y emocional de los pacientes (21). Aunque el uso de la realidad aumentada en la atención psiquiátrica sigue siendo emergente, se considera prometedora en aplicaciones como el entrenamiento cognitivo y la gestión del estrés, lo cual es particularmente beneficioso para mejorar la resiliencia y los mecanismos de afrontamiento (20).
Intervenciones basadas en redes sociales:
Las intervenciones basadas en redes sociales, como los grupos de apoyo en línea, también desempeñan un papel importante en la gestión de trastornos mentales comunes como la depresión y la ansiedad. Estas plataformas proporcionan apoyo entre pares y psicoeducación, elementos cruciales para el manejo de estos trastornos. Tales intervenciones pueden complementar la terapia tradicional al ofrecer apoyo continuo y fomento del compromiso comunitario, lo cual es esencial para el mantenimiento a largo plazo de la salud mental (23).
Ventajas y desventajas de las intervenciones digitales:
Las intervenciones digitales en el ámbito de la salud mental presentan tanto ventajas como desventajas. Entre las principales ventajas se encuentra la flexibilidad y conveniencia que ofrecen, permitiendo a los usuarios acceder al apoyo en salud mental en cualquier momento y lugar. Esto resulta particularmente beneficioso para aquellos con horarios ocupados o con acceso limitado a servicios tradicionales (3; 24). Además, estas intervenciones pueden ayudar a cerrar la brecha en la disponibilidad de servicios de salud mental, proporcionando apoyo durante las demoras en las listas de espera (25). Las intervenciones digitales también permiten crear planes personalizados y tareas diarias adaptadas a las necesidades individuales, lo que mejora el compromiso y la adherencia de los usuarios (24).
Sin embargo, existen desventajas asociadas con el uso de estas intervenciones. La efectividad de las intervenciones digitales puede variar, y hay poca evidencia que demuestre que aplicaciones específicas sean superiores a otras (Horwitz et al., 2024). Además, los usuarios pueden experimentar una falta de interacción personal, lo que puede ser una limitación para aquellos que se benefician de la terapia cara a cara (3).
En cuanto a la accesibilidad y conveniencia, las intervenciones digitales son generalmente accesibles para una amplia audiencia, ya que pueden entregarse a través de programas basados en la web y aplicaciones móviles (3). Los medios de comunicación también desempeñan un papel crucial en el aumento de la conciencia y el acceso a estos servicios, promoviendo el apoyo a la salud mental y reduciendo el estigma (4).
No obstante, existen riesgos y limitaciones. Uno de los riesgos es el compromiso insuficiente debido a la falta de interacción humana directa, lo que puede afectar la efectividad general de la intervención (3). Además, surgen preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos, dado que la información personal sensible a menudo se comparte a través de plataformas digitales (24).
La efectividad en comparación con los métodos tradicionales, algunos estudios indican que las intervenciones digitales pueden generar reducciones significativas en los síntomas de depresión y ansiedad, comparables a los métodos tradicionales. Sin embargo, la falta de diferencias significativas en la efectividad entre diversas intervenciones digitales sugiere que se necesita más investigación para optimizar estas herramientas (25).
Casos de estudio y ejemplos prácticos:
Los estudios de caso y los ejemplos prácticos ofrecen una visión valiosa sobre cómo las intervenciones digitales están transformando el tratamiento de los trastornos mentales. Las plataformas de chatbots, por ejemplo, han demostrado ser eficaces en la participación de los usuarios en intervenciones de salud mental. Estos chatbots no solo ofrecen apoyo personalizado, sino que también monitorean el progreso de los pacientes, adaptando las respuestas a las necesidades individuales de cada uno. Esta capacidad para proporcionar apoyo continuo ha resultado ser útil para aquellos que necesitan asistencia entre las sesiones tradicionales de terapia o cuando el acceso a un profesional es limitado (24).
Por otro lado, las campañas de medios de comunicación masiva también han desempeñado un papel fundamental en la promoción de la salud mental. A través de estas campañas, se ha logrado transformar la percepción pública sobre los trastornos mentales, reduciendo el estigma asociado con ellos. Al mismo tiempo, estas iniciativas han facilitado un mayor acceso a los servicios de salud mental, alentando a más personas a buscar ayuda y a reconocer la importancia del bienestar emocional (4). Ambas estrategias, tanto los chatbots como las campañas de medios de comunicación, reflejan el impacto positivo que la tecnología y los medios pueden tener en la mejora del acceso y la atención en salud mental.
Futuro de la salud mental en la era digital:
Las tendencias emergentes en el ámbito de la salud mental digital han cobrado una gran relevancia, especialmente a raíz de la pandemia, que aceleró la adopción de nuevas tecnologías para el tratamiento de trastornos mentales. Un ejemplo destacado es la telemedicina y la terapia electrónica, que permitieron a los profesionales de la salud mental ofrecer sus servicios de forma remota. Esta modalidad no solo ha aumentado la accesibilidad, sino que también ha brindado mayor comodidad a los pacientes, eliminando barreras geográficas y facilitando la continuidad del tratamiento (26).
El desarrollo de intervenciones digitales basadas en evidencia es un campo de investigación en constante evolución. A medida que las tecnologías digitales continúan ganando terreno en el ámbito de la salud mental, se sigue investigando su eficacia para garantizar que estas intervenciones sean realmente efectivas. Es fundamental que estas herramientas se fundamenten en prácticas basadas en evidencia y que se desarrollen marcos regulatorios que garanticen su correcta implementación (5). Además, es necesario abordar los sesgos presentes en las herramientas digitales y asegurar la inclusión en los recursos de salud mental, teniendo en cuenta la diversidad cultural y disciplinaria (27).
Conclusiones:
La tecnología, especialmente las redes sociales y las plataformas digitales, ha tenido un impacto significativo en la salud mental, tanto positivo como negativo. Si bien ofrecen intervenciones accesibles y personalizadas para tratar trastornos como la ansiedad y la depresión, también incrementan riesgos como la ansiedad social, la adicción tecnológica y el ciberacoso, afectando especialmente a adolescentes y jóvenes adultos. El uso excesivo de estas tecnologías está vinculado a problemas como la baja autoestima, el aislamiento digital y el incremento de trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad.
Las intervenciones digitales, como la terapia cognitivo-conductual en línea y las aplicaciones móviles para la salud mental, han demostrado ser eficaces para reducir los síntomas de la ansiedad y la depresión. Estas herramientas proporcionan acceso a tratamientos en tiempo real, eliminando barreras geográficas y mejorando la accesibilidad, especialmente para quienes tienen dificultades para acceder a la atención tradicional. Sin embargo, también existen limitaciones, como la falta de interacción humana directa y las preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos.
A medida que las tecnologías emergentes, como la realidad virtual y aumentada, ofrecen nuevas formas de tratar trastornos mentales, es esencial que la investigación continúe evaluando su eficacia y accesibilidad. Es necesario abordar los sesgos en el diseño de estas herramientas y asegurar que sean inclusivas y culturalmente relevantes. Además, los esfuerzos colaborativos entre profesionales de la salud, desarrolladores de tecnología y responsables políticos serán cruciales para crear estrategias integrales que promuevan la alfabetización digital y la educación en salud mental, garantizando así un acceso equitativo y efectivo a las intervenciones digitales.
Referencias:
- Ajewumi OE, Magbagbeola V, Kalu OC, Ike RA, Folajimi O, Diyaolu CO. The impact of social media on mental health and well-being. World J Adv Res Rev 2024;24:107–21. https://doi.org/10.30574/wjarr.2024.24.1.3027.
- Alfaridzi GR, Putri EM, Sulistiasih S. Sosial Media Effect terhadap Mental Health Adolescent di Tengah Transformasi Digital: Studi Komprehensif tentang Psikologis dan Risiko Terkait. Observasi 2024;2:202–22. https://doi.org/10.61132/observasi.v2i3.491.
- Lau CKY, Saad A, Camara B, Rahman D, Bolea-Alamanac B. Acceptability of digital mental health interventions for depression and anxiety: Systematic review. J Med Internet Res 2024;26:e52609. https://doi.org/10.2196/52609.
- Rahmah S, Susilo CB, Ermawan B. Mental health crisis in the digital era: The role of mass media in increasing awareness and access to services. Journal International Dakwah and Communication 2024;4:149–59. https://doi.org/10.55849/jidc.v4i1.660.
- Ogugua JO, Okongwu CC, Akomolafe OO, Anyanwu EC, Daraojimba OD. Mental health and digital technology: A public health Review of current trends and responses. imsrj 2024;4:108–25. https://doi.org/10.51594/imsrj.v4i2.754.
- Sabar S, Dzulkalnine N, Khir MM. The impact of social media on mental health of young adults: A literature review. Inf Manag Bus Rev 2024;16:447–60. https://doi.org/10.22610/imbr.v16i3s(i)a.4146.
- Anjos KRB dos, Cabral LMM, Silva Paulino M da SP, Bernardo TTSSA, Galvão PVM, Sobrinho JE de L, Sena-Leal MD de. Impacts of social media on adolescent mental health: a rapid systematic review: Impactos das redes sociais na saúde mental de adolescentes: uma revisão sistemática rápida. Concilium 2024;24:126–45. https://doi.org/10.53660/clm-4287-24u35.
- Yang Y. The impact of the Internet on adolescents’ mental health. International Journal of Education and Humanities 2024;16:234–7. https://doi.org/10.54097/dfc2tv78.
- Ajewole DK. The impact of social media on mental health. ScienceOpen 2024. https://doi.org/10.14293/pr2199.001180.v1.
- Chen R, Gao C, Xu Y, Zou C, Chen J. Social anxiety in the digital age. Lecture Notes in Education Psychology and Public Media 2023;8:242–8. https://doi.org/10.54254/2753-7048/8/20230126.
- Blackburn AM, Goetter EM. Treatment of anxiety disorders in the digital age. Clinical Handbook of Anxiety Disorders, Cham: Springer International Publishing; 2020, p. 297–313.
- Grover S, Shouan A. Cyberpsychiatric disorders: An overview of assessment and management. J Ment Health Hum Behav 2020;25:76. https://doi.org/10.4103/0971-8990.309968.
- Zubair U, Khan MK, Albashari M. Link between excessive social media use and psychiatric disorders. Ann Med Surg (Lond) 2023;85:875–8. https://doi.org/10.1097/MS9.0000000000000112.
- Kalınkara Y, Talan T. Psychological balances in the digital world: Dynamic relationships among Social Media Addiction, depression, anxiety, Academic Self-efficacy, general belongingness, and life satisfaction. J Genet Psychol 2024:1–29. https://doi.org/10.1080/00221325.2024.2400342.
- The Lancet Digital Health. Mental health in the digital age. Lancet Digit Health. 2022 Nov;4(11):e765. doi: 10.1016/S2589-7500(22)00191-1. Epub 2022 Oct 10. PMID: 36229344.
- Roth CB, Papassotiropoulos A, Brühl AB, Lang UE, Huber CG. Psychiatry in the digital age: A blessing or a curse? Int J Environ Res Public Health 2021;18:8302. https://doi.org/10.3390/ijerph18168302.
- Ali S. Innovative strategies for the management of common mental disorders. Eur J Public Health 2023;33. https://doi.org/10.1093/eurpub/ckad160.104.
- Girelli F, Rossetti MG, Perlini C, Bellani M. Neural correlates of cognitive behavioral therapy-based interventions for bipolar disorder: A scoping review. J Psychiatr Res 2024;172:351–9. https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2024.02.054.
- Peled A, Peled I. New technologies to diagnose and treat mental health problems. Front Young Minds 2023;11. https://doi.org/10.3389/frym.2023.1248539.
- Häussl A, Fellendorf F, Fleischmann E, et al. The use of new technology in prevention and treatment of psychiatric diseases – preliminary results. European Psychiatry. 2023;66(S1):S853-S854. doi:10.1192/j.eurpsy.2023.1808
- Hussain MS, Saraswat N, Bahl G, Agrawal M, Bisht AS, Sharma R, Kumar R. Revolutionizing psychiatric care: Unleashing the potential of augmented and virtual reality for diagnosis and education. Curr Psychiatry Res Rev 2024;20. https://doi.org/10.2174/0126660822285059240404040918.
- Goetter EM, Yuen EK. Technological advances in treating anxiety disorders. Psychiatr Clin North Am 2024;47:813–27. https://doi.org/10.1016/j.psc.2024.04.020.
- Kelly BD. Social interventions in common mental disorders. En: Bhugra D, Moussaoui D, Craig TJ, editores. Oxford Textbook of Social Psychiatry, Oxford University PressOxford; 2022, p. 533-C54.P110.
- Nikolaeva D, Georgiev M, Bozhikova V, Petrova D, Stoeva M. Using digital technologies in mental health care. 2024 XXXIII International Scientific Conference Electronics (ET), IEEE; 2024, p. 1–5.
- Horwitz AG, Mills ED, Sen S, Bohnert ASB. Comparative effectiveness of three digital interventions for adults seeking psychiatric services: A randomized clinical trial: A randomized clinical trial. JAMA Netw Open 2024;7:e2422115. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2024.22115.
- Mucic D. Digital mental health: The future is now. J Pak Psychiatr Soc 2024;21. https://doi.org/10.63050/jpps.21.03.967.
- Tomičić A, Gjorgjioska MA. Epistemic inequality in the digital era: Unpacking biases in digital mental health. Theory Psychol 2024;34:777–97. https://doi.org/10.1177/09593543241279131.